Fragmento del Mural de Taniperla

A finales de enero de 1994, cuando en palabras del Departamento de Prensa y Propaganda del EZLN, Chiapas había reventado en la conciencia nacional y muchos intelectuales intentaban ponerse al día con la historia de la zona y sus características, se hace público un escrito “que nuestro compañero Sc. I. Marcos realizó a mediados de 1993 para buscar que fuera despertando la conciencia de varios compañeros que por entonces se iban acercando a nuestra lucha”.

CHIAPAS: EL SURESTE EN DOS VIENTOS, UNA TORMENTA Y UNA PROFECÍA

Muy estimados señores:

Ahora que Chiapas nos reventó en la conciencia nacional, muchos y muy variados autores desempolvan su pequeño Larousse ilustrado, su México desconocido, sus disketts de datos estadísticos del INEGI o el Fonhapo o hasta los textos clásicos que vienen desde Bartolomé de las Casas. Con el afán de aportar a esta sed de conocimientos sobre la situación chiapaneca, les mandamos un escrito que nuestro compañero Sc. I. Marcos realizó a mediados de 1993 para buscar que fuera despertando la conciencia de varios compañeros que por entonces se iban acercando a nuestra lucha.

Esperamos que este material se gane un lugar en alguna de las secciones o suplementos que conforman su prestigiado diario. Los derechos de autor pertenecen a los insurgentes, los cuales se sentirán retribuidos al ver algo de su historia circular a nivel nacional. Tal vez así otros compañeros se animen a escribir sobre sus estados y localidades esperando que otras profecías al igual que la chiapaneca también se vayan cumpliendo.

Departamento de Prensa y Propaganda, EZLN

Selva Lacandona, México, enero de 1994

 

Viento primero
El de arriba

Que narra cómo el supremo gobierno se enterneció de la miseria indígena de Chiapas y tuvo a bien dotar a la entidad de hoteles, cárceles, cuarteles y un aeropuerto militar. Y que narra también cómo la bestia se alimenta de la sangre de este pueblo y otros infelices y desdichados sucesos.

Suponga que habita usted en el norte, centro u occidente del país. Suponga que hace usted caso de la antigua frase de Sectur de “Conozca México primero”. Suponga que decide conocer el sureste de su país y suponga que del sureste elige usted al estado de Chiapas. Suponga que toma usted por carretera (llegar por aire a Chiapas no sólo es caro sino improbable y de fantasía: sólo hay dos aeropuertos “civiles” y uno militar). Suponga que enfila usted por la carretera Transístmica. Suponga que no hace usted caso de ese cuartel que un regimiento de artillería del ejército federal tiene a la altura de Matías Romero y sigue usted hasta la Ventosa. Suponga que usted no advierte la garita que el Servicio de Inmigración de la Secretaría de Gobernación tiene en ese punto (y que hace pensar que uno sale de un país y entra en otro). Suponga que usted gira a la izquierda y toma decididamente hacia Chiapas. Kilómetros más adelante dejará usted Oaxaca y encontrará un gran letrero que reza “BIENVENIDO A CHIAPAS”. ¿Lo encontró? Bien, suponga que sí. Usted entró por una de las tres carreteras que hay para llegar al estado: por el norte del estado, por la costa del Pacífico y por esta carretera que usted supone haber tomado, se llega a este rincón del sureste desde el resto del país. Y la riqueza sale de estas tierras no sólo por estas tres carreteras. Por miles de caminos se desangra Chiapas: por oleoductos y gasoductos, por tendidos eléctricos, por vagones de ferrocarril, por cuentas bancarias, por camiones y camionetas, por barcos y aviones, por veredas clandestinas, caminos de terracería, brechas y picadas; esta tierra sigue pagando su tributo a los imperios: petróleo, energía eléctrica, ganado, dinero, café, plátano, miel, maíz, cacao, tabaco, azúcar, soya, sorgo, melón, mamey, tamarindo y aguacate, y sangre chiapaneca fluye por los mil y un colmillos del saqueo clavados en la garganta del sureste mexicano. Materias primas, miles de millones de toneladas que fluyen a los puertos mexicanos, a las centrales ferroviarias, aéreas y camioneras, con caminos diversos: Estados Unidos, Canadá, Holanda, Alemania, Italia, Japón; pero con el mismo destino: el imperio. La cuota que impone el capitalismo al sureste de este país rezuma, como desde su nacimiento, sangre y lodo.

Un puñado de mercaderes, entre los que se cuenta el Estado mexicano, se llevan de Chiapas toda la riqueza y a cambio dejan su huella mortal y pestilente: el colmillo financiero obtuvo, en 1989, una captación integral de un millón 222 mil 669 millones de pesos y sólo derramó en créditos y obras 616 mil 340 millones. Más de 600 mil millones de pesos fueron a dar al estómago de la bestia.

En las tierras chiapanecas hay 86 colmillos de Pemex clavados en los municipios de Estación Juárez, Reforma, Ostuacán, Pichucalco y Ocosingo. Cada día succionan 92 mil barriles de petróleo y 516.7 mil millones de pies cúbicos de gas. Se llevan el gas y el petróleo y dejan, a cambio, el sello capitalista: destrucción ecológica, despojo agrario, hiperinflación, alcoholismo, prostitución y pobreza. La bestia no está conforme y extiende sus tentáculos a la selva Lacandona: ocho yacimientos petrolíferos están en exploración. Las brechas se abren a punta de machetes, los empuñan los mismos campesinos que quedaron sin tierra por la bestia insaciable. Caen los árboles, retumban las explosiones de dinamita en terrenos donde sólo los campesinos tienen prohibido tumbar árboles para sembrar. Cada árbol que tumben les puede costar una multa de 10 salarios mínimos y cárcel. El pobre no puede tumbar árboles, la bestia petrolera, cada vez más en manos extranjeras, sí. El campesino tumba para vivir, la bestia tumba para saquear.

También por el café se desangra Chiapas. El 35% de la producción nacional cafetalera sale de estas tierras que emplean a 87 mil personas. El 47% de la producción va al mercado nacional y el 53% se comercializa en el extranjero, principalmente en Estados Unidos y Europa. Más de 100 mil toneladas de café salen del estado para engordar las cuentas bancarias de la bestia: en 1988 el kilo de café pergamino se vendió en el extranjero a un promedio de 8 mil pesos, pero al productor chiapaneco se lo pagaron a 2 mil 500 ó a menos.

El segundo saqueo en importancia, después del café, es el ganado. Tres millones de vacas esperan a coyotes y un pequeño grupo de introductores para ir a llenar los frigoríficos de Arriaga, Villahermosa y el Distrito Federal. Las vacas son pagadas hasta en mil 400 pesos el kilo en pie a los ejidatarios empobrecidos, y revendidos por coyotes e introductores hasta en 10 veces multiplicado el valor que pagaron.

El tributo que cobra el capitalismo a Chiapas no tiene paralelo en la historia. El 55 por ciento de la energía nacional de tipo hidroeléctrico proviene de este estado, y aquí se produce el 20 por ciento de la energía eléctrica total de México. Sin embargo, sólo un tercio de viviendas chiapanecas tienen luz eléctrica. ¿A dónde van los 12 mil 907 gigawatts que producen anualmente las hidroeléctricas de Chiapas?

A pesar de la moda ecológica, el saqueo maderero sigue en los bosques chiapanecos. De 1981 a 1989 salieron 2 millones 444 mil 700 metros cúbicos de maderas preciosas, coníferas y corrientes tropicales con destino al Distrito Federal, Puebla, Veracruz y Quintana Roo. En 1988 la explotación maderera dio una ganancia de 23 mil 900 millones de pesos, 6 mil por ciento más que en 1980.

La miel que se produce en 79 mil colmenas del estado va íntegramente a los mercados de EU y Europa. 2 mil 756 toneladas de miel y cera producidas anualmente en el campo se convierten en dólares que los chiapanecos no verán.

Del maíz, más de la mitad producida aquí va al mercado nacional. Chiapas está entre los primeros estados productores a nivel nacional. El sorgo, en su mayoría, va a Tabasco. Del tamarindo el 90 por ciento va al DF y a otros estados. El aguacate en dos tercios se comercializa fuera del estado, el mamey en su totalidad. Del cacao el 69 por ciento va al mercado nacional y 31 por ciento al exterior con destino a EU, Holanda, Japón e Italia. La mayor parte de las 451 mil 627 toneladas anuales de plátanos se exportan.

¿Qué deja la bestia a cambio de todo lo que se lleva?

Chiapas posee 75 mil 634.4 kilómetros cuadrados, unos 7.5 millones de hectáreas, ocupa el octavo lugar en extensión y tiene 111 municipios organizados para el saqueo en nueve regiones económicas. Aquí se encuentra, del total nacional, el 40 por ciento de las variedades de plantas, el 36 por ciento de los mamíferos, el 34 por ciento de los anfibios y reptiles, el 66 por ciento de las aves, el 20 por ciento de los peces de agua dulce y el 80 por ciento de las mariposas. El 9.7 por ciento de la lluvia de todo el país cae sobre estas tierras. Pero la mayor riqueza de la entidad son los 3.5 millones de chiapanecos, de los cuales las dos terceras partes viven y mueren en el medio rural. La mitad de los chiapanecos no tienen agua potable y dos tercios no tienen drenaje. El 90 por ciento de la población en el campo tiene ingresos mínimos o nulos.

La comunicación es una grotesca caricatura para un estado que produce petróleo, energía eléctrica, café, madera y ganado para la bestia hambrienta. Sólo las dos terceras partes de las cabeceras municipales tienen acceso pavimentado, 12 mil comunidades no tienen más comunicación que los centenarios caminos reales. La línea del ferrocarril no sigue las necesidades del pueblo chiapaneco sino las del saqueo capitalista desde el tiempo del porfirismo. La vía férrea que sigue la línea costera (sólo hay dos líneas: la otra atraviesa parte del norte del estado) data de principios de siglo y su tonelaje es limitado por los viejos puentes porfiristas que cruzan las hidrovenas del sureste. El único puerto chiapaneco, Puerto Madero, es sólo una puerta más de salida para que la bestia saque lo que roba.

¿Educación? La peor del país. En primaria, de cada 100 niños 72 no terminan el primer grado. Más de la mitad de las escuelas no ofrecen más que al tercer grado y la mitad sólo tiene un maestro para todos los cursos que imparten. Hay cifras muy altas, ocultas por cierto, de deserción escolar de niños indígenas debido a la necesidad de incorporar al niño a la explotación. En cualquier comunidad indígena es común ver a niños en las horas de escuela cargando leña o maíz, cocinando o lavando ropa. De 16 mil 58 aulas que había en 1989, sólo mil 96 estaban en zonas indígenas.

¿Industria? Vea usted: el 40 por ciento de la “industria” chiapaneca es de molinos de nixtamal, tortillas y de muebles de madera. La gran empresa, el 0.2 por ciento, es del Estado mexicano (y pronto del extranjero) y la forman el petróleo y la electricidad. La mediana industria, el 0.4 por ciento está formada por ingenios azucareros, procesadora de pescados y mariscos, harina, calhidra, leche y café. El 94.8 por ciento es microindustria.

La salud de los chiapanecos es un claro ejemplo de la huella capitalista: un millón y medio de personas no disponen de servicio médico alguno. Hay 0.2 consultorios por cada mil habitantes, cinco veces menos que el promedio nacional. Hay 0.3 camas de hospital por cada mil chiapanecos, tres veces menos que en el resto de México; hay un quirófano por cada 100 mil habitantes, dos veces menos que en el país; hay 0.5 médicos y 0.4 enfermeras por cada mil personas, dos veces menos que el promedio nacional.

Salud y alimentación van de la mano en la pobreza. El 54 por ciento de la población chiapaneca está desnutrida y en la región de los altos y selva, este porcentaje de hambre supera el 80 por ciento. El alimento promedio de un campesino es: café, pozol, tortilla y frijol.

Todo esto deja el capitalismo en pago por lo que se lleva.

Esta parte del territorio mexicano que se anexa por voluntad propia a la joven república independiente en 1824, apareció en la geografía nacional hasta que el boom petrolero recordó a la nación que había un sureste (en el sureste está el 82 por ciento de la capacidad instalada de la planta petroquímica de Pemex); en 1990 las dos terceras partes de la inversión pública en el sureste fue para energéticos. Pero este estado no responde a modas sexenales, su experiencia en saqueo y explotación se remonta desde siglos atrás. Igual que ahora, antes fluían a las metrópolis, por las venas del saqueo, maderas y frutas, ganados y hombres. A semejanza de las repúblicas bananeras pero en pleno auge del neoliberalismo y las “revoluciones libertarias”, el sureste sigue exportando materias primas y mano de obra y, como desde hace 500 años, sigue importando lo principal de la producción capitalista: muerte y miseria.

Un millón de indígenas habitan tierras y comparten con mestizos y ladinos una desequilibrada pesadilla: aquí su opción, después de 500 años del “encuentro de dos mundos”, es morir de miseria o de represión. El programa de optimización de la pobreza, esa pequeña mancha de social democracia que salpica ahora al Estado mexicano y que con Salinas de Gortari lleva el nombre de Pronasol es una caricatura burlona que cobra lágrimas de sangre a los que, bajo estas lluvias y soles, se desviven.

¡¡Bienvenido!!… Ha llegado usted al estado más pobre del país: Chiapas.

Suponga que sigue usted manejando y de Ocosocoautla baja usted a Tuxtla Gutiérrez, capital del estado. No se detenga mucho; Tuxtla Gutiérrez es sólo una gran bodega que concentra producción de otras partes del estado. Aquí llega parte de la riqueza que será enviada a donde los designios capitalistas decidan. No se detenga, apenas toca usted los labios de las fauces sangrantes de la fiera. Pase usted por Chiapas de Corzo sin hacer caso de la fábrica que Nestlé tiene ahí, y empiece a ascender la sierra. ¿Qué ve? Está en lo cierto, entró usted a otro mundo: el indígena. Otro mundo, pero el mismo que padecen millones en el resto del país.

Este mundo indígena está poblado por 300 mil tzeltales, 300 mil tzotziles, 120 mil choles, 90 mil zoques y 70 mil tojolabales. El supremo gobierno reconoce que “sólo” la mitad de este millón de indígenas es analfabeta.

Siga por la carretera sierra adentro llega usted a la región llamada los altos de Chiapas. Aquí, hace 500 años el indígena era mayoritario, amo y señor de tierras y aguas. Ahora sólo es mayoritario en número y pobreza. Siga, lléguese hasta San Cristóbal de las Casas, hace 100 años era la capital del estado pero las pugnas interburguesas le quitaron el dudoso honor de ser capital del estado más pobre de México. No, no se detenga, si Tuxtla Gutiérrez es una gran bodega, San Cristóbal es un gran mercado: por miles de rutas llega el tributo indígena al capitalismo, tzotziles, tzeltales, choles, tojolabales y zoques, todos traen algo: madera, café, ganado, telas, artesanías, frutas, verduras, maíz. Todos se llevan algo: enfermedad, ignorancia, burla y muerte. Del estado más pobre de México, ésta es la región más pobre. Bienvenido a San Cristóbal de las Casas “Ciudad Colonial” dicen los coletos, pero la mayoría de la población es indígena. Bienvenido al gran mercado que Pronasol embellece. Aquí todo se compra y se vende, menos la dignidad indígena. Aquí todo es caro, menos la muerte. Pero no se detenga, siga adelante por la carretera, enorgullézcase de la infraestructura turística: en 1988 en el estado había 6 mil 270 habitaciones de hotel, 139 restaurantes y 42 agencias de viaje; ese año entraron un millón 58 mil 98 turistas y dejaron 250 mil millones de pesos en manos de hoteleros y restauranteros.

¿Hizo la cuenta? ¿Sí? Es correcto: hay unas siete habitaciones por cada mil turistas, mientras que hay 0.3 camas de hospital para cada mil chiapanecos. Bueno, deje usted las cuentas y siga adelante, libre con cuidado esas tres hileras de policías que, con boinas pintas, trotan por la orilla de la carretera, pase usted por el cuartel de la Seguridad Pública y siga por entre hoteles, restaurantes y grandes comercios, enfile a la salida para Comitán. Saliendo de la “olla “ de San Cristóbal y por la misma carretera verá las famosas grutas de San Cristóbal, rodeadas de frondosos bosques ¿Ve usted ese letrero?. No, no se equivoca, este parque natural es administrado por… ¡el ejército! Sin salir de su desconcierto siga adelante… ¿Ve usted? Modernos edificios, buenas casas, calles pavimentadas… ¿Una universidad? ¿Una colonia para trabajadores? No, mire bien el letrero a un lado de los cañones, y lea: “Cuartel General de la 31 Zona Militar”. Todavía con la hiriente imagen verde-olivo en la retina llegue usted al crucero y decida no ir a Comitán, así se evitará la pena de ver que, unos metros más adelante, en el cerro que se llama del Extranjero, personal militar norteamericano maneja, y enseña a manejar a sus pares mexicanos, un radar. Decida mejor ir a Ocosingo ya que está de moda la ecología y todas esas pamplinas. Vea usted esos árboles, respire profundo… ¿Ya se siente mejor? ¿Sí? Entonces mantenga su vista a la izquierda porque si no, en el Km. 7, verá usted otra magnífica construcción con el noble símbolo de SOLIDARIDAD en la fachada. No vea, le digo que voltee para otro lado, no se dé cuenta usted de que este edificio nuevo es… una cárcel (dicen las malas lenguas que son ventajas que ofrece Pronasol: ahora los campesinos no tendrán que ir hasta Cerro Hueco, cárcel en la capital del estado). No hombre, no se desanime, lo peor está siempre oculto: el exceso de pobreza espanta al turismo… Siga, baje a Huixtan, ascienda a Oxchuc, vea la hermosa cascada donde nace el río Jataté cuyas aguas atraviesan la Selva Lacandona, pase por Cuxuljá y no siga la desviación que lleva a Altamirano, lléguese hasta Ocosingo: “la puerta de la Selva Lacandona”…

Está bien, deténgase un poco. Una vuelta rápida por la ciudad… ¿Principales puntos de interés? bien: esas dos grandes construcciones a la entrada son prostíbulos, aquello es una cárcel, la de más allá la iglesia, ésa otra es la Ganadera, ése de allá es un cuartel del ejército federal, allá los judiciales, la Presidencia Municipal y más acá Pemex, lo demás son casitas amontonadas que retumban al paso de los gigantescos camiones de Pemex y las camionetas de los finqueros.

¿Qué le parece? ¿Una hacienda porfirista? ¡Pero eso se acabó hace 75 años! No, no siga por esa carretera de terracería que llega hasta San Quintín, frente a la Reserva de los Montes Azules. No, llegue hasta donde se juntan los ríos Jataté y Perlas, no baje ahí, no camine tres jornadas de ocho horas cada una, no llegue a San Martín, no vea que es un ejido muy pobre y muy pequeño, no se acerque a ese galerón que se cae a pedazos y con láminas oxidadas y rotas. ¿Qué es? Bueno, a ratos iglesia, a ratos escuela, a ratos salón de reuniones. Ahorita es una escuela, son las 11 del día. No, no se acerque, no mire dentro, no vea a esos cuatro grupos de niños rebosando de lombrices y piojos, semidesnudos, no vea a los cuatro jóvenes indígenas que hacen de maestros por una paga miserable que tienen que recoger después de caminar las mismas tres jornadas que usted caminó; no vea que la única división entre un “aula” y otra es un pequeño pasillo ¿Hasta qué año se cursa aquí? Tercero. No, no vea esos carteles que es lo único que el gobierno les mandó a esos niños, no los vea: son carteles para prevenir el Sida. . .

Mejor sigamos, volvamos a la carretera pavimentada. Sí, ya sé que está en mal estado. Salgamos de Ocosingo, siga admirando estas tierras… ¿Los propietarios? Sí finqueros. ¿Producción? Ganado, café, maíz… ¿Vio el Instituto Nacional Indigenista? Sí, a la salida ¿Vio esos espléndidos camiones? Son dados a crédito a los campesinos indígenas. Sólo usan gasolina Magna-Sin, por aquello de la ecología… ¿Que no hay Magna-Sin en Ocosingo? Bueno, pues esas son pequeñeces… Sí, usted tiene razón, el gobierno se preocupa por los campesinos, claro que dicen las malas lenguas que en esa sierra hay guerrilleros y que la ayuda monetaria del gobierno es para comprar la lealtad indígena, pero son rumores, seguramente tratan de desprestigiar al Pronasol… ¿Qué? ¿El Comité de Defensa Ciudadana? ¡Ah sí! Es un grupo de “heroicos” ganaderos, comerciantes y charros sindicales que organizan guardias blancas para desalojos y amenazas. No, ya le dije a usted que la hacienda porfirista acabó hace 75 años… Mejor sigamos… en esa desviación tome usted a la izquierda. No, no vaya usted a Palenque. Mejor sigamos, pasemos por Chilón… bonito ¿no? Sí Yajalón… muy moderno, hasta tiene una gasolinera… mire, ese de allá es un banco, allá la Presidencia Municipal, por acá la judicial, la ganadera, allá el ejército… ¿otra vez con lo de la hacienda? Vámonos y ya no vea ese otro gran y moderno edificio en las afueras en el camino a Tila y Sabanilla, no vea su hermoso letrero de SOLIDARIDAD embelleciendo la entrada, no vea que es… una cárcel.

Bueno, llegamos al cruce, ahora a Ocosingo… ¿Palenque? ¿Está usted seguro? Bueno, vamos… Sí, bonitas tierras. Ajá, finqueros. Correcto: Ganado, café, madera. Mire, ya llegamos a Palenque. ¿Una visita rápida a la ciudad? Bueno: ésos son hoteles, allá restaurantes, acá la presidencia Municipal, la Judicial, ese es el cuartel del ejército, y allá… ¿Qué? No, ya sé qué me va a decir… no lo diga, no… ¿Cansado? Bueno, paremos un poco. ¿No quiere ver las pirámides? ¿No? Bueno. ¿Xi’Nich? Ajá, una marcha indígena. Sí, hasta México. Ajá caminando. ¿Cuánto? Mil 106 kilómetros. ¿Resultados? recibieron sus peticiones. Sí, sólo eso. ¿Sigue cansado? ¿Más? Bueno, esperemos… ¿Para Bonampak? Está muy malo el camino. Bueno, vamos. Si, la ruta panorámica… ése es el retén del ejército federal, éste otro es de la Armada, aquél de judiciales, el de más allá el de Gobernación… ¿Siempre así? No, a veces topa uno con marchas campesinas de protesta. ¿Cansado? ¿Quiere regresar? Bueno. ¿Otros lugares? ¿Distintos? ¿En qué país? ¿México? Verá usted lo mismo, cambiarán los colores, las lenguas, el paisaje, los nombres, pero el hombre, la explotación, la miseria y la muerte, es la misma. Sólo busque bien. Sí, en cualquier estado de la República. Ajá, que le vaya bien… y si necesita un guía turístico no deje de avisarme, estoy para servirle… ¡Ah! otra cosa. No será siempre así. ¿Otro México? No, el mismo… yo hablo de otra cosa, como que empiezan a soplar otros aires, como que otro viento se levanta…

 

Capítulo Segundo

Que narra hechos del gobernador aprendiz de virrey, de su heroico combate contra el clero progresista, y de sus andanzas con los señores feudales del ganado, el café y el comercio. Y que narra también otros hechos igualmente fantásticos.

Érase que se era un virrey de chocolate con nariz de cacahuate. El aprendiz de virrey, el gobernador Patrocinio González Garrido, a la manera de los antiguos monarcas que la corona española implantó junto con la conquista, ha reorganizado la geografía chiapaneca. La asignación de espacios urbanos y rurales es un ejercicio del poder un tanto sofisticado, pero manejado con la torpeza del señor González Garrido alcanza niveles exquisitos de estupidez. El virrey ha decidido que las ciudades con servicios y ventajas sean para los que ya todo tienen. Y decide, el virrey, que la muchedumbre está bien afuera, en la intemperie, y sólo merece lugar en las cárceles, lo cual no deja de ser incómodo. Por esto, el virrey ha decidido construir las cárceles en las afueras de las ciudades, para que la cercanía de esa indeseable y delincuente muchedumbre no perturbe a los señores. Cárceles y cuarteles son las principales obras que este gobernador ha impulsado en Chiapas. Su amistad con finqueros y poderosos comerciantes no es secreto para nadie, como tampoco lo es su animadversión hacia las tres diócesis que regulan la vida católica en el estado. La diócesis de San Cristóbal, con el obispo Samuel Ruiz a la cabeza, es una molestia constante para el proyecto de reordenamiento de González Garrido. Queriendo modernizar la absurda estructura de explotación y saqueo que impera en Chiapas, Patrocinio González tropieza cada tanto con la terquedad de religiosos y seglares que predican y viven la opción por los pobres del catolicismo.

Con el aplauso fariseo del obispo tuxtleco, Aguirre Franco, y la muda aprobación de el de Tapachula, González Garrido anima y sostiene las conspiraciones “heroicas” de ganaderos y comerciantes en contra de los miembros de la diócesis sancristobalense. “Los equipos de Don Samuel”, como les llaman algunos, no están formados por inexpertos creyentes: antes de que Patrocinio González Garrido soñara siquiera con gobernar su estado, la diócesis de San Cristóbal de las Casas predicaba el derecho a la libertad y a la justicia. Para una de las burguesías más retrógradas del país, la agrícola, estas palabras sólo pueden significar una cosa: rebelión. Y estos “patriotas” y “creyentes” finqueros y comerciantes saben cómo detener las rebeliones: la existencia de guardias blancas armadas con su dinero y entrenadas por miembros del ejército federal y policías de la Seguridad Pública y la judicial del estado, es de sobra reconocida por los campesinos que padecen sus bravatas, torturas y balas.

En meses pasados fue detenido el sacerdote Joel Padrón, párroco de Simojovel. Acusado por los ganaderos de esa región de incitar y participar en tomas de tierra, el padre Joel fue detenido por autoridades estatales y recluido en el Penal de Cerro Hueco, en la capital del estado. Las movilizaciones de miembros de la diócesis de San Cristóbal (las de Tuxtla y Tapachula brillaron por su ausencia) y un amparo federal lograron la liberación del párroco Padrón.

Mientras miles de campesinos marcharon en Tuxtla Gutiérrez para exigir la liberación del padre, los ganaderos de Ocosingo enviaron a sus flamantes guardias blancas a desalojar a campesinos posesionados del predio. El Momonal: 400 hombres armados por los finqueros golpearon y destruyeron, quemaron casas, chicotearon a las mujeres indígenas y asesinaron de un tiro en el rostro al campesino Juan. Después del desalojo, los guardias blancas, en su mayoría compuestas por vaqueros de las fincas y pequeños propietarios orgullosos de compartir correrías con los mozos terratenientes, recorrieron las carreteras de la región en las camionetas pick-up facilitadas por los amos. Mostrando sus armas ostensiblemente, borrachos y drogados, gritaban: “¡La ganadera es la número uno!” y advertían a todos que era sólo el comienzo. Las autoridades municipales de Ocosingo y los soldados destacamentados en la cabecera contemplaron impávidos el desfile triunfal de los pistoleros.

En Tuxtla Gutiérrez cerca de 10 mil campesinos desfilaban por la libertad de Joel Padrón. En un rincón de Ocosingo, la viuda de Juan enterraba solitaria a la víctima del orgulloso finquero. No hubo ni una marcha, ni un rezo, ni una firma de protesta por la muerte de Juan. Este es Chiapas.

Recientemente, el virrey González Garrido protagonizó un nuevo escándalo que salió a la luz pública porque las víctimas cuentan con los medios para denunciar las arbitrariedades. Con la anuencia del virrey, los señores feudales de Ocosingo organizaron el Comité de Defensa Ciudadana, el intento más acabado de institucionalizar las guardias blancas neoporfiristas que resguardan el orden en el campo chiapaneco. Nada hubiera pasado seguramente, si no es descubierto un complot para asesinar a los párrocos Pablo Ibarren y a la religiosa María del Carmen, además de a Samuel Ruiz, obispo de la diócesis. A los párrocos y religiosas se les daba un plazo para abandonar el municipio, pero los más radicales del Comité clamaban por una solución drástica que incluyera al obispo Ruiz. La denuncia del complot corrió a cargo de la prensa chiapaneca honesta, que la hay aún, y llegó a los foros nacionales. Hubo retracciones y desmentidos, el virrey declaró que sostenía buenas relaciones con la Iglesia y nombró un fiscal especial para investigar el caso. La investigación no arrojó resultado alguno y las aguas volvieron a su cauce.

En las mismas fechas, agencias gubernamentales daban a conocer datos escalofriantes: en Chiapas mueren cada año 14 mil 500 personas, es el más alto índice de mortalidad en el país. ¿Las causas? Enfermedades curables como: infecciones respiratorias, enteritis, parasitosis. amibiasis, paludismo, salmonelosis, escabiasis, dengue, tuberculosis pulmonar, oncocercosis, tracoma, tifo, cólera y sarampión. Las malas lenguas dicen que la cifra supera los 15 mil muertos al año porque no se lleva el registro de las defunciones en las zonas marginadas, que son la mayoría del estado.. . En los cuatro años de virreinado de Patrocinio González Garrido han muerto más de 60 mil chiapanecos, pobres en su mayoría. La guerra que contra el pueblo dirige el virrey y comandan los señores feudales, reviste formas más sutiles que los bombarderos. No hubo en la prensa local o nacional una nota para ese complot asesino en acción que cobra vidas y tierras como en tiempos de la conquista.

El Comité de Defensa Ciudadana sigue su labor proselitista, realiza reuniones para convencer a ricos y pobres de la ciudad de Ocosingo de que deben organizarse y armarse para que los campesinos no entren a la ciudad por que lo destruirán todo, sin respetar ni a ricos ni a pobres. El virrey sonríe con beneplácito.

 

Capítulo Tercero

Que narra cómo el virrey tuvo una brillante idea y la puso en práctica y que narra también cómo el imperio decretó la muerte del socialismo y, entusiasmado, se dio a la tarea de difundirlo, para regocijo de los poderosos, desconsuelo de los tibios e indiferencia de los más. Narra también cómo Zapata no ha muerto, dicen. Y otros desconcertantes acontecimientos

El virrey está preocupado. Los campesinos se niegan a aplaudir el despojo institucional que ahora está escrito en el nuevo artículo 27 de la Carta Magna. El virrey está rabiando. Los explotados no son felices explotados. Se niegan a recibir con una servil caravana las limosnas que el Pronasol salpica en el campo chiapaneco. El virrey está desesperado, consulta a sus asesores. Ellos le repiten una vieja verdad: no bastan cárceles y cuarteles para dominar, es necesario domar también el pensamiento. El virrey se pasea inquieto en su soberbio palacio. Se detiene, sonríe y redacta…

XEOCH: Rap y mentiras
para los campesinos

Ocosingo y Palenque, Cancuc y Chilón, Altamirano y Yajalón, los indígenas están de fiesta. Una nueva dádiva del supremo gobierno alegra la vida de peones y pequeños propietarios, de campesinos sin tierra y empobrecidos ejidatarios. Ya tienen una estación local de radio que cubre, ahora sí, los rincones más apartados del oriente chiapaneco. La programación es de lo más adecuada: música de marimba y rap proclaman la buena nueva. El campo chiapaneco se moderniza. XEOCH transmite desde la cabecera municipal de Ocosingo, en los 600 megahertz en amplitud modulada, desde las 4:00 hasta las 22:00 horas Sus noticieros abundan en piedras de molino: la “desorientación” que religiosos “subversivos” predican entre el campesinado, la afluencia de créditos que no llegan a las comunidades indígenas, la existencia de obras públicas que no aparecen por ningún lado. El soberbio virrey también se da tiempo de transmitir por XEOCH sus amenazas para recordar al mundo que no todo es mentiras y rap, también hay cárceles y cuarteles y un código penal, el más represivo de la república, que sanciona cualquier muestra de descontento popular: los delitos de asonada, rebelión, incitación a la rebelión, motín, etc., que están tipificados en los artículos de esta ley son la muestra de que el virrey se preocupa de hacer las cosas bien y punto.

No hay para qué luchar. El socialismo ha muerto. Viva el conformismo y la reforma y la modernidad y el capitalismo y los crueles etcéteras que a esto se asocian y siguen. El virrey y los señores feudales bailan y ríen eufóricos en sus palacios y palacetes. Su regocijo es desconcierto entre algunos de los escasos pensadores independientes que habitan en estos lares. Incapaces de entender, se dan a la desazón y los golpes de pecho. Es cierto, para qué luchar. La correlación de fuerzas es desfavorable. No es tiempo… hay que esperar más… tal vez años… alerta contra los aventureros. Que haya sensatez. Que nada pase en el campo y en la ciudad, que todo siga igual. El socialismo ha muerto. Viva el capital. Radio, prensa y televisión lo proclaman, lo repiten algunos ex socialistas, ahora sensatamente arrepentidos.

Pero no todos escuchan las voces de desesperanza y conformismo. No todos se dejan llevar por el tobogán del desánimo. Los más, los millones siguen sin escuchar la voz del poderoso y el tibio, no alcanza a oír, están ensordecidos por el llanto y la sangre que, muerte y miseria, les gritan al oído. Pero cuando hay un momento de reposo, que los hay todavía, escuchan otra voz, no la que viene de arriba, sino la que trae el viento de abajo y que nace del corazón indígena de las montañas, las que les habla de justicia y libertad, la que les habla de socialismo, la que les habla de esperanza… la única esperanza de ese mundo terrenal. Y cuentan los más viejos entre los viejos de las comunidades que hubo un tal Zapata que se alzó por los suyos y que su voz cantaba, más que gritar, ¡Tierra y Libertad!. Y cuentan estos ancianos que no ha muerto, que Zapata ha de volver. Y cuentan los viejos más viejos que el viento y la lluvia y el sol le dicen al campesino cuándo debe preparar la tierra, cuándo debe sembrar y cuándo cosechar. Y cuentan que también la esperanza se siembra y se cosecha. Y dicen los viejos que el viento, la lluvia y el sol están hablando de otra forma a la tierra, que de tanta pobreza no puede seguir cosechando muerte, que es la hora de cosechar rebeldía. Así dicen los viejos. Los poderosos no escuchan, no alcanzan a oír, están ensordecidos por el embrutecimiento que los imperios les gritan al oído. “Zapata” insiste el viento, el de abajo, el nuestro.

 

Viento segundo
El de abajo

Capítulo Cuarto

Que narra cómo la dignidad y la rebeldía se emparentan en el sureste y de cómo los fantasmas de Jacinto Pérez y mapaches recorren las sierras de Chiapas. Narra también de la paciencia que se agota y otros sucesos de ignorada presencia pero presumible consecuencia.

Este pueblo nació digno y rebelde, lo hermana al resto de los explotados del país no el Acta de Anexión de 1824, sino una larga cadena de ignominias y rebeldías. Desde los tiempos en que sotana y armadura conquistaban estas tierras, la dignidad y la rebeldía se vivían y difundían bajo estas lluvias.

El trabajo colectivo, el pensamiento democrático, la sujeción al acuerdo de la mayoría, son más que una tradición en zona indígena, han sido la única posibilidad de sobrevivencia, de resistencia, de dignidad y rebeldía. Estas “malas ideas”, a ojos terratenientes y comerciantes, van en contra del precepto capitalista de “mucho en manos de pocos”.

Se ha dicho, equivocadamente, que la rebeldía chiapaneca tiene otro tiempo y no responde al calendario nacional. Mentira: la especialidad del explotado chiapaneco es la misma del de Durango, el Bajío o Veracruz; pelear y perder. Si las voces de los que escriben la historia hablan de descompás, es porque la voz de los oprimidos no habla… todavía. No hay calendario histórico, nacional que recoja todas y cada una de las rebeliones y disconformidades contra el sistema impuesto y mantenido a sangre y fuego en todo el territorio nacional. En Chiapas esta voz de rebeldías se escucha sólo cuando estremece el mundillo de terratenientes y comerciantes. Entonces sí el fantasma de la barbarie indígena retumba en los muros de los palacios gobernantes y pasa todo con la ayuda de plomo ardiente, el encierro, el engaño y la amenaza. Si las rebeliones en el sureste pierden, como pierden en el norte, centro y occidente, no es por desacompañamiento temporal, es porque el viento es el fruto de la tierra, tiene su tiempo y madura, no en los libros de lamentos, sino en los pechos organizados de los que nada tienen más que dignidad y rebeldía. Y este viento de abajo, el de la rebeldía, el de la dignidad, no es sólo respuesta a la imposición del viento de arriba, no es sólo brava contestación, lleva en sí una propuesta nueva, no es sólo la destrucción de un sistema injusto y arbitrario, es sobre todo una esperanza, la de la conversión de dignidad y rebeldía en libertad y dignidad.

¿Cómo habrá de hacerse oír esta voz nueva en estas tierras y en todas las del país? ¿Cómo habrá de crecer este viento oculto, conforme ahora con soplar en sierras y en cañadas, sin bajar aún a los valles donde manda el dinero y gobierna la mentira? De la montaña vendrá este viento, nace ya bajo los árboles y conspira por un nuevo mundo, tan nuevo que es apenas una intuición en el corazón colectivo que lo anima…

 

Capítulo Quinto

Que narra cómo la dignidad indígena se dio en caminar para hacerse oír y poco duró su voz, y narra también cómo voces de antes se repiten hoy y de que volverán los indios a caminar pero con paso firme, y junto a otros pasos desposeídos, para tomar lo que les pertenece y la música de muerte que toca ahora sólo para los que nada tienen, tocará para otros. Y narra también otros asombrosos acontecimientos que suceden y, dicen, habrán de suceder.

La marcha indígena Xi’Nich (hormiga), realizada por campesinos de Palenque, Ocosingo, y Salto de Agua, viene a demostrar lo absurdo del sistema. Estos indígenas tuvieron que caminar mil 106 kilómetros para hacerse escuchar, llegaron hasta la capital de la República para que el poder central les consiguiera una entrevista con el virrey. Llegaron al Distrito Federal cuando el capitalismo pintaba una tragedia espantosa sobre los cielos de Jalisco. Llegaron a la capital de la antigua Nueva España, hoy México, en el año 500 después de que la pesadilla extranjera se impuso en la noche de esta tierra. Llegaron y los escucharon todas las gentes honestas y nobles que hay, y las hay todavía, y también las escucharon las voces que oprimen hoy sureste, norte, centro y occidente de la patria. Regresaron otros mil 106 kilómetros llenos los bolsillos de promesas. Nada quedó de nuevo.. .

En la cabecera municipal de Simojovel, los campesinos de la CIOAC fueron atacados por gente pagada por ganaderos de la localidad. Los campesinos de Simojovel han decidido dejar de estar callados y responder a las amenazas cumplidas de los finqueros. Manos campesinas cercan la cabecera municipal, nada ni nadie entra o sale sin su consentimiento. El ejército federal se acuartela, la policía recula y los señores feudales del estado claman fuego para volver al orden y el respeto. Comisiones negociadoras van y vienen. El conflicto se soluciona aparentemente, las causas subsisten y con la misma apariencia, todo vuelve a la calma.

En el poblado Betania, en las afueras de San Cristóbal de las Casas, los indígenas son detenidos y extorsionados, regularmente por agentes judiciales, por cortar leña para sus hogares. La judicial cumple con su deber de cuidar la ecología, dicen los agentes. Los indígenas deciden dejar de estar callados y secuestran a tres judiciales. No conformes con eso, toman la carretera Panamericana y cortan la comunicación al oriente de San Cristóbal. En el crucero a Ocosingo y Comitán, los campesinos tienen amarrados a los judiciales y exigen hablar con el virrey antes de desbloquear la carretera. El comercio se empantana, el turismo se derrumba. La noble burguesía coleta se mesa sus venerables cabelleras. Comisiones negociadoras van y vienen. El conflicto se soluciona aparentemente, las causas subsisten, y con la misma apariencia todo vuelve a la calma.

En Marqués de Comillas, municipio de Ocosingo, los campesinos sacan madera para sobrevivir. La judicial los detiene y requisa la madera para provecho de su comandante. Los indígenas deciden dejar de estar callados y toman los vehículos y hacen prisioneros a los agentes, el gobierno manda policías de seguridad pública y son tomados prisioneros de la misma forma. Los indígenas retienen los camiones, la madera y a los prisioneros. Sueltan a estos últimos. No hay respuesta. Marchan a Palenque para exigir solución y el ejército los reprime y secuestra a sus dirigentes. Siguen reteniendo los camiones. Comisiones negociadoras van y vienen. El gobierno suelta a los dirigentes, los campesinos sueltan los camiones. El conflicto se soluciona aparentemente, las causas subsisten, y con la misma apariencia todo vuelve a la calma.

En la cabecera municipal de Ocosingo marchan, desde distintos puntos de las fuerzas de la ciudad, mil campesinos indígenas de la ANCIEZ. Tres marchas convergen frente al Palacio Municipal. El presidente no sabe de qué se trata y se da a la fuga, en el suelo de su despacho queda tirado un calendario señalando la fecha: 10 de abril de 1992. Afuera los campesinos indígenas de Ocosingo, Oxchuc, Huixtlán, Chilón, Yajalón, Sabanilla, Salto de Agua, Palenque, Altamirano, Margaritas, San Cristóbal, San Andrés y Cancuc, bailan frente a una imagen gigantesca de Zapata pintada por uno de ellos, declaman poemas, cantan y dicen su palabra. Sólo ellos se escuchan. Los finqueros, comerciantes y judiciales se encierran en sus casas y comercios, la guarnición federal parece desierta. Los campesinos gritan que Zapata vive la lucha sigue. Uno de ellos lee una carta dirigida a Carlos Salinas de Gortari donde lo acusan de haber acabado con los logros zapatistas en materia agraria, vender al país con el Tratado de Libre Comercio y volver a México a los tiempos del porfirismo, declaran contundentemente no reconocer las reformas salinistas al artículo 27 de la Constitución Política. A las dos de la tarde, la manifestación se disuelve, en orden aparente, las causas subsisten, y con la misma apariencia todo vuelve a la calma.

Abasolo, ejido del municipio de Ocosingo. Desde hace años los campesinos tomaron tierras que les correspondían por derecho legal y derecho real. Tres dirigentes de su comunidad han sido tomados presos y torturados por el gobierno. Los indígenas deciden dejar de estar callados y toman la carretera San Cristóbal Ocosingo. Comisiones negociadoras van y vienen. Los dirigentes son liberados. El conflicto se soluciona aparentemente, las causas subsisten, y con la misma apariencia todo vuelve a la calma.

Sueña Antonio con que la tierra que trabaja le pertenece, sueña que su sudor es pagado con justicia y verdad, sueña que hay escuela para curar la ignorancia y medicina para espantar la muerte, sueña que su casa se ilumina y su mesa se llena, sueña que su tierra es libre y que es razón de su gente gobernar y gobernarse, sueña que está en paz consigo mismo y con el mundo. Sueña que debe luchar para tener ese sueño, sueña que debe haber muerto para que haya vida. Sueña Antonio y despierta… ahora sabe qué hacer y ve a su mujer en cuclillas atizar el fogón, oye a su hijo llorar, mira el sol saludando al oriente, y afila su machete mientras sonríe.

Un viento se levanta y todo lo revuelve, él se levanta y camina a encontrarse con otros. Algo le ha dicho que su deseo es deseo de muchos y va a buscarlos.

Sueña el virrey con que su tierra se agita por un viento terrible que todo lo levanta, sueña con que lo que robó le es quitado, sueña que su casa es destruida y que el reino que gobernó se derrumba. Sueña y no duerme. El virrey va donde los señores feudales y éstos le dicen que sueñan lo mismo. El virrey no descansa, va con sus médicos y entre todos deciden que es brujería india y entre todos deciden que sólo con sangre se librará de ese hechizo y el virrey manda matar y encarcelar y construye más cárceles y cuarteles y el sueño sigue desvelándolo.

En este país todos sueñan. Ya llega la hora de despertar…

 

LA TORMENTA…
…la que está

Nacerá de choque de estos dos vientos, llega ya su tiempo, se atiza ya el horno de la historia. reina ahora el viento de arriba, ya viene el viento de abajo, ya la tormenta viene… así será…

 

LA PROFECIA…
…la que está


Cuando amaine la tormenta, cuando la lluvia y fuego dejen en paz otra vez la tierra, el mundo ya no será el mundo, sino algo mejor.

 

Selva Lacandona, agosto de 1992.

Si en el Sureste en dos vientos se analizaba la situación en Chiapas en el momento del alzamiento, en la Larga travesía, se hace lo propio con México, relatando los diferentes “pisos” del país y su forma de llegar a ellos: al México de arriba, por avión, al de enmedio, en automóvil, al de abajo, de forma inmediata y al del sótano, a pie, descalzo, o con huarache o bota de hule, bajando por la historia y subiendo por los índices de la marginación.

El texto está dedicado a Francisco Gómez, Comandante Hugo, el Señor Ik’, muerto el 2 de enero de 1994 en Ocosingo, en cuya memoria, un Municipio Autónomo Rebelde Zapatista lleva su nombre.

MÉXICO: LA LARGA TRAVESÍA DEL DOLOR A LA ESPERANZA

 

Para el señor lk’,
príncipe tzeltal,
fundador del CCRI-CG del EZLN,
caído en los combates de Ocosingo, Chiapas,
en Enero de 1994.

(Donde quiera que esté… )

“Cuando él llega nosotros vivimos
y del fondo del Castillo de los pobres
donde nosotros teníamos tantos semejantes,
tantos cómplices, tantos amigos,
sube la vela del valor
Icémosla sin vacilar
Mañana sabremos por qué
cuando triunfemos.

Una larga cadena de amantes
salió de la prisión

La dosis de injusticia y la dosis de vergüenza
son verdaderamente demasiado amargas.

No es necesario todo para hacer un mundo
es necesario la felicidad y nada más.

Para ser feliz es necesario simplemente ver claro
y luchar
no esperemos un sólo instante
levantemos la cabeza.

Tomemos por asalto la tierra.”

Paul Eluard. “Les Cháteau des Pauvres”.

MÉXICO: ENTRE EL SUEÑO, LA PESADILLA Y EL DESPERTAR.

Capítulo 1.- Que narra de los cantos neoliberales de 24 sirenas, de arrecifes de oro, de encallamientos en los bancos de arena del desánimo y de otros peligros que acechan a los piratas en altamar.

HABLA LA PATRIA

I.
HABLA LA PATRIA Y SUS DOLORES.

Me han dado como un pedazo
de tierra adolorida,
llena de cicatrices,
de heridas que no cierran,
de golpes y caídas.

Me han dado como una maldición
que no 30 acaba,
como una casa derruida y amarga.

¡Cómo pesa la historia!

Llena estoy de traiciones y robos,
cada humillación se suma y crece,
cada miseria se acumula.

El águila imperial desgarra mis entrañas
y poderosos señores se reparten
mis mares y montañas,
mis ríos y desiertos,
mis valles y quebradas.

Estos son mis dolores,
grandes son y no acaban:
dolor de mi suelo mancillado,
el dolor de mi tierra empobrecida,
el dolor de mi hijo traicionado,
el dolor de mi lucha derrotada..

 

A este país se puede llegar por la planta alta o por el sótano. Al México del sótano se llega caminando y llorando… en el lodo En 1993 platicamos, cerca de San Quintín, en el municipio de Ocosingo, con un guatemalteco que iniciaba el largo e improbable viaje, a través de tierras mexicanas, hacia la Unión Americana. Para lograrlo debía arriesgar el dinero, la salud, la vida y la dignidad. El y su familia tenían que recorrer desde Chiapas hasta Baja California Norte, navegar a través de una pesadilla de miseria y muerte. Le preguntamos por qué se arriesgaba a ir hasta Estados Unidos, que por qué no se quedaba a trabajar en alguno de los estados mexicanos que cruzaría en su viaje. Nos contestó riendo con burla: “Si no estoy loco, para hacerlo. Si nosotros estamos en Guatemala ustedes están en “Guatepior” pues”- y platicaba la historia que contaban los que habían logrado llegar hasta la frontera norte mexicana y habían sido deportados por la “Border patrol”: Un México bastante alejado de tu promociones turísticas, policía asesina, funcionarios corruptos, mendicidad, precios de Norteamérica y salarios de Centroamérica, guardias blancas población en la miseria, desesperanza. Una historia que ya conocíamos. La pesadilla que habita el sótano de este país, la pesadilla que nos llevó al despertar de Enero de

1994:


AL MÉXICO DE LA PLANTA ALTA,

se llega por avión. Un aeropuerto en el Distrito Federal, Monterrey, Guadalajara o Acapulco es la entrada a un elevador que no sube ni baja, sino que recorre horizontalmente el país de los 24 hombres más ricos del país, los pasillos del México de la modernidad: la oficinas gubernamentales donde se administra el neoliberalismo, los clubes empresariales donde cada vez es más difusa la bandera nacional, los centros vacacionales cuya verdadera vocación es el ser espejo de una clase que no quiere ver lo que hay bajo sus pies; una larga escalera, caracol y laberinto, que baja hasta el México del sótano, el de a pie, el del lodo. Sobre la sangre y el barro que pueblan el sótano de este país, los 24 todopoderosos están ocupados contando los $44.100 millones de dólares, obsequio del sexenio de la modernidad. El México de arriba no tiene tiempo para mirar hacia abajo, está ocupado con complicados cálculos macroeconómicos, intercambia promesas, halagos e índices de inflación, tasas de interés y porcentajes de inversión extranjera, concesiones de importación y exportación, listas de riquezas, balanzas donde la Patria y la dignidad no pesan: la deuda pública garantizada, a largo plazo, pasó de $3.196 millones de dólares en 1970, a $76.257 millones de dólares en 1989. La deuda privada no garantizada fue de $2.770 millones USD en 1970 y pasó a $3.999 millones USD en 1989. En 1989 la deuda pública a corto plazo llegó a $10. 295 millones de dólares. Para inicios de la década de los 90’s México debía $95.642 millones de dólares. Cada año este país paga más deudas y, sin embargo, cada año debe más. El uso de créditos del Fondo Monetario Internacional pasó de $0.00 en 1970 a $5.091 millones de dólares en 1989. El crecimiento económico industrial y comercial cobra en efectivo en el campo mexicano: en la Agricultura, en el período de 1965-1980 la producción creció a una tasa promedio anual de 3%. En el período 1990-1989 en sólo 1%. Mientras tanto, en el comercio exterior, tu importaciones hablan su complicado lenguaje do cifras: las importaciones de cereal en 1974 eran de 2.881 miles de toneladas métricas, y pasaron a 7.054 miles en 1984. Del total, en 1965 el 5 % de las importaciones eran de alimentos, para 1989 el porcentaje de importación alimenticia subió a 16 %. En cambio, en el mismo período, se redujo el porcentaje de importación de maquinarias y equipo de transportes (50% en 1965, 34% en 1989). Las exportaciones ratifican: del total, la venta de combustibles y minerales pasó del 22% en 1965 a 41% en 1989. Las ventas al exterior de maquinarias y equipos de transporte pasaron del 1% en 1965 a 24% en 1989. La exportación de bienes de consumo primario bajó de 62% en 1965 a 14% en 1989. (Datos: Internacional Bank for Reconstruction and Development/ The World Bank. July 1991).El señor Carlos Salinas de Gortari es, en el México de arriba, el presidente… pero de un consejo de accionistas. La modernidad, en la neopolítica mexicana, hace de los funcionarios públicos algo así como una especie de vendedores de piso, y del presidente de la república, el gerente de ventas de una gigantesca empresa: México S.A. de C.V. Ser político del partido de Estado, en México, es el mejor negocio. Una sombra paternal proteje el andar de la nueva generación de políticos mexicanos, la del ex-presidente Miguel Alemán Valdés, “Mr. Amigo”.

El neo-elegido, Ernesto Zedillo, repite la falacia del “American Dream” (niños pobres que llegan a ser ricos, es decir, a ser políticos) y el programa económico modernista.. ¡de hace 48 años! La guadaña de la falta de liquidez, créditos y mercado, volverá a segar la cabeza de pequeños y medianos empresarios. La “ley de la jungla” del libre mercado repetirá la dosis: más monopolios, menos empleos. “Crecer”, para la política económica neoliberal, significa “Vender”. Para hacer política hay que hacer mercadotecnia.El “ciudadano” del México de arriba será, tarde o temprano, nombrado “EL HOMBRE DEL AÑO” por alguna institución extranjera. Para logrado deberá seguir las

INSTRUCCIONES PARA SER NOMBRADO “HOMBRE DEL AÑO”

1º.- Acomode, con cuidado, un funcionario tecnócrata, un opositor arrepentido, un empresario prestanombres, un charro sindical, un casateniente, un finquero, un alquimista computacional, un “brillante” intelectual, una televisión, un radio, y un partido oficial. Ponga en un frasco aparte y rotule: ‘Modernidad”.

2º.- Tome un obrero agrícola, un campesino sin tierra, un desempleado, un obrero industrial, un maestro sin plaza, un ama de casa inconforme, un solicitante de vivienda y servicios, lo poco de prensa honesta, un estudiante, un homosexual, un opositor al régimen. Divida tanto como le sea posible. Ponga en un frasco aparte y rotule: “Anti-México”

3º.- Tome un indígena. Separe las artesanías y tómele una foto al indígena. Ponga las artesanías y la foto en un frasco aparte y rotule: ‘Tradición “.

4º.- Al indígena póngalo en otro frasco aparte y rotule: ‘Prescindible”. No olvide desinfectarse después de esta última operación.

5º.- Bien, ahora abra una tienda con un gran letrero que diga:

“MÉXICO 94-2000. GRAN LIQUIDACIÓN DE FIN DE SIGLO”

6º.- Sonría en la foto. Que el maquillaje cubra la ojeras que le producen tantas pesadillas.

Nota: Tenga siempre a la mano un policía, un soldado y un boleto al extranjero. Se pueden necesitar en cualquier momento.

El México de arriba no tiene vocación extranjera. Para tener vocación extranjera hay que tener nacionalidad y del único país del que se escucha hablar, con sinceridad, en ese cada vez más estrecho piso de arriba, es el país del dinero. Y ese país no tiene patria, tiene índices de pérdidas y ganancias. El acontecer histórico transcurre en las bolsas de valores y los héroes modernos, allá arriba, son los buenos vendedores. Por alguna razón de la otra historia (la verdadera) esa planta alta, lejos de expandirse, se contrae rápidamente. Cada vez son más pocos los que pueden quedarse ahí. A veces con delicadeza, con brutalidad otras, los incapaces son obligados a bajar.. por la escalera. El elevador del México de arriba, cuya puerta da a los grandes aeropuertos internacionales, no baja ni sube. Para salir de aquí hay que hacerlo bajando, bajando hasta llegar…

AL MÉXICO DE EN MEDIO…..

se llega en automóvil. Es urbano y su imagen es una copia al carbón, que se repite en varias partes del país, del Distrito Federal. Imagen de concreto que no puede negar la contradicción de la convivencia entre riqueza y pobreza extremas, el México de en medio huele mal. Algo se pudre ahí dentro al mismo tiempo que se diluye el sentimiento de colectividad. El México de enmedio sí tiene vocación extranjera. Algo le dice que, para subir al México de arriba, el camino pasa por un país que no es éste. Para “triunfar” en México hay que irse al extranjero. No necesariamente irse en lo físico, irse en historia, en anhelos. Esta vocación de exilio como sinónimo de triunfo, no tiene nada que ver con el cruce físico de una frontera. Hay quienes, incluso marchándose, se quedan. Y hay quienes, incluso quedándose, se van. Sólo 3 estados de la federación tienen índices de marginación MUY BAJOS: Distrito Federal, Nuevo León y Baja California Norte; 10 más están en el grado de marginación BAJO: Coahuila, Baja California Sur, Aguascalientes, Chihuahua, Sonora, Jalisco, Colima, Tamaulipas, Estado de México y Morelos; otros 4 tienen índice MEDIO de marginación: Quintana Roo, Sinaloa, Nayarit y Tlaxcala. El México de en medio sobrevive de la peor manera: creyendo que vive. Tiene todas las desventajas del México de arriba: ignorancia histórica, cinismo, oportunismo y un vacío que poco o nada llenan los productos de importación. Tiene todas la desventajas del México de abajo: inestabilidad económica, inseguridad, desconcierto, paulatina pérdida de la esperanza y, además, la miseria tocando, en cada esquina, a la ventanilla del automóvil. Tarde o temprano, el México de en medio se tiene que bajar del automóvil y entrar, en taxi si algo te quedó, en una pesera, en el metro, en una central de autobuses, y dirigirse más abajo, hasta llegar …

AL MÉXICO DE ABAJO….

se puede llegar casi inmediatamente. Convive, en conflicto permanente, con el México de en medio. Los 17 estados mexicanos que se encuentran en los índices MEDIO, BAJO y MUY BAJO de marginación, tienen a la mitad de sus habitantes viviendo hacinados (con más de 2 personas por cuarto) y el 50 % de los mexicanos que viven en los estados de, “en medio” ganan menos de 2 salarios mínimos diarios, es decir, en la pobreza (en Tlaxcala son 3/4 de la población en la pobreza).

Aguascalientes, Chihuahua, Jalisco, Colima, Tamaulipas, Morelos, Quintana Roo, Sinaloa, y Tlaxcala tienen a un tercio de la población mayor de 15 años sin la primaria completa, en Nayarit el porcentaje es de más de 40%. Tlaxcala tiene un tercio de habitantes sin drenaje. Quintana Roo y Sinaloa tienen la cuarta de los habitantes viviendo en piso de tierra . Los estados de Durango, Querétaro, Guanajuato, Michoacán, Yucatán, Campeche, Tabasco, Zacatecas y San Luis Potosí tienen índices de marginación ALTOS. Casi la mitad de su población mayor de 15 años no tiene la primaria completa, un tercio no tiene drenaje, cerca de dos tercios viven hacinados y más del 60% ganan menos de dos salarios mínimos.

El México de abajo no comparte, disputa un espacio urbano y rural que, no obstante, tiene sus líneas internas de división, sus fronteras. Fincas, haciendas y grandes empresas agrícolas imponen su espacio rural a ejidos y comunidades campesinas. Las colonias urbanas, su nombre y ubicación, los servicios que tienen, la forma de hablar de sus gentes, su forma de vestir, sus diversiones, su educación, todo limita y clasifica, trata de ordenar, de acomodar el caos que rige las ciudades mexicanas. No es necesario dar nivel de ingresos, posición social y vocación política, basta decir en qué colonia de qué ciudad se vive. Dentro de la ciudad hay miles de ciudades, peleando, sobreviviendo, luchando. En el campo son el vehículo de transporte, la forma de vestir y la atención del gerente del banco los indicadores para clasificar. La posición en el campo mexicano se puede determinar por el tiempo que tarde la persona en las antesalas del poder público y financiero. En el México de abajo la casa mayor de la hacienda porfirista es suplida por la oficina del banco con el que la modernidad penetra en el campo mexicano.

El México de abajo tiene vocación de lucha, es valiente, es solidario, es banda, es barrio, es palomilla, es raza, es cuate, es huelga, es marcha y mítin, es toma de tierras, es cierre de carreteras, es “¡no les creo!”, es “¡no me dejo!”, es “¡órale!” El México de abajo es maestro, albañil, plomero, obrero, chofer, empleado, estudiante de metro-autobús-pesera, barrendero, camión materialista y dialéctico, ama de casa, pequeño locatario, vendedor ambulante, agrarista, mini y micro comerciante, minero, colono, campesino, ejidatario, provinciano aun siendo capitalino, trabajador agrícola, estibador en los puertos, pescador y marinero, ropavejero, carnicero, artesano, es los etcéteras que uno encuentra en cualquier camión, en cualquier esquina, en cualquier rincón de cualquier lugar de cualquier México… de abajo. El México de abajo es carne de presidio, de despojos, de embargos, de razzias, de despidos, de desalojos, de secuestros, de torturas, de desapariciones, de bronca, de muerte. El México de abajo no tiene nada.. pero no se ha dado cuenta. El México de abajo tiene ya problemas de sobrepoblación. El México de abajo es millonario de miserias, de desesperanzas. El México de abajo comparte espacios urbanos y rurales, resbalones y caídas, luchas y derrotas. El México de abajo está bien abajo, tan abajo que parece que ya no hay nada más abajo, tan abajo que casi no se ve esa pequeña puerta que da…

AL MÉXICO DEL SÓTANO….

se llega a pie, descalzo, o con huarache o bota de hule. Para llegar hay que bajar por la historia y subir por los índices de marginación. El México del sótano fue el primero . Cuando México no era todavía México, cuando todo empezaba, el ahora México del sótano existía, vivía. El México del sótano es “indígena” porque el Colón pensó, hace 502 años, que la tierra a la que llegaba era la India. “Indios” llamaron desde entonces a los naturales de estos suelos. El México del sótano es mazahua, amuzgo, tlapaneco, nahuatlaca, cora, huichol, yaqui, mayo, tarahumara, mixteco, zapoteco, maya, chontal, seri, triquis, kumiai, cucapá, paipai, cochimí, kiliwa, tequistlateco, pame, chichimeca, otomí, mazateco, matlatzinco, ocuilteco, popoloca, ixcateco, chocho-popoloca, cuicateco, chatino, chinanteco, huave, pápago, pima; tepehuano, guarijio, huasteco, chuj, jalalteco, mixe, zoque, totonaco, kikapú, purépecha, o’odham, tzotzil, tzeltal, tojolabal, chol, mam.

El México del sótano es indígena… pero para el resto del país no cuenta, no produce, no vende, no compra, es decir, no existe… Revise usted el texto del Tratado del Libre Comercio y verá que, para este gobierno, no existen los indígena. Más aún, lea usted el Anexo 1001.a-1 del texto del Tratado de Libre Comercio, del 7 de octubre de 1992 (sí, 5 días antes de los “festejos” de los 500 años del “descubrimiento de América”), y se encontrará con que el gobierno salinista “olvida” poner, en la lista de “Entidades del Gobierno Federal”, al Instituto Nacional Indigenista. Llevamos mucho tiempo en la montaña, tal vez resulta que al INI ya los privatizaron, pero no deja de sorprender que, como “entidades gubernamentales”, aparezcan oficinas, tan conocidas como el “Patronato de Asistencia para la Reincorporación Social”, “Apoyos a Servicios a la Comercialización Agropecuaria” y el “Instituto de la Comunicación Humana Dr. Andrés Bustamante Gurría”. En cambio, por parte de Canadá está el “Department of Indian Affairs and Northern Development”, que es algo así como “Departamento de Asuntos Indígenas y Desarrollo del Norte”.

El México del sótano acumula tradiciones y miserias, posee los más altos índices de marginación y los más bajos nutrición. De los 32 estados, 6 tienen MUY ALTO índice de marginación. Los 6 tienen un alto porcentaje de población indígena:

Puebla.
Veracruz.
Hidalgo.
Guerrero.
Oaxaca.
Chiapas.

La estratificación de los Méxicos se repiten en los municipios. A nivel nacional hay 2.403 municipios. De ellos 1. 153 tienen un grado de marginación ALTO y MUY ALTO. 1. 118 tienen grados MEDIO y BAJO de marginalidad y sólo 132 municipios tiene MUY BAJO grado de marginación. En los estados con alta población indígena: Chiapas de 111 tiene 94 municipios con grados ALTO y MUY ALTO. Guerrero de 75 tiene 59. Oaxaca de 570 tiene 431. Puebla de 217 tiene 141. Querétaro de 18 tiene 10. San Luis Potosí de 56 tiene 33. Veracruz de 207 tiene 130. Yucatán de 106 tiene 70.

Entre lodo y sangre se vive y muere en el sótano de México. Oculto, pero en su base, el desprecio que padece este México le permitirá organizarse y sacudir al sistema entero. Su carga será la posibilidad de librarse de ella. La falta de democracia, libertad y justicia para estos mexicanos, se organizará y estallará para iluminar…

ENERO DE 1994…

recordó al país entero la existencia de este sótano. Miles de indígenas armados de verdad y fuego, de vergüenza y dignidad, sacudieron al país del dulce sueño de la modernidad. “ ¡Ya basta!” grita su voz, basta de sueños, basta de pesadillas. Desde que acero y evangelio dominaron estos suelos, esta voz está condenada a resistir una guerra de exterminio que incorpora ahora todos los avances de la tecnología intergaláctica. Satélites, equipos de telecomunicación y rayos infrarrojos vigilan sus movimientos, ubican sus rebeldías, señalan, en los mapas militares, lugares para la siembra de bombas y de muerte. Docenas de miles de máscaras verde olivo preparan una nueva guerra florida. Con sangre indígena quieren lavar su orgullo de servir al poderoso, de ser cómplices en el injusto reparto del dolor y la pobreza.

Los indígenas zapatistas con sangre pagarán su pecado. ¿Cuál? El de no conformarse con limosnas, el de insistir en sus demandas de democracia, libertad y justicia para todo México, el de su “Para todos todo, nada para nosotros”.

Quienes niegan al campesino indígena mexicano la posibilidad de entender el concepto NACION y lo obligan a mirar hacia su pasado (que lo separa del resto del país) y le impiden ver al futuro (que es lo que lo une a la Nación y es su posibilidad UNICA de sobrevivencia como indígenas) reiteran la división no de clases sociales, sino (forma disfrazada de la anterior) la división de categorías de ciudadanos: los de primera (la clase gobernante), los de segunda (los partidos políticos de oposición) y los de tercera (el resto de los ciudadanos). Los indígenas estarían en la muy inferior categoría de “ciudadanos en formación”, el sótano de la nación mexicana, el desván a donde uno se asoma cada tanto para buscar algo que todavía se pueda usar en los pisos de arriba, o a arreglar algún desperfecto que ponga en peligro el equilibrio y la estabilidad del edificio.

El México del sótano es el más peligroso para la temporada de ventas que organiza el México de arriba. El México del sótano es el que no tiene nada que perder, es el que tiene todo que ganar. El México del sótano no se rinde, no se vende, resiste…

Del México del sótano salió, en Agosto de 1994, una voz que no es de guerra, que no busca volver 502 años atrás el reloj de la historia, que no reclama vanguardia, que no excluye miserias. “Para todos todo, nada para nosotros” habla la lengua milenaria. La voz de los sin rostro, de los innombrables, se hizo común en la Convención Nacional Democrática. Tiene destinatarios precisos esta voz. Al México de abajo llaman, al México de enmedio hablan. “Que no sea inútil la sangre. Que no sea vana la muerte” dicen las montañas. Que la palabra una los distintos caminos, que la rebeldía sea también con…

LAS MUJERES: DOBLE SUEÑO, DOBLE PESADILLA, DOBLE DESPERTAR.

Si en los varones la división entre los Méxicos es hasta cierto punto evidente, en las mujeres produce nuevos efectos que potencian sumisión y rebeldía. Mientras en el México de arriba la mujer reitera su posición de filigrana, de adorno en el escritorio ejecutivo de/ mundo teleciano y de “eficaz” administradora del bienestar familiar (es decir, la dosificación de las salidas a cenar en McDonald’s), y en el México de en medio sigue el antigüo ciclo d hija-novia-esposa y/o amante-madre, en los Méxicos de abajo y del sótano la pesadilla se duplica en los microcosmos donde el varón domina y determina. Para las mujeres de abajo y del sótano todo se duplica, (menos el respeto): referidos a mujeres los porcentajes de analfabetismo, de condiciones de vida miserables, de bajos salarios, de marginación, se incrementan en una pesadilla que el sistema prefiere ignorar o maquillar dentro de los índices generales que no señalan la explotación de género que hace posible la explotación general. Pero algo empieza a no acomodar en este doble sumisión, la doble pesadilla duplica el despertar. Mujeres de abajo y de más abajo despierten peleando contra el presente y contra un pasado que las amenaza como probable futuro. La conciencia de humanidad pase por la conciencia de feminidad, el saberse seres humanos implica saberse mujeres y luchar. No necesitan ya que nadie hable por ellas, su palabra sigue la doble ruta de la rebelión con motor propio… el doble motor de mujeres rebeldes en este…

ESPACIO PARA PARADOJAS DE PROMOCION TURISTICA.

MEXICO: 24 EN CADA EXTREMO: EL SUEÑO Y LA PESADILLA.

Los 24 más ricos de México:

1.- Carlos Slim Helú, $6.600 millones USD.
2.- Emilio Azcárraga Milmo, $5.400.
3.- Marcelo y Lorenzo Zambrano, $3.100.
4.- Alejo Peralta, $2.500.
5.- Alfonso Romo Garza, $2.200.
6.- Jerónimo Arango, $2.200.
7.- Alberto Bailleres, $1.900.
8.- Pablo Aramburuzabala Ocaranza, $1.600.
9.- Familia González Nova,$1.500.
10.- Familia Molina, $1.400.
11.- Adrián Sada González, $1.300.
12.- Angel Losada Gómez, $1.300.
13.- Familia Servitje Sendra, $1.200.
14.- Bernardo Garza Sada, $1.200.
15.- Roberto Hernández, $1.200.
16.- Ricardo Salinas Pliego,$1.200.
17.- Eugenio Garza Lagüera,$1.100.
18.~ Roberto González Barrera, $1.100.
19.- Jorge Larrea Ortega, $1.100.
20.- Moisés y Antonio Cosío Ariño, $1.000.
21.- Familia Martínez Güitrón, $1.000.
22.- Familia Franco Macías,$1.000.
23.- David y Adriana Peñaloza $1.000
24.- Alfredo Harp Helú $1.000.

Los 24 suman $44. 100 millones de USD.

Sus fortunas crecieron 100 veces más que México en su conjunto.
(Datos: Semanario PROCESO . No. 923. 11 Julio de 1994.).

LOS “OTROS” 24: LOS MUNICIPIOS MAS POBRES DE MEXICO.

Oaxaca tiene 12 municipios, Veracruz 4, Guerrero 2, Chiapas 3 y Puebla 3. Juntos son los otros 24, los municipios más pobres del país. En la lista de los 100 municipios más pobres, Oaxaca tiene 44, Veracruz 15, Puebla 15, Guerrero 13, Chiapas 11, Hidalgo 1 y Nayarit 1. Los 100 más pobres tienen 3 cosas en común: índice de marginación MUY ALTO, miseria y población mayoritariamente indígena.

Los 24 municipios más pobres de México:

1.- Tehuipango, Veracruz Población: 12.520.
2.- Metlatonoc, Guerrero 24.338.
3.- Coicoyan de las Flores, Oaxaca 4.914.
4.- Mixtla de Altamirano, Veracruz 7.109.
5.- San Simón Zahuatlan, Oaxaca 1.646.
6.- Santiago Amoltepec, Oaxaca 7.540
.
7.- San Juan Cancuc, Chiapas 21.206.

8.~ Camocuautla, Puebla 1.914.
9.- Santa Lucía Miahuatlan, Oaxaca 2.481.
10.- Mitontic, Chiapas 5.783.
11.- Tlacoachistlahuaca, Guerrero 13.186.
12.- Sitalá, Chiapas 6.640.
13.- San Lorenzo Texmelucan, Oaxaca 4.124.
14.- Santiago Tlazoyaltepec, Oaxaca 4.504.
15.- Eloxochitlan, Puebla 8.599.
16.- Hueytlalpan, Puebla 4.757.
17.~ San MArtín Peras, Oaxaca 6.170.
18.- San Antonio Sinicahua, Oaxaca 1.261.
19.- Santa Cruz Zenzontepec, Oaxaca 11.576.
20.- San Jacinto Tlacotepec, Oaxaca 1.561.
21.- San-Andrés Paxtlán, Oaxaca 3.299.
22.- Santiago Ixtayutla, Oaxaca 8.265.
23.- Texcatepec, Veracruz 7.797.
24.- Tlamatlan, Veracruz 12.620.

TOTAL= 183.810.

LOS 24 MÁS POBRES…

Tienen, de promedio, 67% de población analfabeta en los mayores de 15 años, el 90% no tienen la primaria completa, el 87% de la población no tiene drenaje ni excusado, el 87% no tiene electricidad, el 84% no tiene agua entubada, el 86% vive hacinada el 95% tiene vivienda con piso de tierra, el 91% gana menos de 2 salarios mínimos, y el 100% tiene índices de marginación MUY ALTOS. La única riqueza que poseen es… su gente. (Datos: INEGI. Censos de 1990).

Forman, con otros, este…

MEXICO: PLANTA ALTA, PLANTA BAJA Y SOTANO.

Capítulo 2. – Que narra de tormentas, ventarrones y marejadas que zarandean el barco y la voluntad de los marinos, de naufragios que no existen pero lo parecen, y de otras increíbles (porque no las cree nadie) historias electorales que cuentan en la flota enemiga.

II.

HABLAN LA PATRIA Y SUS TEMORES.

Obreros del mar y de la tierra
son mis hijos,
las máquinas y el campo los devoran,
pobres nacen y pobres mueren.
Ricos señores su sangre beben,
gordos están y satisfechos
pues yacen los héroes
en las húmedas letras de la escuela.

Temo despertar cada mañana
vacía de hombres y mujeres,
sola al fin y derrotada.

Temo que nadie levante la cabeza,
temo que nadie me renueve
y que en un rincón de los museos,
me abandonen mis hombres y la historia…

 

ELECCIONES AGOSTO 1994.
3 LECTURAS DE LOS RESULTADOS ELECTORALES.

LECTURA PRIMERA (EN PUBLICIDAD Y RECURSOS ). – La planta alta de este país lee que la mitad de los mexicanos está encantada y feliz con la administración de la modernidad (es decir, con la existencia de los 24 próceres de la patria del dinero), que está orgullosa de la historia nacional (es decir, de los 65 años de historia del PRI), y que ve el futuro con optimismo (es decir, le entusiasma, el llegar al 2000 bajo la sapiente conducción del PRI). Cuenta con el aval de la insospechable Secretaría de Gobernación, los grupos de observadores del PRI y de la Iniciativa Privada, el gobierno norteamericano y el Fondo Monetario Internacional. Es decir, el aval de los verdaderos dueños de este país. Cualquier impugnación, cualquier duda, cualquier protesta es un intento de manchar la “limpieza” del proceso e ir en contra de la voluntad de los ciudadanos mexicanos (incluso contra la voluntad de aquellos que no votaron y contra la de los que votaron en contra del PRI). Los primeros en entender este mensaje patriótico son los grandes medios de comunicación: la radio y la televisión. Sea para conseguir nuevas concesiones, sea para no perder las actuales, los empresarios de la palabra, la imagen y el sonido cierran filas en torno al PRI (es decir, en torno a México, porque ser patriota es reconocer lo que nadie reconoce: la legitimidad del triunfo priísta). Federales y policías vigilan a los principales incrédulos de esta gran alegría que es sabernos con la seguridad de terminar el siglo como lo empezamos: con una dictadura. Son sospechosos de no creer en la virtudes neoliberales del PRI, de Salinas y de los 24 notables, los siguientes: Cuauhtémoc Cárdenas, el PRD, los auténticos Panistas, la Convención Nacional Democrática, el EZLN, y los 30 millones de ciudadanos que no votaron “por el bienestar de la familia”… priísta.

SEGUNDA LECTURA (ARRINCONADA EN LO POCO QUE QUEDA DE MEDIOS DE COMUNICACION HONESTOS ). – La planta baja de México no se pone de acuerdo en cómo 1er el proceso electoral pasado. Los más frágiles (en moral y en teoría) leen derrota y buscan los culpables con el rabillo del ojo, a su lado, entre sus iguales. O, los desplazados de interlocuciones (aspirantes a asesorar triunfadores, que se ven ahora criticando perdedores, y reparten sin recato alguno, etiquetas para clasificar lo inclasificable: “reformistas armados”, “revolución desarmada”), leen fracaso en estrategias, tácticas, mediaciones, coyunturas, parteaguas, alianzas, posturas, imposturas. En fin, el fracaso se debe a que no se siguieron sus consejos. O, los más veleidosos, leen desengaño. El fracaso está, dicen, en haber confiado en el pueblo de México. O, los más frustrados, leen inutilidad de lucha. Se desesperan ante un pueblo que se niega, dicen, a ser redimido por tan brillantes redentores. Escriben en un muro urbano, para la posteridad, su sentencia: “Pueblo puto”. En buena parte de la planta baja de México se lee el siguiente resultado de la elecciones:

Zedillo: 17.336.325 – 48.77%
Fernández Cevallos: 9.222.899 – 25.94%
Cárdenas: 5.901.557 – 16.60%
Soto: 975.356 – 2.74%
Otros y sin registro: 1.113.364 – 3.13%

Es decir, los mismos resultados que machacan los medios de comunicación y el gobierno desde… ¡mayo de 1994!

Sin embargo, en otra parte de la planta baja se evita la lectura fácil, la pereza de buscar. Alumbra su entender la duda, el afán sincera de entender para entender la lucha, de explicar para explicar la lucha, de saber para saber luchar. En esta otra parte no se lee sólo el 21 de agosto, se incorpora toda la bibliografía desde, lo menos, 1988. Se leen injusticias en las campañas, en la disposición de recursos, en el acceso a los medios de comunicación (es decir, a la opinión pública), en la estructura corporativa,en los razuramientos, en los muertos votantes, en los ratones locos votos tamal casillas zapatotacos, en las urnas que en unas cuantas horas se embarazan y empiezan a parir 2 o 3 veces el número original de boletas, en las amenazas, los chantajes, la ignorancia, la represión. Pasado el estupor del “coup d’etat” publicitario, esta parte de México empieza a rastrear irregularidades, mini y micro fraudes, fraudes medios, grandes fraudes, macro fraudes. Poca a poco la duda empieza a confirmarse: no es legítimo el triunfo. Aquí se leen los siguientes…

RESULTADOS:

Zedillo: 17.336.325 – 48.77%
Fernández Cevallos: 9.222.899 – 25.94%
Cárdenas: 5.901.557 – 16.60%
Soto: 975.356 – 2.74%
Otros y sin registro: 1.113.364 – 3.13%

Pero en esta lectura, los votos al PRI son producto de una larga cadena de fraudes de todos los tamaños, sabores y colores. No es una elección legítima, es necesario limpiarla y repetirla. No hay ganador limpio en un proceso sucio de origen. Dentro de esta lectura, poco a poco empieza a despertar, a organizarse, a caminar, un movimiento de resistencia civil. Su primer paso es recabar información dispersa, cotejar actas, interrogar a la gente. Las irregularidades empiezan a fluir como los votos el 21 de Agosto: alteración de cifras en las actas, sumas trampeadas, más votos que boletas en las urnas, actas en blanco, actas sin firmar, ausencia de representantes de partidos de oposición y observadores en casillas, violación al secreto al voto, presiones durante la jornada electoral para favorecer al PRI, boletas de más en las urnas, votantes con vanas credenciales, muertos votantes, presencia militar en las casillas, priístas en campaña el mismo día de la elección, amenazas, anulación de boletas con votos para la oposición, rasuramiento en las listas nominales, pase de lista para checar el voto por el PRI, apagones durante el conteo de votos, y las que sigan saliendo. Todo apunta a un mismo resultado: estas elecciones son las más sucias de la historia de México. Señalarlo, denunciarlo, darlo a conocer, obrar en consecuencia es un paso. Es un paso más, necesario, en el largo camino de la lucha por la transición democrática.

Confluyen en este movimiento la Convención Nacional Democrática, sectores honestos del PRD, del PAN, de la Sociedad Civil, de Observadores independientes y honestos, de intelectuales consecuentes, y una parte de eso que llamamos pueblo. El análisis intuye una realidad cambiante que, incluso a través del filtro del fraude, se cuela por entre cifras:

¿POR QUIÉN VOTARON LOS ANTIGUOS ABSTENCIONISTAS?

PAN
Año 1991: 4.103.393
Año 1994: 9.222.899
Aumento: 4.792.763.
PRD
Año 1991: l,919.235
Año 1994: 5.901.557
Aumento: 3.695.651.
PRI
Año 1991: 14.224.989
Año 1994: 17.336.325
Aumento: 2.293.281

LA MAYORIA DE LOS VOTOS “NUEVOS” FUERON PARA LA OPOSICION, EL PORCENTAJE DE VOTOS PARA LA OPOSICION SE TRIPLICA DE 1991 A 1994 . EL “VOTO DEL MIEDO” NO FUE PARA EL PRI. LOS ABSTENCIONISTAS DE AYER, HOY ACUDIERON A VOTAR EN CONTRA DEL PRI.

Tampoco los estados más pobres del país tuvieron miedo de cambiar, ni se dejaron comprar por “Pronasoles” y “Procampos”:

EN EL CAMPO: (respecto a 1991).

PRI:
Chiapas menos 217 mil.
Puebla menos 34 mil.
Veracruz menos 13 mil.
Guerrero más 27 mil.
Oaxaca más 13 mil.
Campeche más 1 mil.
Yucatán más 27 mil.
Zacatecas. más 21 mil.

TERCERA LECTURA (POR HACER).- En el sótano del país no se lee. El analfabetismo aquí busca su lectura en otra parte, se lee a sí mismo, se habla con códigos ancestrales, con imágenes de antes, con sonidos de muchos ayeres, se comunica por canales subterráneos. El cambio se construye abajo, dicen y repiten. El escepticismo no se cruza de brazos. Afila, con paciencia, la tierna punta de la esperanza. En el sótano de México se intuye lo que otras cifras dicen, para que nadie las lea. Las que señalan los siguientes…

RESULTADOS:

PADRON ELECTORAL

1994: 45.824.057 – 100.00%

Votación 1994: 35.550.28 -3 77.57%

Menos anulados: 34.549.501

Candidato: Zedillo
Votos: 17.336.325
% de votación: 48.77%
% del padrón: 37.83%

Candidato: Abstención
Votos: 10.618.917
% de votación: 22.26%
% del padrón:

Candidato: Anulaciones
Votos: 1.782.000
% de votación: 2.82%
% del padrón:

Candidato: Absten + Nulos
Votos: 12.400.917
% de votación: 27.06%
% del padrón:

Candidato: Fernández C
Votos: 9.222.899
% de votación: 25.94%
% del padrón: 20.12%

Candidato: Cárdenas
Votos: 5.901.557
% de votación: 16.60%
% del padrón: 12.87%

Candidato: Soto
Votos: 975.356
% de votación: 2.74%
% del padrón: 2.12%

Candidato: Otros y s/reg
Votos: 1.113.364
% de votación: 3.13%
% del padrón: 2.42%

TOTAL VS. PRI
Votos: 29.614.003
% de votación:
62.17%

En el sótano de México se intuye la verdad: incluso con el jumbo-fraude, las dos terceras partes del electorado están en contra del PRI. La mayoría de este país quiere un cambio democrático, quiere que se termine el sistema de partido de estado. Coincide esta intuición con la conclusión de la lectura que hace el México de abajo, el inteligente: es necesario un movimiento civil de resistencia y de lucha. El México del sótano sabe que es mentira, que el partido de Estado no cuenta con el respaldo ni siquiera de esos 17 millones que, se dice, votaron por él. El México del sótano conoce una verdad que circula, desde hace años, entre los vasos comunicantes de las profundidades nacionales: no es posible acabar con el sistema de partido de Estado con la mismas amas que lo sustentan y avalan ante la opinión pública. Mientras la organización de las elecciones siga en manos, del partido de Estado, cualquier intento de lucha acabará en la frustración y la inmovilidad política o la claudicación cínica. Un gobierno de tránsito, de cambio, es necesario para la democracia. Para esto, los llamados a la formación de una gran frente opositor, que una a todos esos millones de mexicanos que están en contra del sistema de partido de estado, son vistos con esperanza. Estos llamados han venido, entre otros, de…

PARENTESIS VARIOS.

(PARENTESIS.- EL PAN DE “MAQUIO” Y EL PAN DEL “JEFE DIEGO”. El Partido de Acción Nacional no es un partido de izquierda, pero su tradición de lucha democrática es difícil de negar. Acción Nacional cuenta con militantes honestos y muy combativos que poseen mucha creatividad para protestar contra el poder gubernamental y sus arbitrariedades. Durante años, Acción Nacional tuvo el peso de ser la única fuerza legal de oposición al régimen. Con Manuel Clouthier, el PAN demuestra su independencia y honestidad como fuerza opositora al régimen. Con Diego Fernández de Cevallos, el PAN muestra su peor imagen, la claudicación a cambio de prebendas, la venta de la dignidad opositora a precio de curules. Pero invalidar el papel opositor del PAN por la actuación del “Jefe Diego” sería tanto como invalidar la lucha del PRD por la actuación servil de Jack Demóstenes dando su aval a la imposición de Robledo en Chiapas. En Acción Nacional hay ciudadanos combativos y consecuentes, como Fox (no obstante su impertinencia de dudar de la honestidad zapatista) y Livas. De Acción Nacional también vienen otros ciudadanos cuya vocación democrática está fuera de duda: Bernardo Batiz, González Schmall y Pablo Emilio Madero son sólo algunos ejemplos. El movimiento por la democracia no se circunscribe a la izquierda en una complicada geometría política, abarca sectores muy amplios. Respecto a la lucha democrática no son tan claras las ubicaciones de centro, derecha e izquierda. Parece más adecuado clasificar en quienes están por el cambio democrático y quienes están por el continuismo antidemocrático. Hay material humano para ese gran frente opositor. Su papel será, si se concreta, determinante en el tránsito a la democracia…)

(OTRO PARENTESIS. CARDENAS Y EL PRD.- A pesar de haber sido atacado y calumniado por todos los medios al servicio del partido de Estado ( que no son pocos) sigue, como figura indiscutible de las fuerzas democratizadoras de México, el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas. Orillado ahora, incluso por miembros de su propio partido, a una aparente posición de intransigencia y voluntarismo, el hijo del general no ha hecho sino ser consecuente con la lucha que asumió en 1988. Ya antes se ha visto golpeado y exhibido ante la opinión pública como promotor de la violencia y de la oposición a ultranza, del caos, del desorden y la anarquía. Pero ocurre precisamente la contrario: en las pasadas elecciones, Cárdenas significaba la esperanza de un cambio pacífico justo y democrático para millones de mexicanos que habitan los Méxicos de abajo y del sótano. No sólo para los desposeídos, también para sectores medios y acomodados Cárdenas representaba la oportunidad de oxigenar una vida política ya asfixiante, irrespirable, representaba la posibilidad de transformar la brutal conversión a la modernidad que la economía salinista impone a las clases medias y a los pobres del país. Los millones que apoyaban a Cárdenas en Agosto son muchos más que los casi 6 que le reconocen el IFE, el PRI y Salinas. Al contrario de lo que decía la campaña en su contra, Cárdenas significaba la única (¿ la última?) posibilidad de cambio pacífico en el México de 1994. El camino del tránsito civil y pacífico a la democracia, la libertad y la justicia tenía, hasta agosto de 1994, en Cárdenas un seguro conductor, honesto y consecuente. Referente obligado al interior de su partido, el de la Revolución Democrática, Cárdenas era también un aglutinador de otras fuerzas que luchan, por camino pacíficas y legales, por la democracia, la libertad y la justicia. Al declarar que nadie puede reclamarse triunfador de una contienda electoral tan sucia como la pasada, Cárdenas está siendo verdadero consigo mismo y con sus seguidores. Cuando se compromete a seguir en lucha, ahora para limpiar los comicios e impedir que se legitime al heredero de Salinas, Cárdenas está siendo consecuente. Sin embargo, en su partido el canto del cisne para una de las figuras más relevantes en la lucha democrática de las últimas décadas, empieza a ser entonado con dulzura por dirigentes de diverso nivel. Errores y más errores se le achacan a la estrategia seguida por este hombre que, a riesgo de padecer una campaña de desprestigio enorme, cualquiera que hubiera sido el resultado de la entrevista, se empeñó en dialogar con una fuerza armada, sin rostro, mayoritariamente indígena y en rebeldía. Se le critica salir en la foto en la que anhelaban salir Salinas, Camacho y Zedillo: saludando de mano a los insurgentes que son ejemplo de dignidad y resistencia. Se le critica que haya optado por “pueblear” en lugar del maquillaje de la televisión. Se le critica haber asumido el deber de encabezar, por vías pacíficas y legales, el descontento de los pobres más pobres del país, en lugar de acercarse más a los sectores medios, a disputar el centro que ya peleaban el PRI y el PAN. Se te critica que no se conforme. Se le critica, finalmente, ser Cuauhtémoc Cárdenas.

Ahora en el PRD se da una discusión: ¿debe el partido tomar un rumbo decidido hacia el centro? ¿debe reafirmar su vocación de izquierda legal?)

(UN PARENTESIS MAS: LA CONVENCION NACIONAL DEMOCRATICA (Una mano en la cubierta, al despedirse del puerto, dice adiós y gracias).– En vísperas electorales empezó a tomar cuerpo una nueva fuerza política. Tiene, entre sus virtudes, la de ser NACIONAL. La Convención Nacional Democrática es joven en la política mexicana, pero tiene a su favor su carácter de frente popular y la frescura de la juventud que forma su base principal. Con representantes en todos los estados, la CND está llamada a encabezar el vacío de una izquierda en México. Algo se rompió en este año, no sólo la imagen falsa de modernidad que el neoliberalismo nos vendía, no sólo la falsedad de proyectos gubernamentales, de limosnas institucionales, no sólo el injusto olvido de la Patria hacia sus habitantes originales, también el esquema rígido de una izquierda obsecada en vivir del y en el pasado. En medio de este largo navegar del dolor a la esperanza, la lucha política se ve a sí misma desnuda de los ropajes oxidados que le heredó el dolor, es la esperanza la que le obliga a buscar nuevas formas de luchar, es decir, nuevas formas de ser políticos, de hacer política. Una nueva política, una nueva moral política, una nueva ética política es no sólo un deseo, es la única posibilidad de avanzar, de brincar al otro lado. El 21 de agosto terminó un largo ciclo de la lucha por la democracia, la libertad y la justicia, un ciclo lleno de heroísmo y entrega, de sacrificio y consecuencia. Sus logros están a la, vista, la niebla actual no permite verlos con nitidez pero no son pocos ni intrascendentes. El viento de abajo terminará por aclararlos y otorgar a cada cual el premio mejor: la satisfacción del deber cumplido. Pero falta mucho trecho por recorrer, siguen la estupidez y la soberbia gobernando estas tierras. Un viento nuevo se levanta, viene con aires de antes y con aires que huelen inconfundiblemente a mañana. Este viento nuevo es joven en su gente y en su idea, busca mejores tierras para llover su tormenta, para chocar con el viento prepotente que festeja su futuro al borde mismo de su paso último. Este viento se ha embarcado, a falta de navío se construyó uno propio, el más inverosímil, el más absurdo, el más hermoso, el mejor. La nave zarpó como es ley, en medio de una tormenta que lavó ojos y corazones, rompió cadenas y desató el arma más poderosa: la imaginación. Tiene tripulación y timonel, bandera tiene y un ancho mar para hacer lo que un barco debe hacer: navegar, navegar en una larga travesía del dolor a la esperanza. Este absurdo con velas que surca el mar de nuestra historia nació en la selva y lleva buen rumbo. Esta tierna locura tomó el nombre que la define y proyecta: Convención Nacional Democrática. La Convención congrega en su seno a, por un lado, un grupo importante de intelectuales, científicos y líderes populares, y, por el otro, a lo mejor de la Sociedad Civil en provincia y capital: un abanico que incluye amas de casa, colonos, campesinos, indígenas, trabajadores de los medios de comunicación, obreros, empleados, maestros, artistas, religiosos, y organizaciones de mujeres. Lo mejor del pueblo mexicano está ya bajo la bandera de la CND. Esa realidad que se hace presente en lo momentos más difíciles de nuestra historia contemporánea: hombres y mujeres con y sin partido, con nombres y rostros que no aparecen en los almanaques históricos de ninguna organización política, despreciados y ninguneados por vanguardias que van tan adelante que solas marcha,. incluidos y desdibujados en vocablos como “masa” y “pueblo”.

Hombres y mujeres recobrando su lugar en la historia, su quehacer que descubren común y colectivo, su dejar de ser anónimos espectadores para ser actores con una valentía tan grande que ni ellos mismos alcanzan a verla, a verse, a descubrirse, cada uno detrás del pasamontañas, del rostro negro que el viejo Antonio señalará como origen de luz y calor. La Convención Nacional Democrática tiene la posibilidad de ser el lugar para esa gran fuerza opositora que el viento reclama, que anhela la patria, que esperamos nosotros, los más pequeños, los que anhelan desaparecer. Mientras decenas de miles de mexicanos hartos de más de lo mismo velan sus armas, la Convención Nacional Democrática tiene la palabra, la posibilidad del tránsito pacífico a la democracia, la libertad y la justicia está en sus manos. En la CND está la posibilidad de conjuntar todas las fuerzas honestas y opositoras a la mentira que gobierna nuestra patria. La Convención Nacional Democrática, en ella está ahora la esperanza de un movimiento nacional revolucionario que voltée la página de vergüenza que hoy escribe la historia de México…)

(EL ULTIMO, CREO, PARENTESIS.- ¿ Y Zedillo? Hereda de Salinas no sólo el proyecto económico y la vocación de mercadólogo, también la ilegitimidad y el fraude. Le tocará ser el último de los gobernantes priístas. el “fade out” de esta película tragicómica que empezó hace 65 años… y que se apagará, sin remedio, con el siglo. Tal y como se va la tarde y empieza a llover aquí en … )

CHIAPAS: ¿TODO MÉXICO?

ESPACIO PARA ANUNCIOS COMERCIALES: EN CHIAPAS NO HAY LATIFUNDIOS, SOLO PEQUEÑAS PROPIEDADES EXAGERADAS. Si en México S.A. de C.V. el presidente es un gerente de ventas y los gobernadores son vendedores de piso, en la finca “Chiapas” el gobernador será un capataz. Robledo Rincón, producto equivalente de la alquimia electoral que posibilita el triunfo de Zedillo, brillante discípulo de Absalón Castellanos y cómplice de Patrocinio González Garrido, pretende el cargo de gobernador de Chiapas. Periódicos oficialistas y estaciones de radio serviles repiten las mentiras que llevarán, nuevamente, a una imposición. Estas son las “verdades” del absurdo chiapaneco:

LA NOBLE ASCENDENCIA SERA PATRIMONIO, ¡VIVE DIOS!, INALCANZABLE SIEMPRE PARA LA DEMOCRACIA. Que narra de absurdas, fuera de estas tierras, complicidades y alianzas, de jerarquías que subyacen y subsisten, y de la contundente frontera que hace que la Declaración Universal de los Derechos Humanos siempre quede del otro lado del cerco de púas de este gran potrero que algún despistado llamó “estado de la federación”. -LO INEXPLICABLE EN OTRAS TIERRAS, AQUÍ ES COMPLETAMENTE LÓGICO-.

Uno.- Las decenas de miles de soldados federales que, procedentes de otras partes de la república, ocupan territorio chiapaneco recibieron 4 boletas para emitir su voto el pasado 21 de agosto: una para presidente de la república, una para senador, una para diputado y una para gobernador. Sin ser chiapanecos, los federales votaron para elegir a los senadores chiapanecos, a los diputados chiapanecos y al gobernador de estas tierras que no son las suyas.

Dos.- Lo blanco de las guardias blancas va en la piel. (“Por eso dios nos pintó diferentes, para no confundirnos”). Las fundamentales ideas que animan a tan cultas personas, en su pacificadora labor, se resumen en la piadosa mano de los finqueros que, chicote y plomo rompe, ¡al fin!, la barrera cultural que existe entre ladinos e indígenas. El líder de los ganaderos, Constantino Kanter, declara que debe respetarse el resultado de la elección para gobernador, es decir, respetar el “triunfo” de Robledo Rincón (quien meses atrás le ofreció a Constantino Kanter compartir fórmula para la diputación federal priísta). Los ganaderos se declaran “hartos” de esperar solución a su problema y amenazan con tomar medidas. Una de ellas es formar guardias blancas para defender… el “triunfo” de Robledo Rincón. El Fondo de Apoyo para Indemnización de Viudas y Huérfanos en Arcas de Conflicto (FAPIAC) pagó 500 nuevos pesos a cada uno de los 817 acarreados que Constantino Kanter tiene en plantón en Tuxtla Gutiérrez. N$408.500, es decir $408 millones de viejos pesos de financiamiento estatal para mantener las guardias blancas de los ganaderos. Un ganadero chiapaneco declara, sin pena alguna, que la lucha de los indígenas va contra la ley de dios. “Dios nos hizo a unos ricos y a otros pobres, ésa fue su voluntad y hay que cumplirla”.

AQUI, CUANDO AMANECE LA CRUDA, LOS GRANDES SEÑORES NO PREGUNTAN “¿EN QUE DIA ESTAMOS?” SINO “¿EN QUE SIGLO NOS DESAYUNAMOS?”. Algún ingenuo, de esos que abundan en los laberintos del poder central, pensó que tan racionales “compromisos de paz” se podrían sostener sin tratar de sacar a este pedazo de la patria del suave marasmo de la colonia.

No hay duda, todo Chiapas es…

MÉXICO: ENTRE EL DOLOR Y LA ESPERANZA.

Capítulo 3.- Que había de la ternura que mueve este navío, de la esperanza que, dicen, se mira en el horizonte, de poemas que advierten y de otras maravillas que ya ocurren y demuestran que, en altamar, la muerte es apenas un chapuzón…

III

HABLAN LA PATRIA Y SUS MAÑANAS.

Pero no todo es del triste gris de mis penas.

Hoy por lo menos algunas cosas
por las que alegrarse y esperar
cada mañana en cada tarde,
en cada paso,
bajo los altos rizos de mis ceibas.

Mis soldados se mecen en mi sueño
de pólvora y claveles,
on sus pasos andaré de nuevo.
Los insurgentes reharán mi casa,
mi noche los cobija y los protege,
ellos construyen mi mañana

Roja será la mañana y limpia,

Acá estoy, búsquenme bien.

Con sus manos el obrero me transforma,
el campesino mi fruto siembra
mis soldados me mueren con la muerte de los grandes.
Con su corazón por levadura
harán el pan de luna,
lavaran mis ropas y mis llantos.
Y por este mar que tanto duele
irán, marineros, a mis puertos,

Ya pronto nos veremos.

Están los ingredientes,
sal-sudor
sal-mar
sal-llanto

El panadero atiza el horno de la historia
bajo los altos rizos de mis ceibas.

 

La lucha por la democracia, la libertad y la justicia no empezó el 1 de Enero ni terminó el 21 de Agosto. Los resultados de la contienda electoral no reflejan la verdad más importante: el “¡Ya basta!” que anima el paso de hombres y mujeres en todo el territorio nacional. La lucha civil y pacífica por la transición democrática no se limita a las elecciones, las transciende. Los planteamientos centrales que convocaron y animan el navegar de la Convención Nacional Democrática siguen siendo válidos. La CND sigue representando un esfuerzo valiente, civil y pacífico, de miles de hombres y mujeres, por el tránsito a la democracia. Sin embargo, el apabullante golpetear de los medios de comunicación provoca desánimo y dispersión. En el navío…

Hay un revuelo de hombres y mujeres en cubierta, “¡No se puede!”-, gritan. Los mas desesperados reniegan del capitán y los marinos, se arrojan por la borda hacia el mar del desánimo, de la desesperanza. Otros pelean entre ellos, buscan entre si a quién achacarle los contratiempos de este navegar: sus mareos, la cruda de una borrachera de victoria anticipada. Ven un naufragio en lo que apenas fue un zarandeo de alas amigas del viento de arriba, el que manda y domina… todavía. Hay pasajeros abordo que hubieran ansiado una llegada pronta a puerto, ver cumplido el viaje, colmadas las esperanzas. Ahora se bajan, se bajan del barco y de las ganas de luchar. Pero este navío sigue, sigue su larga travesía del dolor a la esperanza.

Abajo, en el sótano de este gran navío, los mejores remeros siguen bogando. Por entre la mordaza que les ciñe el rostro se adivina que sonríen, saben que su dolor tiene ahora rumbo compartido. No se han enterado del desánimo que cunde en cubierta, saben que la travesía apenas inició, que ningún barco que se respete llega a buen puerta casi inmediatamente después de que zarpó. Son navegantes de muchos mares, tienen la piel y el corazón curtidos en las más feroces tormentas. Saben que el mañana de la noche viene. Sigue siendo indígena el motor de este barco. Los más pequeños, los mejores. La lucha continúa. Seguiremos navegando. Llegaremos…

Entre los remeros empieza, como un murmullo, una tonadita que apenas se adivina:

‘Ya se mira el horizonte,
combatiente zapatista…”

La bandera sigue en manos de la Convención Nacional Democrática. El EZLN no condicionó su apoyo a la CND a un resultado electoral favorable a un partido de oposición. El EZLN no apostó a una coyuntura electoral. El EZLN le apostó al pueblo, creemos en él, por él vivimos, por él luchamos, por él morimos. El EZLN sigue en lucha, en esperanza sigue… camina… navega… con la Convención Nacional Democrática,

La larga estela de espuma y sal que deja atrás el poderoso navío se aleja. “¡Eh Vigía! ¡Indicad el rumbo!”, vuelve a sonar una voz tierna y dura. “¡Al frente la esperanza!” responde rudo y presto el vigía. Grita entonces: “¡Ea pues! ¡Avante sin descanso! ¡Redoblad el despliegue de velas! ¡Todos a remar! ¡Que muera quien falle! ¡Que nos guíe el deseo! ¡Entregad el timón a señor tan fiero! ¡Sea!”

Nuestro pequeño ejército de locos de esperanza saludan, en las letras mías, la existencia compartida de desvaríos que dejan el “yo” en un rincón y levantan alto la bandera del “nosotros”. Nosotros, tan pequeños, grandes somos al saber que existen ustedes. Absurdos del mar, dirán algunos. No importa, igual navegaremos siempre.

Del baúl de los recuerdos, del cofre de los tesoros del Subpirata, se cae, como por accidente, una hoja vieja. En la lluvia y el lodo, las letras se borran y vuelven a la tierra:

POEMA EN DOS TIEMPOS Y UN FINAL SUBVERSIVO.

I TIEMPO

Resbalé
por
la
sonrisa
de una
palabra
taladrada.

Ese es mi origen…

Pero,
No
recuerdo
si fui
expulsado
o
tomé mis cosas
y
me descolgue
pensando….

II TIEMPO

Fueron
palabras
las
que
nos
crearon

Nos
formaron,
y desplegaron
sus
hilos
para
controlarnos

FINAL SUBVERSIVO

Pero
yo
se
que
algunos
hombres
se reúnen
en cavernas,
y
CALLAN

Los zapatistas no estaremos solos nunca más…

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
(Firma SubComandante Insurgente Marcos)

En este país de dolorosa historia llamado México,
abrazado por el mar y, pronto, con el viento a su favor.
Septiembre de 1994, mes en que la historia le recuerda a este país que
Chiapas es todo México.

P.D. QUE, DE LA MANO DE TOÑITA, VIENE A PEDIR UN CUENTO. La Toñita ha decidido adoptar un olote (la mazorca del maíz pero ya sin el grano) y botar el ingrato conejito que no sabe vivir en el lodo. Viene la Toñita a pedir un cuento. Por lo visto no le preocupa en lo más mínimo que yo esté escribiendo y se sienta, con su olote, perdón, su muñeca en brazos. Yo empiezo a pensar una disculpa pero la Toñita no tiene trazas de aceptar nada que no sea un cuento. Yo suspiro y enciendo la pipa para darme tiempo. Entre bocanadas de humo empiezo a contar:

“Una noche, una lluvia, un frío.

Diciembre de 1984. El viejo Antonio mira la luz. En la hoguera el fuego espera, inútilmente, la carne del venado “cola blanca” que salimos a “lamparear” sin éxito. En la hoguera bailan los colores, hablan. El viejo Antonio mira el fuego, escucha. Arrastrándose, apenas disputando el sonido de grillos y el balbuceo de las llamas, en las palabras del viejo Antonio se va tejiendo una historia de muy lejos, cuando eran muy mayores los mayores y los viejos del hoy andaban todavía dando tumbos en la sangre y el silencio de una hoguera, como la de esta noche, pero diez, cien, mil, un millón de noches antes de ésta sin venado y con frío, con lluvia, sin nadie que nos lleve la cuenta:

“En el principio era el agua de la noche, Todo era agua, todo noche era. Andaban los dioses y los hombres como loquitos, tropezando y cayendo como viejitos bolos. No había la luz para mirarse el paso, no había tierra para acostar el cansancio y el amor No había tierra, no había luz, no era bueno el mundo.

Entonces los dioses, en la noche, en el agua, se fueron a topar unos con otros y se enojaron y empezaron a decir palabras fuertes y grande era el enojo de los dioses porque grandes eran los dioses. Y los hombres y las mujeres, pura oreja, puro tzots’, hombres y mujeres murciélago, se escondieron del ruido de los grandes enojos de los dioses. Y entonces los dioses se quedaron solos, y cuando pasó su enojo se dieron cuenta de que solos estaban, y grande fue su pena de estarse solos y, apenados como estaban, se dieron en llorar los dioses y grande fue su llanto porque sin los hombres y mujeres los dioses solos estaban. Y lágrima y lágrima, y llanto y llanto, más agua vino al agua y no había remedio pues seguían la noche y el agua llenándose de tanta agua y noche, de la pena llorada de los dioses. Y los dioses tuvieron frío, porque estando solo se siente frío, y más si todo es agua de noche. Y pensaron los dioses en llegar a un buen acuerdo que solos no los tuviera, que trajera a salir de las cuevas a los hombres y mujeres murciélago, que trajera la luz que alumbrara el paso y la tierra trajera para acostar el amor y el cansancio. Y entonces los dioses sacaron acuerdo de ponerse a soñar juntos y llegó en el acuerdo de su corazón de soñar la luz y la tierra soñar. A soñar el fuego se pusieron y agarraron el silencio que nomás por ahí andaba y se soñaron un fuego y, en medio del silencio, del agua-noche que llenaba todo, en medio de los dioses, una herida apareció, una rajadita sobre el agua-noche, una palabrita así chiquita que se bailaba y grande se hacía y chiquita y se alargaba y gorda y flaca se ponía y se bailaba en el centro de los dioses que eran siete porque ahora se veían que eran siete y se vieron y se dieron en contarse y se llegaron al siete porque eran siete los dioses más grandes, los primeros. Y rápido se dieron los dioses en hacerle casita a la palabrita ésa que en medio bailaba, que en silencio bailaba. Y se dieron en arrimarle otras palabritas que salieron de sus sueños, y” fuego” le llamaron a esas palabritas que se bailaban, y ya juntas hablaron y se empezó a traerse la tierra y la luz alrededor del fuego, y los hombres y mujeres murciélago se salieron de las cuevas y se asomaron y se vieron y se tocaron y se amaron, y ya había luz y tierra había, y ya se miraba el paso y ya se acostaban el amor y el cansancio. . . en la luz.. en la tierra, Y a los dioses no los vieron porque se fueron a hacer asamblea general y estaban en su champa y no salían y nadie podía entrarse porque los dioses estaban haciendo acuerdo. Y en la champa los dioses sacaron acuerdo de que el fuego no se apagara porque mucha era el agua-noche y poca la luz y la tierra.

Y se llegó en el acuerdo de llevar para arriba el fuego, para el cielo, para que el agua-noche no lo alcanzara. Y mandaron decir a los hombres y mujeres murciélago que se tuvieran dentro de las cuevas porque iban a levantar el fuego, hasta el cielo dijeron. Y una rueda hicieron los dioses en torno al fuego y echaron en discutir quién debía llevar el fuego para arriba y morirse abajo para vivir arriba, y no se ponían de acuerdo los dioses porque no se querían morir abajo los dioses, y dijeron los dioses que vaya el dios más blanco, porque era el más hermoso y así el fuego sería hermoso allá arriba, pero el dios blanco fue cobarde y no quería morirse para vivir, y entonces el más negro y más feo de los dioses, el ik’, dijo que él lo llevaba para arriba al fuego y se dio en agarrarlo el fuego y se quemó con el fuego y negro se puso y gris después y blanco y amarillo y naranja después y rojo luego y fuego se hizo, y se levantó palabriando hasta el cielo y ahí se quedó redondo y en veces es amarillo y en veces naranja, rojo, gris, blanco y negro, y “sol” le pusieron los dioses y más luz se llegó para más paso mirar y más tierra se vino y el agua-noche se echó para un lado y se vino la montaña. Y el dios blanco quedó tan apenado que mucho lloraba y por mucho llorar no miró su camino y se tropezó y se dió en caer en el fuego y se levantó también al cielo, pero más triste su luz que echaba porque mucho lloraba por su cobardía y una bola de fuego triste, pálido, del color del dios blanco, se quedó a su lado del sol, y “luna” le pusieron los dioses a esta bola blanca. Pero el sol y la luna ahí nomás se estaban y no se caminaban y los dioses se miraron con pena y grande fue su vergüenza y se aventaron todos al fuego y entonces se empezó a caminar el sol y la luna se puso a irse detrás de él, para pedirle perdón dicen. Y hubo día y hubo noche y los hombres y mujeres murciélago se salieron de las cuevas y la hicieron su champa cerca del fuego y estaban siempre con los dioses de día y de noche porque de día el sol y la luna de noche. Lo que siguió después no fue acuerdo de los dioses, ellos ya se habían muerto… para vivir… “

El viejo Antonio separa, con sus manos, un tizón de la hoguera. Lo deja en el suelo. -“Mira”-, me dice. Del rojo, el tizón sigue el camino inverso que el señor negro del cuento: naranja, amarillo, blanco, gris, negro. Aún caliente, las manos callosas del viejo Antonio lo toman y me lo da. Yo trato de fingir que no me quema, pero lo suelto casi inmediatamente. El viejo Antonio sonríe y tose, lo vuelve a tomar del suelo y lo remoja en un charquito de agua de lluvia, de agua-noche. Ya frío me lo vuelve a dar.

– “Toma… recuerda que el rostro cubierto de negro esconde la luz y el calor que le harán falta a este mundo “, me dice y se me queda viendo.

“Vámonos”, agrega mientras se incorpora, y agrega: “esta noche el “cola blanca” no vendrá, el comedero no está huellado”-.

Yo hago por apagar la fogata, el viejo Antonio me dice, ya con su morraleta al hombro y la chimba en la mano, -“Déjalo así… con este frío hasta la noche agradece un poco de calor…”

Nos fuimos los dos, en silencio. Llovía y sí, hacía frío…

Otra noche, otra lluvia, otro frío.

17 de Noviembre de 1993. Décimo aniversario de la formación del EZLN. El Estado Mayor zapatista se agolpa en torno al fogón. Están los planes generales y se han avanzado detalles a nivel táctico. La tropa se ha ido a dormir, sólo los oficiales con grado de Mayor permanecen despiertos. Está también el viejo Antonio, es el único que puede franquear todas las postas zapatistas y entrar donde sea sin que nadie se atreva a impedirle el paso. La reunión formal terminó y ahora, entre bromas y anécdotas, se trazan planes y sueños. Surge el tema de los rostros cubiertos, que si paliacates, que sí antifaces, que si máscaras de carnaval. Voltean a verme.

-“Pasamontañas”-, les digo.

-“¿ Y cómo vamos a hacer las mujeres con el pelo largo? “ pregunta y protesta Ana María.

-“Que lo corten su pelo “… dice Alfredo.

-“¡N’ombre! ¿ Cómo crees? Yo digo que hasta falda deben Llevar”- dice Josué.

– “Que lleve falda tu abuela”- responde Ana María.

Moisés mira el lecho en silencio y rompe la discusión con un – “¿Y de qué color los pasamontañas?”

– “Café… como la gorra”-, dice Rolando. Algún otro dice que verde. El viejo Antonio me hace una seña y me aparto del grupo. “¿Tienes el tizón de la otra noche?”, pregunta. “Sí, en la mochila” respondo. “Vé por él” me dice y se encamina al grupo en torno al fogón. Cuando regreso con el tizón todos están, en silencio, en torno a la fogata y con el viejo Antonio mirando fijamente el fuego, como la noche aquella del venado “cola blanca” -‘Aquí está”-, le digo y pongo el negro tizón en su mano. El viejo Antonio me mira fijamente y pregunta: – “¿Recuerdas?”-. Asiento en silencio. El viejo Antonio pone el tizón en medio del fuego. Primero gris, blanco, amarillo, naranja, rojo, fuego. El tizón es ya fuego y luz. El viejo Antonio me mira otra vez y se va por entre la niebla.

Todos quedamos mirando el tizón, el fuego, la luz.

-“Negros”-, digo.

-“¿Qué “?, pregunta Ana María.

Yo repito sin dejar de mirar el fuego: -“Negros, los pasamontañas serán color negro.. . “

Nadie se opone…

Otra noche, otra lluvia, otro frío.

30 de diciembre de 1993. Las últimas tropas inician su marcha para tomar posición. Un camión se atasca en el lodazal, los combatientes empujan para sacarlo. El viejo Antonio se me acerca con un cigarro apagado en la boca. Se lo enciendo y enciendo la pipa con la cazuela boca abajo, técnica que inventé a fuerza de lluvias. -“¿Cuando?”-, pregunta el viejo Antonio. -‘Mañana”, respondo, y agrego:- “Si llegamos a tiempo.., “- – “Hace frío…”- dice él y se cierra la vieja chamarra. -“Mmmmh” -respondo. Forja otro cigarro mientras me dice: -“Necesita algo de luz y calor esta noche”- Le sonrío mientras le muestro el pasamontañas negro. Lo toma en sus manos, lo examina, me lo devuelve. -“Y el tizón? “_ pregunta. – “Se hizo fuego esa noche… no quedó nada “- le digo apenado. -“Así es de por si “ -dice el viejo Antonio con la voz quebrada. -“Morir para vivir”- dice y me da un abrazo. Se pasa la manga por los ojos y murmura -“Llueve mucho, ya me moje hasta los ojos”-. El camión se desatascó y me llaman, volteo a despedirme del viejo Antonio. Ya no estaba…”

Toñita se levanta para irse. – “Falta el beso”-, le digo. Se acerca y rápido me pone el olote en la mejilla, se corre. – “¿Y eso? “ – protesto. Contesta riendo: -“Es tu beso pues.. el cuento era para el muñeco, así que ya te dió tu beso “- Se va corriendo… .

P.D. QUE REITERA EL SALUDO INICIAL.

“Hombres que son capaces de volar bajo el suelo,
para quienes no hay ámbitos ni grandes ni imposibles,
con la mirada tensa, prorrumpen en el vuelo
gladiadores, temibles.”

Miguel Hernández

Hugo, tzeltal de sangre y mexicano por derecho e historia, fue de la primera generación de responsables políticas del EZLN. Fue de los primero fundadores de lo que ahora se conoce como Comité Clandestino Revolucionario Indígena y formó a toda una generación de nuestros jefes: Raúl, Juan, Gabino, Gustavo, Ramón, Simón, Fernando, Maxo y otros, ahora miembros del CCRI, aprendieron de Hugo el modo de organizar y dirigir los preparativos de la guerra. Hugo, nombre de guerra de este príncipe tzeltal, en porte y nobleza, escogió el apelativo de “señor Ik’” (`Señor Negro”) para identificarse en las comunicaciones. Poco a poco el “Hugo” se fue perdiendo y sólo se le conocía por “el señor Ik’”. Y así recorrió cañadas y municipios explicando el significado de las 4 siglas que, después, darían la vuelta al mundo. Con el cargo de jefe del Comité Clandestino Revolucionario Indígena Tzeltal y miembro CCRI-Comandancia General del EZLN, el señor Ik marchó al frente de una parte de las tropas que tomaron la cabecera municipal de Ocosingo el día primero del año 94. Cuando, el día 2 de enero los federales atacaron la plaza, el señor Ik’ permaneció combatiendo para proteger la retirada de sus compañeros. En la confusión del repliegue de las últimas tropas, el señor Ik’ quedó en la lista de desaparecidos. Llegaron, después, distintas versiones: que lo vieron peleando todavía el día 4 en el rumbo del IMSS-Coplamar, que el día 3 ya lo habían visto muerto, con un arma enemiga en la mano y frente a un federal muerto, que estaba vivo y preso, que se había escapado. Nunca supimos si su cuerpo esta en una de las fosas comunes clandestinas que los federales hicieron para esconder su brutalidad y su falta de honor militar. 0 sí, como ahora se dice en las montañas, el señor Ik’ no murió, sino que vive como una luz que aparece, de tanto en tanto, por entre cerros y cañadas, con el sombrero y el caballo de Zapata. Como el dios negro del cuento del viejo Antonio, el señor Ik’, con su muerte, dió luz y calor a estas tierras, y vida a la lucha que renace a pesar de todo. El 10 de abril de 1994, al compás del himno zapatista que se entonaba en la ceremonia militar, la mujer del señor Ik, que aún lo espera (como todos nosotros), parió un niño. Cosas de estas tierras, de estos mares…,

P.D. QUE SE DESPIDE CON UN NO ME OLVIDES.- En la grabadorita, mientras imprime el rollo anterior, se escucha a León Felipe decir…

“Todos somos marineros
que saben bien navegar
Todos somos capitanes,
capitanes de la mar

Todos somos capitanes
y la diferencia está
sólo en el barco en que vamos
sobre las aguas del mar

Marinero, marinero,
marinero capitán,
que llevas un barco humilde
sobre las aguas del mar.

Marinero capitán
no te asuste naufragar
que el tesoro que buscamos,
capitán,
no está en el cerro del puerto
sino en el fondo del mar.”

(Firma SubComandante Insurgente Marcos)

Análisis de la situación de México a principios de 1997, año en el que se celebran elecciones para renovar parte del Congreso de la Unión, y que inicia con un grave enfrentamiento entre gobierno y zapatistas al negarse los primeros a reconocer los Acuerdos de San Andrés, firmados por ambas partes un año antes. Plantea siete preguntas a las que une siete imágenes que van desde los niños de la calle que viven en las alcantarillas de la Ciudad de México, a Zedillo pagando facturas en forma de políticas económicas de ajuste, acordadas con el FMI, pasando por el el sistema electoral como un gran mercado donde las distintas opciones partidistas e ideológicas no se distinguen mínimamente entre sí pero tratan de hacerlo a través de la publicidad y el márketing y señalando la simulación del gobierno que dice querer negociar, pero en realidad apuesta a ganar tiempo, esperar el momento propicio y dar un golpe militar rápido y definitivo.

Frente a ello, lo mejor del movimiento indígena nacional e independiente, estaba empezando a construir el Congreso Nacional Indígena y reclamaba un lugar digno e incluyente en la Nación con una frase contundente: Nunca más un México sin nosotros.

7 PREGUNTAS
A QUIEN CORRESPONDA
(Imágenes del neoliberalismo en el México de 1997)

A Don Fernando Benítez, por sus 85 abrazos.
A Adelfo Regino, por el tierno dolor que lo abraza.

“– ¿Y a quién llaman Don Sancho Panza?– preguntó Sancho.
– A vuesa señoría –respondió el Mayordomo –; que en esta ínsula no ha entrado otro Panza sino el que está sentado en esa silla.
– Pues advertid, hermano –dijo Sancho –, que yo no tengo don, ni en todo mi linaje le ha habido; Sancho Panza me llaman a secas, y Sancho se llamó mi padre, y Sancho mi agüelo, y todos fueron Panzas sin añadiduras de dones o donas; y no imagino que en esta ínsula debe de haber más dones que piedras; pero basta; Dios me entiende, y podrá ser que si el gobierno me dura cuatro días, yo escardaré estos dones, que, por la muchedumbre, deben de enfadar como los mosquitos. Pase adelante con su pregunta el señor Mayordomo, que yo responderé lo mejor que supiere, ora se entristezca o no se entristezca el pueblo.”

Miguel de Cervantes Saavedra.
“El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de La Mancha”.

México es todavía un país. Esto no debería sorprenderlo a usted sino a los que lo gobiernan, porque han hecho todo lo posible por destruirlo. No, no es que se trate de un afán apocalíptico o de un destino irremediable. Este país es gobernado según un nuevo modelo social que se conoce como “neoliberalismo”. Puede usted leer libros y artículos donde esto se analiza detalladamente. Aquí sólo queremos que vea unas cuantas imágenes y que responda algunas preguntas.

Claro que las más importante de estas cuestiones no están planteadas siquiera, pero éstas que le proponemos servirán para ir armando el rompecabezas que es el vivir y morir en el México de fines del siglo XX. ¿”Morir”? ¿Muy dramático? Tal vez, pero hay aquí unos niños que viven en las coladeras de una ciudad militarizada, hay un proceso electoral que bien podría anunciarse en una sección periodística de “ofertas de temporada”, hay unos barrenderos que se desvisten el cuerpo y el estómago, hay un presidente lector furibundo y consecuente de Og Mandino, hay una región de México en donde las preguntas se responden en prisión o en la tumba, hay una calavera que cuestiona a un sistema político, y hay también un pequeño ejército rebelde que se niega a rendirse.

Si usted ve todo esto y no se pregunta ¿qué?, ¿por qué?, ¿cuándo?, ¿cuánto?, ¿dónde?, ¿cómo?, y ¿quién?, entonces venga con nosotros y aprenda a mirar hacia arriba y hacia abajo. Así aprenderemos a preguntar y, tal vez, a responder preguntas. Por ejemplo, a responder a esa…

PRIMERA PREGUNTA PRIMERA:
¿HASTA DONDE HAY QUE BAJAR PARA LLEGAR HASTA ARRIBA?

“–¿Quién está allá abajo? ¿Quién se queja?
–¿Quién puede estar aquí, o quién se ha de quejar –respondieron–, sino el asendereado de Sancho Panza,
gobernador, por sus pecados y por su mala andanza, de la ínsula Barataria,
escudero que fue del famoso caballero Don Quijote de La Mancha?”

Parte II, Cap. LV.

Soldados y policías arriba, niños y jóvenes abajo

Ciudad de México. Finales del siglo XX. La síntesis monstruosa del neoliberalismo urbano, el Distrito Federal, se presenta hoy como el adelanto de una pesadilla futura. Casi 20 millones de seres humanos viven y mueren la violencia y la exclusión como razones de Estado.

Dos imágenes se sobreponen en todos los sentidos:

Bajo tierra, en las alcantarillas que tratan en vano de desalojar la inmundicia de esta metrópoli, viven niños y jóvenes. Una banda, la de “Los Ponis”, malvive en las coladeras cercanas a la Central Camionera del Norte. Los “valientes” policías judiciales de la zona persiguen a “Los Ponis” para extorsionarlos, los golpean y les exigen cuotas para “dejarlos en paz” (ver reportajes de Karina Avilés, La Jornada, diciembre 96 y enero 97). Además de la cárcel, el drenaje es el único lugar para vivir que esta ciudad otorga a la niñez y la juventud pobres.

Arriba, en las calles, el ejército y la policía gobiernan con la ley del pistolero: el más rápido para desenfundar sobrevive y tiene la razón; el más lento no tiene ya derecho a la réplica. La razón y la justicia están en los calibres de las armas, en los chalecos antibalas, en el empleo masivo y veloz de contingentes policiacos. ¿Policiacos? La policía de la Ciudad de México está completamente bajo el mando de militares. La lógica castrense trata de comprender la ciudad más ilógica de finales del siglo XX. Los militares pretenden remediar una situación que el mismo sistema mantiene y fortifica. Llevados a labores extraconstitucionales, los oficiales y soldados se exponen a la corrupción que invade a los cuerpos policiacos en México. Transformar la ciudad en un gigantesco cuartel no es tarea fácil, se necesita mano dura y despotismo. El militarismo agrega humillación a la “formación” de la nueva policía de la capital.

En esta misma ciudad, en el Campo Militar #1, el General José Francisco Gallardo, lleva ya más de 3 años prisionero por proponer la creación de un ombusdman militar. Quienes lloriquean en contra de las aspiraciones indígenas a una legislación que reconozca su diferencia, “olvidan” que los militares en México tienen leyes de excepción.

La televisión nacional no tiene espacio para los “niños coladera”, pero en cambio dedica horas enteras y comentarios a la actuación de la policía militarizada en la persecución y ejecución de “delincuentes”. El amarillo pinta los programas con más teleaudiencia. El defeño confirma en la pantalla lo que vive día y noche, la ventaja está en que aquí hay anuncios comerciales y uno siempre puede apagar el televisor. La realidad virtual de los monopolios televisivos promete lo que la realidad confirma: a la creciente delincuencia no se le responde con programas sociales. Armas contra armas, las mejores, las más rápidas y las mejor pagadas son las que ganan. No hay ya sanción social, jurídica o ética, todo se vale y, en medio de la guerra real, el ciudadano ensaya a sobrevivir y apuesta a no ser el protagonista del siguiente programa de nota roja.

¿Qué mejor síntesis de lo que esta ciudad representa que la instantánea de una tanqueta militar rodando sobre una alcantarilla? Bajo ellas, bajo esa tanqueta y esa alcantarilla, niños y jóvenes se drogan y sueñan que pueden vivir arriba…

Pero no. Arriba todo se compra y se vende. Quien nada compra y nada vende, nada es. A golpes de mano y de dinero se pelea un lugar en la calle. La lucha por la sobrevivencia es eso, una lucha. Para asegurarse que esa lucha sea a muerte es que la policía y ejército se hacen una sola fuerza y sintetizan y potencian sus desventajas. La policía aporta corrupción y complicidad criminal, el ejército suma intolerancia y prepotencia. Los “enemigos” contra los que se lanza esta máquina represiva son perfectamente identificables: niños de la calle, jóvenes desempleados, vendedores ambulantes, pequeños comerciantes, colonos pobres, mujeres indefensas, homosexuales y lesbianas, maestros disidentes, estudiantes rechazados, indígenas, en fin, todos los improductivos. La identificación con fotografía no basta ya para salvarse de sus garras, ahora se necesita, lo menos, una tarjeta de crédito. Mujeres, niños y jóvenes urbanos comparten pesadillas que parecían exclusivas de los indígenas mexicanos. La exclusión y la intolerancia que enfrentan son un puente con las comunidades indias de México. Su rebelión y su esperanza también lo serán.

Con los problemas de toda la Nación encima, la Ciudad de México se administra como el país entero: con represión e improvisando. No hay estrategias de mediano o largo alcance para resolver sus problemas, se parcha y se maquilla para agradar al televidente. Después de todo, el Distrito Federal es también una mercancía… invendible si no se le enmascara adecuadamente. La política neoliberal encuentra aquí su paradigma más definitivo: destruir para prevalecer. Este desordenado y caótico espacio urbano es el mejor libro sobre el neoliberalismo. Basta recorrer sus calles para entender que se está perpetrando un crimen contra la humanidad.

La ciudad vive un presente vertiginoso, no hay respiro para reflexionar el pasado, no hay aliento para imaginar el futuro. Todo se repite peor y más grande, la calamidad se vuelve cotidiana. La única sorpresa es descubrir, cada mañana, que la ciudad sigue ahí, ofreciéndose a quien quiera comprarla.

Esta es la capital mexicana. Un megamercado. Todo en venta. Hasta las propuestas políticas. Para comprar una, habrá que responder a la…

SEGUNDA PREGUNTA SEGUNDA:
¿QUE COLOR DE DEMOCRACIA LE GUSTA?

“–¿Quién te mete a ti en esto, Sancho? –dijo Don Quijote.
–¿Quién, señor? –respondió Sancho –. Yo me meto, que puedo meterme,
como escudero que ha aprendido los términos de la cortesía en la escuela de vuesa merced,
que es el más cortés y bien criado caballero que hayen toda la cortesanía;
y en estas cosas, según he oído decir a vuesa merced, tanto se pierde por carta de más
como por carta de menos; y al buen entendedor, pocas palabras.”

Parte II. Cap. XXXVII.

La política como mercancía: todas son caras

Alguien ha tenido la ocurrencia de hacer una encuesta mezclando nombres de conocidos políticos de derecha, centro y de izquierda. Entre los nombres de los probables aspirantes a la gubernatura de la Ciudad de México, cuela el nombre de un inexistente: Juan Pérez. Los ciudadanos consultados no dudan, el improbable “Juan Pérez” tiene el más alto índice de preferencia para ser gobierno, ninguno de los conocidos es esperanza de cambio o de mejora.

Sin embargo, la democracia de las encuestas consuela a los partidos políticos con registro y a quienes aspiran a obtenerlo. Los porcentajes de preferencias son índices de ventas y los mercados son susceptibles de ser conquistados. Como empresas en expansión que usan la promoción y venta de puerta en puerta para colocar sus productos “en la preferencia del público”, los partidos políticos hacen lo mismo y sus militantes se dedican a recorrer casa por casa para obtener, no una alternativa de país, sino un voto más que se pueda canjear por cuotas de Poder en lo más alto.

El agotamiento del sistema de partidos no parece ser percibido por las direcciones políticas. Unos y otros apuestan a que su producto tendrá aceptación en el reducido mercado electoral. Los ciudadanos no son vistos como personas políticas sino como clientes potenciales o seguros. El sistema político mexicano crea, periódicamente, un poder adquisitivo. Acorde con el modelo neoliberal, el ciudadano existe mientras mantiene su poder de compra “política”. El voto, individual o corporativo, es la moneda fugaz que se pelean los mercaderes partidarios. Pero el tianguis sólo dura un día. Previo a ese día, las campañas publicitarias, grandes, medianas y chicas, se despliegan para obtener ese voto, para hacerlo número y capital en la bolsa de los partidos políticos.

Pocas novedades en cambios profundos han traído los recientes tianguis en provincia; el abstencionismo sigue siendo la mercancía con mayor número de clientes. Pero la crisis en la demanda no contrae la oferta, se reajusta el mercado para que el Poder se pelee y se reparta entre los políticos profesionales. La ciudadanía ha sido excluida explícitamente de la política. Después de todo, el comercio es para profesionales y no para aficionados.

Ahora se acercan dos grandes ventas de ocasión:

La una es federal y recompone el Congreso de la Unión. Poco o nada importan las leyes que se lleven adelante, que se modifiquen o se eliminen. Todos los mercaderes están de acuerdo en que es sólo un aperitivo para la venta mayor, la grande, el 2000 como el mercado soñado. Falta fabricar la mercancía que mejor compita.

La otra es local y reconoce el derecho de los capitalinos a elegir a su gobernante. Los candidatos son aquí las mercancías, poco o nada importan sus programas de gobierno, sus propuestas de solución a los problemas de una ciudad que crece destruyendo y destruyéndose.

En el mercado político las ofertas se reiteran y banalizan. Los proyectos políticos e ideológicos, los programas de lucha, las plataformas electorales, los candidatos, todos los principios se subordinan a las leyes del mercado electoral. Curiosa economía política en donde la demanda electoral está a la baja y los clientes escasean, mientras que la oferta raya los límites de una venta de garage.

Mientras la derecha afirma su identidad, la vocación de indefinición y el mínimo riesgo atiborran un centro político que desdibuja intenciones y vocaciones. Una izquierda pone como máxima meta la cantidad de votos y, para obtenerla, se debate entre abrazar la tibieza del centro o hermanarse con la derecha.

Estos “empresarios” de la política olvidan que la democracia electoral está en su peor crisis de los últimos años. La crisis del sistema de partidos en México invade ya al sistema político en su conjunto y, resignados ya a conquistar a una mayoría cada vez más escéptica de la política moderna, los partidos políticos se pelean el magro botín de un voto que, razonado, se resiste a la especulación y demanda verdades a un mundo, el del sistema político mexicano, que hace de la mentira su único sostén.

Pero este mercado “vive” y crece. El sistema político mexicano recibe golpes por todos lados y se alimenta de ellos. Su quehacer deglute hasta a algunos de sus opositores institucionales. Ex-críticos y ex-rebeldes arrepentidos se acomodan para prevalecer. Las convicciones y los principios se mudan como empaques viejos y pasados de moda. Los colores cambian y el Poder, el detentarlo, se vuelve meta y obsesión.

“El estómago más sano del continente”, así define la mar esta maravillosa capacidad digestiva del sistema político mexicano. Lo que no es digerido es vomitado y, de crisis en crisis, el sistema de partido de Estado sobrevive a sus propios excesos y a las apocalípticas profecías que prometen su muerte.

Pero ahora, el sistema político mexicano presenta una novedad. No es ésta la pugna interna de los grupos de Poder o la lucha entre intereses que, finalmente, se adecuan.

Lo nuevo está en que la única manera de “modernizar” la política como lo exige el neoliberalismo es destruyendo a la clase política que lo hizo posible en México. Los políticos-políticos no sólo ya no son necesarios, ahora son un estorbo y hay que deshacerse de ellos. Los políticos-tecnócratas, esta forma elegante de llamar a los profesionales de la mercadotecnia que detentan puestos gubernamentales, deben destruir el sistema que los llevó al Poder. No hay otra forma de sobrevivir, “modernizar” es destruir para prevalecer.

Claro que este proceso de “modernización” de la clase política mexicana encuentra resistencias, fuertes resistencias. Algunas veces llegan hasta el magnicidio. Las imágenes de Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu, asesinados, testimonian el método y la meta de la nueva clase política en el Poder. Hay quienes sólo leen una crisis mortal para el sistema de partido de Estado en estos crímenes, pero, casi tres años después, el muerto goza de buena salud. Faltan todavía algunas cosas para consumar el entierro.

Sin embargo, construir una alternativa a este cadáver rozagante no sólo es una tarea grande, es también algo que no brilla en las encuestas de opinión. No hay en México un programa nacional de lucha, consensado, que vaya más allá de la crítica a lo evidente; el sistema de partido de Estado apesta. La alternativa política, social, económica y cultural está por hacerse.

Pero lo urgente no deja tiempo para lo importante, y ya vienen las elecciones. Y es aquí donde las propuestas políticas se diluyen en las opciones electorales. La diferencia entre los partidos políticos no se marca en sus principios y programas, sino en la cantidad de Poder que detentan. ¿En dónde está la diferencia entre el PRI, el PAN, el PRD y el PT? La lógica de venta electoral responde: en el número de alcaldías, gubernaturas, lugares en el parlamento, puestos en el gabinete. Organizaciones políticas y ciudadanas suman, restan, multiplican, dividen. En la política coyuntural los números mandan y las concepciones ideológicas diferentes lo son por la cantidad que contienen, no por la calidad de lo que pretenden.

Pero aún así, cuando menos hay que pretender que algo diferente se está ofreciendo. Y entonces el espectro político se responde a sí mismo…

La derecha sueña con que una buena administración y una moral austera permitirán mantener el rumbo. Así llaman a este doloroso y continuo tropezarse y dar tumbos agónicos. La derecha no ofrece una alternativa política, ofrece un cambio en la gerencia política. Su sueño de volver al pasado de orden y progreso implica mano dura en la política, en la economía, y en la conciencia. La derecha se cree con posibilidades, supone tener a su favor un proyecto definido y el desprestigio de un partido en el Poder que se deshace de la poca inteligencia que le quedaba y se llena de mediocridades. “Los clientes de la competencia pasarán a este lado” dicen y se dicen, y afinan sus mercancías, las embellecen mientras esconden el terror guarda-conciencias de una moralina que, el consumidor no lo sabe, viene incluida con este producto que “será del agrado de usted”.

El centro apuesta a que su inexistencia pueda ser negada por el pavor a los extremos. El tránsito a ningún lado, pero eso sí, sin dolor ni cambios bruscos. El centro sabe que su posibilidad es tan breve como las coyunturas electorales. No apuesta a constituirse como referente de uno u otro extremo, sino a conseguir, con la alquimia de su ser y de su estar en medio, un lugar en donde sea. La tibieza no perdura, o se calienta o se enfría.

La izquierda, ¡qué novedad!, está dividida.

Una parte de ella padece amnesia súbita y se reacomoda. Pero no para construir la alternativa. La lógica de su acomodo es la lógica del mercado. Hay que aliarse con quien garantice mejores ventas, con quien ofrezca mejores mercados. ¿Qué importan los ideales? Lo que importa es ganar el primer lugar en ventas. Eso, vender. Aunque el producto tenga que parecerse en mucho o en todo al de los competidores.

Un momento, ¿qué es esto? ¿Otra crítica a la izquierda partidaria? ¿A la vía electoral? ¿A ambas? No, no solamente.

La izquierda partidaria ha obtenido no pocos ni pequeños logros en la lucha electoral. A su quehacer político, no sólo electoral pero también electoral, se le debe la apertura de nuevos espacios y puentes solidarios entre luchas de otro modo dispersas y solitarias. La historia de la izquierda partidaria está llena de heroísmo, abundan las cárceles y las tumbas, pero también hay triunfos legítimos, autenticidad de banderas y vida consecuente.

Gente grande, deveras grande se encuentra y lucha dentro de todo el espectro en que, a su vez, se divide la izquierda mexicana. Dentro de cualquier parte, estos hombres y mujeres son parte de esa otra izquierda que lucha siempre, con o sin elecciones, en ellas o a pesar de ellas.

Esa otra parte de la izquierda reacomoda su memoria y se ajusta cuentas. Sabe que, si hay alternativa mejor a esta pesadilla, saldrá de sus pasos. Reconoce que el tratar de imponer la hegemonía es también parte de la lógica mercantil. El reconocimiento de las diferencias, de la riqueza de luchas distintas, no es para competir o para apropiarse de ellas, sino para multiplicar sumando.

Romper con la lógica mercantil en el proceso electoral no es romper con una vía de lucha, es buscarle y proponerle otro sentido a esa oportunidad de encuentro entre políticos y ciudadanos, entre propuestas y problemas, entre sueños y pesadillas. ¿Es posible convertir el grotesco intercambio comercial entre candidato y posible votante, en un desafío que los una frente al sistema que deforma a ambos, que se transforme en opción y alternativa, en camino y paso nuevos para todos? ¿Para TODOS?

Si es, este desafío será producto de esta izquierda. Ella puede repensarse en todo sentido y volver entonces el rostro hacia abajo. Por ejemplo, hacia esa…

TERCERA PREGUNTA TERCERA:
¿POR QUE SE DESVISTEN ESOS DESNUDOS?

“– Esas no comerá el señor Gobernador en tanto que yo tuviere vida.
–Pues ¿por qué? –dijo Sancho.
Y el médico respondió:
–Porque nuestro maestro Hipócrates, norte y luz de la Medicina, en un aforismo suyo dice:
Omnis saturatio mala, perdicis autem pessima.
Quiere decir: “Toda hartazga es mala, pero la de las perdices, malísima”.
–Si eso es así –dijo Sancho –, vea el señor Doctor de cuántos manjares hay
en esta mesa cuál me hará más provecho y cuál menos daño,
y déjeme comer dél sin que me la apalee, porque, por vida del Gobernador,
y así me le deje gozar, que me muero de hambre,
y el negarme la comida, aunque le pese al señor Doctor y él más me diga,
antes será quitarme la vida que aumentármela.”

Parte II. Cap. XLVII.

En un sistema de porquería, la limpieza está desocupada

En el siempre doloroso sureste mexicano, en Tabasco, un delincuente se ha hecho de la gubernatura a fuerza de crímenes y de dinero: Roberto Madrazo Pintado. Una y otra vez su culpabilidad ha sido exhibida y demostrada. El sistema jurídico mexicano alarga tiempo y acorta vistas para no tocar a los intocables. No es un delincuente el que sería juzgado y condenado, es el sistema político en su conjunto.

Hoy dos imágenes de Tabasco en el DF demuestran al mundo lo que es el México “moderno”.

Una es la imagen de los desnudos de los trabajadores de limpia de Tabasco frente a los legisladores federales. De espaldas y de frente, estos hombres se despojan de toda la ropa para afirmar lo único que los cubre. No tienen ya nada, más que la dignidad.

Quitándose la ropa, ellos desnudaron la mentira de un país que se vende como próspero y en paz. Mostrándose, ellos mostraron que el autoritarismo local sostiene y se sostiene en el Poder federal. Los traficantes de engaños se escandalizan frente a varones desnudos y bostezan con aburrimiento frente a las pruebas que exhiben a un gobernador llegado al Poder por la ruta del crimen.

Un campana “electoral” para un gobierno estatal, que es más cara que la campaña electoral para la presidencia del país más poderoso de la tierra, deja mudos a los funcionarios judiciales. No sólo porque son cómplices, también porque la corrupción es tan común en los que gobiernan que su exhibición no representa escándalo o novedad. En lugar de justicia, legisladores de los 4 partidos prodigan indignaciones y aspavientos por la afrenta al “sacrosanto” recinto legislativo. Pocos son los que los apoyan y comprenden. Los medios de comunicación se divierten con el espectáculo y, con buen humor, subrayan que ésta es una prueba más de que vivimos “en una democracia”.

La otra imagen es la de los trabajadores, tabasqueños también, en huelga de hambre y aferrados a la vida y a la esperanza por su lado más filoso; el de la resistencia digna. Jorge Luis Magaña Alamilla y Venancio Jiménez Martínez son dos trabajadores de limpia de Tabasco. Ahora se acercan a los 100 días de no probar alimentos. Sus demandas sencillas de justicia se pintan de dramatismo por la decisión tomada. Cerca del estado de coma, sólo alcanzan a balbucear: “no nos rendimos”.

Ellos dicen “éstos somos, así adelantamos el futuro que para nosotros y nuestras familias nos ofrecen los poderosos”. Y en su imagen se repite la de muchos mexicanos. “Ni para comer, ni para vestir” nos dice su lucha y nos repiten las imágenes que, dirá el señor Zedillo, son “estereotipos de los que hablan mal de México”.

Mire usted ahora la foto de los desnudos en “la más alta tribuna de la república”, volteé ahora a mirar la postración de Jorge Luis y de Venancio, piense que éste es el mejor y más verdadero informe de gobierno que se haya dado en los últimos sexenios. “Este es el estado del país: trabajadores desnudos y gobiernos corruptos, trabajadores agonizantes y delincuentes impunes”, dice el informe de gobierno que el pueblo devuelve al gobierno.

En la madrugada del 19 de enero de 1997, el gobierno desaloja con la fuerza policiaca a los trabajadores de limpia de Tabasco. Tomados prisioneros, 3 de los huelguistas de hambre, son secuestrados y “atendidos” a la fuerza en un hospital. El boletín de la Secretaría de Gobernación rebosa soberbia y cinismo: el desalojo es para atender “la demanda de la sociedad” y por razones “humanitarias”. El gobierno vuelve a cerrar un camino de resistencia civil y pacífica. Si estos recursos de lucha no resultan, ¿qué harán los mexicanos que no vean cumplidas sus justas demandas? En la Secretaría de Gobernación, el corrector de estilo y neopolicía, Emilio Chuayffet, sonríe y olvida que la intolerancia y la prepotencia se pagan. Un ex-presidente serviría para recordarlo, pero la memoria no es virtud del equipo de Zedillo.

El trato recibido por los trabajadores tabasqueños es el mismo que reciben los indígenas zapatistas rebeldes. Pero no es éste el único lazo, el hambre y la desnudez tienden puentes entre trabajadores e indígenas, y la dignidad los convierte en uno. Sin ropa y hambrienta, la esperanza dibuja el mañana.

¿Y el gobierno federal? Ssshh. No interrumpa usted. El está tratando de responder a esa…

CUARTA PREGUNTA CUARTA:
¿CUANTO CUESTA ESE PAIS CON TODO INCLUIDO?

“–Decídme, Sancho –preguntó el Duque –: ¿vistes allá entre esas cabras algún cabrón?
–No, señor –respondió Sancho – pero oí decir que ninguno pasaba de los cuernos de la luna”

Parte II. Cap. XLI.

El vendedor más grande del mundo

Og Mandino, autor de célebres libros (por sus ventas), ha muerto. Pero en cambio, vive y gobierna México uno de sus más fieles lectores: Ernesto Zedillo Ponce de León. Aquel a quien todos dudan en llamar “el presidente”, no duda en cumplir con su misión de mercadotecnia. Buen vendedor y buen cliente, Zedillo es aplaudido en círculos financieros de Norteamérica. Acaba de liquidar un préstamo del gobierno norteamericano.

$5,000 millones de dólares ($3,500 al Departamento del Tesoro norteamericano y $1,500 para el Fondo Monetario Internacional), “liberan” la factura de las exportaciones petroleras mexicanas y convierten la pesadilla microeconómica en fugaz éxito macroeconómico.

La resaca del préstamo norteamericano es miseria y desempleo para millones de mexicanos. Además de que se permitió usar como garantía el 80 por ciento de los ingresos petroleros, se contrató con una fuerte sobretasa de interés. Pero eso no es todo, el verdadero “pago” del préstamo fue la aplicación de severas políticas económicas de ajuste recesivo, acordadas con el FMI. Resultado: un millón de trabajadores despedidos en 1995, millones de familias empobrecidas, y miles de empresas hundidas en la insolvencia.

Este es el futuro de la macroeconomía que hoy es bandera de éxito del gobierno de Zedillo: en 1997 el PIB será 4.9 por ciento menor al de 1994, el salario mínimo 21.5 por ciento inferior, la economía interior que involucra al 90 por ciento de los mexicanos (agricultura, industria y servicios nacionales) será, referida per cápita, 19.6 por ciento menor a la de hace tres años. (José Luis Calva, El Universal, 17 de enero 1997).

Las cúpulas empresariales aplauden el pago, pero la “liberación” de las facturas petroleras es eso, una liberación que las vuelve a poner en el mercado para renegociarlas. La soberanía nacional sobre el petróleo no se ha recuperado, busca ahora un nuevo cliente y un mejor precio. En el mercado neoliberal la prostitución de la riqueza tiene algunas ventajas a su venta total. Por ejemplo, permiten al gobierno federal llegar a las próximas elecciones con el apoyo de los que mandan realmente, es decir, los financieros norteamericanos.

En el entretanto, Bill Clinton anuncia que vendrá a México en marzo de este año, el gobierno norteamericano advierte que tomará severas medidas antiinmigrantes, y llegan más helicópteros militares que, lo confirma en junio de 1996 la Oficina General Contable del Congreso de USA, son usados contra la guerrilla zapatista y no contra el narcotráfico.

Nadie menciona que el gobierno ha endeudado más al país para cumplir con este pago al Departamento del Tesoro de Estados Unidos. Algunos murmuran que hubo que pagar porque no era préstamo, sino la recompensa por la cabeza de los zapatistas. Como el EZLN sigue con la cabeza sobre los hombros, ni modos, a devolver la recompensa.

La miseria que se sienta a la mesa de millones de mexicanos no cuenta para Zedillo. Las críticas a su autoritarismo es, para él, sólo incomprensión popular a su gran visión de hombre de Estado. Cualquier referencia a la crisis económica que padece el ciudadano mexicano común y corriente, es vista por el seguidor de Og Mandino como muestra de autodenigración. Cualquier señalamiento sobre la falta de democracia en la vida política de México es reiteración de una vocación pesimista.

En la primera semana de enero de 1997, Zedillo regaña a… “algunos mexicanos que han tomado como modus vivendi el reproducir, el generar, el alimentar una mala imagen de México en el extranjero”. Y sigue arremetiendo en contra de “algunas voces minoritarias que no reconocen el esfuerzo popular con que México está saliendo adelante. Se trata de voces pesimistas que quieren hacernos creer que estamos sumidos en el abismo; que buscan fomentar la autodenigración y la desesperanza. Se trata de voces cuyo único eco es la desconfianza”.

Este vendedor suple la falta de cariño y respeto de parte de quienes dice gobernar, con las caricias engañosas del jinete rubio que habrá de montarlo… o de desecharlo cuando ya no lo necesite. La cúpula empresarial mexicana lo alaba, sí, pero más por ceguera y desmemoria que por entendimiento o convicción.

Pero los aplausos que recibe en los centros financieros se convierten, para Zedillo, en muestras de reclamo e indignación en las comunidades indígenas de México. El vendedor más grande del mundo ha escogido cumplir con quienes liquidan al país, e incumplir con quienes lo fundaron. Horas antes de pagar millones de dólares al gobierno de EU Zedillo ha formalizado el incumplimiento de los acuerdos que firmó su gobierno, en San Andrés Sacamch’en de Los Pobres, con las comunidades indígenas de México.

Mientras suenan las palmas de los financieros extranjeros, el aplauso tonto de los empresarios mexicanos y los “regaños” virtuales del señor Zedillo, el eco de un “NO” venido desde las montañas del sureste mexicano inquieta el éxito del gerente de ventas de México Sociedad Anónima de Capital Muy Variable.

Tan variable como la “tranquilidad” que se vive en los estados del sur mexicano. Ahí se puede responder la…

QUINTA PREGUNTA QUINTA:
¿COMO SE MUEREN ESTAS VIDAS?

“–¿Por qué huías, hombre?–-preguntó Sancho.
A lo que el mozo respondió:
–Señor, por excusar de responder a las muchas preguntas que las justicias hacen.
–¿Qué oficio tienes?
–Tejedor.
–Y ¿qué tejes?
–Hierros de lanzas, con licencia buena de vuesa merced.
–¿Graciosico me sois? ¿De chocarrero os picáis? ¡Está bien! Y ¿adónde ibades ahora?
–Señor, a tomar el aire.
–Y ¿dónde se toma el aire en esta ínsula?
–A donde sopla.”

Parte II. Cap. XLIX.

La vida como delito

Guerrero y Oaxaca tienen varias cosas en común. Algunas de ellas: ambos son estados sureños de la federación mexicana; los dos tienen alto porcentaje de población indígena; los dos son parte de la región más pobre de México; en los dos el turismo enriquece a los poderosos y empobrece a los campesinos; en los dos reinan caciques y reyezuelos; en los dos hay guerrillas; en los dos el ejército federal manda y gobierna; en los dos la vida es un delito… para los pobres; en los dos estados son muchos los “mal nacidos”.

En tierra zapoteca, en Oaxaca, Ernesto Zedillo Ponce de León, el veloz y cumplidor deudor del rubio gobierno norteamericano, sentencia a los morenos y empobrecidos indígenas: “No hay ningún mexicano bien nacido que crea que los problemas se pueden resolver con violencia”. Miles de soldados y policías, tanques de guerra, helicópteros artillados, cañones y morteros están ahí para dar a Zedillo el argumento que la historia le niega y para asegurarse de eliminar a los mal nacidos.

Con la violencia institucional, es decir, con el ejército y la policía, es como el gobierno mexicano pretende resolver la miseria extrema de la que, paradoja recurrente en América Latina, se nutren las guerrillas.

Esta es la Sierra Sur de Oaxaca, en esta región miles de indígenas emigran a EU en busca de trabajo y de destino. Con ellos van sus dos fuerzas principales: su fuerza de trabajo y su historia. La tierra no la pueden llevar, pero cargan consigo su sangre que, saben los que saben, es otra forma de llamar a la tierra.

En esta zona, considerada por el gobierno como una de las de mayor influencia del Ejército Popular Revolucionario, fue detenido y desaparecido el combatiente eperrista Rafael. La organización armada ha denunciado la guerra sucia que enfrenta, además de la recurrente represión a maestros y dirigentes populares. Todo lo que es moreno y bajito es sospechoso y sujeto a investigación. Y como aquí todos son bajitos y morenos, pues todos están bajo investigación policiaca. Aquí el delito es vivir.

En el vecino estado de Guerrero la historia se repite, en los últimos días abundan las incursiones militares en las comunidades de La Montaña y la Costa Chica. Hay retenes militares, cercos y detenciones arbitrarias en los municipios de Alcozauca, Cuautepec, Tlacoachistlahuaca, Ahuacuotzingo, Copanatoyac y Olinalá, todos en Guerrero.

Y mientras el gobernador interino y la Secretaría de Turismo se enorgullecen de que, pese a disturbios atmosféricos, telúricos y sociales, los turistas siguen fluyendo, con sus dólares en la mano, a las tierras guerrerenses, las vías pacíficas y civiles de lucha se van angostando para indígenas, campesinos, maestros, estudiantes, colonos, trabajadores. Aquí el gobierno y la iniciativa privada se precian de ser los principales promotores de “la industria sin chimeneas”: el turismo. También son, y el pueblo de Guerrero lo sabe y sufre, los principales promotores de la violencia.

Oaxaca y Guerrero. Sangre india nutre los suelos de estos dos estados del sur de México. En estas montañas, los miembros de las mejores organizaciones indígenas del país han dado ejemplos brillantes de lucha civil y pacífica, su resistencia y heroísmo es ya leyenda, su sabiduría para gobernar y gobernarse es libro en la historia que no aparece en el índice general de precios de la Bolsa de Valores.

Sin más armas que las palabras y las enseñanzas de su propia historia, los pueblos indios que ya habitaban estas tierras mucho antes de que fueran llamadas “Guerrero” y “Oaxaca”, resisten la violenta noche que les ofrecen e imponen los poderosos y violentos que se dicen “bien nacidos” y “gobernantes”. “Los verdaderos bien nacidos son los que la tierra ha parido para que la cuiden y la hagan de modo que quepan los todos que viven y hablan lo que piensan”, dicen los sabedores que viven estas montañas.

“En estas tierras –dice Adelfo viendo dentro– más que la vida, lo que es delito es la inteligencia”. A falta de ella, el gobierno prodiga cuarteles militares y tanques de guerra.

Pero por momentos, entre tanto militar y policía, entre tanta profesión de vela por la “seguridad interna”, entre tanta declaración de gobernabilidad simulada, sigue pendiente la…

SEXTA PREGUNTA SEXTA:
¿QUIEN VIVIO ESA MUERTE?


“– ¡Jesús! ¿Qué es lo que veo?
Y con el sobresalto se le cayó la vela de las manos; y viéndose a oscuras,
volvió las espaldas para irse, y con el miedo tropezó en sus faldas
y dio consigo una gran caída. Don Quijote, temeroso, comenzó a decir:
– Conjúrote, fantasma o lo que eres, que me digas quién eres,
y que me digas qué es lo que de mí quieres. Si eres alma en pena, dímelo;
que yo haré por ti todo cuanto mis fuerzas alcanzaren, porque soy católico cristiano
y amigo de hacer el bien a todo el mundo; que para esto tomé la orden
de la caballería andante que profeso, cuyo ejercicio aun hasta hacer bien
a las ánimas de purgatorio se extiende”.

Parte II, Cap. XLVIII.

El quehacer político como crimen de Estado

En octubre de 1996, una gran mujer de pequeña estatura, enferma y digna, sale de la selva Lacandona para llevar la voz de los indígenas rebeldes del EZLN hasta el corazón de la Ciudad de México. El supremo gobierno ha hecho todo por detenerla. Amenazó, pataleó, prometió, chilló, dijo y contradijo. Amontonó tanquetas, aviones militares y helicópteros artillados frente a ella. Fue inútil, con un ramo de flores de papel en una mano y una bandera nacional en la otra, la Comandanta Ramona, del CCRI-CG del EZLN, sale de la realidad chiapaneca para dirigirse a la realidad del Distrito Federal. Desesperado, el Poder recurre a la magia negra y encuentra, dentro de su historia criminal escondida, una calavera…

El mismo día que la Comandanta zapatista parte rumbo a la capital mexicana, los medios de comunicación se atropellan para dar al país una noticia; en uno de los ranchos de Raúl Salinas de Gortari se encontró el cráneo de, dijo la PGR, Muñoz Rocha, supuesto autor intelectual del asesinato de Francisco Ruiz Massieu. El “descubrimiento” revela también los “científicos” métodos utilizados por el llamado “fiscal especial”: una “vidente” señala el lugar donde se encuentra el cadáver de Muñoz Rocha, se dice que asesinado de un golpe de bat beisbolero por Raúl Salinas de Gortari. El revuelo causado por el hallazgo de la calavera logra mandar, en las noticias nacionales, a segunda o tercera categoría el desafío de la pequeña Ramona.

Pero este cráneo traerá algo más que respiro para un gobierno derrotado por un pequeña mujer indígena, comandanta del EZLN. Pronto, la enmudecida osamenta pone al día el tema que marcó el fin de todo el sexenio de Carlos Salinas de Gortari y llevó a la presidencia a Ernesto Zedillo: los crímenes de Estado. Durante todo el periodo gubernamental de Salinas de Gortari (periodo que se alarga hasta nuestros días), el crimen fue práctica política constante. Los casos del cardenal Posadas, Luis Donaldo Colosio y Francisco Ruiz Massieu fueron los más sonados pero no los únicos.

Estos asesinatos, junto a los de cientos de luchadores sociales, no sólo tienen en común el tener un “asesino solitario”, el Estado mexicano. También los une el que todos están sin esclarecer y los responsables siguen impunes. Suena lógico, los investiga el mismo Poder que los mandó liquidar.

Es convicción generalizada que el autor o autores de estos crímenes está en el grupo político en el Poder. La ausencia de pruebas concluyentes no supone inocencia de los sospechosos (la familia Salinas y Córdoba Montoya), sino complicidad del aparato judicial. Quienes fueron capaces de traicionar a un país entero, bien pueden hacerlo con los que se suponen más cercanos.

Inútil ya para distraer a la opinión pública, y peligrosa en su silencio acusatorio, la supuesta calavera de Muñoz Rocha regresa al anonimato. En días recientes, y previo cambio de Procurador General de la República, se “descubre” que el cráneo no es de Muñoz Rocha. A la prensa deja de interesarle el investigar las respuestas a las preguntas que hace el esqueleto antes de ser desechado: ¿Quién fui? ¿Qué hacia en El Encanto? ¿Quién me mató? ¿Por qué? ¿Cuándo? ¿Dónde? ¿Cómo me mataron? ¿Cuánto costó mi muerte? La gran pregunta, ¿quién vivió esa muerte?, es sepultada en los archivos del poder judicial en México.

La tendencia salinista de construir realidades virtuales se reitera, ahora con la ayuda de uno de sus beneficiados: el empresario Salinas Pliego. La autodenominada “Televisión Azteca” desarrolla una gran campaña para conmover a la opinión pública con la “horrible” situación en la que vive preso el señor Raúl Salinas de Gortari. El dueño de Tv Azteca no sólo defiende a un cómplice y socio, también hace apología de una forma de hacer política, ésa que se sostiene en el crimen y se hermana con su moderno promotor: el narcotráfico.

El narcotráfico y el Estado mexicano se encuentran cada vez más enlazados. La violencia institucional en manos del gobierno no se enfrenta a la violencia del narco, se alía a ella y en ella se complementa. La justicia mexicana es asombrosamente rápida y eficaz cuando se trata de juzgar, y dejar libres, a narcotraficantes (como en el caso de Héctor Luis Palma Salazar, el Güero Palma). La policía no sólo no persigue al poder de la droga, además se la protege y ayuda. Fervientemente “religiosa”, la policía mexicana encubre al Señor de los cielos, más conocido como Amado Carrillo.

Del narcotráfico, el sistema político mexicano no sólo recibe recursos. También, y sobre todo, adquiere formas de hacer política, métodos de “eliminar al adversario o al incómodo”. Así, crimen y corrupción se convierten en eslabón vital entre gobierno y narcotráfico. La administración de justicia pasa, de ser una caricatura, a convertirse en una red protectora. No sólo para esconder a quienes habitan este maridaje criminal, también para proteger la caída de quienes resbalen.

Frente al cráneo, ahora anónimo, el sistema mexicano reflexiona sobre lo perdurable del Poder y la estabilidad de quien lo detenta. Se pospone así la respuesta a la pregunta que todos repiten para todos, y para sí mismos, la…

SEPTIMA PREGUNTA SEPTIMA:
¿CUANDO TERMINA?

“–¡Armese luego vueseñoría, si no quiere perderse y que toda esta ínsula se pierda!
–¿Qué me tengo de armar –respondió Sancho –, ni qué sé yo de armas ni de socorros?
Estas cosas mejor será dejarlas para mi amo Don Quijote, que en dos pataletas las despachará
y pondrá en cobro; que yo, pecador fui de Dios, no se me entiende nada destas priesas.
–¡Ah señor Gobernador! –dijo otro –. ¿Qué relente es ese?
Armese vuesa merced: que aquí le traemos armas ofensivas y defensivas,
y salga a esa plaza, y sea nuestra guía y nuestro capitán,
pues de derecho le toca el serlo, siendo nuestro gobernador.
–Armeme norabuena –replicó Sancho.”

Parte II. Cap. LIII.

La historia es muy sencilla y, desgraciadamente, recurrente en la historia mexicana: el gobierno federal de México se vio obligado a negociar una salida política con los indígenas rebeldes del EZLN. Fracasado el operativo policiaco-militar de febrero de 1995, el gobierno apostó a una negociación de largo plazo que le permitiera recomponerse. Esperar un momento propicio y construir argumentos creíbles para un golpe militar rápido y definitivo, éste sigue siendo el objetivo.

De entre las nutridas filas de sus mediocres, el gobierno elige a un grupo que lo represente en las pláticas de paz. Como todos los mediocres, éstos se saben muuuy inteligentes y diseñan la estrategia de “achicamiento” que consiste, grosso modo, en demostrar que esa guerrilla sólo tiene fuerza en una parte de cuatro municipios del suroriental estado mexicano de Chiapas. Conseguido esto, sigue exigir a la guerrilla la rendición incondicional.

El “éxito” de esta estrategia se palpa apenas a tres meses de su inicio: los rebeldes convocan a una consulta nacional e internacional y, cercados, perseguidos y “achicados”, logran obtener la opinión razonada de más de un millón de mexicanos y más de 200 mil extranjeros. Los “logros” gubernamentales se suceden vertiginosamente; los rebeldes consiguen imponer un modelo de negociación abierto e incluyente y, en el primer tema sobre Derechos y Cultura Indígena, consiguen la participación de lo mejor y más representativo del movimiento indígena nacional independiente. La mayoría de los dirigentes indígenas y lo mejor de los especialistas en el tema se sienta a la mesa que los zapatistas abren a la Nación. Los delegados gubernamentales consiguen a unos cuantos incautos y reiteran el ridículo, ahora a nivel nacional.

Dirigentes indígenas, especialistas, organizaciones sociales, no gubernamentales, y los zapatistas, logran construir (a pesar del gobierno federal y sus asesores) una propuesta incluyente y respetuosa para redefinir la relación entre los indígenas y la Nación. El acuerdo se firma por representantes del gobierno federal y del EZLN el 16 de febrero de 1996. El verdadero interés de los delegados gubernamentales se revela el mismo día de la firma: la foto ansiada por el Poder y negada por los rebeldes. La firma como espectáculo y no como compromiso.

Once meses después, el acuerdo no sólo no se cumple, sino que pretende ser desconocido por el gobierno federal. En diciembre de 1996, la Comisión de Concordia y Pacificación elabora una propuesta de reforma constitucional que cumpla con lo acordado en San Andrés 10 meses antes. “No se renegocia lo ya acordado”, dicen los legisladores, y la Cocopa advierte al gobierno federal y al EZLN que sólo acepta un “no” o un “sí” a su documento. El EZLN responde “sí”. Unas horas después la Secretaría de Gobernación hace lo mismo, pero se desdice más tarde. El señor Zedillo pide tiempo para dar su respuesta y el 19 de ese último mes de 1996 envía un documento que no sólo responde “no” a la iniciativa de la Cocopa, sino que además propone dar marcha atrás a lo firmado por sus representantes en el diálogo de San Andrés. Los rebeldes zapatistas hacen lo lógico en personas dignas, es decir, mantienen su palabra y su compromiso: el 11 de enero de 1997, el EZLN responde “NO” al incumplimiento gubernamental y ratifica su decisión de aceptar la iniciativa de los legisladores de la Cocopa.

El trabajo de Ernesto Zedillo no es gobernar, sino vender. Y para vender, en esta época moderna, sirven mucho los medios de comunicación electrónica y la prensa escrita. Heredero de la consigna de su antecesor (“Aparenta que gobiernas”), Zedillo usa a los medios para operar la alquimia que necesita: presentar su falta de palabra como “intransigencia de los zapatistas”.

Nada nuevo…

Hace algunos años, en 1509, Fernando V sentaba las bases de lo que sería la conquista de las tierras indias de América: “Luego que se haya hecho la pacificación y sean los naturales reducidos a nuestra obediencia, el adelantado, gobernador o pacificador, reparta los indios entre los pobladores para que los tengan y gocen de sus tributos”.

En 1546, un 16 de enero, Felipe, heredero de la colonia española expidió un decreto que cambiaba las Leyes Nuevas, expedidas por Carlos V el 20 de noviembre de 1542 gracias a la terquedad de fray Bartolomé de Las Casas. Las Leyes Nuevas prohibieron esclavizar a los indios; establecían que no se podía hacerlos trabajar contra su voluntad y sin retribución pecunaria; impedían que nadie los tuviera en encomienda; mandaba que se respetaran o restituyeran las tierras de pueblos y comunidades de indios; y que se respetara la conservación y gobierno de los indios. Pero la encomienda se restituyó el 16 de enero de 1546.

Como a principios del siglo XVI, a finales del siglo XX el Poder reitera su vocación de intolerancia y exclusión. Pero ahora cuenta con los medios de comunicación y con “hablantes” que le den lo que no tiene, es decir, argumentos.

Entre los apologistas del incumplimiento gubernamental hay juristas e intelectuales. Su común denominador, además del alarde de ignorancia sobre el tema y de la mentira argumentada, es el haber disfrutado de los favores de Carlos Salinas de Gortari. El ex cantador de tangos en honor de Salinas, Burgoa Orihuela, y los anexos que lo acompañan, aducen fantasmas y catástrofes si el gobierno federal cumple su palabra y reconoce en la Constitución los derechos y la cultura indígenas. Conocen historia: en 1523 Hernán Cortés alegaba que los españoles no se quedarían en México si se dejaba en libertad a los indios, además agregaba una larga lista de prejuicios económicos y políticos que, advertía como sus pares de finales del siglo XX, sobrevendrían si no se mantenía el sojuzgamiento sobre los indígenas. (Las referencias a hechos históricos del siglo XVI son tomadas de Edmundo Jardón Arzate. El Universal, 17 de enero de 1997).

La ignorancia sobre lo que está en juego no es patrimonio exclusivo de estos señores. Politólogos como Federico Reyes Heroles recomiendan volver a considerar la posibilidad de exterminio militar de los rebeldes zapatistas. El señor Reyes Heroles se pregunta y propone respuesta: “¿Quién diría que incluso la paz, frente a ciertos planteamientos, debe ser puesta en duda? Hace 36 meses cualquiera hubiera apostado que era prioridad nacional el establecimiento de la paz y, por lo tanto, las negociaciones con el EZLN. Sin embargo, durante estos 36 meses hemos visto que, el núcleo del planteamiento zapatista es, en buena medida, irreconciliable con una mínima aceptación de los planteamientos republicanos”. (Reforma, 18 de enero de 1997). Semanas antes, el mismo politólogo escribía exigiendo que aniquilaran a los zapatistas porque siempre serían unos “violentos”. Indignado por el “¡JA!” con el que los zapatistas respondieron a las amenazas del gobierno federal, Don Federico demandaba que los mataran, ¡ah! pero eso sí, con pleno respeto de los derechos humanos.

Tres cosas fundamentales están en juego en la crisis actual del diálogo entre el EZLN y el gobierno federal.

La una es que, sin cumplimiento de acuerdos, el diálogo y la negociación pierden sentido y proyección. Cuando un aspecto esencial es la reinserción de los rebeldes en la vida civil y pacífica, el acuerdo mínimo de respeto a su vida, libertad y bienes se torna en una mentira de consecuencias mortales.

La segunda es que la Nación debe reconocer que está formada por diferentes y que puede sobrevivir y crecer reconociendo esas diferencias. La cuestión indígena es nacional. No sólo porque hay indígenas en todo el territorio mexicano o porque forman parte esencial de la historia de este país. También porque su diferencia aspira a hacerse unidad con los otros que hacen el México de hoy. Reconocer en la máxima ley de la República esta diferencia e incluirla en un proyecto de Nación libre, independiente y soberana, es hacer justicia y posibilitar la defensa de la Patria frente a su liquidación de barata comercial.

La tercera es que en la resolución de esta nueva crisis se juega la disyuntiva de si el camino del diálogo y la negociación es vía válida y eficaz para resolver las demandas de los ciudadanos. La aspiración de cambios pacíficos y civiles se vuelve ceguera tonta si sólo se pierde tiempo en la solución de los problemas fundamentales de la Nación.

No son, pues, sólo la paz o la guerra las que se están jugando en estos momentos.

La una, la paz, será débil y mentirosa si no se construye sobre bases firmes de seriedad en los compromisos y en su cumplimiento, de reconocimiento incluyente de la diferencia, de viabilidad y eficacia en el uso de la razón y el entendimiento.

La otra, la guerra, no sólo desencadenará fuerzas incontrolables, también pospondrá, sin resolver, un estallido que volverá en cualquier momento y en cualquier parte. En América Latina existen ejemplos aleccionadores: en el Perú, el señor Fujimori respondió con una guerra a las demandas sociales y políticas de los grupos armados, supuso entonces que los aniquiló y ahora los ve aparecer de nuevo y en dónde menos lo esperaba.

En México, el gobierno federal debe responder si tiene o no palabra, si va a reconocer la realidad que le da sustento a la Nación, si la razón vale más que la fuerza. Sus respuestas se adelantan ya en las amenazas explícitas e implícitas que prodiga hacia el sureste mexicano. Sin honor, la palabra gubernamental es sólo otra mercancía en venta, pero ahora mucho muy perecedera. La realidad plural y heterogénea se disfraza al gusto con el tosco maquillaje de las tanquetas militares. Para el gobierno no hay alternativa entre la razón o la fuerza, la primera le falta totalmente y, por ello, la segunda define el fiel de la balanza hacia la violencia. El supremo gobierno se prepara para hacer uso de la única mayoría que detenta realmente: la de la fuerza armada.

La Comisión de Concordia y Pacificación, el Poder Legislativo y los Partidos Políticos deberán enfrentar y resolver las cuestiones que, a su tiempo, la historia les promete.

Los mexicanos todos, esa “sociedad civil” que tanto molesta a los acartonados de todo el espectro político, deben responder también: ¿Cuánto puede durar un gobierno sin palabra? ¿Qué rumbo tiene si no reconoce la realidad que vive? ¿A dónde va si la única razón que enarbola es la de la fuerza? ¿Por qué creer en él si no cumple lo que acuerda? ¿Cuándo llegará la historia a pedirle cuentas? ¿Cómo argumentar que la razón y no la fuerza es el camino para ser?

Lo mejor del movimiento indígena nacional e independiente, ése que se encuentra y teje en el Congreso Nacional Indígena Permanente, adelanta ya las respuestas que su digna sangre le dicta y aconseja. Frente a la confusa y atropellada campaña gubernamental de medios en la que, a falta de razones y argumentos, se prodigan mentiras y fantasmas, organizaciones indígenas de todas partes de México hablan y hace suyo lo que les pertenece: el derecho a un lugar digno e incluyente en la Nación.

Lejos de las ocho columnas y de los horarios estelares en radio y televisión, los pueblos indios se hablan y se encuentran, aun por encima de los cercos militares que el gobierno les impone. Una frase resume esta inquietud morena: “Nunca más un México sin nosotros”. La pregunta de “¿Quién habla estas palabras?” tiene respuesta, pero ¿quién las escucha y comprende?

Dicen los más viejos de los viejos sabedores indios, que hay hombres que tienen el corazón muy pequeño y que no cabe ahí la palabra verdadera. Dicen los más grandes sabedores que la tierra castiga a estos de corazón chico dejándolos sordos y ciegos.

Sordos y ciegos andan los máximos gobiernos, por eso gritan tanto y tantas mentiras sus pechos huecos. Por eso pega y mata el del corazón pequeño. Sordo y ciego, el gobierno se alista para pegar y matar a los que no ve ni escucha.

La campaña pre-militar del gobierno ha iniciado ya. El ejército federal satura sus cuarteles de tropa y armamentos, las patrullas militares doblan el número de sus componentes, aviones y helicópteros ensayan una y otra vez el golpe quirúrgico, los Ministerios Públicos se preparan para dar cuenta de detenidos y cadáveres. La orden de ataque está ya en las mesas de los Estados Mayores Divisionales de la llamada “Fuerza de Tarea Arcoíris” del Ejército Federal Mexicano. Llegó acompañada de una promesa presidencial: “esta vez no habrá marcha atrás”…

En los medios de comunicación, los francotiradores de tinta de todas las tendencias se disputan los cheques que fluyen desordenadamente de la Secretaría de Gobernación. Aunque las balas sean pocas, se van a necesitar muchas mentiras para que el mundo digiera el plomo y la impotencia que llevan. Se avecina el tétrico banquete y las ratas de la pluma afilan dientes y cuentas bancarias.

En las montañas del sureste mexicano los rebeldes zapatistas, indígenas en su inmensa mayoría, resisten y esperan respuestas. Tienen de su lado la razón, la historia y la legitimidad. Las fuerzas armadas gubernamentales despliegan su sombra de muerte sobre la dignidad que anima a quienes viven y mueren el “para todos todo, nada para nosotros”, pero entre sus planes no aparece el de rendirse. Saben, como dejaron dicho los dioses primeros que nacieron el mundo, que rendirse es morir de pena, y que luchar por ser es alegría que saca agudo filo a la esperanza.

Por esta vez los zapatistas no responden, sólo preguntan.

Y en esta vez, como en otras antes, los zapatistas, esos “incómodos” y tercos diferentes, saben que no están solos.

Esta es, dicen y se dicen, la hora de los todos que son diferentes… Porque…

ESTA NO ES UNA PREGUNTA, PERO TAMPOCO ES UNA RESPUESTA.

“El último preguntante fue Sancho, y lo que preguntó fue:
–¿Por ventura, cabeza, tendré otro gobierno? ¿Saldré de la estrecheza de escudero?
¿Volveré a ver a mi mujer y a mis hijos?
A lo que le respondieron:
–Gobernarás en tu casa: y si vuelves a ella, verás a tu mujer y a tus hijos;
y, dejando de servir, dejarás de ser escudero.
–¡Bueno, por Dios! –dijo Sancho Panza –.
Esto yo me lo dijera. ¡No dijera más el profeta Pero Grullo!
–Bestia –dijo Don Quijote –, ¿qué quieres que te respondan?
¿No basta que las respuestas que esta cabeza ha dado correspondan a lo que se pregunta?
–Si basta –respondió Sancho –: pero quisiera yo que se declarara más y dijera más.”

Parte II. Cap. LXII.

Quedan, sin embargo, algunas preguntas sin respuestas… todavía. ¿Hasta cuándo puede sostenerse un sistema que se basa en la intolerancia y el desprecio? ¿Hasta dónde está dispuesto a llegar el Poder? ¿Cuántas guerrillas, cuántas protestas, cuántas huelgas de hambre, cuántos escándalos, cuántas muertes más se necesitan para que el Poder que gobierna excluyendo e imponiendo se dé cuenta de que destruye y se destruye? ¿Qué hacer frente a tanto gris sordo y ciego? ¿Por qué no intentar juntar estos colores? ¿Cómo no tratar de caminar ese sueño? Otros vientos empezarán a soplar respuestas… y esperanzas.

Vale. Salud y ¿por qué esa luna parece viva de tan llena?

Es enero (hace frío, llueve y la madrugada se arropa con nubes negras). Es 1997 (Don Fernando cumple 85 años, Adelfo se alivia luchando y ambos miran a los indígenas mexicanos escribir su propia historia). Es México y, aunque usted no lo crea, alguien sonríe…

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Enero de 1997.

P.D. QUE REITERA SU NECEDAD.- “Oyó Sancho las voces, y apretándose con su amo, y ciñéndole con los brazos, le dijo:

– Señor, ¿cómo dicen estos que vamos tan altos si alcanzan acá sus voces y no parece sino que están aquí hablando, junto a nosotros?

– No repares en eso, Sancho; que como estas cosas y estas volaterías van fuera de los cursos ordinarios, de mil leguas verás y oirás lo que quisieres. Y no me aprietes tanto, que me derribas; y en verdad que no sé de qué te turbas ni te espantas; que osaré jurar que en todos los días de mi vida he subido en cabalgadura de paso más llano; no parece sino que no nos movemos de un lugar. Destierro, amigo, el miedo; que, en efecto, la cosa va como ha de ir y el viento llevamos en popa.”

Parte II. Cap. XLI.

 Una mesa arriba y una abajo. La de arriba tiene siete comensales que representan el horror y decadencia del sistema político mexicano: la Hidra (lo que era el sistema de partido de Estado en México) y la Medusa (el Crimen Organizado), acompañadas por personajes de diversos tamaños con un letrero que les define: “Político”, “Pensador”, “Banquero”, “Clérigo” y “Militar”. En la mesa, la traición y el deshonor en la palabra es el común denominador de sus comensales. Decrépita y caduca, está imagen se nos vende diariamente como lo más moderno y nuevo de una “nueva clase política” no es nueva, ni es clase, ni es política.

La mesa de abajo está desordenada y desatendida; hay pocos comensales porque, regados en otros lados, (en la Sociedad Civil, en las ONG, en las Organizaciones Políticas y Político-Militares, etc.), cada quién busca por su lado como saciar su hambre… “La mesa de abajo permanece todavía sin llenarse. Dicen que para sentarse a ella sólo se requiere dignidad y… ¡¿un periscopio?!”

Tres mesas para la cena de fin de siglo

“Mariana, ¿qué es el hombre sin libertad?
¿Sin esa luz armoniosa y fija que se siente por
dentro?
¿Cómo podría quererte no siendo libre, dime?
¿Cómo darte este firme corazón si no es mío?
No temas; ya he burlado a Pedrosa en el campo,
Y así pienso seguir hasta vencer contigo,
que me ofreces tu amor y tu casa y tus dedos.”

Federico García Lorca.

(Llave Quinta.)

La luna es una pastilla mal cortada, arrojada encima de la mesa que la madrugada pone sobre las montañas del sureste mexicano (abajo el río semeja una serpentina plateada, olvidada y rota después de una fiesta).

Apenas unas cuantas estrellas clavan sus punzadas de sal azul en el nocturno mantel que febrero, sucio de nubes y vientos, tiende para cubrir las sombras de cerros y cañadas.

Esta es la mesa para los arrojados de la modernidad. Una larga y oscura sombra, herida de luz por alfileres de cabeza erizada. Una sombra, mesa de sombras, cuyo acceso es selectivo a la inversa: todos los que pueden evitarla lo hacen. Acuden a ella solamente aquellos quienes sólo tienen la memoria por alimento y la dignidad por cuchara y tenedor.

Puestas frente al resplandor de esta luna, las sombras no se disipan o disimulan. Esta luz define más las oscuridades, acentúa negros, propone grises y desvela los pocos blancos que la montaña tiene. El conjunto, en efecto, semeja una mesa.

Una gran y solitaria mesa.

La atribulada mesa de los de abajo.

Pero no es de esta mesa oscura de la que hablaré al principio.

Será al final, al final de este fin de siglo, y ella y sus comensales hablarán por sí mismos.

Pero ahora empezaré hablando de otra mesa. Bueno, más bien de una foto de otra mesa…

¿El lugar? México.

¿El tiempo? Poco después del principio de 1998, y poco antes del fin del siglo XX.

LA MESA DE ARRIBA:
La foto fija del horror y la decadencia

“Despertarán los no despiertos, los que están sin despertar todavía en este tiempo de siete días de
reinado efímero, de reinado pasajero, de siete soles de reinado. El aspecto de sus hombres será de
Holil Och, Zarigüeyas-ratones, pero inútilmente gobernarán disfrazados con piel de jaguar…”

El libro de los libros del Chilam Balam.

Mi-otro-yo me cuenta que no estuvo presente, sólo consiguió una foto fija. Una foto a todo color. Una foto que revela un doble mensaje: la imagen oculta del Poder en México, y el futuro de resquebrajamiento que esa imagen anuncia.

Bajo la luz de una vela recién encendida, y mientras la mar navega un sueño inquieto, miro la foto. Debo confesar que la vista me estremece, así que no me culpe el lector de que no pueda evitar trasmitirle esta sensación. Trataré de ser objetivo y describir lo que veo en la imagen impresa. Si algún desvarío se me escapa, atribúyalo usted a la débil luz que me ayuda (y a la que hay que hacerle “casita” para que no perezca) y al permanente problema de poner una imagen visual en palabras.

La foto está tomada en el plano que los enterados llaman de “long shot” y trata de dejar claro que el fotógrafo observa desde fuera de la escena, como si tuviera asco de ser parte del objetivo frente a la lente. El fotógrafo ha confiado que el que observe la foto repare en el detalle de que los personajes fotografiados no se saben mirados (y fijados, digo yo) por la cámara. Hay en todos ese aire de despreocupación que sólo da el saberse sin testigos. Pero entonces, ¿cómo creer que el fotógrafo no estuvo presente como parte del evento fotografiado?

Mi-otro-yo interviene para explicarme que una corriente teórica del trabajo gráfico supone que la imagen es un modo de “ir al lugar representado visualmente”. Así las cosas, el fotógrafo-videoasta-cineasta-pintor-caricaturista-etcétera se concibe sólo como el que pone el vehículo para el viaje visual.

“Ni siquiera se ofrece como chofer”, dice con seriedad mi-otro-yo, “puesto que el que `viaja’ puede `conducir’ como mejor le plazca. Así que el productor de la imagen se concibe a sí mismo como ajeno al hecho representado, no importa qué tan cerca se encuentre. Lo que ocurre es que tu ignorancia enciclopédica incluye el desconocimiento del trabajo gráfico, por eso nos encabronamos los fotógrafos con el rollo aquel que escribiste para no sé qué cosa de un evento fotográfico en internet”.

Mi-otro-yo calla para que yo aprecie el cómo se incluyó en los productores gráficos. Se va llevándose mi bolsa de tabaco.

No he escuchado antes esa teoría (de hecho sospecho que la acaba de inventar mi-otro-yo), pero aún así, la “libertad” para el uso de la imagen tiene sus limitantes y siempre hay sólo algunas “lecturas” posibles y no otras.

Pero este asunto no es el que atañe a esta foto fija, así que seguiré describiendo lo que veo, es decir (y siguiendo a mi-otro-yo), proponiendo una lectura de esta imagen.

En primer lugar hay que señalar que la escena es de una comida. Una gran mesa (con lo que imagino son alimentos, varios comensales y algunos sirvientes), ocupa el centro de la imagen. Hay algo de niebla en el ambiente, pero se distingue perfectamente en la pared de enfrente (es decir, en la que está frente al fotógrafo), un reloj que marca las 11 horas y 45 minutos. ¿De la mañana o de la noche? Nada hay que nos permita resolver este enigma, pero supongamos (“leamos”) que son las 11 horas 45 minutos de la noche. “Cuarto para las doce”, me sorprendo diciendo. Sí, son cuarto para las doce de la noche. Así que se trata de una cena. Además del reloj, se distingue un gran ventanal con las cortinas corridas. Fuera de eso nada. Una sola pared como fondo, de color gris, con un reloj marcando las 11 horas 45 minutos de la noche y una ventana con las cortinas corridas. Bueno, eso nos permite pasar a describir la mesa. Parece de forma oval y se adivina grande (hasta 7 comensales están sentados frente a ella). Las sillas son de espaldar alto, con complicados garigoleos en el remate.

Los comensales son siete (¿ya lo había dicho?) y por una afortunada coincidencia (“oportunidad” dirá el fotógrafo) todos son visibles. Los 2 que estarían de espaldas al “lector” de la foto se encuentran viendo hacia uno y otro lado. Así que sus rostros, aunque de perfil, son perfectamente visibles. Frente a ellos (y frente al lector) están sentados otros 3. En las puntas más agudas del óvalo se encuentran otros dos. Total: siete.

Es de imaginar que algo de música anima esta cena, y que algún trovador entona los versos esos, de Quevedo y Villegas, que dicen:

“Madre, yo al oro me humillo;
él es mi amante y mi amado,
pues, de puro enamorado,
de continuo anda amarillo;
que pues, doblón o sencillo,
hace todo cuanto quiero,
poderoso caballero
es don Dinero.”

¿Qué? Sí, tiene usted razón. Nada hay en la foto que nos diga que hay música, que un trovador está presente y que en sus labios los satíricos versos de Quevedo y Villegas se convierten en oración y salmo. Pero ya que el lector ha aceptado (puesto que lee este escrito y, por tanto, se hace cómplice) la “conducción” del narrador en esta “lectura” de la foto, entonces debe ceder a los caprichos de este “chofer” que ahora se empeña en añadirle a la imagen lo que no es evidente pero, sin embargo, está ahí, en lo que la foto calla, en lo no mostrado.

Sigamos con la descripción de la imagen central. Un gran mantel púrpura cubre la mesa de los siete comensales. En realidad, se podría decir que la mesa de mantel púrpura convoca a estas 7 representaciones del bestiario del Poder en México. Sí, son siete las bestias que aquí se fijan, en esta foto de fin de siglo, y que representan el horror y decadencia del sistema político mexicano.

En una de las cabeceras está la Hidra. Un monstruo con 7 cabezas. Quiero decir, aparte de las de las 7 bestias convocadas. La Hidra pareciera no necesitar de los otros, ni para comer, ni para platicar, ni para pelear (que es lo que parece mostrar la foto). Sí, la Hidra pelea consigo misma, las 7 cabezas del largos cuellos, poderosos colmillos y lenguas bífidas discuten y se muerden entre sí…

Una Hidra, cuyas cabezas se muerden unas a las otras, pareced una imagen pequeña para definir en todo su tamaño la situación actual del sistema de partido de Estado en México. Este sistema que fue capaz de cohesionar una Nación durante décadas, hoy se encuentra roto y enfrentado entre sí. Como en un desordenado rompecabezas, no sólo no se distinguen las posiciones y fuerzas, tampoco las conducciones y los rumbos. El sistema político, el compactador, el conductor, el punto de convergencia de los elementos fundamentales del Estado Mexicano durante casi un siglo, hoy se encuentra diluido como tal y sólo alcanza a mostrar la crisis interna que lo acomete.

El sistema político mexicano se encuentra en una guerra con tres elementos de combate: el que le presenta el proceso de globalización neoliberal, el que se desarrolla a su interior donde se enfrentan los “viejos” y los “nuevos” políticos, y el de la lucha contra la sociedad.

La homogeneización de la economía mundial corre paralela a las tendencias de fragmentación y pulverización de la antigua clase política mexicana, de la formación de “nuevos” políticos, y de sujetamiento (bajo normas mundiales -es decir, norteamericanas- de estandarización social y cultural) de la sociedad mexicana.

Presa de la frenética y eficaz labor de zapa que la lógica (económica, política, cultural y social) de la globalización impone, el Estado Mexicano amenaza con desintegrarse con la misma celeridad con la que se fragmenta el poder del “viejo” sistema político mexicano: el Sistema de Partido de Estado.

Para hacer frente a la “nueva política” demandada por la “nueva economía” mundial, el sistema político mexicano debe rehacerse, reconstruirse de acuerdo a la lógica dominante, es decir, la de los mercados. No son “políticos” los que necesita el modelo neoliberal, sino “administradores”. Ahora más que nunca la economía se enseñorea de todos y cada uno de los aspectos de la vida nacional, marcadamente de la política, pero también del Crimen Organizado.

A su lado, viéndola fijamente, está la Medusa del Crimen Organizado. Sí, la imagen muestra una cabeza con serpientes en lugar de cabellos, una cara de sexo indefinido y no unos ojos, sino un brillo de ojos de color verde dólar. ¿Qué? ¿Qué por qué digo que es el crimen organizado? Bueno, si se observa con atención, en cada cabello-serpiente se lee el nombre de un crimen: narcotráfico; trata de blancas; mercado negro de divisas, de mercancías, de órganos, y de seres humanos; armamentismo; etnocidio; contaminación y destrucción del medio ambiente; y otros nombres que no son legibles. ¡Ah! ¡Ponga atención al punto debajo de la mesa, entre la Hidra y la Medusa! Sí, se están tomando de la mano.

Así que ahí están la Hidra y la Medusa. Juntas presiden esta mesa caótica y desordenada. La mesa de arriba…

Los que las acompañan parecen personajes de diversos tamaños. Cada una de las pequeñas bestias lleva en su pecho un pequeño letrero que la define. Hay un “Político”, un “Pensador”, un “Banquero”, un “Clérigo”, y un “Militar”. Estas dos últimas son las que se encuentran en el primer plano, de perfil frente al fotógrafo.

Así las cosas, la “vieja” clase política debe no sólo ser desplazada por los “nuevos” políticos (estos tecnócratas que a cada problema político y social responden con un índice macroeconómico), sino que es preciso liquidarla totalmente. Este proceso de “eliminación del adversario” semeja mucho al de “eliminación del competidor” en el capitalismo salvaje, pero en la clase política mexicana -que creció y se mantuvo siempre muy ligada al crimen organizado- llega a niveles sangrientos.

El sistema político mexicano está dispuesto a todo para hacerse eco y fiel intérprete del proyecto neoliberal. Está empeñado en deshacerse del Partido Revolucionario Institucional como partido de Estado, y en su remplazo tiende su cadavérica mano a los otros partidos buscando un nuevo rostro. Las siglas ya no importan, se puede conducir (es decir, “administrar”) el modelo neoliberal sin que molesten logotipos, iniciales y colores.

Pero deshacerse del PRI no es cosa fácil. Además de desdibujarlo en su perfil ideológico y derechizarlo en su programa, el sistema político mexicano opera contra el PRI “otros” medios: las cesiones vergonzantes, la “exportación” de candidatos, y la eliminación física (Colosio, Ruiz Massieu, y ¿who is the next, Mister Ernest?).

El México moderno de los neoliberales no sólo no necesita del PRI para llevar adelante su proyecto de no-Nación, sino que lo ven como un estorbo molesto, de mal gusto y con un despreciable olor a rancio, viejo y oxidado.

La bestia marcada con el letrero “Político” semeja una masa informe, de impecables saco y corbata, que podría cambiar de forma, tamaño y color. Su cara, sorprendentemente parecida a la de una zarigüeya, sólo acierta a sonreír y apenas come. Parece muy ocupada, en estar pendiente de todos los actos y gestos de las dos figuras principales. Su figura indefinida sugiere más una propensión a la permuta constante que a la vaguedad firme. Quiero decir que esta pequeña bestia parece dispuesta a acomodarse en figura y color según convenga.

Así las cosas, los “neo kids” de la modernidad conducen una guerra. No sólo contra una sociedad emergente y contra los restos de Nación, también contra la clase política que los encumbró y les entregó el Poder. El mejor analista del sistema político mexicano moderno -injustamente señalado como novelista, dramaturgo y poeta-, el escritor británico William Shakespeare, lo advierte así: “es regla que la modestia sea la escalera que utiliza la joven ambición, y que hacia ella vuelva la mirada el que busca ascender; mas una vez alcanzado el último peldaño, entonces a la escalera vuelve las espaldas, y mira hacia las nubes despreciando los bajos escalones por los que subió”. (Bruto en “Julio César”. Traducción: Ma. Enriqueta González Padilla.)

La lucha al interior del Poder en México es a muerte (y no en sentido figurado). Una parte (la antigua) lucha por sobrevivir, la otra (la tecnócrata) por suplantar. El resultado es una fragmentación de la clase política mexicana que día a día cambia. Como en los viejos caleidoscopios, los pedazos sangrantes del sistema político permutan sus combinaciones pero bajo una constante: la división y el enfrentamiento.

Para los reacios a la “modernización” del sistema político mexicano hay varias opciones: la tumba (Colosio y Ruiz Massieu), la cárcel (Dante Delgado), el secuestro (Gutiérrez Barrios), el exilio “voluntario” (Silva Herzog), la lapidación pública (Camacho Solís), el sacrificio político en cesiones concertadas (Ramón Aguirre, Ortiz Arana, etcétera), el repliegue al feudo de provincia (Bartlett).

Los principales escándalos políticos de los últimos 12 años son monopolio exclusivo del Partido Revolucionario Institucional. Escisiones, magnicidios, ligas como cadenas con el narcotráfico, fraudes, cárcel, cráneos enterrados, desenterrados, vueltos a enterrar y de nuevo desenterrados, amnesia histórica, nuevas escisiones, ¿más magnicidios? En fin, todo eso que algunos llaman “crisis política”.

La bestia nombrada “Pensador” semeja una combinación de cara arratonada (con lentes, of course) y cuerpo de paquidermo. En la escena aparece leyendo con aparente formalidad y frente a un micrófono adornado con un logotipo indescifrable de una televisora, un gran legajo de papel.

La crisis del sistema político mexicano no es la crisis de la Nación. Los políticos e intelectuales del sistema quieren presentar esa crisis como “la crisis del país”. De ahí sus histéricos llamados a la prudencia, a los cambios “pausados”, a no “desestabilizar”, a “estarse quietos”. El sistema político suplica “!ayúdenme¡”. Y hay quien acude al llamado. Para estos políticos- intelectuales-clérigos-banqueros-militares dispuestos a socorrer al sistema en su caída, el politólogo Shakespeare advierte en boca de Antonio: “Es que yo he vivido más años que tú, Octavio, y aunque depositamos algunos honores en este hombre para aligerarnos de varias cargas calumniosas, los llevará sólo como el asno lleva el oro, jadeando, y sudando a causa del trabajo, jalado o arreado, según le señalemos el camino; y una vez que haya transportado nuestro tesoro adonde nos convenga, entonces le quitaremos la carga de encima y lo echaremos fuera, como burro suelto a mover las orejas y a pastar en la parcela pública.” (Ibid.)

“Banquero” es el letrero para una bestia con cuerpo de serpiente y cara de cerdo cebado. En la foto acurruca entre sus brazos una serpiente, mientras le ofrece una cucharada de monedas.

Lo que se está desfondando, lo que se rompe por todos lados, es un proyecto de país. El que pretende imponerse desde que la nueva fase del dominio del dinero, el neoliberalismo, trabaja en homogeneizar (“globalizar”, se dice en términos modernos) patrones de relaciones económicas, sociales, políticas y culturales. En México, desde el sexenio de Miguel de la Madrid Hurtado, esta crisis corre también al interior de la clase política gobernante.

Pero los “nuevos políticos” mexicanos han demostrado que no saben cómo hacerlo. Como en un circo de varias pistas (y salpicando de sangre a los espectadores), el nuevo modelo “global” presenta diversas facetas de una misma tragedia: la destrucción del Estado Nacional.

Pero lejos de la rutina de pantomima de viejos payasos, el número circense que se ofrece al respetable público rezuma lodo y sangre. La nota política, como suelen llamar los reporteros a la que se origina en los actores políticos, disputa escándalo y terror a la nota roja. Los “expertos” en análisis políticos ahora deben tener conocimientos de criminalística… y de demonología.

“Clérigo”, se lee en la figura con cuerpo de gárgola y cabeza de dragón. Viste de púrpura y levanta su mano, bendiciendo a la pareja que preside la mesa.

Incapaz de homogeneizar y dirigir, el Poder político en México busca apoyarse en otras instituciones aunque, como en el caso de la Iglesia, ese apoyo lo acerque a las puertas del infierno y no sea gratis. Si la alta jerarquía de la iglesia católica ofrece su “desinteresado” brazo para acompañar el maltrecho andar del sistema político mexicano no lo hace apostando a la continuidad, sino que busca tener un buen lugar para observar (y aprovechar) cuando todo se derrumbe.

La bestia llamada “Militar” tiene cuerpo de armadillo con patas hendidas y rostro de hiena, permanece con la cabeza gacha, la mirada fija en sus pezuñas ensangrentadas. Al verlo la Hidra declama:

“Octavio.- Bien puedes hacer lo que te venga en gana; pero es un soldado valiente y con experiencia.

Antonio.- También lo es mi caballo, Octavio, por lo cual le destino una abundante ración de forraje. Es una criatura a la que enseño a combatir, a dar la vuelta, a detenerse o a correr en línea recta, rigiendo siempre con mi inteligencia los movimientos de su cuerpo. Y hasta cierto punto Lépido no es otra cosa. Necesita ser enseñado, amaestrado y dirigido; es un sujeto desprovisto de ideas propias, que se alimenta de artificios, curiosidades e imitaciones, los cuales, ya desgastados y vulgarizados por otros, comienzan para él a ser la moda. No te refieras a él sino como un instrumento.” “Julio César”. William Shakespeare. Traducción Ma. Enriqueta González Padilla.

Por otro lado, el sistema de partido de Estado trata de “administrar” sus pugnas internas y se reparte cotos y ganancias (en realidad olvida que también se reparte costos y rebeldías). Mientras la “nueva” clase política trata de mantenerse en la cúspide nacional copando los puestos claves, es decir, los de decisiones económicas; los “viejos” políticos se repliegan a las regiones.

“Frente a purgas nacionales, resistencias regionales”, es el conjuro con el que la antigua clase política pretende anular la maldición de la “modernidad”, es decir, el desalojo que padece por la globalización, por el encumbramiento de los tecnócratas, y por el ascenso de las luchas populares. ¿Casos ejemplares? El Tabasco de Madrazo y la Puebla de Bartlett.

Tres son las luchas nacionales que hoy son patentes: la que se libra para rechazar un modelo económico que no es más que una “muerte lenta”; la que se juega en el DF por la posibilidad de otro México con mayor participación social, y la que demanda la solución a las exigencias indígenas y la paz en Chiapas. La más regional de las luchas es la más nacional: Chiapas. Los “4 municipios en conflicto” o “las demandas de unas 150 personas” (según Labastida Ochoa) siguen estremeciendo una y otra vez a todo el territorio nacional y a todo el espectro social.

La antes improbable lucha nacional contra el Poder nacional se torna, ahora, posible. Para librarla, el Poder no se resiste de frente, sino que cambia su terreno y desdibuja el panorama nacional para irse a recomponer en los espacios regionales. Las luchas nacionales no tienen enfrente ya a una clase política, topan (sin amortiguador alguno) con el ejército y los medios de comunicación electrónica. No hay interlocutor gubernamental para demandas o diálogos nacionales.

La mar (“De talla muy apuesta e de gesto amorosa / locana, doñeguil, plazentera, fermosa, / cortés e mesurada, falaguera, donosa, / graciosa e donable, amor en toda cosa” -“El libro del Buen Amor”, Arcipreste de Hita. Llave Séptima), se asoma a la foto por encima de mi hombro y dice: “Es un collage. Las figuras se pueden recortar de cualquier periódico nacional de los últimos días. No importa si es de la sección política, de la nota roja o de la sección financiera”.

Al gobierno tecnócrata sólo le preocupan los índices macroeconómicos y su imagen internacional. Puede prescindir (y de hecho lo hace) de la sociedad que supone gobernar, y dedicarse completamente a servir al “nuevo elector”: el capital financiero. Mientras casi la mitad de los mexicanos redujo su nivel de vida en 1997 respecto a 1996, 40% lo mantuvo igual y sólo el 13% lo mejoró, mientras la Tasa de Ingresos Inferiores al Mínimo y Desocupación crece paulatinamente (1994- 11.3%, 1996-17.2%, 1997-16.3%). Mientras crecen los empleos con salarios inferiores al mínimo y sólo en la industria maquiladora; en fin, mientras el país se desmorona a sus pies, Ernesto Zedillo declara en Davos, Suiza, sin sonrojarse siquiera: “El desafío que enfrentamos no es la recuperación, esa ya es un hecho, incluso es cosa del pasado”. (Datos económicos de José Luis Calva, en “El Universal” 6-11-98).

Por lo tanto, no se trata de frenar la crisis nacional y buscarle salidas políticas, sino el objetivo es deshacerse de la antigua clase política e impermeabilizar los mercados para inmunizarlos a las crisis y volverlos operativos -es decir, productivos-, independientemente de los vaivenes políticos.

¿Un collage? Vale. Así que aquí tiene usted las siete bestias del horror del Poder en México. En torno a una gran mesa presiden la Hidra del sistema de partido de Estado y la Medusa del Crimen Organizado, y departen con ellas el político-zarigüeya, el intelectual-ratón, el banquero-serpiente, el clérigo-demonio, y el militar-hiena.

Si los “viejos” políticos trataban de “gobernar” el país, los “nuevos” políticos sólo se dedican a “administrar” la destrucción de la Nación. Durante años, De la Madrid-Salinas-Zedillo no han gobernado México. Se dedicaron y dedican a construir un “domo” impenetrable en torno al mercado financiero. Un “domo” que resista el terremoto de 1985, la insurrección cardenista de 1988, el alzamiento zapatista de 1994, la traición zedillista de 1995, la aparición del EPR en 1996, la escandalosa derrota del PRI de julio y la masacre de Acteal de diciembre en 1997. No importa que la Nación entera se desmorone, el verdadero desvelo de Zedillo y sus muchachitos es la estabilidad de la bolsa de valores.

Juntas participan en esta mesa de cuatro para las doce, en esta cena de fin de siglo.

¿Los alimentos? Dudo que pueda llamarlos así, pero sobre la mesa se ven siete copas rebosantes de un líquido rojo, en torno a una gran botella con la etiqueta que reza “Acteal. Cosecha 1997″ perfectamente visible. Sí, la sangre de Acteal es para este moderno bestiario el aperitivo del plato fuerte por venir: la destrucción de la Nación mexicana…

Pero si los tecnócratas pueden mentir, olvidar y hacerse impermeables (por ejemplo) al lodo y la sangre que promovieron en Acteal, no pueden controlar (por ejemplo) los vaivenes de Asia. Así que, para Zedillo y su banda, la Bolsa de Tokio está más cerca de Palacio Nacional que el Zócalo de la Ciudad de México. Con la mente concentrada en los flujos financieros internacionales, poco le queda al gobierno para hacer frente a la Nación: sólo la fuerza armada y la simulación.

Para cumplir su programa de gobierno (que no es otro que esperar que los problemas sean biodegradables en la memoria popular), Zedillo ensaya números de entretenimiento a manera de “equipos de gobierno” y dibuja su “nueva” clase política en torno a mediocres a su imagen y semejanza (Liébano Sáenz, José Angel Gurría y Juan Ramón de la Fuente); rehace sus ligas y compromisos con Acción Nacional; mezcla todo con un secretario de gobernación que no es más que la punta de la cereza de un cóctel político.

Pero los problemas no sólo no se resuelven, sino que se potencian. Al “destapar” a su nuevo delfín (el secretario de salud y doctor de cabecera de la primera dama, Juan Ramón de la Fuente) en la pasarela en que el sistema político ha convertido a Chiapas, Zedillo ha agregado otra competencia a las ya desatadas con miras al 2000.

La recomposición de su relación con el PAN tiene el problema de que ahora hay tantos partidos de Acción Nacional como precandidatos a la presidencia de la república. Con el cóctel molotv que Labastida tiene en Gobernación, el supremo parece dar un giro decisivo en su política de medios: ya no simulará que no tiene una maldita idea de cómo y a dónde conducir el país, ahora lo mostrará abiertamente.

Las antiguas alianzas están rotas, no hay ya “equipos de gobierno”. La licuadora de la crisis mezcla y tritura cócteles increíbles: salinistas vergonzantes y profesos, arrepentidos de la izquierda, derechistas broncos, cadáveres vivientes del viejo sistema, mediocres reciclados, disidentes coptados, tecnócratas fraudulentos, diarreicos de la mentira, y sordos y ensordecedores demagogos.

Pero el caos nacional no es tal en los feudos regional. El México de ayer se actualiza en provincia. Ineficaz e ineficiente, el “señor presidente” ni siquiera es tomado en serio por sus correligionarios. Para éstos, aquél no es sino un paréntesis molesto, un espectáculo soso de medio tiempo, un comercial de mal gusto que anuncia un producto inexistente: el México de la bonanza macroeconómica. Las pugnas internas en el PRI no provocan un desbarajuste del sistema político, más bien son el resultado de ese desorden.

Aquí está la foto fija de la última cena del Poder. La traición y el deshonor en la palabra es el común denominador de sus comensales. Decrépita y caduca, está imagen se nos vende diariamente como lo más moderno y nuevo.

La “nueva clase política” no es nueva, ni es clase, ni es política. Es la mejor muestra de que el sistema político mexicano no se imaginó siquiera que pudiera tener término, por eso no preparó su relevo y ahora improvisa, con premura y torpeza, “equipos” que no tienen en común más que el ansia de Poder y riquezas.

El sistema político mexicano pretende celebrar no su fin y el del siglo, sino el nacimiento del nuevo milenio y su renacimiento.

No es un final el que pretende fijar esta foto, es una repetición. No es el fin de la pesadilla, sino su repetición eterna. Para lograrlo debe alimentarse de sangre, de la vida de los que esperan sentarse en…

LA MESA DE ABAJO:
La foto por hacer

“Felices serán los hombres del mundo y prosperarán los pueblos de toda la tierra; se acabarán los
Osos Meleros, Cabcoh, Las Zorras. Ch’amacob, las Comadrejas que chupan la sangre del vasallo.
No habrá gobernantes mezquinos, no habrá gobierno mezquino; no habrá ya lambiscones de
príncipes ni habrá quien pida sustitutos. Esta es la carga, lo que manifiesta este 12 Ahahu Katún…
Justas y obedecidas serán las órdenes de los Señores legítimos para alegría del mundo.”

El libro de los libros de Chilam Balam.

La mesa de abajo permanece desordenada y desatendida. Son pocos todavía los que acuden a ella para alimentarse y encontrarse. Los posibles comensales están regados en otros lados, en la Sociedad Civil, en las Organizaciones No Gubernamentales, en las Organizaciones Políticas y Político-Militares, en los Partidos Políticos, en las Iglesias, en los Medios de Comunicación, incluso en el Ejército. Por ahora cada cual está buscando saciar su propia hambre. Su colectividad está, aún, sólo en la desesperación. Son, somos, una esperanza fragmentada, un arcoiris de luz por hacerse todavía. Tal vez no somos “nuevos” actores políticos en la moderna escena nacional, tal vez somos los mismos actores de siempre, los que siempre deben callar mientras los “importantes” declaman sus parlamentos y reciben flores, aplausos y chiflidos. En la nueva escena que queremos hacer realidad, la soberanía nacional se mantiene y triunfa.

Tal vez somos los mismos de siempre, pero siempre otros, nuevos, mejores.

La mesa de abajo permanece todavía sin llenarse. Dicen que para sentarse a ella sólo se requiere dignidad y… ¡¿un periscopio?!

Vale. Salud y… ¿qué? ¿Falta una mesa para que sean tres? ¡Ah sí! La tercera fue y es la primera, Una mesa para enamorar a la mar. (Llave Segunda).

 

Desde (la mesa tres de) las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, Febrero de 1998.

 

 En la mitad del sexenio de Ernesto Zedillo, el sistema de partido de Estado muestra su cara: el crimen cotidiano de un modelo económico impuesto con bayonetas, cárcel y cementerios que, cada tanto, “brilla” aún más: Aguas Blancas, Guerrero, junio de 1995; Acteal, Chiapas, diciembre de 1997; El Charco, Guerrero, junio de 1998, y Unión Progreso y Chavajeval, Chiapas, junio de 1998.

México es un país de máscaras y silencios que ocultan, callan pero también muestran y hablan… Pero hay de máscaras y máscaras y de silencios y silencios… Arriba, las de “Estado de Derecho” (en cuyo nombre se hace la guerra), “Modernidad”, “Macroeconomía”, “Objetividad Intelectual”… Abajo, las del anonimato y el individualismo que ocultan, no la singularidad de cada ser, sino la injusticia cotidiana. Y llega el silencio del rencor en contra de todo o de nadie, el de la impotencia, el de la desesperación… Y el silencio de la rabia, que explota en cualquier momento y crea nuevas formas de lucha que creando sus propias máscaras y sus silencios.

Y mientras, en Chiapas, la guerra dejó siete víctimas: la paz, el diálogo como vía de solución de los conflictos, los indígenas, la sociedad civil nacional e internacional, la soberanía nacional, el tránsito a la democracia, la Comisión de Concordia y Pacificación, y la Comisión Nacional de Intermediación, esta última, desaparecida el 7 de junio de 1998,ante el avance de la máquina de guerra zedillista.

México 1998. Arriba y abajo: máscaras y silencios

“Al hombre público, muy especialmente al político, hay que exigirle que posea las virtudes
públicas, todas las cuales se resumen en una: fidelidad a la propia máscara (…), reparad en que no
hay lío político que no sea un trueque, una confusión de máscaras,
un mal ensayo de comedia, en que nadie sabe su papel.

Procurad, sin embargo, los que vais para políticos, que vuestra máscara sea,
en lo posible, obra vuestra, haceósla vosotros mismos, para evitar
que os la pongan –que os la impongan– vuestros enemigos o vuestros correligionarios;
y no la hagáis tan rígida, tan imporosa e impermeable que os sofoque el rostro,
porque más tarde o más temprano, hay que dar la cara.”

Antonio Machado, “Juan de Mairena”.

I.- México, mitad de 1998…

Recostada sobre mi hombro, suspira la mar al ver los complicados planos de esta nueva construcción ideada en largas y silenciosas madrugadas, pensada desde detrás de las máscaras que somos. De pronto un viento repentino llega azotando los árboles que son nuestras ventanas, y agita los grandes lienzos de papel llenos de dibujos, de escalonadas escalas, de incomprensibles logaritmos, de letras ilegibles que más semejan oscuras fórmulas de alquimia que cálculos científicos.

Mitad del año 1998 en México y un viento llega a romper silencios y a arrancar máscaras.

Después de una larga y pesada seca, las lluvias empiezan a asomar en el horizonte de este país al que sus gobernantes se empeñan en llevar a la catástrofe. Protegido por un rabito de nube, desde el privilegiado y dorado balcón que la mar me ofrece para estos casos, húmedo y atónito veo pasar la mitad del año de 1998 y los últimos estertores de un siglo que se niega a retirarse sin escándalos y atropellos.

Lejos de aquí el Mundial de Futbol concentra y convoca sentimientos. El sortilegio que se echa a andar cada que la pelota rueda ha sido bien entendido por dos sudamericanos, el uno para describirlo y el otro para ejercerlo. Eduardo Galeano, el recogedor de esas lluvias cotidianas que algunos llamamos “la historia de abajo”, y Diego Armando Maradona, el que usaba el balón para cantar y demostrar que la magia no tiene necesariamente que ver con alambiques y fórmulas esotéricas.

Pero desde acá arriba no veo ni a Don Galeano ni a Don Maradona. Tampoco alcanzo a ver al Olivio ejerciendo su vocación de romperredes (“y de cabezas”, dice la mar mientras trata de esconder, inútilmente, la tiradora que el Olivio abandonó en su huida, después de descalabrar al Marcelo). Veo, eso sí, a millones de mexicanos en el papel en el que siempre quisieran verlos los poderosos el de espectadores.

Detenida la historia nacional cada vez que el equipo de futbol mexicano se enfrentaba a otro, los gobernantes de este país obtenían el respiro que la realidad les negaba implacablemente. Millones de ojos puestos en tierras galas le permitieron al Poder un breve descanso. Poco duro el gusto, la derrota llegó y el impasse que el papel de espectadores permitía tocó a su fin.

En este lado del mundo, la tragicomedia de la vida política nacional se convirtió también en espectáculo, y la desordenada mascarada que se presenta a diario en los pasillos del poder en México no obtuvo aplauso alguno. Tiene tiempo que la mayoría de los mexicanos dejaron de asistir como espectadores a los escándalos con los que la clase gobernante se prepara para terminar con el siglo… y con el país. Millones de nacionales son ahora víctimas de mega crímenes y jumbo fraudes.

Si para los poderosos medios de comunicación electrónica los actos desvergonzados de la clase política mexicana son una mercancía cuyo éxito de exhibición se mide en puntos de “rating”, para la inmensa mayoría de los que malviven y mueren entre el río Bravo y el Suchiate no son sino la continuación de un crimen de Estado que abarca casi la totalidad de la centuria.

Empeñados en alertar a la ciudadanía sobre el crecimiento de la delincuencia y la violencia, algunos medios de comunicación (aquellos ligados al gobierno) ocultan lo fundamental: los delincuentes más sanguinarios y brutales ostentan puestos gubernamentales (o tienen fuertes ligas con ellos), y la violencia encuentra en el gobierno federal su principal ejecutor, su más grande promotor y su apologista por excelencia.

En el espectáculo de la “gran” política mexicana, la confusión de máscaras y parlamentos impide saber a ciencia cierta quién es el juez y quién el criminal, quién el fraudulento y quién el defraudado.

Pero cada vez es más claro que el México de finales del siglo XX tiene en el sistema de partido de Estado su cara más criminal. En este México la creciente criminalidad de Estado (aquella que se ejerce desde el Poder político) sólo se ve igualada por la impunidad que dan el dinero, las influencias y la cercanía (o la pertenencia declarada o vergonzante) al círculo selecto en torno a aquel que algunos todavía llaman (no sin rubor es cierto) “el señor presidente”.

La mitad del sexenio de Ernesto Zedillo Ponce de León tiene sellos indelebles, pero el más sangriento es el crimen cotidiano de un modelo económico impuesto con los inapelables argumentos de las bayonetas, la cárcel y los cementerios. Cada tanto, ese crimen de Estado logra lúgubres destellos. Aguas Blancas en el Guerrero de junio de 1995. Acteal en el Chiapas de diciembre de 1997. El Charco en el Guerrero de junio de 1998, y Unión Progreso y Chavajeval en el Chiapas de junio de 1998.

Esta cara, la más irracional que el Estado mexicano haya tenido en toda su historia, oculta su horripilante imagen detrás de una máscara. Y el sonido de la sangre que cobra día a día, se calla tras un silencio.

Pareciera evidente que las máscaras ocultan y los silencios callan.

Pero es verdad que las máscaras también muestran y que los silencios hablan.

Ocultar y callar, mostrar y hablar máscaras y silencio. Estos son los signos que ayudarán a entender este fin de siglo en México.

Sí, éste es un país de máscaras y silencios. Se lo digo a la mar y ella me contesta, desde detrás de su pasamontañas, con un silencioso gesto de paradoja más que elocuente, mientras enrolla y guarda los grandes planos.

Pero yo le digo, y me digo que hay de máscaras a mascaras, y de silencios a silencios.

Están, por ejemplo:

II.- Las máscaras y los silencios de arriba.

“Ya he oído hablar de sobra de vuestros maquillajes: Dios os ha dado una cara, y os hacéis otra; andáis a brincos, os contoneáis, pronunciáis mal, ponéis apodos a las criaturas de Dios, y hacéis de vuestra ignorancia vuestra lascivia.”

“Hamlet”, William Shakespeare.

¿Cuál es el papel del gobierno en una sociedad? ¿Cuál debe ser su papel? Estas preguntas se las hacen los partidos políticos, los analistas y la sociedad. Muchas son las respuestas para una y otra cuestión, pero el gobierno mexicano tiene las suyas y, no obstante los dislates de los 4 jinetes del Apocalipsis –Zedillo, Labastida, Green, Madrazo, Gurría, Ortiz, Rabasa y Albores (sí, ya sé qué puse 8, pero 4 son jinetes y 4 son bestias, escoja usted)– las impone a sangre (que aportan los de abajo) y fuego (que disparan los de arriba).

Faltos de la legitimidad que sólo se obtiene de los gobernados, estos personajes de la tragedia mexicana de fin de siglo, la suplen con una máscara hecha ex profeso, la del Estado de Derecho. En nombre del “Estado de Derecho” se imponen medidas económicas, se asesina, se encarcela, se viola, se destruye, se persigue, se hace la guerra.

Sin argumentos racionales, sin legitimidad, sin moral, el gobierno de México echa mano de su único recurso: la violencia. Pero no es contra el crimen organizado o contra la delincuencia que el gobierno dirige esta violencia (es decir, no la usa contra sí mismo), es contra los más empobrecidos, es decir, una mayoría ya inmensa, pero que sigue creciendo al mismo ritmo que se derrumba el país.

Pudiera parecernos que un derrumbe tiene un sonido atronador, pero, en este caso, un silencio lo cubre y lo presenta, el silencio de la desmemoria.

Para suplir la falta de legitimidad con la legalidad, el Estado Mexicano (y no sólo el gobierno) debe realizar una complicada operación quirúrgica en el todo social. Es decir, debe extirpar la memoria histórica de los gobernados. Y trata de hacerlo supliendo la historia real (con minúsculas) con la Historia Oficial (con mayúsculas). Y esta Historia Oficial no se aprendió en los libros, sino que fue creada en los laboratorios mentales de los postgrados en universidades extranjeras. Harvard, Oxford, Yale, y el Tecnológico de Massachusetts son los modernos “padres de la Patria” de los actuales gobernantes mexicanos. Así la Historia Oficial llega tan lejos como los índices de crecimiento económico y, en un mundo que padece ya el terror financiero de la globalización, éstos tienen la constancia de una veleta de viento en medio de una tormenta. Así que el presente es la única historia posible para estos “chicos del pizarrón” (como los nombrara Carlos Fuentes), los “muchachos de la computadora” (como los llamara no-se-quién), o el “Cártel de los Pinos” (como los conocen sus socios narcotraficantes). Si la constancia y el pesado y trabajoso andar son las características de la historia de abajo, lo efímero es el lugar predilecto de la Historia Oficial, la desmemoria renombrada. El “Hoy” de las bolsas de valores es el referente histórico de estos tecnócratas que, gracias al criminal Carlos Salinas de Gortari, hoy se encuentran en el poder político en México. Esta Historia Oficial tiene su máscara.

La Máscara de la “Modernidad” ¿Le parece atractiva? ¿Funcional? ¿Aerodinámica? ¿Biodegradable? ¿”Cool”? ¿”Light”? No es nada de eso, pero se vende y se consume con argumentos parecidos. La Modernidad de los gobernantes neoliberales en México muestra un país vacío y seco. A pesar de los esfuerzos de publicidad y mercadotecnia, y no obstante los millones invertidos en cosméticos y maquillajes, la máscara de la Modernidad mexicana se descascara cada vez más. Y cada vez es más difícil no ver lo que oculta: la destrucción de las bases maternales del Estado Mexicano, es decir, las bases de la Soberanía Nacional.

Con la “modernidad” como columna vertebral, una serie de argumentos (máscara sin duda) se esgrimen para justificar (en el doble sentido de “hacer justa” y “dar razón de ser”) la vertiginosa destrucción de todo aquello que le permite a un país hacer que la “soberanía nacional” no sea un mero recurso retórico. Propiedad de las riquezas del subsuelo, de los mares y aires territoriales, de las vías de comunicación, de las empresas con función social (educación, salud, alimentación, vivienda, seguridad), política social, control efectivo del mercado financiero y comercial, moneda, lengua, gobierno, fuerzas armadas, historia, estas son algunas de las bases necesarias para un Estado. Por diversos métodos, bajo máscaras distintas, pero siempre con la misma urgencia, estas bases de la soberanía nacional han sido debilitadas, cuando no francamente destruidas por los gobiernos neoliberales de Miguel de la Madrid Hurtado, Carlos Salinas de Gortari y (el alumno supera a sus maestros) Ernesto Zedillo Ponce de León.

Con las máscaras de la “reconversión industrial”, la “adecuación a los tiempos modernos de globalización”, la “racionalización del gasto público”, la “eliminación de subsidios que impiden la libre competencia y el desarrollo económico”, la “lucha internacional contra el narcotráfico” y el “fin del Estado populista”, los gobiernos mexicanos desde 1982 hasta la fecha han operado una verdadera campaña de exterminio en contra de los sostenes fundamentales de la soberanía nacional.

Malbaratando empresas estatales, cediendo a las presiones de los mercados internacionales, abandonando sus funciones de servicio social (o permutándolas en funciones de compra votos), liberando precios de productos básicos y controlando salarios, enganchando el futuro de la moneda nacional al arbitrio de los grandes centros financieros, plegando sus acciones de gobierno a las campañas publicitarias que el mercado de venta de naciones exige, adjudicándole a las fuerzas armadas nacionales el papel de policías de barrio en la aldea global, reescribiendo (y borrando) la historia nacional, pensando en dólares, en fin, de muchas formas los últimos gobiernos de México han conseguido que este país cada vez sea menos nuestro y menos país.

Haga usted cuentas. ¿Qué le queda al Estado Mexicano para poder decir que es soberano? Cientos de empresas estatales han sido vendidas, la pomposamente llamada “bolsa mexicana de valores” parece sucursal de las bolsas asiáticas (y eso que vendieron la idea que sería sucursal sí pero de las norteamericanas), lo único constante en los precios de los productos básicos es su alza, el peso mexicano carece de ídem en el mercado cambiario internacional, los gobernantes mexicanos piensan en inglés y sólo se traducen al español cuando se dirigen a los nacionales (aunque no con fortuna, como lo demostrara la canciller Green), el ejército federal mexicano realiza (bajo las órdenes de asesores norteamericanos) en las montañas nacionales la misma tarea que el General Custer hiciera con los indígenas en Estados Unidos, y los altos funcionarios del gobierno mexicano responden prontos y ciertos a la pregunta “¿cuál es el día de la independencia?” con un contundente “el 4 de julio”. ¿Escandaloso? Bueno, para esto se echa mano del Olvido. Otro silencio…

Sí, olvidar lo que fuimos, lo que nos trajo hasta acá. Olvidar todo el pasado, no sólo el de engaños y dolores, también, y sobre todo, el de luchas y rebeldías. Pero la peculiaridad de este olvido es que no se trata de borrar lo anterior, sino de condenarlo, avergonzarse de él, lamentarlo. Como es evidente, aquí todo intento de “traer” la historia al presente es una subversión de la “paz y la tranquilidad”, es una ilegalidad, en fin, algo que hay que combatir. Ahí tiene usted, por ejemplo, a esos indios que se “traen” a Zapata a estos tiempos de moderna globalización y lo ponen a hablar y hacer historia. Y (¡es un escándalo!) hasta en el Internet se escucha ese grito terrorista de “¡Zapata Vive!”. Una subversión, ni hablar. ¡Tan bien que estábamos con ese Zapata en la tumba, el museo y el libro nunca abierto! Por tanto, son ilegales y subversivos los que se “traen” a Zapata, es ilegal y subversivo el tal Zapata por las pesadillas que provoca, y, ergo, es ilegal y subversiva la historia–no sólo porque cuestiona el hoy, también porque induce a creer (¡y a luchar!) que es posible otro hoy–. Y para ocultar este silencio, se usa una máscara.

La Máscara de la Macroeconomía. Ahí tiene usted los discursos del señor Zedillo, una muestra de contagioso optimismo, donde nos explica-regaña-advierte que la recuperación-económica-es- irreversible-y-la-fortaleza-de-nuestros-indicadores-económicos-demuestran-que- podemos-resistir-las-crisis-al-mínimo-costo-y-¡qué-suerte-tiene-ustedes- compatriotas-de-tenerme-a-mí-como-su-gobernante! -bla-bla-bla-bla-bla-bla-bla…

“¡Ah los logros macroeconómicos!” Pero, ¿dónde están? ¿En las fortunas de los hombres más ricos de México y el lugar que ocupan en la “lista de Forbes”? ¿En los salarios? ¿En los precios? ¿En el empleo? ¿En la seguridad social? Busque usted, busque y encuentre que, detrás de la máscara macroeconómica, se oculta un modelo económico que ha sido impuesto al país desde principios de la década de los ochentas, 16 años de una política económica, suficientes para evaluarla.

¿Resultados? Además de la pérdida de la Soberanía Nacional, tenemos un retroceso histórico de… ¡30 años! Sí, el México 98 y el México 68 no sólo coinciden en tener al frente del gobierno a un asesino con la banda presidencial cruzándole el pecho, también coinciden el crecimiento de la pobreza y el crecimiento del número de pobres, la concentración de la riqueza en cada vez menos manos, y el deterioro de los servicios sociales que, antes, aliviaban la vida de los mexicanos.

De 1968 a 1977 baja rápidamente la proporción de la población en pobreza, entre 1977 y 1981 esta disminución se acelera. “Se habría logrado así reducir en 18 años la pobreza de más de las tres cuartas partes de la población a menos de la mitad. Sin embargo, después de 1981 habría ocurrido un brusco cambio de tendencia por el cual la pobreza no sólo habría dejado de disminuir sino que habría empezado a aumentar aceleradamente”. (Boltvinik, Julio. “Economía y bienestar. México al fin del milenio”, en Vientos del Sur, 12-13, 1998. México; y Hernández Laos, Enrique. “Crecimiento económico y pobreza en México”, citado en Boltvinik J. Idib.).

Ahora, a principios de 1998 estamos en los niveles de pobreza de 1968, 30 años perdidos. Además, hoy tenemos menos posibilidades de mejorar nuestra situación económica, “(…) las oportunidades para el bienestar de los mexicanos en 1996, tras casi tres lustros del modelo neoliberal, no sólo no ha crecido sino que son 30% más bajas que en 1981. Esto resulta de una doble incapacidad del modelo. Por una parte, la incapacidad para hacer crecer el ingreso más rápido que las necesidad. (…) Por otra parte, la incapacidad creciente para distribuir equitativamente el ingreso entre la población (…) Es decir, el modelo fue incapaz de crecer pero además concentró el ingreso más y más en pocas manos, disminuyendo con ello las oportunidades de bienestar para la población”. (Boltvinik, J. Ibid).

Claro que estos datos macroeconómicos no serán del gusto de los señores Gurría y Ortiz (y dudo que puedan refutarlos), pero el hecho real es que hay otra “macroeconomía”, la de los de abajo, menos salario, menos y peor educación, menos y peor vivienda y servicios, menos y peor salud, menos y peor alimentación. Sí, detrás de esa máscara hay una catástrofe.

Sumado a esto, agregue usted unas siglas, Fobaproa, y tendrá completo un cóctel de pesadilla además de con su pobreza, millones de mexicanos deberán ahora cargar con el rescate de esos otros criminales, los banqueros, que usan el “Estado de Derecho” como coartada y tienen en el gobierno a un cómplice y alcahuete siempre dispuesto.

Indignante, es cierto. Pero…

¡Silencio! Nada se puede hacer, es la fatalidad de la globalización imponiéndonos un silencio inapelable y un religioso conformismo. No debe preocuparnos el que esta resignación haya llegado hasta La Habana, sino que la destrucción de las Naciones (que va aparejada, esa sí remediablemente, a la globalización) se nos presente como algo evidente, es decir natural, incuestionable y sin contradicciones.

Ciertamente el neoliberalismo ha construido con el gran capital financiero un enemigo formidable, capaz de dictar guerras, quiebras, dictaduras, “democracias”, vidas y, sobre todo, muertes en cualquier rincón del mundo. Sin embargo, este proceso de globalización total (económica, política y cultural) no significa una inclusión de las distintas sociedades, incorporando sus particularidades. Por el contrario, implica una verdadera imposición de un, y sólo uno, pensamiento: el del capital financiero. En esta guerra de conquista todo y todos deben subordinarse al criterio del mercado, lo que se oponga u obstaculice será eliminado. Pero, además, implica la destrucción de la humanidad como colectivo sociocultural y la reconstruye como pieza del mercado. Oponerse al neoliberalismo, combatir en contra de él no es sólo una opción política o ideológica, es una cuestión de supervivencia de la humanidad. Alguien advirtió que ir contra la globalización era como ir contra la ley de gravedad. Así que ni modo, ¡abajo la ley de gravedad!

La destrucción de México como Nación debe ser ocultada. Así que es necesaria otra máscara, la del Chauvinismo. Motivados por el afán de paz y tratando de detener el exterminio de indígenas que el gobierno mexicano lleva adelante en tierras chiapanecas, cientos de hombres y mujeres de México y de otras partes del mundo llegaron al sureste mexicano. Nada más incómodo para los criminales que el tener testigos del laboratorio de exterminio que han montado en suelos indios, así que de la inefable Secretaría de Gobernación vino la doble receta: para los nacionales la cárcel, para los originarios de otros países la expulsión (previa campaña xenofóbica en prensa, radio y televisión). De pronto, con explicaciones a cual más de estúpidas, el principal vendedor de la Soberanía Nacional tuvo un arranque de patriotismo y, al grito de “¡el extranjero bueno es el extranjero mudo y ciego!” se dio en perseguir, hostigar y expulsar a todos aquellos nacidos en otros suelos que suman su corazón a la lucha por una paz con justicia y dignidad. Para los cientos de observadores extranjeros sobran golpes, violaciones, amenazas, insultos. Para los “inversionistas” extranjeros abundan las caravanas serviles, los halagos, las adulaciones.

Y, como grotesco adorno de esta máscara, viene el silencio de la Traición. Sí, traición a la palabra empeñada en San Andrés. Traición a quienes creyeron en el camino del diálogo. Traición a los que lucharon por la paz. Traición a quienes pensaron que era posible que el gobierno reconociera los derechos de los pueblos indios. Traición a quienes esperaron que se detuviera la guerra en el sureste mexicano. Y la traición, la destrucción, el olvido, necesitan un soporte ideológico, una “teoría” que le dé a los crímenes la razón que la historia les niega con empecinamiento.

Así que aquí viene la Máscara de la “Objetividad Intelectual”. La portan algunos personajes de la vida cultural en México que tienen paso franco en las salas del poder político, económico y religioso. Su primer escalón fue ponerse críticos contra los críticos del sistema político.

Con la supuesta “autoridad moral” que da el arrepentimiento, esos intelectuales arremetieron contra los colegas que no los siguieron en su frenética carrera con rumbo a la claudicación. “La operación de descrédito de la razón crítica fue protagonizada por una beautiful people intelectual, compuesta mayoritariamente por ex jóvenes filósofos, ex jóvenes sociólogos y ex jóvenes líderes de opinión que conocían los caminos que llevan a la mesa del señor según la antigua enseñanza del escriba sentado”. (Vázquez Montalbán, Manuel. “Panfleto desde el planeta de los simios”, Ed. Drakontos, Barcelona, p. 144). A ese paso siguieron otros, y pronto compartieron la mesa con los grandes jerarcas políticos, financieros, religiosos, culturales, es decir, con las voluntades que ahora conducen el sanguinario vehículo del neoliberalismo en México. “El poder pragmático no sólo ha contado con maestros de elegancia para codearse con la vieja y la nueva oligarquía financiera, sino que también ha dispuesto de un coro de intelectuales orgánicos que le ha ayudado a no escribir ni una línea, ni tener una idea por su cuenta, al tiempo que le abastecían de la ideología indispensable para ir tirando y de una colección completa de ditirambos”. Ibídem.

En algún momento, estos profesionales de la apostasía pasaron, de ser bufones de la corte con estudios profesionales y/o obra publicada, a convertirse en “consejeros”. A cambio de compartir las migajas de la mesa del Poder (y de recomendaciones que les significaron ventajas económicas apreciables), estos ideólogos orientan y aconsejan a nuestros gobernantes. Claro que no siempre las cosas salen como las suponen los asesores y asesorados. Y no sólo por el continuo vaivén de sus posiciones políticas y “serios” análisis (ejemplo: Jorge Alcocer, de la camada de los intelectuales del salinismo, un día anuncia que formará un partido de izquierda y a la mañana siguiente entra en funciones como subsecretario de Gobernación), también (y sobre todo) porque la realidad no es entendida como es sino que se aconsejan decisiones partiendo de que la realidad debería de ser lo que el Poder desea que sea.

Hay una larga lista de fracasos, pero con sólo mencionar “Chiapas” tenemos uno en el que se representan los demás. Los ex intelectuales independientes y hoy pendientes asesores, aconsejaron “mano dura” y “firmeza” en el trato gubernamental a los rebeldes indígenas del sureste mexicano. “Todos los costos ya han sido pagados, no tenemos nada que perder”, dijeron para sustentar su recomendación de usar la vía militar para solucionar definitivamente el conflicto. Aconsejaron también una “nueva política de medios” (nombre con el que, en el gobierno y sus asesores, se conoce a los discursos en actos públicos, las ruedas de prensa y las entrevistas banqueteras) que fuera congruente con la “política de hechos” (c’est a dire de guerra) que se estaba llevando adelante en las comunidades indígenas del país. Resultado: ladridos, consignas, regaños, bravatas, amenazas, dichos y contradichos (“conflictos intragubernamentales” diría la PGR refiriéndose, no al asesinato de Colosio, sino a las declaraciones de Zedillo, Labastida y Rabasa).

Las consecuencias de estos hechos y palabras no sólo las sufren los indígenas víctimas de la campaña de exterminio en su contra, no sólo Zedillo que se mancha cada vez más las manos con sangre morena, no sólo Labastida que ve arruinarse su carrera política a la presidencia de la república, no sólo Rabasa que se ve en la necesidad de demostrar que no hay tontería que diga que no pueda ser superada (por él mismo) con creces al día siguiente, no sólo el “mariscal” Albores que tiene ya un lugar privilegiado entre los asesinos y ladrones de este siglo.

No sólo ellos, las consecuencias también las pagan los intelectuales que no están “ni de uno ni de otro lado”. Con su campaña militar y de medios, el gobierno sólo ha conseguido adelgazar más el ya estrecho pasillo de las posiciones intermedias. Así, los “neutrales” se ven atrapados en un falso dilema: apoyan al gobierno o apoyan a los rebeldes.

La cortesía de miras contribuye a que cundan la desesperación y los clamores por el fin de la “chiapanización” de la vida nacional.

Chiapas es un problema de opinión pública: estando la palabra de guerra y las acciones violentas sólo del lado gubernamental y del lado de los rebeldes un silencio que les parece abismal, los intelectuales de la “neutralidad” están incómodos porque si aplauden discurso y práctica gubernamentales se ponen del lado de la irracionalidad y el crimen, y si lo critican se ponen del lado de unos encapuchados que, además de rebeldes, son indígenas.

Es comprensible su desesperación, la guerra que el gobierno realiza en Chiapas y Guerrero salpica ya para todos lados y amenaza con manchar plumas y pulcros análisis.

Pero hay quien no se inmuta ante el dilema y abraza con ferviente y religiosa devoción la tarea de “dar razón” al crimen de Estado que se opera en el México indígena.

Sin embargo nada es miel sobre hojuelas, los errores se suceden vertiginosamente y provocan malestar en los asesores oficiosos. La molestia de estos intelectuales ante las torpezas gubernamentales esconde la insatisfacción por asesorías despreciadas. Los intelectuales del aniquilamiento indígena “por razones de Estado” se incomodan por la tardanza gubernamental en poner “punto final” a la piedra en el zapato.

Afortunadamente, cada vez son menos y están más solos los intelectuales de la objetividad criminal (al igual que su asesorado). Hay, en cambio, medios informativos que tienen el honor de contar entre sus páginas y micrófonos a analistas políticos, periodistas y artistas que se niegan a los malabares que quiere imponerles el gobierno y siguen diseccionando los problemas nacionales (y tomando posición frente a ellos) buscando soluciones incluyentes, pacíficas y racionales.

Perdida la razón, la historia, la legitimidad y la Nación, poco le queda al sistema político mexicano. Piensa que ya sólo una máscara podrá salvarlo y llevarlo vivo (aunque ya no sano y completo) a la otra orilla de este siglo: La Máscara de la Guerra.

Sí la guerra en

III.- 1998. El Ejército Federal Mexicano: entre Ángeles y Huertas.

(Audio para ser usado por cualquier medio informativo al servicio del supremo. Las imágenes serán las de los ataques a las comunidades de Chavajeval y Unión Progreso, en el municipio autónomo de San Juan de la Libertad, Chiapas Rebelde, el 10 de junio de 1998).

Vea usted a los soldados federales: tan jóvenes, tan fuertes, tan bien alimentados, tan bien equipados, tan bien entrenados, tan tan. Véalos combatir heroicamente desde detrás de sus tanques, su artillería ligera, sus helicópteros y aviones bombarderos. Vea usted con qué decisión y valentía disparan y se enfrentan al enemigo. ¡Cuánta entrega! ¡Qué heroísmo tan grande! ¡Qué arrojo! ¡Qué desprecio por el peligro! ¡Cuánto compromiso en la defensa de la soberanía nacional! ¿No son admirables? ¿No siente usted ganas de entonar el Himno Nacional en aquello que dice “Mexicanos al grito de guerra…”?

Esto es patriotismo. No importa que del otro lado, del lado del “enemigo”, sólo haya machetes, piedras, palos, manos, uñas, dientes. No importa que del otro lado, del lado del “enemigo”, estén indígenas mexicanos, los que primero poblaron estas tierras, los que resistieron la guerra de conquista, los que nacieron la Patria luchando con Miguel Hidalgo, José María Morelos, Vicente Guerrero, los que pelearon contra los gringos en 1847, los que combatieron al lado de Juárez contra la invasión francesa, los que pusieron carne, sangre y reclamos de justicia en la revolución de Villa y Zapata, los que se niegan a ser liquidados por un modelo, el neoliberal, que les hace una guerra de exterminio por todos los medios y en todas las formas.

No importa, vea usted combatir a los bravos soldados federales.

No vea las violaciones, los golpes, las ejecuciones, el exterminio de hombres, mujeres, niños y ancianos. No vea el éxodo de decenas de miles de desplazados.

No vea. No escuche.

Sólo oiga al Comandante Zedillo, al jefe de estos soldados que les ha ordenado salvar a México… de los más mexicanos de todos.

Vea y escuche lo que le mandamos que vea y escuche.

¡Esto es nacionalismo! ¡Esto es ser patriota! ¡Esto es el “Estado de Derecho”! ¡Esto es el Ejército Federal! ¡La garantía armada de la defensa de la Soberanía Nacional!

¡Tan fuertes sin importar que al frente estén los débiles! ¡Tan valientes a pesar de que combaten contra los inermes! ¡Tan osados no obstante que se enfrentan a los indefensos!

No vea ni escuche a su comandante en jefe bajar la cabeza, vergonzante, ante su par norteamericano. No vea ni escuche el torpe y grotesco “servicio de traducción” con el que su canciller pretende ocultar la cobardía del gobierno de Zedillo frente a las fauces abiertas del imperio de las barras y las turbias estrellas. No vea a su ejército, el federal, rendirle honores militares de mando supremo al jefe del ejército… norteamericano. No vea a los oficiales mexicanos rendir cuentas y seguir las órdenes de sus “asesores” estadounidenses.

No vea ni escuche el silencio de esos indígenas mexicanos que luchan por democracia, libertad y justicia.

No vea ni escuche ese anacrónico “Para todos todo, nada para nosotros”. ¿A quién se le ocurre en estos tiempos de “sálvese quien pueda”?

No vea ni escuche la realidad.

Estos indígenas (“zapatistas” creo que se autodenominan) son el enemigo principal, son los vende patrias; los que quieren entregar la soberanía nacional a oscuros intereses extranjeros; los que quieren rebelarse contra la injusticia económica; los que exigen que el que mande, mande obedeciendo; los que demandan democracia para todos, los que quieren un lugar en la Nación; los que luchan por justicia; los que quieren techo, tierra, trabajo, pan, salud, educación; los que defienden la independencia de México; los que quieren un mundo nuevo, uno mejor…

¿Qué estoy diciendo? ¡No escuche! ¡No vea! ¡Aplauda!

¡Ahí están nuestros bravos soldados matando al oscuro enemigo (el color de su piel los delata)!

¡Grite usted! “¡Viva México!” ¡Otra vez! “¡Viva México!”

Vea y escuche el parte de guerra que estos abnegados soldados entregan a su jefe, el comandante Ernesto Zedillo Ponce de León, y que en exclusiva le ofrecemos en este canal:

Parte de Guerra # 1998/6.

A: Ernesto Zedillo Ponce de León. Comandante Supremo.

De: Grupo de Mando Operativo del Ejército Federal.
Teatro de Operaciones: el sureste mexicano.

Campaña Militar: “El Estado de Derecho por la vía del hecho”.
Fecha: Del 22 de diciembre de 1997 al 10 de junio de 1998.

Número de efectivos de las fuerzas gubernamentales: 60,000 (Nota: no incluye el número de tropas especiales, ésas a las que la oposición llama “paramilitares”).

Ingenios militares de las fuerzas del supremo gobierno: Tanques de Guerra, tanquetas, vehículos Hummer, aviones de reconocimiento, aviones de combate y bombarderos, helicópteros, obuses, morteros, artillería ligera, ametralladoras, fusiles automáticos, granadas, equipos de sobrevivencia electrónica.

Número de efectivos de los transgresores de la ley: 300 (incluye al payaso encapuchado que los comanda).

Ingenios militares de las fuerzas rebeldes: escopetas de chispa de las llamadas “chimbas”, rifles .22, palos, machetes, piedras, manos, uñas, dientes, palabras y (según descubrieron nuestros inteligentes servicios de inteligencia)… silencios.

Acciones Realizadas:

– Acteal, Chenalhó, Chiapas: 45 bajas al enemigo (hombres, mujeres y niños incluidos) realizadas por nuestras tropas especiales en acción táctica que llaman “encubierta”.

– Distintas comunidades indígenas, Chiapas: Un número indeterminado de armas decomisadas (previamente sembradas por nosotros), libros subversivos como “el evangelio según el payaso encapuchado”.

– Navil, Tenejapa, Chiapas: Dos costales de frijol (que demuestran que los transgresores preparaban una guerra bacteriológica) y unas armas que plantamos.

– Chavajeval, El Bosque (“San Juan de la Libertad” para los transgresores de la ley), Chiapas: 3 bajas al enemigo producto de nuestro valiente y osado fuego de artillería ligera, morteros y ametralladoras terrestres y áreas.

– Unión Progreso, El Bosque, Chiapas: 5 enemigos ejecutados por el delito de haberse rebelado contra las sacrosantas instituciones.

– Amparo Aguatinta y Taniperla, en los sedicentes municipios autónomos de “Tierra y Libertad” y “Ricardo Flores Magón”, Chiapas: 2 casitas de madera quemadas, un mural destruido, decenas de detenidos (vivos, desgraciadamente).

– Estado de Chiapas en general: un número indeterminado de muertos, heridos y prisioneros producto de acciones de las que llaman “encubiertas” y de la aplicación estricta de la ley.

Resultado: sonoro triunfo del estado de derecho que usted dignamente representa.

Muy señor mío: las armas nacionales se han cubierto de gloria.

Rúbricas.

PD: ¡Sí se puede!

PD: Es de destacar la abnegada labor y sobrada inteligencia del mariscal de campo Roberto Albores Guillén, bajo cuyas órdenes tenemos el honor de servir a la República.

PD: del mariscal Albores: grrrr, guau, guau, arfff, grrr.

Respuesta:

Al: Grupo de Mando Operativo del Ejército federal.

De: Ernesto Zedillo Ponce de León.

Felicitaciones. El Ejército federal no saldrá de Chiapas. Seguirá adelante en el cumplimiento de la legalidad y la implantación del estado de derecho.

Sólo me queda decirles: muchachos, ¡duro con ellos!

“Todo con la violencia, nada con la política”.
EZPL.
Rúbrica.


PD: Un gran abrazo (y unas croquetas) para mi fiel amigo y servidor, el mariscal de campo Albores.

PD: Nunca antes tan pocos (yo y los que me apoyan) debieron tanto a tantos (federales).

PD a la PD: ¿No iba así?

Vea y escuche a estos valientes soldados, aplauda a sus preclaros jefes.

No vea ni escuche a los otros soldados, a los que combaten los incendios y ayudan a la población en los desastres naturales. No vea ni escuche a los soldados que pelean contra el narcotráfico nacional e internacional. No vea ni escuche a los soldados muertos en el combate contra el fuego del crimen organizado que significa destrucción, hambre y miseria para cientos de miles de personas.

No vea ni escuche a los soldados que cayeron, esos sí, en el cumplimiento de su deber.

Para estos soldados no hay ni un aplauso, ni una palabra, ni un saludo.

Para estos soldados sólo hay un silencio, el del olvido.

No vea ni escuche a los soldados que combaten incendios en varios estados del país.

Vea y escuche (¡y aplauda!) a los soldados que provocan incendios y adoran el fuego en el sur y sureste mexicanos.

Vea y aplauda a los soldados Huertas. No vea ni escuche a los soldados Angeles.

No vea, no escuche. Tome su máscara y su silencio. No vea, no escuche. No elija…

General Felipe Angeles. Oficial del Ejército federal en tiempos de la Revolución Mexicana, se pasó a las filas rebeldes y puso su ingenio y conocimientos al servicio de la causa de los oprimidos. Combatió bajo las órdenes de Francisco Villa en la División del Norte. Sus compañeros de armas en el ejército gubernamental de entonces lo tacharon de traidor a la patria.

La historia lo recuerda como un militar patriota.

General Victoriano Huerta. Oficial del Ejército federal en tiempos de la Revolución Mexicana, se puso bajo las órdenes del embajador de los Estados Unidos de Norteamérica y ejecutó al entonces presidente Francisco I. Madero. Encabezó la contrarrevolución y organizó matanzas de indígenas y destrucción de poblados en su campaña militar contra un transgresor de la ley autodenominado “Emiliano Zapata”. Sus compañeros de armas en el ejército gubernamental de entonces lo enaltecieron y alabaron como patriota.

La historia lo recuerda como un traidor a la Patria.

1998, el Ejército Federal Mexicano: tan cerca de los Huertas y tan lejos de los Angeles.

La máscara de la guerra, con ella viene el silencio de la muerte. Y con la muerte vienen…

IV. Las máscaras y los silencios para los de abajo

“La noche pasará,
Pueden escupir las aguas,
Pueden fusilar a los gorriones,
Pueden quemar los versos.
Pueden degollar al dulce lirio.
Pueden romper el canto y arrojarlo a una ciénega.
Pero esta noche pasará.”

Manuel Scorza

El modelo neoliberal exige, para mantenerse y crecer, perpetrar un crimen que se concreta en millones de pequeños y grandes crímenes, y el Estado es el encargado del cobro efectivo y eficaz de víctimas de abajo.

Para que esta complicada (e inútil) tramoya que sirve de escenario a la muerte del sistema político pueda funcionar, es necesario distribuir grandes cantidades de máscaras y silencios para los de abajo. El anonimato, la desesperación, el rencor, la apatía, la impotencia, la resignación, el escepticismo, el individualismo y el cinismo se ofertan a manos llenas para ser consumidos por millones de mexicanos y mexicanas que malviven en este país. Con la apariencia de consumo gratuito, los silencios y las máscaras que de arriba llegan a los de abajo suelen resultar muy costosos. Las pérdidas son estratosféricas, pero no se miden en términos monetarios sino humanos.

Las máscaras del anonimato y el individualismo que la frenética globalización trata de imponer a hombres y mujeres de todo México ocultan no la singularidad de cada ser, sino la concreta pesadilla de malvivencia de los de abajo. La injusticia cotidiana que el sistema opera en contra de los mexicanos diluye su impacto precisamente en la magna multiplicación de sus pequeños crímenes: un despido por aquí, una violación por allá, un preso injustamente acullá, un robo más allá, un desaparecido político de aquel lado, un fraude en este lado, hambre y miseria encerradas entre cuatro paredes de cualquier allá de acá. Víctimas anónimas e individualizadas del sistema, millones de mexicanos pierden (en la alquimia neoliberal que convierte su explotación en un secreto multiplicado), la oportunidad de rebelarse contra una pesadilla que los individualiza para el terror porque es anónima en la agresión que perpetra.

Y las máscaras se acompañan de máscaras, la apatía y el cinismo se quieren multiplicar entre los de abajo. Se trata de hermanar el “no me importa nada” con el “me importo sólo yo y qué” y el poder cumpliría así uno de sus principales objetivos: imponer la inmovilidad e impedir la fraternidad.

Vienen entonces los silencios. El del rencor en contra de todo o de nadie, que se concreta en el que está al alcance. El de la impotencia de sentirse demasiado pequeño ante una máquina avasallante, inasible y, sin embargo, omnipresente. El de la desesperación de verse y saberse solo, sin una sospecha siquiera de que las cosas podrán ser mejores mañana. El de la resignación que asume lo inevitable de la injusticia y del papel de víctima mientras el victimario borra su rostro al concretarse en el patrón, el policía, el varón, el mestizo, el ladrón, el vecino, el otro-siempre-el-otro.

Y el silencio de la rabia explota en cualquier momento, un silencio que se acumula y crece en situaciones absurdas, inesperadas, incomprensibles: el hombre con la mujer, el banda con el transeúnte cualquiera, el trabajador con el trabajador, el indígena con el indígena, el uno con el otro, el rencor con el rencor.

Nuevas formas de lucha van creando sus propias máscaras y van forjando sus silencios. Poco a poco crece y se multiplica la digna máscara de la resistencia, el “no me dejo”, el “no me rindo”, el “sigo luchando”, el “no claudico”, el “¡órale!” Detrás de la misma máscara del anonimato, indígenas, trabajadores, campesinos, amas de casa, colonos, sindicalistas, estudiantes, maestros, cristianos de base, jubilados, discapacitados, choferes, comerciantes, militantes de organizaciones políticas y sociales, mujeres, jóvenes, niños y ancianos, los todos que se descubren uno día a día, se resisten a quedarse así-como-si-nada-mano-mana-y-ora-pos-no-hay-que-dejarse-hay-que-luchar-y-organizarse- y-voltear- todo-y-rehacerlo-de-nuevo-y-no-es-cierto-que-somos-pocos-y-no-es-cierto-que-somos-débiles- y-no-es-cierto-que-siempre-perderemos-y-no-es-cierto-que-esto-y-no-es-cierto-que-lo-otro-y- pérate-hombre-y-ya-vas-a-ver- y-no-es-cierto-que-no-es-cierto-y-no- y-porque-no-y-no-y-porque-sí-y- no-y-ya-no- NO-YA NO…

Y con la resistencia camina y se levanta un silencio terrible: el silencio que acusa y señala.

V. Las siete víctimas de la nueva estrategia gubernamental para Chiapas

Brillante ha sido la campaña militar del comandante Zedillo. Lo han acompañado en esta empresa bélica el señor Labastida como jefe de su Estado Mayor, el señor Rabasa como… como… ¿qué es lo que hace el señor Rabasa?, bueno, la señora Rosario Green en el servicio de traducción no muy simultánea (ni muy fidedigna), y el ¿señor? Albores Guillén como mariscal de campo.

Además de rellenar las cárceles chiapanecas (las cuales había previamente vaciado de paramilitares) de indígenas zapatistas y de miembros de la sociedad civil, además de promover el uso de chozas indígenas como blanco en las prácticas de tiro del Ejército federal, además de practicar ejecuciones sumarias que nada tienen que envidiarle a las practicadas por las dictaduras militares en todo el mundo (¿una ventaja de la globalización?), además de haber ligado el nombre de “México” a los ensangrentados de “Acteal”, “Chavajeval” y “Unión Progreso”, además de haber traído el terror, la miseria y la mentira a las tierras indias de México, el comandante Zedillo y su equipo llevan siete condecoraciones por otras tantas víctimas cobradas.

Sí, siete son las víctimas de su guerra: la paz, el diálogo como vía de solución de los conflictos, los indígenas, la sociedad civil nacional e internacional, la soberanía nacional, el tránsito a la democracia, la Comisión de Concordia y Pacificación, y la Comisión Nacional de Intermediación.

Al seguir su combate personal en contra de los rebeldes zapatistas, Zedillo no sólo hizo prisionera de guerra a la paz que estaba por conseguirse, también atacó la esperanza de una paz futura.

El diálogo como vía de solución de los conflictos es una de las bajas más importantes en la guerra del sureste mexicano. Al faltar al cumplimiento de los acuerdos que firmó, Zedillo hizo añicos la confianza hacia su gobierno. Sin la confianza, es imposible llegar a acuerdos. Y si no es para llegar a acuerdos, ¿para qué se dialoga?

Por su parte los indígenas se han convertido en la principal cuota de “triunfos” de Zedillo en Chiapas: ningún régimen había sido responsable, directo e indirecto, de tantas muertes, presos, torturas, expulsiones, desplazamiento y desapariciones de indígenas chiapanecos como el actual.

El guerrerismo gubernamental cobró otra víctima en la sociedad civil nacional e internacional al desoír sus llamados al diálogo y la paz.

Una víctima más es la transición a la democracia que se ve frenada por un sistema político dispuesto a un baño de sangre con tal de no perder sus privilegios.

De la soberanía nacional sólo queda un nostálgico recuerdo. En su lugar hay asesores militares extranjeros, armas extranjeras, tácticas de combate extranjeras, raciones de comida extranjera, equipos de combate extranjeros. En la guerra de Chiapas lo único nacional es la sangre que se derrama.

Mención aparte merecen dos víctimas: una se arrastra moribunda, otra yace muerta irremediablemente.

La una es la Comisión de Concordia y Pacificación, formada por legisladores federales de los partidos políticos con representación en el Congreso de la Unión. La Cocopa ha sido burlada, escarnecida, usada, despreciada, humillada y olvidada por el gobierno. En su perverso y mortal juego, Ernesto Zedillo fingió ante la Cocopa su disposición a aceptar los oficios de los legisladores para conseguir, eficaz y rápidamente, la paz en el sureste mexicano. Al retractarse de su aceptación de la iniciativa de ley indígena elaborada por la Cocopa, el gobierno dejó a los legisladores en el ridículo y les arrebató toda autoridad moral para presentarse ante la dirección zapatista. Después Zedillo se dedicó a golpear a los “cocopos” que no se plegaban a sus planes guerreros (es decir, casi todos), para luego ignorar a la comisión por el largo periodo en que se planeó y ejecutó el asesinato masivo de indígenas perpetrado en Acteal en diciembre de 1997.

En fin, el gobierno ha tratado a la Cocopa con burlas, zancadillas, golpes y sabotajes.

El EZLN no hará lo mismo.

Simultáneamente a los sabotajes contra la Cocopa, en Gobernación se ocupaban de asesinar y encarcelar más indígenas, y de librar una guerra total en contra de la Comisión Nacional de Intermediación (Conai) y, especialmente, en contra de su presidente, el obispo Samuel Ruiz García. Ultimamente, dichos y contradichos. Labastida dice lo que desdice Rabasa, Zedillo corrige a los dos. Rabasa matiza a Zedillo, Labastida regaña a Rabasa, en fin, una confusión de máscaras y papeles que daría risa si no fuera porque esconde una guerra brutal y desigual.

Después de sufrir una intensa y larga campaña de ataques e infundios, la Comisión Nacional de Intermediación (reconocida por las partes, EZLN y gobierno federal, como el mecanismo de mediación en el diálogo de paz) fue disuelta.

Anote usted estos nombres: don Samuel Ruiz García, doña Concepción Calvillo Viuda de Nava, doctor Pablo González Casanova, doctor Raymundo Sánchez Barraza, poeta Juan Bañuelos, poeta Oscar Oliva (estos seis como miembros de numero), y Pedro Nava, Salvador Reyes, Gonzalo Ituarte y Miguel Alvarez como secretarios. Los 10 formaban la Comisión Nacional de Intermediación, uno de los principales objetivos a destruir según la estrategia gubernamental de guerra.

¿Sus delitos? Imperdonables todos ellos: luchar por una paz con justicia y dignidad, representar a la sociedad civil nacional como mediadora en el conflicto, creer firmemente en el diálogo como solución de las disputas, no plegarse a las órdenes del gobierno, mantener autonomía e independencia respecto a las partes, pensar que la paz en México pasa necesariamente por el tránsito a la democracia, comprometerse del lado de los indios en sus luchas pacíficas, y (el peor de todos los delitos) constituirse en un obstáculo para la guerra.

Durante meses estas personas fueron víctimas de ataques de todo tipo, incluyendo atentados contra su vida, bienes y libertad. Durante meses sufrieron la presión de todo el aparato del Estado mexicano; los gobiernos federal, estatal y municipal; ejército, policía y paramilitares; los dos monopolios televisivos y la prensa local; empresarios; diputados federales y locales, senadores de la República, jueces y ministerios públicos; directores de partidos políticos; la alta jerarquía de las iglesias católica y evangélica. Millones y millones de pesos gastados en campañas de desprestigio en su contra.

Todo el poder político económico, eclesiástico y militar en contra de estas 10 personas y, particularmente, en contra de don Samuel Ruiz García, el obispo de la diócesis de San Cristóbal.

El 7 de junio de 1998, la séptima víctima caía ante el avance de la máquina de guerra zedillista. Don Samuel Ruiz García renunciaba a la CONAI y ésta se disolvía.

Con la desaparición de la Conai terminaba una feroz resistencia en contra del autoritarismo, el crimen y la intolerancia, pero no concluía para ellos la búsqueda de la paz.

Pero la máquina no se detuvo con la renuncia del presidente de la Conai. El señor Ernesto Zedillo no se conforma con ver al obispo Ruiz García fuera de la mediación del conflicto. No, lo quiere ver desaparecido, borrado, muerto. Con rencor acaricia la oportunidad de quitarlo totalmente de su vista, si el atentado falló una vez, ya habrá otras oportunidades. Después de todo, si pudieron asesinar a un cardenal (Posadas Ocampo) y seguir impunes, bien pueden ocuparse del obispo incómodo y seguir sin problemas. Y no se trata de uno de esos malos chistes con los que Zedillo tortura a su gabinete, no, el rencor se ha convertido en este señor en un verdadero estilo personal de gobierno. Y en cuanto venganzas personales, “él sí sabe hacerlo”.

Una y otra vez, en cada una de las visitas conyugales que le hace al próximo ex gobernador interino Albores Guillén, el señor Zedillo ataca con saña y cobardía a quien tuvo la paz y la justicia como banderas y no escatimó esfuerzos ni dolores por cumplir con honestidad su labor, que es, al final de cuentas, la de todo ser humano que se respete: y luchar por la justicia, el respeto y la dignidad.

No es poco lo que el país le debe a estas 10 personas. Aunque terminada una etapa en el sureste mexicano, la historia nacional les reserva ya un lugar al lado de los mejores. Mucho tiempo después, cuando Zedillo esté olvidado o preso por sus innumerables delitos, los nombres de estas personas seguirán aún en un lugar muy especial en el corazón de los ahora mexicanos de abajo, particularmente de los indígenas.

Aunque fuera de esta etapa de la lucha, los “conaítas” han dejado claro que seguirán luchando de diferentes formas y en lugares distintos por lo mismo: por la justicia para los indígenas mexicanos, por la transición a la democracia y por la paz.

Sin embargo, las siete víctimas de la guerra del gobierno se multiplican en otros combatientes que resisten. Ellos recuerdan historias de ayer en el hoy, como esa que habla de…

VI. El viejo Antonio contra el maoísmo trasnochado

Aviso importante, es decir, advertencia urgente, o como se diga: La sección Cuentos del Caballito de Mar interrumpe arbitrariamente este muuuy serio análisis político y, sin más, nos deja mareados como la marea que marea a la mar. A manera de medicina, el hipocampo nos receta un cuento (¡qué otra cosa podía hacer!).

Cuenta el viejo Antonio que cuando era joven su padre don Antonio le enseñó a matar al león sin arma de fuego. Cuenta el viejo Antonio que cuando era joven Antonio y su padre era el viejo Antonio le contó la historia que ahora me dicta al oído para que la mar la conozca de mis labios. El viejo Antonio me la cuenta así nomás, pero yo llamo a esta

La historia del león y el espejo

“El león primero descuartiza a su víctima, después bebe la sangre comiendo el corazón y deja los restos para los zopilotes. Nada hay que pueda contra la fuerza del león. No hay animal que se le enfrente ni hombre que no le huya. Al león sólo lo puede derrotar una fuerza igualmente brutal, sanguinaria y poderosa.”

El entonces viejo Antonio del entonces joven Antonio, forjó su cigarrillo con doblador y, fingiendo que ponía atención a los troncos que convergían en la luminosa estrella de fuego de la fogata, miró de reojo al joven Antonio. No esperó mucho porque el joven Antonio preguntó:

-¿Y cuál es esta fuerza tan grande para derrotar al león?

El viejo Antonio de entonces le tendió al joven Antonio de entonces un espejo.

-¿Yo? -preguntó el entonces joven Antonio mirándose en el redondo espejito.

El viejo Antonio de entonces se sonrió de buena gana (eso dice el joven Antonio de entonces) y le quitó el espejo.

-No, tú no -le respondió.

“Al mostrarte el espejo quise decir que la fuerza que podía derrotar al león era la misma del león. Sólo el propio león podía derrotar al león.”

-¡Ah! -dice el entonces joven Antonio que dijo por decir algo.

El entonces viejo Antonio entendió que el entonces joven Antonio no había entendido nada y siguió contando la historia.

“Cuando entendimos que sólo el león podía derrotar al león empezamos a pensar en cómo hacer para que el león se enfrentara consigo mismo. Los viejos más viejos de la comunidad dijeron que había que conocer al león y nombraron a un joven para que lo conociera.”

-¿Tú? -interrumpe el entonces joven Antonio.

El entonces viejo Antonio asiente con su silencio y, después de reacomodar los troncos de la hoguera, continúa:

Subieron al joven a lo alto de una ceiba y al pie de ésta dejaron una ternera amarrada. Se fueron. El joven debía observar lo que el león hacía con la ternera, esperar a que se fuera y regresar a la comunidad a contar lo que había visto. Así se hizo, el león llegó y mató y descuartizó a la ternera, después se bebió su sangre comiendo el corazón y se fue cuando ya los zopilotes rondaban esperando su turno.

El joven fue a la comunidad y contó lo que vio, los viejos más viejos pensaron un rato y dijeron: ‘Que la muerte que da el matador sea su muerte’, y le entregaron al joven un espejo, unos clavos para herraje y una ternera.

“Mañana es la noche de la justicia”, dijeron los viejos y se regresaron a sus pensamientos.

El joven no entendió. Se fue a su champa y allí estuvo un buen rato mirando el juego. Allí estaba y llegó su padre de él y le preguntó qué le pasaba; el joven le contó todo. Su padre del joven quedó en silencio junto a él y, después de un rato, habló. El joven sonreía mientras escuchaba a su padre.

Al otro día, cuando la tarde ya se doraba y el gris de la noche se dejaba caer sobre las copas de los árboles, el joven salió de la comunidad y se fue al pie de la ceiba llevando a la ternera. Cuando llegó al pie del árbol madre, mató a la ternera y le sacó el corazón. Después rompió el espejo en muchos pedacitos y los pegó en el corazón con la misma sangre, después abrió el corazón y le metió los clavos de herraje. Devolvió el corazón al pecho de la ternera y con estacas hizo una armazón para mantenerla en pie, como si estuviera viva. Subió el joven a lo alto de la ceiba y allí esperó. Arriba, mientras la noche se dejaba caer de los árboles al suelo, recordó las palabras de su padre: “La misma muerte con la que el matador lo morirá”.

Ya la noche era toda en el tiempo de abajo cuando llegó el león. Se acercó el animal y, de un salto, atacó a la ternera y la descuartizó. Cuando lamió el corazón, el león desconfió de que la sangre estuviera seca, pero los espejos rotos le lastimaron la lengua al león y la hicieron sangrar. Así que el león pensó que la sangre de su boca era la del corazón de la ternera y, excitado, mordió el corazón entero. Los clavos de herraje lo hicieron sangrar más, pero el león siguió pensando que la sangre que tenía en la boca era la de la ternera. Masticando y masticando, el león más y más se hería a sí mismo y más sangraba y más y más masticaba.

Así estuvo el león hasta que murió desangrado.

El joven regresó con las garras del león como collar y lo mostró a los viejos más viejos de la comunidad.

Ellos se sonrieron y le dijeron: “No son las garras las que debes guardar como trofeo de la victoria, sino el espejo”.

Así cuenta el viejo Antonio que se mata el león.

Pero, además del espejito, el viejo Antonio siempre carga su vieja escopeta de chispa.

“Es por si el león no conoce la historia”, me dice sonriendo y guiñando un ojo. Del lado e acá, la mar agrega: “Por si el león o el Orive”.

Y hablando de ex maoístas y ex radicales de ex izquierda, hoy flamantes asesores de los criminales de derecha (que iniciaron hablando como cacatúas y ahora, para esconderse, imitan al avestruz, el viejo Antonio tenía su propia versión de aquello del revolucionario y las masas y el símil con el pez en el agua, además de la estrategia de contrainsurgencia de “quitarle el agua al pez” que hoy recomiendan los azorados asesores gubernamentales:

El pez en el agua

Cuenta el viejo Antonio una historia que le contaron los viejos más viejos de su comunidad. Cuenta la historia que había una vez un pez muy hermoso que vivía en el río. Cuentan que el león vio el pez y se le antojó para comerlo. Fue el león al río pero vio que no pedía nadar en el río y atacar al pez. Entonces el león pidió asesoría con la zarigüeya y ésta le dijo: “Es muy sencillo, el pez no puede vivir sin el agua. Lo único que tienes que hacer es beberte el agua del río y así el pez se quedará sin movimiento y entonces podrás atacarlo y comerlo”. El león se mostró satisfecho con la asesoría de la zarigüeya y la recompensó con un puesto en su reino.

Fue el león a la orilla del río y empezó a beberse el líquido.

Murió reventado de agua.

La zarigüeya quedó desempleada.

Tan tan.

Nuevo aviso importante, pero ya no tan urgente advertencia: la interrupción del caballito de la mar ha terminado, no así el mareado mareo. Tal vez su persistencia se deba a lo que se muestra y se habla en…

VII. La séptima máscara y el séptimo silencio

“Claro es que en el campo de la acción política,(…) sólo triunfa quien pone la vela
donde sopla el aire; jamás quien pretende que sople el aire donde pone la vela”.

“Juan de Mairena”
Antonio Machado

1998. México. Mientras el supremo gobierno pone rumbo hacia la guerra y trata desesperadamente de juntar vientos de arriba, gruñidos de bestia y sortilegios para empujar el pesado velamen de la nave de la muerte, estos indígenas mexicanos, que sumaron el nombre de Emiliano Zapata a su historia, en silencio preparan la justicia y la dignidad que habrá de llegar a pesar de su muerte (o tal vez por ella).

En silencio, estos indígenas ven los cielos y los suelos para adivinar los vientos de abajo que corren por los campos de México y del mundo, por las polvosas calles de pueblitos y rancherías, por el desordenado acomodo de las colonias populares, por las sedes de sindicatos honestos, por las oficinas de partidos políticos comprometidos, por los teatros-cines-auditorios-salas-de-espectáculos-galerías de arte, por laboratorios y centros de investigación científica, por cubículos, aulas y pasillos universitarios, por reuniones y asambleas de organizaciones políticas y sociales, por iglesias de pobres, por los comités internacionales de solidaridad, por las organizaciones no gubernamentales nacionales y extranjeras, por las autopistas, por las carreteras, por los caminos vecinales, por las brechas, navegando en los ríos, en las lagunas y en los mares de este país hoy pródigo en humedades, y de este mundo despertando, ya tarde es cierto, pero despertando.

En silencio ven y se ven estos indígenas.

En silencio sienten para dónde soplan los aires de los mundos de abajo.

En silencio saben estos indígenas.

En silencio terminan esta nueva y absurda arca de Noé y, sabiendo que el aire sopla para la democracia, la libertad y la justicia, plantan bien alta la doble vela de la esperanza, motor y luz para este navío, el barco de los de siempre, la nave de la vida.

Con arte y ciencia construyeron el arca y eligieron a miles de los suyos para tripulación.

El resto esperará en puerto lo que venga.

Si llegan la guerra y la destrucción, resistirán como han aprendido a hacerlo en la dura escuela de los siglos, es decir, con dignidad.

Si llegan la democracia, la libertad y la justicia, sabrán repartirla como han sabido hacerlo a través de su historia.

México, mitad de 1998

Después de un largo silencio estos indígenas hablan un barco y convocan a todos a abordarlo.

Después de tanto silencio, estos indígenas hablan una nave, un arca de Noé, una torre de Babel navegante, un desafío absurdo e irreverente.

Por si hubiera duda de quién lo tripula y dirige, el mascarón de proa luce ¡un pasamontañas! Sí, un pasamontañas, la máscara que devela, el silencio que habla. Un “Para todos, todo, nada para nosotros” viste la bandera de la estrella roja de cinco puntas sobre un fondo negro que brilla sobre el palo mayor. En letras doradas, a babor, estribor y en popa, el “Votán Zapata” nombra el origen y destino de este navío, tan poderosamente frágil, tan estruendosamente callado, tan visiblemente ocultado.

“¡Todos a bordo!”, se oye que grita-ordena-invita la voz del capitán. El único boleto necesario es la honestidad. Varios miles de remeros esperan, ¿listos para partir? No, falta…

Con esa extraña y reiterada tendencia a complicarse la vida que tienen, estos hombres y mujeres de máscaras y silencios construyeron su nave… ¡en medio de la montaña!

“¿Y ora?”, les pregunto.

Como era de esperar, un silencio es la respuesta. Pero detrás de sus máscaras hay una sonrisa cuando me entregan un mensaje y una botella.

Yo hago lo que de por sí hago en estos casos: meto el mensaje dentro de la botella, la tapo bien con un chicle con algo de chamoy que la mar me da, me planto con firmeza en una orilla de la ceiba y, con toda mi fuerza, lanzo muy lejos la botella con el mensaje. Un rabito de nube la recoge y, navegando, la lleva a-saber-dónde-la-lleva. Allá va la botella. Quien la encuentre podrá, al romperla, romper el silencio y encontrar algunas respuestas y muchas preguntas. También podrá leer la…

 

V. ¿Declaración de la Selva Lacandona?

Bueno, es todo.

Vale. Salud y estad listos. ¡Aprestad paraguas, impermeables y salvavidas! ¿Quién negará ahora que la palabra puede convocar humedades?

Desde las montañas del sureste mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
En nombre de los “300”
México, julio de 1998

Dividido en cinco partes, el texto comienza con unos apuntes sobre las guerras mundiales, (más desarrollado en el texto ¿Cuales son las características fundamentales de la 4a Guerra Mundial?), para adentrarse luego en la realidad de Chiapas y en la guerra que allí se lleva a cabo: una guerra total en la que toda la población son enemigos y que tiene como objetivo destruir a los pueblos indios, que no responden a las leyes del mercado y acabar con el estorbo que suponen los zapatistas. Para conseguirlo, se utilizará al Ejército y también civiles, tal y como recomienda un manual de campo norteamericano; a este escenario se le unirá una estrategia enfocada a contener, aislar, desestructurar e inmovilizar las redes sociales, no solo de los zapatistas, sino de las organizaciones, frentes e individuos que los apoyan.

Como ejemplo de esa ofensiva, habla de Amador Hernández y Guadalupe Tepeyac, pero también se dedica una parte del texto a reflexionar sobre la Huelga de la UNAM que había iniciado el 20 de abril de 1999 por la oposición a reformar el esquema académico que incluía la reforma al reglamento de pagos y acabó nueve meses después, tras la entrada de la Policía Federal Preventiva en las instalaciones universitarias.

Chiapas: la guerra. I. Entre el satélite y el microscopio, la mirada del otro
(Carta 5.1)

20 de noviembre de 1999

Los presentes son algunos apuntes para la plática que tendrá nuestra delegación del CCRI-CG del EZLN con un grupo de observadores internacionales de la CCIODH (Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos). Originalmente esta plática estaba concebida como una carta, previendo que no fuera posible un encuentro personal. Así que queda como una carta leída en voz alta y frente al destinatario, o más bien frente a uno de los destinatarios, porque va dirigida a la sociedad civil nacional e internacional.

Escogí la fecha del aniversario de la Revolución Mexicana, además de por travesura, por razón de traer hasta acá dos imágenes de este siglo: una es el rostro de Emilio Zapata, la otra es la cara de una niña indígena, con el rostro parcialmente oculto por un paliacate rojo. Más adelante volveré para hablar de estas dos imágenes,

De lo que se trata no es de demostrar que en las tierras indias del sureste mexicano hay una guerra (el gobierno mexicano hace hasta lo imposible por negar algo tan evidente), sino de entender el porqué de la continuación de esta guerra.

Sí, esta guerra que inició el primero de enero de 1994, debió haber terminado hace casi cuatro años, cuando se firmaron los primeros acuerdos de San Andrés y el proceso de diálogo aparecía ya definitivamente encarrilado hacia la consecución de la paz. Que la guerra continúe, a pesar de que se pudo haber terminado con ella de una forma digna y ejemplar, tiene sus razones. Lo que siguen son algunos intentos de reflexión para tratar de responder a la pregunta ¿Por qué la guerra en Chiapas?.

Les pido paciencia y comprensión. Dado que ya no tengo el límite del número de cuartillas y las consideraciones en los gastos de papel y tinta, entonces puedo extenderme en asuntos que suele ser árido tocar entre los parlamentos de Don Durito de la Lacandona y el Viejo Antonio.

Sale pues, van tesis generales, desarrolladas en la exposición oral:

1. Las guerras mundiales

-Constantes: conquista y reorganización de territorios, destrucción del enemigo, administración de la conquista.

-Variables: estrategia militar. Actores involucrados. Armamentos, tácticas.

-La III Guerra Mundial, el periodo de la “guerra fría”. Dos grandes superpotencias, dos periferias cercanas (Europa y parte de Asia) y el resto como espectador y víctimas (América Latina, Oceanía, Africa y otra parte de Asia). La carrera armamentista global y las guerras locales y regionales.

-La IV Guerra Mundial, del mundo unipolar a la globalización. El Neoliberalismo. La doble pareja destrucción/despoblamiento y reconstrucción/reordenamiento, las bombas financieras. La destrucción de los estados nacionales y lo inherente a ellos (lengua, cultura, política, economía, tejido social). La homogeneización y la hegemonía empiezan a producir y a alentar el crecimiento de sus contrarios: la fragmentación y la multiplicación de las diferencias.

Del vasto mundo unificado al archipiélago controlado e intercomunicado por la informática y las bombas (las financieras y las otras). La guerra contra la humanidad, es decir, contra lo esencialmente humano: la dignidad, el respeto, la diferencia.

2. La guerra militar.
Tránsito en concepciones y acciones.

Etapas:

a) III Guerra Mundial o Fría. Guerra convencional en terreno europeo, guerra nuclear localizada (Europa, Cuba, Oriente), guerra nuclear total. Estrategia de puestos avanzados, líneas permanentes de logística, retaguardia estable. Los grandes pactos. OTAN, Varsovia, Seato. Las guerras locales: ejércitos locales y apoyo de las metrópolis. Las dictaduras en América Latina, las guerras en el Africa, el conflicto del Medio Oriente. Se construye el concepto de guerra total, aquí incorporando los terrenos económico, ideológico, social, político y diplomático. Las guerras locales en la lógica de la teoría del dominó. La justificación: la defensa de la democracia, la ayuda y la prevención de amenazas mundiales (según la lógica de la II Guerra Mundial).

b) IV Guerra Mundial. Desarrollo y consolidación del concepto de guerra total. Guerra en cualquier parte en cualquier momento, en cualquier circunstancia. Evolución de la estrategia militar. Estrategia de despliegue rápido (la invasión a Panamá, la guerra del Golfo Pérsico). Después estrategia de proyección de fuerza (desechada casi inmediatamente previendo protestas por bajas, remember Vietnam). Nuevo reajuste: soldados “internacionales” y “locales” para guerras mundiales y uso de instancias supranacionales (caso Kosovo y la OTAN-ONU). La justificación: la defensa de los derechos humanos (guerra humanitaria), en la globalización todo el mundo es el traspatio del poder, ergo, todo lo que acontece en cualquier parte del mundo puede ser considerado una amenaza directa a la seguridad interna.

3. La guerra militar mundial.
Doctrinas y compartimientos

a) Teatros de Operaciones. De la certeza a la incertidumbre, de las respuestas sistemáticas a la versatilidad.

b) De la estrategia de contención a la de alargamiento. La guerra no se limita al aspecto militar, sino que se extiende a las acciones de “no guerra”, (ojo: medios de comunicación y derechos humanos). Por lo tanto, el “enemigo” a vencer no es sólo el ejército contrario o la fuerza armada contraria, sino el todo social, político, económico e ideológico en el que el conflicto se desarrolla. No hay ya “civiles” ni “neutrales”, todos son “beligerantes”.

c) El reajuste de los ejércitos nacionales en la nueva estrategia mundial. El superpolicía y sus ayudantes locales. A la manera de Hollywood, la estrella principal y los “extras”. La destrucción de los estados nacionales obliga a los ejércitos nacionales a restructurarse y redefinir sus funciones.

d) El presupuesto. La guerra como negocio. La reestructuración militar mundial será cara. La cuenta presupuestal que presenta Clinton para el año fiscal 2000 y hasta el 2005 podría llegar a cerca de 1.9 trillones de dólares, repartidos en varias cuentas. El plan de defensa del “futuro” de EU es considerando enemigo… al género humano. La cuenta incluye 12.6 billones para el Pentágono, 112 billones para los militares, 280.8 billones de presupuesto militar y 274.1 billones para otros asuntos de defensa. El presupuesto incluye 555 billones de gasto discrecional (281 para militares). Para el año 2005 los Estados Unidos estarán gastando más que el promedio anual en la Guerra Fría. (Todos los datos de “The Defense Monitor”, Center for Defense Information, Washington, DC #1, 1999. www.cdi.org). A Estados Unidos le cuesta 261 mil dólares cada uno de los 6,900 soldados en Bosnia, 1.8 billones al año.

4. La guerra en el continente americano

a) La Doctrina Cheney. El narcotráfico como el enemigo en América. Sustitución de la doctrina de Seguridad Nacional por el de Estabilidad Nacional (soberanía limitada). El policía local y el internacional.

b) En el papel de la OTAN… ¡la OEA! El sistema de defensa hemisférico.

c) Los ensayos de la “versatilidad”. Colombia y Chiapas. Los objetivos: redefinir el archipiélago según la lógica del mercado. Centros comerciales en todo el mundo, pero disfrazados de países viejos o “nuevos” .

5. La Guerra en Chiapas

Guerra total y enemigo total. Todos son enemigos. El objetivo a destruir: los pueblos indios. El estorbo: el EZLN.

6. La Guerra en Chiapas.

La conquista del territorio y el botín de guerra

a) Ejército de Ocupación. Comportamiento: control del poder político local (extensión de la guerra), fabricación de medios de comunicación ad hoc, desconfianza a los civiles, botín de guerra (niños, narcotráfico, tráfico de maderas preciosas, trata de blancas, alcohol, promociones, negocios, sueldos, prestaciones y deserciones). La Policía Militar (insubordinación, deserción. versus civiles).

b) El golpe quirúrgico y el golpe total. Ambiente político poco propicio. Tener todas las posibilidades para el momento oportuno.

c) Para el golpe quirúrgico: los GAFE (Grupos Aerotransportados de Fuerzas Especiales) de 90 a 105 soldados en cada unidad.

d) Para el golpe total. Fuerzas desplegadas para “taponar” el área. Calabozos subterráneos, túneles y criptas en los grandes cuarteles (San Quintín).

7. El Ejército Mexicano

Es un Ejército en tránsito a su reestructuración. Su esencia actual es el peón a sacrificar en la jugada bélica llamada “Chiapas”. Su prueba en los papeles de policía “local”: narcotráfico, delincuencia organizada, subversión.

a) Reestructuración a una comandancia general. Toca los intereses de las zonas y regiones militares (cuota de poder de generales).

b) Tránsito en cantidad: de 170 mil en 1996. El presupuesto creció 44% de 1995 a 1996.

c) Pugnas entre armas y entre Ejército, Fuerza Aérea y Marina.

d) Injerencia norteamericana. La USADO (Oficina de Agregaduría de Defensa de Estados Unidos) tenía en 1995 dos equipos especiales en Chiapas, con el beneplácito de la Sedena.

8. Los derechos humanos individuales y los derechos humanos de los pueblos:

La vida, la cultura, la diferencia, el mañana.

9. Las imágenes

Emiliano Zapata, el ayer, rostro común y diferente posición frente al Poder. La niña indígena zapatista, el mañana, rostro común y diferente posición frente a los poderes. Entre el uno y la otra, los indígenas rebeldes del EZLN, sin rostro y cuestionando todo, incluso su propio paso.

 

Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos.
La Realidad en Guerra, México. Noviembre de 1999.

P.D. Secuencia de Mapas. Del satélite al microscopio. Tomados de Barreda Marín, Andrés. Atlas geoeconómico y geopolítico del estado de Chiapas.

a) Los dos TLC: América del Norte y la Unión Europea. Incluye petróleo.

b) Gasto Militar en México, 1987-1999.

c) El Mundo Maya. Ubicación.

d) Indígenas en el Mundo Maya

e) Petróleo en Mundo Maya

f) Minerales en Chiapas

g) Chiapas. Grupos indígenas. Lenguas

h) Chiapas. Marginación y pueblos indios

i) Chiapas. Paramilitares en 1997

j) Chiapas. Ofensiva en junio de 1999

 

Chiapas: la guerra. II. La máquina del etnocidio
(Carta 5.2)

Noviembre de 1999

“Ya anochecido y por un atajo llegaron al pueblo Ramón Balam y Domingo Canché.
Escapaban de la matanza que los blancos hacían entre los indios.
Balam había recibido un machetazo en la espalda y sangraba. Jacinto Canek le dijo:
Ya se cumplen las profecías de Nahua Pech, uno de los cinco profetas del tiempo viejo.
No se contentarán los blancos con lo suyo, ni con lo que ganaron en la guerra.
Querrán también la miseria de nuestra comida y la miseria de nuestra casa.
Levantarán su odio contra nosotros y nos obligarán a refugiarnos en los montes y en los lugares apartados.
Entonces iremos, como las hormigas, detrás de las alimañas y comeremos cosas malas: raíces, grajos, cuervos, ratas y langostas del viento.
Y la podredumbre de esta comida
llenará de rencor nuestros corazones y vendrá la guerra.
Los blancos gritaron:
¡Se han sublevado los indios!”.

Canek. Historia y leyenda de un héroe maya. Ermilo Abreu Gómez

 

Octubre-noviembre de 1999, agencias internacionales de noticias.- La Secretaría de Relaciones Exteriores puso en marcha una campaña de información vía Internet, para dar a conocer el trabajo que realiza el gobierno mexicano para acabar con la pobreza en Chiapas. El texto que se difunde, escrito en español, inglés, francés, italiano y alemán, dice que las autoridades han logrado en Chiapas grandes avances en educación, salud, reparto agrario y desarrollo agrícola. Sin embargo, el documento no menciona la situación del conflicto armado ni la situación de los indígenas desplazados.

 

A la sociedad civil nacional e internacional:

De: SupMarcos

Señora: En estos días estará circulando un documento elaborado por la Secretaria de Relaciones Exteriores, sobre el estado mexicano de Chiapas, donde se detallan las acciones gubernamentales en materia de educación, salud, reparto agrario y desarrollo agrícola. Con el fin de completar lo que “informa” el gobierno mexicano, el EZLN lanza el siguiente folleto titulado CHIAPAS: LA GUERRA, que puede ser reproducido total o parcialmente, citando fuente o sin citar, y se puede también hacer un avioncito de papel y arrojarlo en la cara del embajador o cónsul mexicano de su preferencia, o clasificar en el rubro de “horrores” en la “H” de “historia”. También puede entregarse a alguna alta comisionada para los Derechos Humanos de la ONU a la que le quieran ver la cara de rabasa. Sale y vale:

En sus manos tiene usted el folleto. En la portada se ve la imagen de un mapamundi que, curiosamente, tiene el mismo contorno geográfico del suroriental estado mexicano de Chiapas. Arriba, con letras “bold” o “black” (o como se les diga a las “negritas”) y en mayúsculas, se lee CHIAPAS: LA GUERRA.

Abajo del mapamundi “chiapanizado”, en letras más pequeñas se dice: “¿Así son las últimas guerras del siglo XX? ¿O así serán las guerras del siglo XXI?”.

En la parte de atrás, o sea en la contraportada, la imagen es un pasamontañas, en el hueco donde debieran estar los ojos hay un espejo. Abajo se lee: “Se permite, es más, se exige la reproducción total o parcial de lo que habla este folleto y, sobre todo, de lo que calla”.

En la primera de forros están algunos datos:

País: México
Superficie: 1,967,183 km. cuadrados
Población: 91,800,000 (1994)
Población Indígena: 10 millones (las cifras oficiales hablan de poco más de 5 millones)
Estado: Chiapas
Superficie: 74,211 kilómetros cuadrados
Población: 3,607,128
Población indígena: Más de un millón de personas (el gobierno sólo menciona a 706 mil).

La primera página empieza, sin anestesia, declarando que: Para encontrar “México” en un mapa moderno debe usted apurarse, porque los gobernantes actuales se han empeñado en destruirlo y, si tienen éxito, pronto no aparecerá más en los mapamundis. Localice primero el continente americano. Bien, ahora ubique lo que se llama “norteamérica”. Ahora, eso que aparece al sur de los estados norteamericanos de Texas, Arizona, Colorado y California, no es (todavía) una más de las estrellas en la bandera estadunidense. Observe con atención ese pedazo del continente cuyo costado occidental es acariciado por el Océano Pacífico, previa cuchillada que le dejó la península de Baja California como solitario y diestro brazo, y cuyo vientre se adelgaza para darle un lugar privilegiado al Océano Atlántico (protegido por el pulgar de la península de Yucatán). ¿Qué le parece? Sí, tiene usted razón, su figura es la de una mano que espera. Bien, ése es México. ¡Uff!, es bueno saber que aún está ahí.

Ahora anote usted los datos que aparecen en la primera de forros. Conforme avance en la lectura de este folleto, el número de la población indígena en Chiapas irá disminuyendo. El gobierno mexicano lleva adelante una guerra cuyo primer paso contempla la eliminación de casi medio millón de indígenas (precisamente los “faltantes” en su censo, que son los indígenas que habitan en la llamada “zona del conflicto”).

Fuentes gubernamentales estiman en cuando menos 450 mil el número de indígenas que son zapatistas o simpatizan con la causa del EZLN, ergo, son “zapatistas potenciales”, es decir, “eliminables”.

Con balas, bombas, granadas, paramilitares, esterilización forzada, secuestro y tráfico de infantes, deterioro del medio ambiente, asfixia cultural, y, sobre todo, con olvido, los indígenas mexicanos son aniquilados en una guerra cuya intensidad en los medios de comunicación sube y baja, pero es constante e inexorable en la cuota de muerte y destrucción que cobra en la realidad chiapaneca.

Bueno, ahora concéntrese usted en la esquina suroriental del mapa de México. Esa zona morena y llena de montañas es Chiapas. Sí “Chiapas” y no “Chapas”, como lo pronuncia Zedillo. ¿Quién? ¿Zedillo? ¡Ah! Es el que está al frente del grupo que gobierna México. Bueno, no al frente, más bien atrás. No, quiero decir, a un lado. No, es mejor decir que está debajo de. En fin, algunos lo llaman “el presidente de México” pero en este país nadie toma en serio esa afirmación. Bueno, no nos distraigamos. Tome usted un lápiz de color rojo y coloreé esa esquina, la última, de México. ¿Por qué de rojo? Bueno, quiere decir varias cosas: “lucha”, “conflicto”, “alerta”, “peligro”, “emergencia”, “sangre”, “lucha”, “resistencia”, “deténgase”, “guerra”. Chiapas quiere decir todo eso, pero ahora sólo tomaremos el rojo como “guerra”.

Sí, hay aquí una guerra. Sí, soldados, aviones, helicópteros, tanques, ametralladoras, bombas, heridos, muertos, destrucción. ¿Las partes confrontadas? Bueno, por un lado está el gobierno mexicano; por el otro están los indígenas. Sí, el gobierno contra los pueblos indios. ¿Qué? No, no le estoy hablando de algo que pasó, es algo que ocurre actualmente. Sí, en este fin del siglo XX y cuando ya desempaca su equipaje de incertidumbres el siglo XXI, el gobierno mexicano le hace la guerra a los habitantes más primeros de este país, los indígenas.

¿Qué dice usted? ¿Qué el gobierno de México dice que no es una guerra sino un “conflicto”? Bueno, veamos algunos datos que pueden ser comprobados “in situ”, con el simple método de la observación, viendo y escuchando. El problema es que, para el gobierno mexicano, las acciones denotadas por los verbos “ver” y “escuchar” están tipificadas como delitos. Cualquier ciudadano mexicano o de cualesquiera de los países de los 5 continentes deben ser mudo y ciego, so pena de cárcel, expulsión, amenaza, desaparición o muerte.

Pero supongamos que usted no quiere arriesgarse a ser encarcelado, perseguido, amenazado o desaparecido si es mexicano, o, si usted es de otra nacionalidad, amenazado, hostigado y expulsado de nuestro país por autoridades gubernamentales que odian a los que que vienen a comprobar “in situ” las informaciones periodísticas. ¿Qué hacer? Bien, para eso está este folleto, en él le diremos sólo lo que es comprobable a simple vista, y no lo que requiere de una investigación a fondo y “contactos” muy arriba en el gobierno… norteamericano. Como aval moral de esta información, le diremos que nosotros nunca le hemos mentido y no tenemos por qué hacerlo ahora. Pero aún así usted tiene el pleno derecho de dudar, así que puede usted recurrir a la prensa internacional y nacional, o arriesgarse a visitar las tierras indias del sureste mexicano. Verá usted que no hay duda de que bajo estos cielos se libra una guerra, y que esta guerra es contra los pueblos indios.

Bueno. Primer dato de guerra: la presencia de un número extraordinariamente alto de fuerzas armadas gubernamentales.

Según la cifra oficial, son 30 mil los elementos del Ejército Mexicano destacamentados en Chiapas. Cálculos no oficiales aseguran que son cerca de 70 mil. Por la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional el 1o. de enero de 1994, el gobierno federal envió, en la primera semana de enero, a la zona de conflicto a cerca de diez mil soldados del Ejército Mexicano; 200 vehículos (jeeps artillados y tanquetas, entre otros) y 40 helicópteros. Pero en diez días de conflicto el número de efectivos se incrementó a 17 mil. En ese mismo año, el gobierno federal restringió el conflicto armado a cuatro municipios: San Cristóbal de las Casas, las Margaritas, Ocosingo y Altamirano. Y luego se extendió, en 1999 el Ejército Mexicano amplió su radio de acción a 66 de los 111 municipios de Chiapas. Sí más de la mitad de los municipios chiapanecos viven en situación de guerra. En ellos la autoridad máxima es la castrense.

Para la guerra en el sureste mexicano, el Ejército federal está organizado en la séptima Región Militar, que cuenta con 5 zonas militares: la 30 con sede en Villahermosa, la 31 en Rancho Nuevo, la 36 en Tapachula, la 38 en Tenosique, y la 39 en Ocosingo. Además cuenta con las siguientes bases aéreas militares: Tuxtla Gutiérrez, Ciudad Pemex, Copalar.

Oficialmente la fuerza principal del Ejército federal, la llamada Fuerza de Tarea Arcoiris cuenta con 11 agrupamientos: San Quintín, Nuevo Momón, Altamirano, Las Tacitas, El Limar, Guadalupe Tepeyac, Monte Líbano, Ocosingo, Chanal, Bochil y Amatitlán.

Pero basta un vistazo a vuelo de pájaro para darse cuenta de que esto es falso. Existen grandes guarniciones militares cuando menos en los siguientes lugares:

Zona Selva: San Caralampio, Calvario, Laguna Suspiro, Taniperla, Cintalapa, Monte Líbano, Laguna Ocotalito, Santo Tomás, La Trinidad, Jordán, Península, Ibarra, Sultana, Patiwitz, Garrucha, Zaquilá, San Pedro Betania, Yulomax, Florida, Ucuxil, Temó, Toniná, Chilón, Cuxuljá, Altamirano, Rancho Mosil, Rancho Nuevo, Chanal, Oxchuc, Rancho el Banco, Teopisca, Comitán, Las Margaritas, Río Corozal, Santo Tomás, Guadalupe Tepeyac, Vicente Guerrero, Francisco Villa, El Edén, Nuevo Momón, Maravilla Tenejapa, San Vicente, Rizo de Oro, La Sanbra, Flor de Café, Amador Hernández, Soledad, San Quintín, Amatitlán, Río Euseba.

Zona Altos: Chenalhó, Las Limas, Yacteclum, La Libertad, Yaxmel, Puebla, Tanquinucum, Xoyeb, Majomut, Majum, Pepentik, Los Chorros, Acteal, Pextil, Zacalucum, Xumich, Canonal, Tzanen Bolom, Chimix, Quextik, Bajoventik, Pantelhó, Zitalá, Tenejapa, San Andrés, Santiago El Pinar, Jolnachoj, El Bosque, Bochil, San Cayetano, Los Plátanos, Caté, Simojovel, Nicolás Ruiz, Amatengango del Valle, Venustiano Carranza.

Zona Norte: Huitiupán, Sabanilla, Paraíso, Los Moyos, Quintana Roo, Los Naranjos, Jesús Carranza, Tila, E. Zapata, Limar, Tumbalá, Hidalgo Joexil, Yajalón, Salto de Agua, Palenque, Chancalá, Roberto Barrios, Playas de Catazajá, Boca Lacantún.

Esto sólo en la llamada “zona de conflicto”. Para cumplir con la cifra oficial de 30 mil soldados en Chiapas, estas guarniciones deberían de tener un promedio de 300 soldados, cosa que es evidentemente falsa. Las guarniciones pequeñas tienen, en promedio, ese número. Pero los grandes cuarteles superan con mucho 10 veces esa cantidad. Los grandes cuarteles de Rancho Nuevo, Ocosingo, Comitán, Guadalupe Tepeyac y San Quintín cuentan entre 3 mil y 5 mil efectivos cada uno.

Según organizaciones indígenas y sociales de Chiapas (distintas y distantes al EZLN), el Ejército Mexicano tiene actualmente en Chiapas 266 posiciones militares, lo que significa un considerable incremento respecto a los 76 puestos que tenía en 1995. En una carta dirigida a Ernesto Zedilla y al secretario de la Defensa Nacional, Enrique Cervantes Aguirre, las agrupaciones con presencia en las cañadas de la selva de Chiapas, manifestaron que tan sólo en los municipios de Ocosingo, Altamirano, Las Margaritas, La Independencia y La Trinitaria se encuentran destacamentados 37 mil soldados.

En esos cinco municipios, agregan, la población no llega a los 300 mil, lo que significa que hay un soldado por cada nueve habitantes. Por eso, señalan en el documento, “el retiro del Ejercito Mexicano de nuestras comunidades constituye la principal demanda de los pueblos indígenas de Chiapas; y no responde a intereses de unos cuantos”.

Además de las fuerzas “regulares” encuadradas en las zonas militares del Ejército y fuerza aérea en Chiapas, el gobierno cuenta con 51 Grupos Aeromóviles de Fuerzas Especiales (GAFE), de los cuales cuando menos cinco están en Chiapas: uno en El Sabino, otro en Copalar, otros en Terán, Tapachula, y Toniná. Para entrenamiento de estos GAFE Estados Unidos destinó 28 millones de dólares en 1997 y 20 millones en 1998. En 97-98 unos 2 mil 500 militares se entrenaron en Fort Bragg, North Carolina, y Fort Benning, Georgia, Estados Unidos.

También en Chiapas, un cuerpo de Infantería de Defensas Rurales, 6 batallones de infantería, 2 regimientos de caballería motorizada, 3 grupos de morteros y 3 compañías no encuadradas. Además de 12 compañías de Infantería no encuadradas en Salto de Agua, Altamirano, Tenejapa y Boca Lacantún.

El promedio de tropa por compañía es de 145 a 160 soldados, y el de un batallón de 500 a 600 aproximadamente.

Paramilitares. Cuando menos 7 grupos de paramilitares: Máscara Roja, Paz y Justicia, Mira, Chinchulines, Degolladores, Puñales, Albores de Chiapas. El responsable de su activación en 1995 fue el general Mario Renán Castillo, entrenado en Fort Bragg, Carolina del Norte, EU, y en ese entonces jefe de la séptima Región Militar. El equipamiento para esta guerra es sorprendente (sólo manejamos las cifras que son públicas).

Compras en 1994. Cuatro helicópteros S70A Blackhawk de la empresa Sikorsky. Otras empresas Bell, MacDonell-Douglas; 7,573 rifles lanzagranadas, 18 lanzagranadas M203P1 de 40 milímetros, 500 rifles de francotirador, 473 mil ítems de campaña, 14 mil sleeping bags, 660 mil raciones, 120 mil cinturones con funda de pistola, 608 apuntadores láser y 208 equipos de visión nocturna, 500 armas antitanque belgas, 856 lanzagranadas automáticos HK19, 192 ametralladoras M2HB. También usan RPG-7 y armas similares al B-300.

En 1996 el Congreso norteamericano autorizó la venta a México de 146,617,738 dólares. Diez millones en refacciones para aeronaves, seis millones de cartuchos, millón y medio de dólares en herbicidas, 378 lanzagranadas, 3 helicópteros MD-500, máscaras antigás, más de 61 mil dólares en productos químicoantipersonales.

En 1997, 10 mil pistolas mil 080 rifles AR-15, 3 mil 193 M-16, y refacciones para tanques y vehículos artillados. En 1999 se tienen previstas compras por, cuando menos, 62 millones de dólares. (Los datos están tomados de Las Fuerzas armadas mexicanas a fin de milenio. Los militares en la coyuntura actual. López y Rivas, Gilberto; Sierra Guzmán, Jorge Luis; Enríquez del Valle, Alberto; Grupo Parlamentario del PRD, Cámara de Diputados 57 Legislatura).

La Fuerza Aérea Mexicana, según un informe de la Secretaría de la Defensa Nacional, durante los cinco años del sexenio de Ernesto Zedillo, ha incrementado sus operaciones aéreas en 37% con respecto al sexenio anterior. Ahora se realizan hasta 110 operaciones diarias (contra 87 en el sexenio pasado). Desde 1995, la dotación de aviones y helicópteros creció 62%. Al inicio de la administración de Zedillo se contaban con 246 aeronaves, ahora hay 398 (sin contar los 74 helicópteros Huey que se regresaron a EU -con datos del Boletín de la Fuerza Aérea Mexicana y El Universal)

Cada 29 días tienen un accidente, un accidente fatal cada 105 días y se pierde una aeronave militar cada 86 días. Cada 26 días tienen “incidentes” que se pueden tipificar dentro de lo que se llama “presión de guerra” (war stress). Los “incidentes” tendrán un incremento superior a 43% con respecto al sexenio anterior.

Los proveedores de las máquinas aéreas de muerte para México son Estados Unidos, Suiza y Rusia (con datos de la publicación Airpower Journal Internacional, con datos del teniente coronel Luis F. Fuentes, de la Fuerza Aérea de Estados Unidos). Con su apoyo se han armado cinco escuadrones de contrainsurgencia. Uno de los escuadrones de contrainsurgencia (cuenta con cinco helicópteros Bell 205A-1, cinco Bell 206 JetRanger y 15 Bell 212) está destinado a Chiapas y sus 25 helicópteros están artillados. En el rubro de aviones de reconocimiento, de los dos escuadrones de aerofotogrametría (para el levantamiento de planos) con 10 Rockwell 500S Commander que existen, cuando menos cuatro aviones operan sobre la “zona de conflicto”; y de la unidad de búsqueda y rescate, que cuenta con nueve aeronaves IAI-201 Arava, cuando menos dos están destinadas a la aéreovigilancia del territorio rebelde.

Con respecto a los helicópteros, son de notar las nuevas adquisiciones de unidades de fabricación rusa, y el total de aparatos: 12 Mi-8, 4 Mi-17, cuatro Bell 206, 15 Bell 212, tres aerospatiale Sa-330 Puma y dos Bell UH-60 Black Hawk.

La FAM (Fuerza Aérea mexicana) utiliza al Lockheed AT-33 como nave de combate, porque están dotados de una variedad de armamentos, como ametralladoras Browning M-3 calibre .50 en la trompa, así como dos puntos bajo las alas para soportar cargas de bombas de 500 libras y/o lanzacohetes. Según la versión oficial, la FAM no los utilizó en el conflicto de Chiapas (La Jornada).

La realidad es otra. Existen videos tomados los días 5 y 6 de enero de 1994, donde aviones Lockheed AT-33 bombardeaban los alrededores de San Cristóbal de Las Casas, Chiapas. Estos videos fueron tomados por Amnistía Internacional, e incluyen fotos de esquirlas y pedacería de las bombas o “rockets” (“Chiapas: 1984″, doctor Steven Czitrom, México, 1999).

Por si fuera poco, un grupo de 17 observadores extranjeros, encabezados por la organización estadunidense Global Exchange, denunció la existencia de trampas cazabobos que construyen los militares, como parte de una guerra de baja intensidad en contra del EZLN. Explicó que estas trampas consisten en hoyos cavados en el piso, los cuales son tapados con hojas y tienen al fondo estacas de unos 40 centímetros de largo. Agregó que las trampas fueron descubiertas en las cercanías de la comunidad de Amador Hernández. Por otra parte, los observadores dijeron que el armamento que le proporciona Estados Unidos a México, no se utiliza para el combate al narcotráfico sino para la guerra en contra de los pueblos indígenas.

Después de leer, en un pequeño recuadro: México, rehusó en 1993-1995 la ayuda de EU, pero en 96-97 aceptó 7 millones de dólares de parte del Pentágono para entrenamiento y equipamiento (Nacla, vol. 32 # 3 nov-dic de 98), usted cambia de página y se encuentra con el siguiente subtítulo:

EL OTRO NEGOCIO DE LA GUERRA

Todo este gigantesco aparato militar tiene su razón de ser. Aunque el gobierno insiste inútilmente que se trata de una fuerza de “contención” frente a los rebeldes zapatistas, la verdad es que es un contingente de guerra. Una guerra que tiene como objetivo la destrucción de los pueblos indios rebeldes primeramente, y después de todos los demás indígenas. No se trata sólo de una eliminación física, sino más bien de una eliminación en tanto que cultura diferente. Lo que se persigue es destruir, aniquilar todo referente indígena de estos pueblos. El delito es cuádruple: existen (y en el neoliberalismo la existencia de la diferencia es un delito), no responden a las leyes del mercado (no tienen tarjetas de crédito, no conciben la tierra como una mercancía), habitan sobre un territorio pleno de riquezas naturales (véase la carta 5.1 Chiapas: la guerra. Entre el satélite y el microscopio, la mirada del otro, exposición del CCRI-CG del EZLN ante la CCIODH (Comisión Civil Internacional de Observación por los Derechos Humanos) el 22 de noviembre de 1999. De próxima publicación internacional), y son rebeldes.

No nos extenderemos más en este aspecto, puesto que este folleto sólo pretende mostrar la evidencia de un dispositivo militar guerrero y una guerra en acción en las montañas indígenas del sureste mexicano. Le hemos mencionado antes que existen en Chiapas cuando menos 266 posiciones militares. Ahora cuente usted por cada cuartel o guarnición, un burdel y al menos tres expendios de bebidas alcohólicas; 266 nuevos prostíbulos y cuando menos 798 cantinas. Los administradores de estos prostíbulos y cantinas son los generales. Están coludidos con los polleros para traficar con mujeres procedentes de Centroamérica, cuyo estatus de ilegalidad impide que tengan la mínima defensa ante sus patrones castrenses.

Además de la proliferación de enfermedades venéreas, la llegada de la prostitución importada ha hecho florecer la local. Es común que en las comunidades indígenas afines al PRI, las mujeres se conviertan en prostitutas que laboran en los cuarteles que ocupan sus terrenos. La entrada de alcohol ha incrementado la violencia intrafamiliar, y crece el número de mujeres y niños golpeados por varones borrachos. Además de que, al posicionarse sus unidades, el Ejército invade terrenos ejidales (y viola la ley que dice defender), y de que el poder de facto de los soldados encuentra cómplices dóciles en las presidencias municipales, en el gobierno del Estado y en la prensa local, el tráfico de seres humanos llega a su máximo horror: el tráfico de infantes.

En el hospital del viejo Guadalupe Tepeyac, la doctora María de la Luz Cisneros, se dedica a proporcionarle al general al mando de la guarnición local, los recién nacidos que roba. Juntos colaboran con una red de traficantes de niños. El procedimiento es muy sencillo: una mujer indígena llega a parir a este hospital. Da a luz y la mencionada doctora le exige a la mujer que presente su identificación porque sin ella no le puede entregar el niño, atemoriza a la mujer y consigue que se retire sin el niño. Otras veces la doctora comunica a la mujer que el niño nació muerto y que no le van a entregar el cadáver porque “no tiene papeles”. Los niños robados, con la colaboración del general al mando del cuartel del viejo Guadalupe Tepeyac, son enviados a un lugar desconocido. ¿Cuánto vale un niño o una niña indígena probablemente zapatista? ¿Cuánto valen sus órganos si se venden “por partes”? Estas preguntas sólo las pueden responder la doctora Cisneros y el cómplice con grado de general.

Al tráfico de mujeres y de niños (o de partes de niños), los altos mandos militares destacamentados para contener a los zapatistas, tienen un gran negocio en el narcotráfico. Hasta febrero de 1995, cuando los zapatistas tenían el control total del territorio de la “zona de conflicto”, los narcotraficantes se vieron impedidos de usar la selva Lacandona como “trampolín” hacia los Estados Unidos; y la siembra, el tráfico y el consumo de estupefacientes en ese territorio se redujo a cero. Pero cuando el Ejército “recuperó la soberanía nacional”, los grandes capos de México y Sudamérica encontraron la comprensión de los generales y, además de que proliferan desde entonces los plantíos de mariguana y amapola, operan a su máxima capacidad las aeropistas bajo control militar. El narco internacional cuenta así con un territorio donde sólo sus socios, los militares, pueden entrar. La tajada que los generales llevan en esta operación no es pequeña.

No sólo los militares tienen negocios gracias a esta guerra vergonzante. Los gobiernos federal y estatal también se enriquecen con la militarización. La gran inversión en viviendas para soldados y cuarteles tiene un beneficiario oculto, el hermano del señor Ernesto Zedillo Ponce de León. Nombre: Rodolfo Zedillo Ponce de León (datos de Debate Sur-Sureste número 2, marzo de 1999) que es dueño de la constructora que levanta complejos habitacionales, centros de tortura, almacenes y puestos de mando del Ejército federal en Chiapas. El padre del señor Ernesto Zedillo se encarga de las instalaciones eléctricas de estos cuarteles mediante su empresa Sistemas Eléctricos SA de CV.

¿Cómo detener la militarización si eso significaría que la familia de Zedillo perdería una importante fuente de ingresos? con sangre indígena se alimenta el “bienestar de la familia” de Ernesto Zedillo Ponce de León.

El croquetas Albores no se queda atrás. Según denuncia del diputado local del PAN, Cal y Mayor, el producto (“desayunos escolares” les llaman) que el DIF-Chiapas reparte a 675 mil niños está elaborado con “pasta de soya forrajera” y necesita aditivos como “metabisulfito de sodio y azufre para poder texturizar”. La empresa Abasto global SA de CV es la que distribuye y es propiedad de Albores Guillén a través de prestanombres. El gobierno del estado paga 1.56 pesos por cada desayuno a esta empresa que se creó el 17 de febrero de 1998 para “la compra-venta y representación comercial de productos agrícolas, agropecuarios e industriales”.

Si usted no está asqueado al llegar a este punto, entonces de la vuelta a la página y entérese de lo siguiente.

LOS PARAMILITARES

En la Cámara de Diputados, el procurador Jorge Madrazo Cuéllar reconoció que en Chiapas actúan 15 organizaciones civiles “probablemente armadas”: los Chinchulines, Paz y Justicia, Abu-Xú, Guardián de mi Hermano. Tomás Múnzer, MIRA, Tzaes, Guaches, Pates, Botex, Xoxepes, Xiles y Los Mecos, todos ellos del municipio de Pantelhó, además de las organizaciones Bartolomé de los Llanos, Fuerzas Armadas del Pueblo, Casa del Pueblo, OCEZ-CNPA, Primera Fuerza y Máscara Roja. Salvo referencias de prensa, no existen ningún otro tipo de pruebas o evidencias respecto de los grupos denominados MIRA, Tomás Múnzer, Primera Fuerza y Máscara Roja.

La historia de los paramilitares en Chiapas se remonta a 1995. Cuando fracasó la ofensiva del Ejército federal en febrero de ese año, y visto el desprestigio que trajo a las fuerzas gubernamentales, Zedillo optó por activar diversos grupos paramilitares. El encargado fue el general Mario Renán Castillo, que había ya traducido del inglés el manual norteamericano que recomienda el uso de civiles para combatir a fuerzas insurgentes. Destacado alumno de la escuela estadunidense de contrainsurgencia, Renán Castillo se dedicó a seleccionar a un grupo de militares para la capacitación, dirección y equipamiento. El dinero lo puso la Secretaría de Desarrollo Social (Sedeso), y los “soldados” el PRI chiapaneco.

Paz y Justicia fue el nombre ideado por estos militares para el primero de estos grupos. Su área de operación es el norte del estado de Chiapas y su impunidad llega a tal punto que controlan el tránsito en ese territorio. Nada ni nadie entra o sale en esa zona sin la “autorización” de Paz y Justicia. Los “méritos en combate” de estos paramilitares no son pocos. Cuando menos un atentado de muerte en contra de los obispos Samuel Ruiz García y Raúl Vera López, decenas de indígenas asesinados, decenas de mujeres violadas, y miles de desplazados. Pero los “logros” de Paz y Justicia palidecen ante su hermano menor: Máscara Roja. Preparado y entrenado para operar en Los Altos de Chiapas, Máscara Roja tiene la medalla de la matanza de Acteal, el 22 de diciembre de 1997. En esa “acción”, los paramilitares hicieron palidecer a los kaibiles guatemaltecos. El accionar de Máscara Roja ha provocado la existencia de casi 8 mil desplazados de guerra tan sólo en Chenalhó.

El éxito de Paz y Justicia y de Máscara Roja, alentó al Ejército para armar otro grupo, ahora asignado a la selva Lacandona: el Movimiento Indígena Revolucionario Antizapatista (MIRA). El MIRA no ha tenido más éxitos militares que el asesinato de algunos indígenas, y su principal función es prestarse a los teatros de “desertores zapatistas” que cada tanto monta el croquetas Albores Guillén. El croquetas no quiso quedarse atrás y fundó el grupo paramilitar Albores de Chiapas, que tiene características muy versátiles: lo mismo acarrean indígenas a las movilizaciones de “apoyo al gobernador Albores”, desalojan campesinos, o ejecutan sumariamente a los señalados por la pezuña que habita el palacio de gobierno en Tuxtla Gutiérrez.

La acción de militares y paramilitares necesita el “acompañamiento” de otras fuerzas. Así que pase usted a la siguiente sección y lea…

LOS OTROS PERSEGUIDOS

El quehacer de militares y paramilitares es complementado por los caciques locales. En Tuxtla Gutiérrez, empresarios priístas chiapanecos, presentaron ante el sustituto Albores, la llamada Fundación Social para Chiapas, AC. El empresario gasolinero, Constantino Narváez Rincón, es el presidente de la fundación, y la coordinadora de campaña de recolección en María Elena Noriega Malo. Esta fundación pretende recabar un fondo de 200 millones de pesos, entre el gobierno del estado de Chiapas, empresarios del estado y del país, para dar atención integral en nutrición, educación y salud a los habitantes de 134 comunidades de alta marginación pertenecientes a los siete municipios de reciente creación. Los empresarios agregaron que tienen experiencias en campañas similares de otros países. El proyecto de la presunta organización independiente avala el programa oficial de Remunicipalización y la Ley sobre Derechos y Cultura Indígena propuesta por el sustituto, el croquetas Albores Guillén.

Sin embargo, en su artículo de Lourdes Galaz, titulado Netwar contra el EZLN, publicado en el diario La Jornada, el 29 de agosto, se indica que los objetivos de la fundación son desprendidos del proyecto The Advent of Netwar (1996), creado por los analistas del Instituto de Investigaciones para la Defensa Nacional, de Santa Mónica, California en Estados Unidos, John Arquila y David Rondfeldt.

Señala el artículo que en algunos círculos políticos y académicos, advierten que ya habría una definición del gobierno zedillista para enfrentar el problema de la guerrilla zapatista en Chiapas. La estrategia de la guerra de redes está enfocada a analizar y contener, aislar, desestructurar e inmovilizar las redes sociales, así como las del narcotráfico, de terroristas y de grupos delincuentes. Según esto, la estretegia debe enfocarse no sólo en al EZLN, sino a todas las organizaciones, frentes e individuos que forman parte de la amplia red de apoyo al zapatismo.

Los analistas recomiendan que deben imponerse todo tipo de acciones y tácticas que van desde las clásicas de corte contrainsurgente (hostigamiento, amenazas, acciones psicológicas, secuestros, ataques de grupos paramilitares, ejecuciones individuales, etcétera) hasta campañas de desinformación, espionaje, creación de ONG financiadas por el gobierno para contraponerlas a las independientes (vinculadas con la red), entre otras.

Como resultado, los más vigilados en esta guerra que se niega a decir su nombre, no son los delincuentes que pululan sobre todo en el palacio de gobierno. Los más vigilados y acechados son los defensores de derechos humanos. Personas que trabajan en ONG chiapanecas, en la Academia Mexicana de Derechos Humanos, en la Comisión Mexicana de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos, AC, en el Centro Mexicano de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez, y, en general, quienes forman parte de la red Todos los derechos para todos, son blanco de vigilancia, hostigamientos y amenazas de muerte.

El hecho de que los defensores de los derechos humanos sean considerados como objetivo militar en esta guerra no es gratuito. Para el gobierno mexicano, el riesgo de esta guerra no es la muerte y la destrucción que provoca, sino que se conozca. Y este es problema con los defensores de los derechos humanos: no se quedan callados frente a las injusticias y arbitrariedades. Pero si para los defensores mexicanos de los derechos humanos hay amenazas, persecución y hostigamiento, para los observadores internacionales hay mentiras. El Ejército Mexicano, cuya maquinaria de guerra en Chiapas es evidente, se esfuerza, inútilmente, en mostrarse ante la opinión pública como un “trabajador social”. Las siguientes son “perlas” capturadas por un excelente servicio alternativo de noticias: Nuevo Amanecer Press Europa, Darrin Wood, director. dwood@encomix.es.

Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 11 de Septiembre de 1999.

“En el marco de la coadyuvancia con el gobierno del estado de Chiapas, las tropas destacamentadas en la séptima Región Militar llevaron a cabo el día de ayer las siguientes actividades: ocho cortes de pelo…” (comunicado de la Sedena).

Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 12 de septiembre de 1999

“Como parte de las actividades que desarrollan las tropas de la séptima región militar para garantizar el bienestar y la seguridad en diferentes comunidades del estado de Chiapas, el día de ayer se llevaron a cabo las siguientes actividades: seis cortes de pelo…” (comunicado de la Sedena).

Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 22 de septiembre de 1999.

“Al continuar con el desarrollo de actividades para garantizar la seguridad y proporcionar bienestar a las comunidades del estado de Chiapas el día de ayer se efectuaron las siguientes acciones: seis cortes de pelo…” (comunicado de la Sedena).

Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 23 de septiembre de 1999.

“Las tropas destacamentadas en la séptima región militar continúan apoyando al gobierno del estado de Chiapas realizando actividades de labor social en auxilio de la población civil en diversas zonas del estado, llevando a cabo las siguientes actividades: cinco cortes de pelo…” (comunicado de la Sedena).

Séptima región militar, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, 24 de septiembre de 1999.

“En el marco del auxilio a la población civil y el apoyo que se brinda al gobierno del estado de Chiapas, las tropas de la séptima región militar, llevaron a cabo en diferentes zonas del estado el día de ayer las siguientes actividades: siete cortes de pelo…” (comunicado de la Sedena).

¡Sí, leyó usted bien!, en cinco días los más de 60 mil soldados acuartelados en Chiapas hicieron la labor social de … ¡32 cortes de pelo! Sí, tiene usted razón, son los cortes de pelo más caros y más sangrientos de la historia de la humanidad.

Con esta “humanitaria” imagen del Ejército en Chiapas se termina este folleto. Si usted es una alta comisionada de la ONU y está de visita en nuestro país, no se sorprenda; que nada de esto coincida con el lamentable tinglado que el gobierno mexicano ha montado. Resulta que la mentira es también un arma. Ya se verá si usted se rinde o, como enseñan los indígenas de acá, resiste a la mentira.

Todo lo que le he referido es cierto. Puede ser comprobado directamente o consultado en reportes periodísticos. Aún no refleja la totalidad del horror que esta guerra significa. Pero lo sorprendente no es esta gigantesca máquina de guerra destruyendo, asesinando y persiguiendo a más de un millón de indígenas. No, lo realmente extraordinario y maravilloso, es que es y será inútil. A pesar de ella, los zapatistas no sólo no se rinden ni son derrotados, además crecen y se hacen más fuertes. Según cuentan por estas montañas, los zapatistas tienen un arma secreta muy poderosa e indestructible: la palabra.

Bueno, ya me despido señora. Así están las cosas por acá. No importa lo que le digan, le cuenten o le muestren los siniestros personajes que pululan en las secretarías de Estado, en las embajadas y en los consulados, esta es la verdad. Pero si no me cree, venga a comprobarlo usted personalmente. Sabrá que ha llegado si mira hacia los de arriba y se da cuenta de que abundan lo tanques, los retenes militares, los interrogatorios policiacos de los agentes de migración, los cuarteles, los puestos de bebidas alcohólicas, los burdeles, la mentira.

No olvide mirar también hacia los de abajo, ahí se dará cuenta de que la luz puede ser también morena y bajita, que hay quien debe ocultar el rostro para ser mirado y que debe esconderse para mostrarse.

Pero si cualquiera de estos datos no le confirman que ha llegado, porque ciertamente son muchos los rincones de la historia que así pintan arriba y abajo, hemos pensado en facilitarle su visita. A la entrada, verá usted un letrero no muy grande, con letras de colores y torpe trazo que dice: Bienvenidos a Territorio Zapatista, último rincón de la dignidad rebelde. Y no crea que decimos eso de “último rincón” en el sentido de histórico o de consecuencia, porque ciertamente son muchos los rincones que el mundo guarda para su rebelde dignidad y son todos ellos consecuentes. Cuando decimos que somos el “último rincón” queremos decir sólo que somos los más pequeños…

Vale. Salud y, si viene, lo esperamos, aun cuando ya no estemos. Ande con cautela porque es muy sencillo llegar a estas tierras, lo difícil es irse.

 

Desde las montañas del sureste mexicano.
Por el Comité Clandestino Revolucionario Indígena-Comandancia General del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
Subcomandante Insurgente Marcos
La Realidad en Guerra. México, Noviembre de 1999.

 

P.D. QUE ADVIERTE: ¡Ah!, se me olvidaba. Tenga usted mucho cuidado cuando llegue a suelos rebeldes. Resulta que, desde el 1º. de enero de 1994, acá se declaró la abolición de la ley de gravedad y es común que, en algunas madrugadas, la luna se desnude y se muestre como lo que es realmente, es decir, una de las manzanas que desafió a Newton…

Chiapas: la guerra, III. Amador Hernández, la disputa por la tierra.
Carta 5.3

Tomemos entonces, nosotros, ciudadanos comunes, la palabra y la iniciativa. Con la misma vehemencia y la misma fuerza con que reivindicamos nuestros derechos, reivindiquemos también el deber de nuestros deberes.

José Saramago, Discursos de Estocolmo

A: José Saramago.
Planeta Tierra.

De: SupMarcos.
Montañas del Sureste Mexicano.

Don José:

Le escribo estas líneas con la esperanza de que lo alcancen cuando su paso aún camine por estos suelos indígenas. Claro, para saludarlo, pero no sólo para saludarlo. Y no sólo para saludarlo a usted, también a la Pilar. Sobre todo para saludar su palabra, esa inquieta e irreverente palabra que usted esgrime y que, como no queriendo, va dejando heridas y raspones que no hay ungüento que los alivien.

Pero, creo que ya lo dije, le escribo no sólo para saludarlo. También para contarle algo y pedirle una cosa. Sabe usted, la mar puso en mis manos un su libro de usted que se llama De este mundo y del otro. Empecé a leerlo de atrás para adelante, que es la prueba más estricta que acá tenemos para ver si un libro debe estar cerca nuestro. Si se puede empezar a leer por el final o por cualquiera de sus páginas, entonces es un libro de esos que uno debe tener siempre cerca. Yo sé que, como criterio literario, eso es más bien excéntrico, pero eso permite explicar que acá algunos libros compartan la humedad, los desvelos, el ruido de las aspas de los helicópteros artillados, el ronroneo de los aviones bombarderos, el constante rugido de los motores de los tanques de guerra, la impertinencia de no pocas cucarachas, el empecinado tejido de arañas de todos los tamaños, y el inevitable ir y venir de las hormigas. Entre esos libros (que no reseñaré porque para el gobierno mexicano pueden ser sospechosos de subversión, y creo que a Cervantes, Shakespeare, García Lorca, Neruda, Hernández, Cortázar, Sor Juana, y a otros y otras, no les faltan títulos y honores como para agregarles el de “transgresores de la ley”) está ahora su libro De este mundo y del otro.

Pero no era para platicarle de los libros que acá duelen que le escribo. Resulta que estaba hojeando y ojeando su libro, cuando mis ojos se detienen en el texto que se titula “Un azul para Marte”. El argumento es sencillo: usted ha pasado diez años en Marte y sabe que los marcianos no conocen las guerras, ni hay diferencias para ellos entre las ciudades y el campo, y otras cosas muy marcianas. Pero el problema que tienen en Marte es que sólo tienen dos colores, el blanco y el negro, y las distintas tonalidades que van de uno a otro. Los marcianos esperan encontrar los colores para ser completamente felices. Usted duda si llevarles el azul. Y esto viene al caso porque acá los zapatistas estamos luchando por un mundo donde quepan todos los colores sin dejar de ser lo que son, es decir, colores diferentes.

Una nueva hojeada y llego a “La sonrisa”, que se rebela en contra de que “sonreír” sea definido como un verbo intransitivo y una mueca carente de sonido. Y entonces yo veo que sí, que el verbo “sonreír” no sólo no es intransitivo sino que es demasiado transitivo, como lo es la sonrisa del Ezequiel (tojolabal, 3 años), que más que sonrisa es una puerta (una puerta a su ser niño, indígena y zapatista, y una puerta a los adultos, indígenas y zapatistas, que luchan porque Ezequiel ―y otros niños como él― tenga una puerta abierta, o sea una puerta transitiva, y no una puerta cerrada, o sea una puerta intransitiva). No sé, ahora me entra la duda: ¿es “puerta” un verbo intransitivo? En fin, asunto de lingüistas.

Seguí hojeando el libro y mi mirada llegó a “La nieve negra” y a su reflexión sobre lo que la muerte pinta en el dibujo de un niño que decide que la naturaleza debe ser cómplice y solidaria del dolor humano (y de su alegría, digo yo, pero eso no viene en el texto). Y veo que también viene al caso porque, para no ir muy lejos, acaba de acercarse la Yeniperr (tojolabal, 5 años) a mostrarme un su dibujo donde el cielo sigue siendo del azul que desean los marcianos, pero en lugar de pájaros lo pueblan helicópteros, y la tierra, quiero decir, el suelo que pinta la Yeniperr, se llena de montañas y, en lugar de flores, de la tierra nacen pasamontañas. Voy a obviar la aclaración de que la Yeniperr me trae el dibujo porque quiere que lo “descambiemos” por un chocolate con nuez que tengo en la mesita. Yo he defendido ese chocolate con nuez como si fuera el último, no sólo porque, en efecto, es el último, pero sobre todo por eso. Como quiera, la Yeniperr se va con el chocolate con nuez y yo me quedo con un dibujo donde el cielo es azul, hay helicópteros en lugar de pájaros, y en la tierra florecen pasamontañas y no flores. Me quedo pensado en que es seguro que a los marcianos no les interesará un azul así, con tanto helicóptero y pasamontañas, dejo el dibujo a un lado y entonces sigo dando vuelta a las hojas y encuentro lo que estaba buscando (claro, sin saber que lo estaba buscando). Ahí está:

“El silencio es la tierra negra y fértil, el humus del ser, la melodía callada bajo la luz solar. Caen sobre él las palabras. Todas las palabras. Las palabras buenas y las malas. El trigo y la cizaña. Pero sólo el trigo da pan”.

“El silencio es la tierra negra y fértil”. Sí. Y no sólo eso, acá la guerra que se libra entre gobierno y pueblos indios es por ese silencio, por esa tierra. Y sí, en esta guerra caen sobre esta tierra palabras buenas y malas. Unas y otras nombran a la tierra de forma diferente.

Porque cuando un gobernante mexicano dice “tierra”, lo dice anteponiendo “compro” o “vendo”, porque para los poderosos la tierra es sólo una mercancía.

Y cuando un indígena dice “tierra”, lo dice sin anteponerle nada pero diciendo también “patria”, “madre”, “casa”, “escuela”, “historia”, “sabiduría”.

Porque para los indígenas zapatistas la tierra es azul, pero también es amarillo y rojo y negro y blanco y marrón y violeta y naranja y verde (que es el color del que se ponen los marcianos por la envidia de saber que acá la tierra es todos esos colores), y la tierra también es una puerta transitiva, como lo es la sonrisa (aunque se enojen los lingüistas), y si la tierra ahora tiene helicópteros en vez de pájaros y pasamontañas en lugar de flores es precisamente porque los indígenas zapatistas quieren defender la tierra de aquellos que la ven como mercancía y no como lo que es: una puerta abierta y de todos los colores.

Claro que, en el caso de Chiapas, la tierra no representa para los poderosos sólo una mercancía. Para los mercaderes de la globalización, la tierra de aquí es una “mina” que hay que explotar hasta secarla. En el caso de la tierra india chiapaneca, la “mina” tiene petróleo. El gobierno se niega a reconocer que, detrás de su guerra, está el ansia por la posesión de esa mina. No es para explotarla que la quiere, sino para venderla.

En el área de Marqués de Comillas, en la Selva Lacandona, se encuentra una reserva potencial estimada de mil 498 millones de barriles de crudo, que se localizan en una extensión de 2 mil 250 kilómetros cuadrados. Y en el área de Ocosingo se espera incorporar una reserva potencial estimada de 2 mil 178 millones de barriles, que cubrirá una extensión de 5 mil 550 kilómetros cuadrados, y se tiene considerada la perforación de 21 pozos exploratorios. A inicios de los 90, Petróleos Mexicanos (Pemex) estaba planeando una inversión para toda la gran región petrolera, en lo que ellos llaman el Macroproyecto Exploratorio Ocosingo-Lacantún, lo que comprende Ocosingo y Marqués de Comillas, de 2.7 billones de pesos de los de 1991, lo que equivale hoy aproximadamente a mil millones de dólares (El Financiero).

Así que esa “mina” tendría, al menos, 3 mil quinientos millones de barriles de petróleo. A precios actuales, esos barriles representan unos 80 mil millones de dólares, es decir, unas 80 veces más de lo “invertido”. Pero el proyecto gubernamental no es explotar esos yacimientos, sino vender la totalidad de ese territorio a manos extranjeras. Las razones por las que las megaempresas tienen interés en estas tierras superan los 80 mil millones de dólares en muchos ceros. Y la razón está en que ellas sí tienen los estudios reales de las reservas potenciales que hay en la Selva Lacandona.

Biodiversidad, agua y petróleo son las riquezas de Montes Azules, reserva de la biosfera ubicada en el corazón de la Selva Lacandona. Sin embargo, el deterioro en esta área natural protegida continúa y corre el riesgo de quedar fracturada por los planes estatales de construir la carretera San Quintín-Amador Hernández-cañada del río Perla.

Paralelamente, la selva de la cuenca alta del río Usumacinta y la cuenca del río Tulujah fue establecida como zona de protección forestal. No obstante, quedó sin protección Marqués de Comillas y la parte norte de la selva, áreas donde Petróleos Mexicanos (Pemex) emplazó sus principales zonas de exploración. Pero también han contribuido empresas nacionales o trasnacionales.

Pemex acepta que antes de 1995 se exploraron en la zona una decena de yacimientos petroleros, y antes, desde la década de los 80, se confrontó con la entonces Secretaría de Desarrollo Urbano y Ecología por la devastación ambiental ocasionada con la apertura de caminos, explosiones y excavaciones en la selva. El mismo Instituto Nacional de Ecología (INE) presenta como principales “amenazas” para la reserva de Montes Azules la colonización de la selva y su consecuente cambio de uso del suelo, y también acepta que la apertura de la Carretera Fronteriza del Sur y la exploración y explotación petrolera han sido elementos que acentúan la deforestación de la selva. A esta situación se apegan las campañas de reforestación de la selva. A esta situación se agregan las campañas de reforestación promovidas por Semarnap, la cual informa que la reciente participación del Ejército Mexicano en la reforestación de zonas comunales aledañas a Montes Azules estaba prevista desde 1995 y que el uso de las especies (árboles de caoba, cedro y maculis) “son las de mayor saqueo en la zona y presentan mayor dificultad para restablecerse”. Biólogos y otros especialistas aseguran que la mejor manera de restaurar las zonas perturbadas de la selva es dejándolas descansar, no reforestándolas. Pero además, cuestionan, “por qué no toman en cuenta a las comunidades para realizar ese trabajo? Ellos, más que los soldados, conocen su medio ambiente” (El Financiero).

Aunado a todo el problema de la Selva Lacandona, ahora la reserva de la biosfera tiene que afrontar una agresión más: la construcción de la carretera San Quintín-Amador Hernández-cañada del río Perla; este último desemboca en Montes Azules y ese camino sí cruza la reserva. Pero no sólo los lineamientos de construcción de la carretera San Quintín-Amador Hernández-cañada del río Perla deterioran el ecosistema de la reserva de la biosfera. También la presencia de los militares. Soldados del Ejército Federal Mexicano, ubicados en las comunidades de El Guanal y Amador Hernández, desmontaron una área considerable de la selva para construir hasta dos helipuertos donde los helicópteros procedentes de San Quintín transportan tropa, bastimentos, hachas y rollos de malla en espiral con dos puntas, además de ametralladoras de tripié, lanzallamas, defoliantes químicos, decenas de tambos de gas lacrimógeno, y bebidas alcohólicas.

Y así que su texto, don José, junto a la disputa por la tierra india chiapaneca, la guerra entre la mercancía y la puerta de colores, me llevan hasta la comunidad tzeltal de Amador Hernández. Ahí, desde hace más de 4 meses, los indígenas zapatistas están plantados frente a un batallón de élite del Ejército Federal. Todos los días los zapatistas van frente a los soldados, les dicen consignas, les dan clase política, cantan el Himno Nacional. El general al mando de la invasión castrense ordenó la instalación de hasta 8 bocinas de alta potencia para “proteger” a sus soldados de las malas ideas de los zapatistas. La música preferida de este general es el piano de Richard Clayderman, así que cada vez que los indígenas zapatistas entonan el Himno Nacional Mexicano, los soldados ponen a Clayderman a todo volumen para acallar la parte que dice: “Mas si osare un extraño enemigo profanar con su planta tu suelo, piensa oh patria querida que el cielo un soldado en cada hijo te dio”.

Amador Hernández, así se llama esta comunidad donde hoy se sintetiza la paradoja de la guerra del sureste mexicano. Ahí los indígenas cantan el Himno Nacional y defienden la tierra como puerta abierta a todos los colores, como patria. Ahí los soldados del gobierno se ensordecen a sí mismos para no escuchar la palabra que los desnuda como avanzada de los mercaderes de la tierra.

Sí, en Amador Hernández la guerra se muestra tal cual es: de un lado están los soldados, rodeados de varias vallas de alambres de púas, trincheras, ametralladoras, lanzallamas, escudos y lanza gases; del otro lado están un montón de indígenas, hombres, mujeres, niños y ancianos, chaparritos, morenos como el color de la tierra, sin más armas que las palabras dichas, cantadas o escritas. Porque resulta que, para contrarrestar el volumen de las bocinas, los zapatistas guardaron silencio y sacaron unos carteles con las mismas palabras dichas, pero ahora escritas en grandes e irregulares caracteres. Como las bocinas tapan el oído pero no la mirada, el general ordenó a sus soldados que se vendarán los ojos. Más de uno bajó discretamente la venda y leyó lo que sentenciaba una cartulina: “Esta tierra es de nuestros muertos, ¿cómo vas a matar a nuestros muertos?”

Don José:

Dice usted que en la tierra caen el trigo y la cizaña, y que sólo el trigo de pan. Tiene usted razón. Acá decimos que en la tierra caen el cinismo y la rebeldía, y que sólo la rebeldía da mañanas.

Acabo de leer en el periódico que usted declaró en Guadalajara que parecía que su sino era decir o hacer cosas que molestaban a los gobiernos. Así que lo que le quería pedir a usted, don José, es que, sin que nadie lo vea, tome usted un puño de la tierra que ahora pisa, que con mucha discreción la meta en una bolsita de plástico y la llave en su bolsillo izquierdo. Cuando usted se marche en su largo paso por el mundo, cada tanto meta usted la mano distraídamente en su bolsillo y tome un puñito de esa tierra y déjela caer donde sea. No se preocupe por la cantidad, verá usted que siempre tendrá en su bolsillo tierra suficiente para regarla en cualquier parte del mundo.

No son muy sabidas por la ciencia las causas, pero la rebeldía es contagiosa. No sólo eso, desde hace más de 500 años acá sabemos que la rebeldía, además de contagiosa, pare mañanas.

Vale. Salud y ahora creo que la rebeldía también es transitiva.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, diciembre de 1999.

 

P.D. Dice Durito que le manda saludos a doña Pilar (“La Pilarica”, dice él, pero yo no soy tan irreverente), que a cambio mande algo de ese café que ella prepara. Yo digo que mejor mande nueces. “¿Acaso hay nueces en Lanzarote?”, me dice-regaña Durito. “Debe haber ―respondo yo―. Las nueces son como los colores, hay en todo el mundo”.

Chiapas: la guerra. IV. Chiapas-UNAM: El delito de ser “otro”.
Carta 5.4


A: Los padres y madres de los 98 estudiantes de la UNAM que fueron tomados presos por la policía del DF que “defendió con gallardía”, el sábado 11 de diciembre de 1999, la embajada de Estados Unidos en México.

Señoras y señores:

Les escribo a nombre de todos los hombres, mujeres, niños y ancianos del EZLN ahora que ya sabemos que todos sus hijos e hijas han sido puestos en libertad. Aunque estemos tan lejos y no tengamos ningún parentesco sanguíneo con ninguno de sus hijos, acá también estuvimos angustiados y preocupados y hasta estábamos pensando enviarles una pequeña aportación económica para completar la fianza que exigían las autoridades.

Además de la angustia y la preocupación, también compartimos con ustedes la indignación por el trato de “delincuentes” que, en los medios electrónicos de comunicación, recibieron sus hijos.

Los felicitamos a ustedes por la liberación de sus hijos e hijas. ¿Saben ustedes? Nosotros más que conocer a sus hijos e hijas, conocemos la causa por la que luchan: la educación gratuita. Nosotros entendemos que esa lucha que llevan adelante estudiantes como sus hijos, y otros que no son sus hijos, es por nosotros y por muchos mexicanos que, es seguro, ni siquiera conocen a sus hijos de vista, ya no se diga por nombre y apellido.

Estos 98 muchachos y muchachas, estudiantes todos y todas, fueron tomados presos, además de golpeados, insultados y humillados, por luchar por una causa justa y, además, por saber escuchar. Sé que a algunos los soltaron por ser menores de 18 años y a otros los declararon formalmente presos y tuvieron que salir bajo fianza, que para las autoridades son delincuentes. Como tales fueron tratados por la juez que, en una resolución ridícula hasta en su redacción, los equipara a quienes roban, asaltan y violan. Pero nosotros, así como ustedes y muchos mexicanos y mexicanas, sabemos que sus hijos no son delincuentes, sino luchadores sociales.

Pero resulta que hoy, en este país, ser un luchador social es un delito que se persigue y se castiga. ¿Los narcotraficantes? No, ésos están de acuerdo con las autoridades, así que no los pueden perseguir y castigar sus propios socios. ¿Los banqueros? Menos, ésos además ponen a las autoridades pagándoles sus campañas. ¿Los secuestradores? Tampoco, ésos están de acuerdo con la policía.

También nosotros, los zapatistas, somos delincuentes. Yo sé que eso no es un consuelo para ustedes, pero déjenme explicarles por qué somos delincuentes. Nosotros tenemos un expediente tan abultado que hace falta una sala entera de archivos. Se nos acusa de ser transgresores de la ley, incluso se nos acusa de transgredir la ley de gravedad. Y es que nosotros dijimos “¡Ya basta!” y nos alzamos en armas para hacernos oír y para que nos respetaran y tomaran en cuenta y, sobre todo, nos alzamos para que todos los mexicanos y mexicanas tengamos democracia, libertad y justicia.

Los estudiantes de la UNAM también dijeron “¡Ya basta!”, pero no se alzaron en armas, sino que por métodos civiles se movilizaron, estallaron una huelga y demandaron educación gratuita para gente que ni conocen. Porque el aumento en las cuotas de la UNAM no les iba a afectar a ellos en particular, pero sí a muchos otros. Así que por eso, pensando en los demás, los estudiantes iniciaron este su movimiento que nosotros conocemos acá como “movimientos estudiantil universitario” pero a saber cómo lo llamen los mismos estudiantes.

Claro que ustedes pensarán: “Ustedes (o sea nosotros, los zapatistas) se alzaron en armas, de por sí es delito andar con armas, y estos muchachos no tenían armas”. Y tienen razón. Pero a nosotros no nos declararon delincuentes por alzarnos en armas, no. Nos acusan de delincuentes porque somos indígenas, es decir, somos “otros”. No tenemos lugar en el proyecto económico que lleva adelante el grupo Salinas-Zedillo, estamos en contra de la globalización, del neoliberalismo. Y esto es un delito hoy en este país. También nos señalaron como delincuentes porque escuchamos. Sí, escuchamos la mentira en que se estaba convirtiendo este país y dijimos “¡No!”, y cuando nos exigieron que nos rindiéramos dijimos “¡No!”, y cuando nos quisieron engañar dijimos “¡No!”, y cuando nos quisieron olvidar dijimos “¡No!”, y cuando nos quisieron dejar solos dijimos “¡No!”. Así es, por ser “otros”, por escuchar y decir “¡No!”, por eso somos delincuentes los zapatistas.

A sus hijos e hijas no los declararon delincuentes por los vidrios rotos de la embajada norteamericana. No sólo porque la embajada no presentó querella en contra de ellos, también porque el embajador, el señor Davison o algo así, tendrá que responder ante el Congreso de su país por malversación de fondos, ya que es ridículo que le hayan vendido unos cristales de 40 mil pesos cada uno (o sea casi 4 mil dólares) que se rompen con una pedrada. Tampoco los declararon delincuentes por los vidrios rotos en los comercios y en los autos, porque ésos fueron destruidos por agentes de la misma policía (que, según reporta el periódico La Jornada en su edición del 12 de diciembre, estaban saludándose con los policías y granaderos que, se supone, estaban poniendo “orden en la vía pública”. Textualmente: “Los que estaban rompiendo los vidrios de los coches y de los restaurantes, más tarde los vimos en la glorieta del Metro Insurgentes platicando amigablemente con un nutrido grupo de policías y granaderos” (La Jornada, 12 dic. 1999).

Entonces, ¿por qué los declararon delincuentes? Por ser “otros”. Sí, según las crónicas de ese día, cuando la marcha ya se dispersaba (o sea, cuando el video del gobierno “se corta”) los granaderos “cargaron” contra todo lo que pareciera joven o estudiante, es decir, contra todos los “otros”. Veamos el periódico:

Además de golpear y llevarse detenido a un darketo, la policía arremetió contra gente que no tenía nada que ver en el asunto: “Armando, niño de la calle: Se echaron a correr los estudiantes, yo me detuve para ver cómo golpeaban a uno de esos estudiantes, y corrí junto con ellos, y al intentar subirme a un camión urbano, un policía me jaló de la camisa y el cabrón me tiró al suelo y me pegó en un brazo. Después de que me pegó, me levanté y le pegué en el casco, pero ya no pude hacer nada” (La Jornada, 12 de diciembre de 1999). Y luego “patrullaron” cazando estudiantes. Otro testimonio: “Luis, ENEP Aragón: En nuestro camino al Metro, cuando hablábamos por un teléfono público a la universidad, una patrulla se estacionó frente a nosotros y a gritos utilizó su radio en el que avisaba a sus compañeros que había más cabrones estudiantes en el área y que necesitaba unas patrullas para llevarnos”. ¿Cómo sabían estos “brillantes” patrulleros quiénes eran estudiantes de la UNAM y quiénes no? ¿Los estudiantes cargaban a la vista de todos sus credenciales, su boleta o copia de su inscripción? Además, como es público, ninguno de los 98 detenidos es responsable de haber arrojado nada más que tomates y globos con pintura (¿o los vidrios se rompen con tomates? Sólo que sea por lo caros que están).

No conozco a las personas que ahora menciono, pero imagino que son o parecen jóvenes: “No corrieron mejor suerte los fotógrafos Juan José Castillo, del Colectivo Perfil Urbano, y Rosaura Pozos, de La Jornada, A ésta se le trató de arrebatar una cámara y en el jaloneo fue derribada por un uniformado. Castillo recibió un golpe en la cara, lo que le provocó desviación del tabique nasal y una herida profunda en la nariz, propinado por un precavido agente cuyo chaleco antibalas ocultaba la placa con su nombre” (Jorge Cisneros Morales, en La Jornada, 12 de diciembre de 1999).

Además, en el escándalo por los detenidos, se olvida que los granaderos hicieron gala de su gorilismo en las detenciones. En el mismo reportaje de La Jornada se dice: “Al ser perseguidos, hombres y mujeres intentaron escapar hacia la Zona Rosa por la calle de Amberes, pero los jóvenes que pasaban cerca de los granaderos fueron golpeados con los escudos de acrílico, además de recibir patadas y puñetazos de los uniformados”. ¿Los golpes con escudo de acrílico, las patadas y los puñetazos están incluidos en las atribuciones de las autoridades del DF para, como se dijo, “poner orden en la vía pública para evitar desmanes”? (La Jornada, 14 de diciembre 1999, página 44)

Y ya que estoy de preguntón: ¿qué pasó con los granaderos que golpearon a Alejandra y Argel Pineda el 14 de octubre de este año? ¿No se dijo que se iba a hacer justicia? ¿No quedaron libres porque se comprobó que estaban “cumpliendo con su deber”? ¿Por qué sigue el silencio cómplice? Y no crean que es por mala leche que hago estas preguntas. Es que, cuando leía las noticias, encontré una foto en la página 42 (La Jornada, 12 de diciembre de 1999) ―también, como la del periódico del 15 de octubre, de Rosaura Pozos―, y entonces recordé que la carta que le mandé a aquella foto con un montón de preguntas no tuvo respuesta. O sí, la respuesta es esta foto de la página 42, donde un granadero golpea a una estudiante mientras lo cubren tres de sus compañeros. Pero bueno, eso es un asunto entre nosotros y la señora foto aquella.

El caso es que la “autoridad” se fue contra los jóvenes que encontraba a su paso y no contra los que rompieron los seguros cristales de la embajada norteamericana. Por eso digo que a sus hijos e hijas, que tuvieron la desgracia de ser detenidos por los granaderos (además de ser golpeados y humillados), los declaran delincuentes por ser “otros”.

Pero además son “otros” peligrosos, porque son de los “otros” que escuchan y dicen “¡No!”. Porque esa manifestación se realizó en apoyo a las movilizaciones que hubo en Seattle, Estados Unidos, en contra de la globalización económica, y en apoyo a un periodista norteamericano de color, condenado a muerte, que se llama Mumia Abu Jamal. Y si los estudiantes escucharon los gritos que, desde Seattle, dieron la vuelta al mundo, y escucharon los clamores internacionales exigiendo la libertad para el señor Abu Jamal, pues es un delito. De por sí los estudiantes ya son delincuentes porque dijeron “¡No!” a la privatización de la UNAM.

Así que les escribo para felicitarlos por la libertad de sus hijos e hijas, pero también para decirles que no se apenen por lo que pasó. Ellas y ellos son considerados delincuentes sólo porque luchan por otros. En la historia de este país, hay muchas y muchos que, cuando luchan, son considerados delincuentes. Pero ya después se les reconoce su lucha y obtienen el reconocimiento de los de abajo. Claro, si es que no terminan de jefes de gobierno.

Saben, nosotros supimos que ustedes, los papás y las mamás de estos muchachos y muchachas, estuvieron siempre pendientes de ellos mientras estuvieron presos. Sabemos además que los apoyan en su lucha y que no son pocos los de ustedes que ayudan en las guardias, en las brigadas y en las movilizaciones. Por eso les escribimos a ustedes. A los estudiantes y estudiantas que luchan en este movimiento ya les hemos dicho antes que los admiramos, que los queremos y que van a ganar. Ahora les digo a ustedes, padres y madres de familia, que también a ustedes los admiramos y los queremos y que también van a ganar.

Es todo, señoras y señores. Díganle por favor a sus hijas e hijos que esperamos algún día tener el honor de poder llamarlos “hermanos y hermanas”. No sólo porque sería muy grande para nosotros que hombres y mujeres como ellas y ellos nos consideren sus hermanos. Sobre todo porque así tendremos a padres y madres como ustedes. Yo sé que no debe ser muy agradable tener hijos e hijas delincuentes, pero el mundo es redondo y da vueltas y la historia de este país está llena de delincuentes que han luchado por hacerlo libre, justo y democrático.

Vale. Salud y, aunque no nos acepten de hijastros, como quiera reciban nuestro respeto y admiración.

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos
México, diciembre de 1999

P.D.- Un favor: les suplico que si alguna de sus hijas o hijos llega a jefe de gobierno les recuerden lo que pasó. Digo, para que no vayan a olvidar el pasado…

Chiapas: La Guerra
V. GUADALUPE TEPEYAC: LA RESISTENCIA INVISIBLE
Carta 5.5

“Tercos fusiles agudos
por toda la noche suenan.
La virgen cura a los niños
Con salivilla de estrella.”

Federico García Lorca.

Diciembre de 1999.

Para: Javier Sicilia.
México.

 

Don Javier:

Hago trampa. Quiero decir que cuando le escribo hago trampa. Usted perdonará que haga trampa. Resulta que estaba yo pensando en un destinatario para esta carta que habla de un pedacito de la historia de una comunidad indígena tojolabal, cuando me llegaron los libros y las líneas que usted tuvo a bien enviarme desde hace ya tiempo. Y entonces pensé que por algo habían llegado tan tarde y de tarde sus libros, justo cuando yo buscaba un destinatario para esta historia que no por invisible es menos heroica. Así que hago trampa, pero usted perdonará de seguro porque ahora sabe que sí recibí sus libros y sus amables palabras y, además, recordará (porque estoy seguro que la sabe) la historia de ese poblado que se llama Guadalupe Tepeyac.

Y claro que viene al caso, no sólo por este 12 de diciembre, también por esa extraña (por decir lo más decoroso) polémica entre el alto clero mexicano.

No, no se preocupe usted, no haremos una nueva aportación al debate sobre si existió o no Juan Diego y si se apareció o no la Virgen de Guadalupe en Tepeyac. Sólo quiero platicarle de la otra Guadalupe Tepeyac, la que, invisible, resiste.

Verá usted, en realidad hay dos pueblos llamados Guadalupe Tepeyac: el muerto o “viejo” (como lo llaman quienes en él vivieron), y el nuevo o “en el exilio” (como lo llaman los que hoy lo viven y luchan). Ambos tienen una larga historia de dolor y esperanza, y es sólo una parte de esta historia la que ahora le platico.

En el viejo Guadalupe Tepeyac se celebró en agosto de 1994, aquella gran Convención Nacional Democrática que convocó a más de 6,000 mexicanos. Muchos caminos y reflectores apuntaron entonces a esa comunidad, símbolo del desafío indígena zapatista frente a un régimen empeñado en aniquilar a los primeros pobladores de estas tierras.

Grandes políticos, artísticas e intelectuales, y personas con cualquier nombre y cualquier rostro, acudieron en esos meses a la comunidad. Todas ellas, grandes y chicas, conocidas y desconocidas, fueron recibidas con amabilidad y respeto. Incluso, en enero de 1995, el entonces secretario de Gobernación (y hoy brazo derecho del candidato oficial a la presidencia y secretario general del PRI) Esteban Moctezuma Barragán estuvo en ese poblado. Días antes de la traición del 9 de febrero de ese año, aterrizó en un helicóptero. Los habitantes de Guadalupe Tepeyac hicieron un cinturón humano de paz en torno a la aeronave, para garantizar que no sería atacado por los zapatistas. El pago a esa muestra de buena voluntad fue el asalto, con tropas federales de élite y a punta de fusil. Los pobladores se refugiaron entonces en el hospital que, bajo la bandera del Comité Internacional de la Cruz Roja, estaba declarado territorio neutral y, de acuerdo a las leyes internacionales, no podía ingresar ninguna persona armada. A los soldados no les importó y, armados hasta los dientes, entraron al hospital y amenazaron a las mujeres, hombres, niños y ancianos que ahí se encontraban. Los habitantes decidieron entonces salir del pueblo y salieron caminando montaña arriba llevando sólo lo que traían puesto. En el pueblo quedaron todas sus pertenencias, entre ellas, dos imágenes de la Virgen de Guadalupe (“bien alegres”, cuentan los guadalupanos). A escondidas, metida bajo su camisa, un hombre logró sacar una gran manta con la imagen misma que cubría el cielo raso de la iglesia.

Siguió el andar. Algunas mujeres iban con un avanzado estado de embarazo y una de ellas parió esa misma noche, en medio de la montaña, un varoncito. ¿Su nombre? Lino. Así que Lino nació en la montaña, en medio de una persecución militar, en el exilio. Mientras los soldados lo perseguían para matarlo, Lino nació y nació vivo, como para contradecir a quienes habían decretado su muerte, o más bien para decir que la respuesta zapatista a la traición era la vida, la resistencia a morir, la resistencia a ser vencido, la resistencia a rendirse, la resistencia.

Febrero, marzo, abril y parte de mayo la pasaron los guadalupanos de un lado a otro, comiendo lo poco que podían darles los pueblos zapatistas por los que cruzaban, bebiendo el agua de los arroyos que encontraban a su paso, durmiendo por decenas bajo un mismo techo y perseguidos a su paso por helicópteros y aviones militares. Entre los hombres, mujeres, niños y ancianos, iban también en el éxodo una niña llamada la Eva (gran cinéfila -aunque su repertorio se limita a “Escuela de Vagabundos” con Pedro Infante y Miroslava y “Bambi”, y un niño llamado el Heriberto (adicto a los dulces y chocolates y alérgico a las escuelas y maestros). Iba también el Lino, aunque apenas tenía unas horas. Muchos niños y niñas caminaron esos días y esas noches, algunos recuerdan la entrada de los soldados a su pueblo. Otros, los que entonces estaban muy pequeños, sólo recuerdan la angustia de sus madres.

A medio camino, en su accidentado paso por las montañas, el pueblo de Guadalupe Tepeyac recibió una pequeña imagen de la Virgen de Guadalupe, pero esa historia ya la conté y no voy a repetirla. Lo que voy a contarle es lo que ha pasado después.

Después de meses de caminar, estos zapatistas se asentaron en una montaña y fundaron lo que hoy se llama Guadalupe Tepeyac en el exilio. Poco a poco el pueblo fue tomando forma como de por sí toman forma acá los poblados: en torno al templo. Ahí, en medio de un desordenado número de techos de nylon y cartón, un largo galerón la hacía de templo y, en una de las cabeceras, las veladoras arrancaban destellos a la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Desde entonces, el pueblo de Guadalupe Tepeyac resiste. Quienes lo visitaron cuando tuvo los reflectores se han olvidado de él y desde el otro lado del mar, desde Europa, de donde viene alguna ayuda humanitaria para estos indígenas zapatistas. Con trabajo levantaron los guadalupanos su nuevo poblado y con trabajo lo mantienen. Sus habitantes han sido delegados en la marcha de los 1,111 y en la Consulta del 21 de marzo de este año. Son zapatistas. Es más, creo que siempre lo fueron y que, más que nosotros encontrarlos a ellos, fueron ellos quienes nos encontraron a nosotros. Bueno, pero ésa es otra historia.

La que ahora le cuento, don Javier, es que, para este 12 de diciembre de 1999, los guadalupanos planeaban traer las dos imágenes que habían quedado en el templo del ahora Viejo Guadalupe Tepeyac. Fueron y esto pasó:

Me cuentan los habitantes del Guadalupe Tepeyac en el Exilio que fueron al Viejo Guadalupe Tepeyac a tratar de rescatar del viejo templo las dos imágenes de la guadalupana para la celebración del 12 de diciembre. No las encontraron. Bueno si las encontraron, pero destruidas.

Los guadalupanos me lo cuentan con una mezcla de dolor y de rabia. Investigando supieron que fueron los militares quienes destruyeron las dos imágenes. Desde el mes de febrero de 1995, hace ya casi 5 años, que el ejército del gobierno se encuentran ocupando ilegalmente las tierras de estos mexicanos que tienen 3 delitos: son indígenas, son rebeldes y son zapatistas.

Los guadalupanos me cuentan muchos detalles de las dos imágenes de la Virgen, de cómo los dejaron, de cómo las encontraron. Narran con indignación que los militares convirtieron el templo primero en un burdel y luego en un basurero, que los badajos de las dos campanas de bronce que tenía el templo fueron robados, que en la destrucción de las imágenes se ve que los que lo hicieron querían lastimar, lastimar la imagen, lastimar lo que representaba y, sobre todo, lastimar a quienes de ella habían tomado nombre e identidad.

Enojados estaban los guadalupanos, enojados y tristes. Pero, como antes en su éxodo, otra vez les llegó la imagen de la Virgen de Guadalupe y esta vez en dos figuras de yeso con muchos colores (una de ellas hasta tiene un foquito).

Con una gran fiesta y un baile, (y, claro tamales) celebraron los zapatistas de Guadalupe Tepeyac este 12 de diciembre. Unos días antes hubo bautizo y aprovecharon para bendecir las dos imágenes. Con ellas presidiendo comieron, cantaron y bailaron.

Ahí están los guadalupanos zapatistas, resistiendo aún cuando su resistencia sea invisible para quienes ayer se pasearon por sus callejuelas. Resisten como de por sí resistimos los zapatistas, es decir, sin que nadie nos lleve la cuenta. Si que nadie, como no sea nosotros mismos, vaya sumando indignación y memoria.

Ahí están los habitantes de Guadalupe Tepeyac en el Exilio, nadie los ve. ¿Nadie? Bueno, don Javier, ¿Recuerda use la manta con la imagen de la guadalupana que lograron sacar del templo del Viejo Guadalupe Tepeyac? Bueno, pues la pusieron en lo alto de una loma. Muy grande y llena de colores es esa imagen. Pero nadie la ve, quiero decir, nadie aparte de los guadalupanos y de quienes por ahí pasamos a veces, Y es que el nuevo poblado está alejado de la carretera y desde ahí no se alcanza a ver nada. Además, la imagen está mirando hacia arriba, hacia el cielo. Nadie la ve. ¿Nadie? Bueno, si la ven los helicópteros y aviones del ejército que diariamente sobrevuelan el poblado de Guadalupe Tepeyac en el Exilio.

Sí, sólo los aviones y los helicópteros ven la gigantesca imagen de la Virgen de Guadalupe. Como si los habitantes de este pueblo tojolabal quisieran gritarle al gobierno: “¡Aquí estamos! ¡No nos rendimos! ¡Resistimos!”.

Así que esta es la historia, la historia de una imagen que sólo la ven los helicópteros y los aviones del gobierno.

¿Cómo? ¿Qué dice usted? ¡Ah sí!, tiene usted razón; la ven los helicópteros y los aviones del gobierno…y, claro, quien esté más arriba de ellos, hasta allá bien alto…

Bueno, don Javier, ya me despido. Gracias por los libros y, sobre todo, gracias por sus palabras.

Vale. Salud y sí, de nuevo tiene usted razón, las cosas las ve quien tiene que verlas.

 

Desde las montañas del Sureste mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, diciembre de 1999.

 

En el año 2005, México, aún con Vicente Fox como Presidente, miraba ya hacia las elecciones presidenciales del 2006 en las que, tras un controvertido proceso, figuraría como ganador Felipe Calderón Hinojosa. En abril, el Congreso de la Unión acordó el desafuero del Jefe de Gobierno del Distrito Federal (hoy Ciudad de México) Andrés Manuel López Obrador, en un claro intento por que este no se presentara a las elecciones pero finalmente, el procurador general de la República desistió de continuar el proceso penal contra él y renunció a su puesto.

Con este trasfondo, el texto habla de la derecha, el centro y la izquierda en la política de arriba y sus supuestas diferencias, mismas que dejan a un lado, en momentos electorales, para amontonarse todos en el centro. Y describe al PAN como el partido de la nostalgia por el pasado, desde la guerra de los cristeros a la quema de las boletas electorales del 88; al PRI, como el partido cínico que habla como si no llevara más de 70 años abusando del poder y lucrando con él, desde antes del 2 de octubre del 68, a la traición de febrero del 95; al PRD como el partido de los “errores tácticos”, desde sus pactos electorales a la contrarreforma indígena y los paramilitares de Zinacantán. Y luego… luego está López Obrador…

La (imposible) ¿Geometría? del Poder en México


¿O geografía? No, la geografía es eso de norte, sur, oriente y poniente. ¿O será la geología? No, ésa trata de las piedras (como eso de “qué bonita piedrecita para darse un tropezón”). La geometría es lo de área, volumen, largo, ancho y no-sean-mal-pensad@s. Mmh… ya me estoy haciendo el chistosito. Quizá porque a much@s no les va a gustar lo que vamos a decir. Porque nos referiremos a la supuesta diferencia entre la derecha, el centro y la izquierda en la política de arriba. Y luego pues están las complicaciones: ultraderecha, derecha moderada, derecha confesional, izquierda “leal a las instituciones”, ultra izquierda o radical, izquierda moderada, centro, centro-izquierda, centro-derecha, centro-centro, defensa central y centro delantero. Pero allá arriba todos dicen ser una u otra cosa, según lo que diga el nuevo dedo, es decir, el “rating”. Así que a los que vemos un día en un lugar, al otro ya están en el opuesto. Y hasta duele el pescuezo de ver cómo brincan de uno a otro lado. O sea que un relajo. O una geometría imposible.
Para tratar de entender esa geometría hay que tomar en cuenta, según nuestra opinión, que el capitalismo en la globalización neoliberal está realizando una auténtica guerra mundial, en todas partes y en todas las formas. Esta guerra no sólo destruye, entre otras cosas, las relaciones sociales. También trata de reordenarlas según la lógica del vencedor. Entre los escombros producidos por esta guerra de reconquista, yacen las bases materiales, económicas, del Estado-Nación tradicional. Pero no sólo, también se encuentran destruidos, o con daños severos, los aparatos y las formas de dominación tradicionales (las relaciones dominante/dominado, dominante-dominante, y dominado-dominado). Por lo tanto, la destrucción también alcanza a la clase política tradicional, a su constitución, a sus relaciones internas, a sus relaciones con el resto de la sociedad (no sólo con los dominados) y a sus relaciones con las clases políticas de otras naciones (las llamadas relaciones internacionales). De esta manera, la guerra neoliberal ha desfigurado la política tradicional y la hace marchar al ritmo de un spot publicitario, y la destrucción provocada por la bomba neoliberal en la política mexicana ha sido tan efectiva que, también según nuestro modesto punto de vista, allá arriba no hay nada qué hacer. Si acaso, programas cómicos. Se supone que allá arriba, por ejemplo, hay centro, izquierda y derecha, Pero en tiempos electorales todos se amontonan en el centro. O sea que como que la geometría se encoge y todos se amontonan en el centro gritando: “YO SOY”…

“Yo soy”, dice el Partido Acción Nacional.

El PAN, el partido de la nostalgia por la lucha democrática, Gómez Morín y el “humanismo político”. La nostalgia por el OPUS DEI, el MURO, la ACJM y Canoa. La nostalgia por la guerra de los cristeros, la sábana santa y el Cerro del Cubilete. La nostalgia por las buenas conciencias, las buenas costumbres, la gente bien. La nostalgia por el triunfo cultural y la sección de sociales en los periódicos (cuando era diferente a la policíaca). La nostalgia por Maximiliano, Carlota, Elton John y el tiempo en que fuimos Imperio. La nostalgia por la aspirina dominical administrada desde el púlpito del pederasta, el “ring side” en la visita del o al Papa, y los retiros espirituales de “salvemos al mundo del diablo comunista, seamos soldados de dios”. La nostalgia por las tardes del bridge, el té- canasta, los Caballeros de Colón. La nostalgia por la quema de las boletas de la elección de 1988 y el cogobierno con el PRI. La nostalgia por un calendario en el que no estuvieron. La nostalgia por “la Patria, mi buen, es la historia recluida en un convento”.

Al igual que el actual gobierno federal, el PAN es hoy dirigido por la organización de ultraderecha “El Yunque”. Bajo su peso yace el PAN histórico y su nostalgia por las familias arropadas con cobijas azules. Y es “El Yunque” el que (quién lo dijera), nos trata de convencer de que el PAN es ahora una organización política de centro. Y nos presenta, como posibles candidatos presidenciales, a una constelación de mediocres, donde, honor a quien honor merece, puntea el gris “coupier” Santiago Creel Miranda (me parece, no estoy seguro, que fue secretario de gobernación en el intinerato de Fox-Sahagún -hoy se le puede encontrar llorando al hombro de la Coyota Fernández de Cevallos-). Una lista de precandidatos en la que la única con reales posibilidades de competir no aparece… todavía. Pero ella ya mueve las piezas que El Yunque le proporciona para colarse. Primero para obtener un puesto que le asegure la impunidad (la que ya prometió AMLO sin que nadie se lo pidiera -bueno, cuando menos no se lo pidieron públicamente-), y luego, cuando acabe de desinflarse el globo fugaz de Creel, acceder al clamor que en las catacumbas de la derecha le pide, le implora, le suplica, le demanda, le exige que sea candidata a la presidencia de México. Candidata de centro, por supuesto.

“Yo soy”, dice el PRI, el Partido Revolucionario Institucional.

El PRI, el partido del “desarrollo estabilizador”. El creador del Sistema de Partido de Estado, desnudado en su momento por los análisis de José Revueltas, Adolfo Gilly, Daniel Cosío Villegas, Pablo González Casanova. El de “Mister Amigou”. El de la represión a los médicos, los ferrocarrileros, los electricistas. El de las matanzas del 2 de octubre de 68 y del 10 de junio de 1971. El de la guerra sucia en los 70’s y 80’s. El de las devaluaciones. El de los fraudes electorales. El de los “ratones locos”, las “casillas zapato”, la “operación tamal”, la democracia electoral sintetizada en la consigna de “matraca y gorra, refresco y torta”. El del robo, el despojo, el fraude, el asesinato a obreros, campesinos, estudiantes, maestros, empleados. El de Fidel Velázquez, Rodríguez Alcaine, Jonguitud, Elba Esther Gordillo. El de la Colina del Perro. El de Absalón Castellanos. El del fraude electoral de 88. El del Clan Salinas de Gortari. El de la contrarreforma al artículo 27 de la Constitución. El de la frustrada entrada al Primer Mundo. El de la matanza del mercado de Ocosingo. El del solitario Aburto y el aún más solitario Colosio. El de la traición de febrero de 95. El del IVA. El de Acteal, El Charco y Aguas Blancas. El del inicio de la pesadilla en Ciudad Juárez. El de “firmo un acuerdo y no lo cumplo”. El de “no traigo cash”. El de la ruptura violenta de la huelga estudiantil en la UNAM, en 1999. El de la historia como propaganda electoral. El de la imposición de las políticas neoliberales que han destruido los cimientos de México. El de la privatización de las empresas estatales y paraestatales. El del voto por el desafuero. El del crimen organizado en partido político. El de “la-Patria-mi-buen-es-una-puta-que-regentea-el- más-picudo-o-sea-yo-mero”.

Sobre el PRI no hay mucho que agregar a lo dicho y padecido de él. El PRI, surgido de la revolución mexicana de 1910, es, hoy por hoy, el partido con más posibilidades de provocar una nueva revolución en todo el país. El PRI no tiene ligas con el crimen organizado, él forma parte de la dirección de los cárteles del narcotráfico, del secuestro, de la prostitución, del tráfico de personas. El cinismo con el que sus dirigentes desechan la memoria, los lleva a hablar y hacer como si no llevaran más de 70 años abusando del poder y lucrando con su ejercicio. Las precampañas y campañas del PRI son el mejor vehículo para provocar la indignación de la gente… y su rebelión.

¿Ejemplos? Enrique Jackson financia su campaña con dinero del crimen organizado, es decir, el narcotráfico, la prostitución, y el secuestro. Lo usado para publicidad televisiva, lo obtiene de los rescates por el secuestro de miembros de las familias pudientes a las que ahora promete “orden” en horario estelar. En su lado, Roberto Madrazo, un gángster sin escrúpulos, ha pasado de planear la eliminación de sus contrincantes, a planear su seguridad para que no lo asesinen a él (aunque el traer como perrito faldero al “Croquetas” Albores no lo protege de nada). Por su parte, Montiel, Yarrington y Martínez, mientras tanto, pasan lista a sus pistoleros, y la Paredes suspira, es decir, acecha. En la mejor tradición priísta, la candidatura se resolverá en las cloacas del poder político (o sea que Elba Esther decidirá). La violencia criminal que azota el país no es mas que la lucha entre los cárteles por la candidatura presidencial del PRI. Los que pierdan se irán, junto con sus jefes priístas, no a la cárcel,… sino al PRD. Quien quede nos dirá que es de centro.

“Yo soy”, dice el PRD, el Partido de la Revolución Democrática.

El PRD, el partido de los “errores tácticos”. El error táctico de, con sus pactos electorales, fomentar los negocios de familias disfrazadas de partidos. El error táctico de aliarse al PAN en algunos estados y al PRI en otros. El error táctico de la contrarreforma indígena y los paramilitares de Zinacantán. El error táctico de Rosario Robles y los videos escándalos. El error táctico de hostigar y reprimir el movimiento estudiantil de la UNAM en 1999. El error táctico de la “ley Ebrard” y la “ley Monsanto”. El error táctico de ceder el Zócalo de la Ciudad de México a los monopolios de espectáculos. El error táctico de hacer equipo con los salmistas. El error táctico de la importada “tolerancia cero” y de perseguir a jóvenes, homosexuales y lesbianas por el “delito” de ser diferentes. El error táctico de traicionar la memoria de sus muertos, hacer candidatos a sus asesinos y reciclar a los desaforados de las candidaturas priístas. El error táctico de convertir movimientos populares en burocracias partidista y gubernamental. El error táctico de manipular las muertes de Digna Ochoa y Pável González para halagar a la derecha. El error táctico de la indefinición frente a los movimientos de resistencia y liberación en otros países, de bajar la cabeza frente al poder norteamericano y de tratar de congraciarse con los poderosos. El error táctico de sus luchas intestinas y los fraudes en las elecciones internas. El error táctico de la alianza con el narcotráfico en el DF. El error táctico de pedirle dinero a la gente mintiéndole al decir que es para ayudar, “bajo el agua”, a los zapatistas. El error táctico del cortejo vergonzante a los sectores más reaccionarios del clero. El error táctico de usar a los muertos en la lucha como carta de impunidad para robar, despojar, corromper, reprimir. El error táctico de correr, loco de contento con su cargamento de errores tácticos, al centro. El error táctico de “la Patria, mi buen, no es más que un presupuesto en disputa”.

Y en el centro del PRD… -“Yo soy”, dice AMLO, Andrés Manuel López Obrador.

Y contra AMLO se lanzó la (alguna vez feliz) pareja presidencial, desenfundando la PGR en una mano, la Suprema Corte de Justicia en la otra, el Congreso de la Unión en gayola, y los medios de comunicación compensando la pérdida de “rating” de sus “reality shows” y su barra cómica. El proceso de desafuero fue, además de una comedía con ribetes trágicos, un indicador del descontento popular (no mi buen, ya no puede uno burlarse de la gente como antes), y, sobre todo, un inmejorable empuje electoral… para el desaforado.

Y contra AMLO se lanza Cárdenas Solórzano acusándolo de declararse de centro desde el inicio y no seguir su tradición de iniciar declarándose de izquierda… e irse corriendo al centro conforme avanza la campaña. Criticándole el tener el control del PRD y hacer uso discrecional de él… después de que Cárdenas hizo lo mismo tantos años. Echándole en cara las alianzas que hace, olvidando que a las hechas por Cárdenas se debe el enriquecimiento de familias (como el Partido de la Sociedad Nacionalista, de los Riojas) y la liga del PRD con el sinarquismo – el mismo que encapuchó la estatua de Juárez- (el Partido de Acción Social), cuando aceptó la postulación por esos dos partidos en el 2000. López Obrador. El AMLO proyectado a las alturas de la democracia “moderna” (o sea, las encuestas) por la absurda y ridícula campaña de la pareja presidencial. El que convirtió la movilización ciudadana contra el autoritarismo del desafuero, en un acto de promoción personal y de destape electoral. El que no dijo, en la movilización contra el desafuero, la frase que realmente correspondía, a saber, “ningún dirigente tiene derecho a encabezar un movimiento en tomo a una causa justa, para, a espaldas de la mayoría, sujetarlo a su proyecto personal de búsqueda del Poder y negociarlo para eso”. El que convoca a una marcha del silencio y, en lugar de respetarlo, la usa para hablarle al Poder, imponiéndole a todos la palabra de uno. El de la alquimia que transforma un millón seiscientos mil silencios en la voz de Don Porfirio que, a pesar de la silbatina (ésa sí “histórica”), fue escuchada por quien fue el interlocutor de esa marcha: el Poder. El que trastocó (y devaluó) el triunfo popular de la marcha del 24 de abril y lo convirtió en un logro personal en su carrera presidencial. El ex desaforado. El que acusó al Poder de arbitrario y luego intercambió con él exoneraciones mutuas. El denunciante de “complots” que luego elogia como “estadistas” a quienes acusó de urdirlos. El que tiene, como uno de sus primeros “comités de apoyo” indígenas en Chiapas, a los caciques y paramilitares de Zinacantán, los mismos que agredieron la marcha zapatista del 10 de abril de 2004. El que ya se ve a sí mismo cruzado por la banda presidencial. El que, entre sus primeras ofertas de gobierno, garantizó la impunidad para quienes han asesinado y desaparecido a luchadores sociales, a quienes han sumido a México en la miseria y se han enriquecido a costa del dolor de todos. El que, con sus actos, le dice a la gente “los desprecio desaforadamente”

López Obrador. El que se comparó a si mismo con Francisco I. Madero… olvidando que el símil con Madero no termina con el demócrata encarcelado por Porfirio Díaz, sino que continúa con el Madero que formó su equipo de gobierno con los mismos porfiristas (y que fue traicionado por uno de ellos). Con el Madero que, dando las espaldas a las demandas de los desposeídos, se dio a la tarea de mantener la misma estructura económica de explotación, despojo y racismo construida en el régimen porfírista. A AMLO y a los jilgueritos que revolotean a su lado se les “olvidaron” esos detalles.

Y, sobre todo, se les “olvidó” que, frente a Madero, los zapatistas enarbolaron el Plan de Ayala, Aquel plan sobre el que Madero dijo, palabras más o menos, “publíquenlo, que todos sepan que ese Zapata está loco”. Pero basta de historia pasada y de comparaciones. Estamos a principios del siglo XXI y no del siglo XX, en una sucesión adelantada por la ambición desbocada de una mujer.

Para saber cual es el proyecto de quien aspira al Poder no hay que escuchar lo que dice hacia abajo, sino lo que dice hacia arriba (por ejemplo, en las entrevistas a los diarios norteamericanos New York Times y Financial Times). Hay que escuchar lo que les ofrece a quienes mandan en realidad.

La oferta central del programa presidencial de AMLO no es vivir en Palacio Nacional y convertir Los Pinos en la nueva sección del Bosque de Chapultepec. Es “estabilidad macroeconómica”, es decir, “ganancias crecientes para los ricos, miseria y despojos crecientes para los desposeídos, y un orden que controle el descontento de estos últimos”.

Cuando se critica el proyecto de AMLO no se trata de criticar un proyecto de izquierda porque no lo es, así lo ha declarado y prometido López Obrador al Poder de más arriba. Él ha sido claro y sólo no lo ven quienes no quieren verlo (o no les conviene verlo) y se siguen esforzando por verlo y presentarlo como un hombre de izquierda. El de AMLO es un proyecto, según él mismo lo definió, de centro.

Y el centro no es más que una derecha moderada, una puerta a la clínica de cirugía plástica que transforma a los luchadores sociales en déspotas y cínicos, una macroeconomía estabilizada con segundos pisos y conferencias de prensa mañaneras.

Nosotros hemos visto y analizado de cerca el gobierno de AMLO en el DF. Y no en la prensa, en los círculos selectos o en los segundos pisos sino abajo, en la calle. Creemos que hay ahí el germen de un autoritarismo y un proyecto personal transexenal. La imagen de Carlos Salinas de Gortari construida por AMLO es, en realidad, un espejo. Por eso la conformación de su equipo. Por eso su programa tan cercano a aquel del “liberalismo social” del salinismo. ¿Dije “cercano”? Más bien, la continuación de ese programa. Esto se encuentra todavía oculto por la avasallante estupidez de la ultraderecha (que parece chivo en cristalería) y por el mismo caos ideológico que reina en la clase política mexicana, pero no tardará en hacerse evidente. Tal vez por ese ocultamiento, algun@s intelectuales, ademas de destacad@s luchador@s sociales, le proporcionan su cálido aliento al huevo de la serpiente que hoy anida en el gobierno de la Ciudad de México.

Frente a López Obrador no estamos enfrente de un líder nostálgico del pasado nacionalista revolucionario, sino de alguien con un proyecto muy claro de presente… y de futuro. AMLO no está pensando en realizar su proyecto en un solo sexenio (por eso su equipo es el mismo de aquel célebre “gobernaremos por muchos años”). Y, contra lo que piensan algunos, López Obrador no ofrece volver al pasado populista que tanto aterra al poder económico. No, AMLO oferta una mediación y una administración “modernas” (o sea terminar lo que dejó pendiente Salinas de Gortari). Y más: ofrece crear las bases de un Estado “moderno”, por eso se esfuerza en diferenciarse de Lula, Chávez, Castro y Tabaré. Y el ofrecimiento no lo hace a los de abajo o a lo que queda de la Nación mexicana, sino a quien manda en realidad: el poder financiero internacional. La de él no será una administración neoliberal con la mano izquierda (Lula en Brasil, Tabaré en Uruguay, Kirchner en Argentina), ni un gobierno socialista (Castro en Cuba), ni un nacionalismo popular (Chávez en Venezuela), sino EL NUEVO MODELO DE ESTADO NO- NACIONAL (ese engendro de la guerra neoliberal) en América Latina.

Si Carlos Salinas de Gortari fue el gobernante ejemplar de operador de la destrucción neoliberal en México, López Obrador quiere ser el paradigma del operador del reordenamiento neoliberal. Ese es su proyecto. Aunque falta que lo dejen o que pueda.

No nos vamos a dedicar a descalificar a AMLO (de eso se encargará, y con inmejorable eficiencia, el PRD -sobre todo en la lucha por la candidatura al gobierno del DF-), pero consideramos nuestro deber advertir, definir y definirnos. Es necesario porque, en el gatopardismo de arriba, una definición no clara se convierte en un apoyo explícito: “si no está contra nosotros, entonces está a favor de nosotros”. La definición frente (y no a un lado) a lo que representa AMLO es imprescindible. Su propuesta (y en esto no hay ninguna diferencia con la de Cárdenas en el PRD, ni con la de cualquier precandidato de cualquier partido en el superpoblado “centro” político del México de mediados del 2005) es llenar DESDE ARRIBA Y POR ARRIBA el vacío provocado por la hecatombe neoliberal.

En resumen, allá arriba reinan la indecencia, la desfachatez, el cinismo, la desvergüenza.

Esto es lo que pensamos de la geometría política en el México de arriba. Decir otra cosa sería mentir y tratar de engañar a quienes nunca hemos engañado: en primer lugar a nosotros mismos, pero también a la gente en general. Nos produce rabia e indignación ver lo que vemos, y lucharemos para impedir que esos sinvergüenzas se salgan con la suya.

Porque es la hora de empezar a luchar para que, todos esos que allá arriba desprecian la historia y nos desprecian, rindan cuentas, para que paguen.

Vale. Salud y atención, que abajo el reloj marca ya la hora sexta.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos
México, en el Sexto mes del año 2005

 

P.D. SOBRE CHIAPAS.- Si antes las Juntas de Buen Gobierno informaron que había algunas relaciones con el gobierno estatal, ahora informan que, desde diciembre del año pasado, se terminaron por el incumplimiento del gobierno en los pocos compromisos que hizo. Ni indemnizaron, ni regularizaron, ni hicieron justicia en los pocos casos que se les demandó. No cumplieron porque en el fondo son tan racistas como cualquiera. Están absorbidos por el autoritarismo y la soberbia, la justicia local dedicada al negocio del tráfico de personas, los presupuestos gastados en las señoritas que se anuncian en la sección de avisos clasificados de los periódicos locales o que trabajan en la zona Galáctica, el dinero derrochado en campañas mediáticas, ridículas y desvergonzadas, de desprestigio de opositores (como la emprendida contra el movimiento magisterial de hace unas semanas) y de promoción del culto a la personalidad. Ni modos.

El texto habla sobre la Otra Campaña y la Sexta Declaración de la Selva Lacandona en la que se encuentran las definiciones básicas que propiciaron los miles de adherentes que hicieron suyo el esfuerzo de construir un movimiento nacional: otra forma de hacer política, anticapitalista, de izquierda, de abajo, civil, pacífica, que escucha y que tiene en sus manos la idea de construir un Programa Nacional de Lucha, de hacer “otra cosa”.

En su contra estaba el proceso electoral de arriba, el silencio o la mala información de los grandes medios de comunicación, el desprecio y animadversión de una buena mayor parte de los intelectuales que se llaman progresistas en México, los modos de organizaciones y grupos de la izquierda nacional… Y como retos, se enfrentaron al modo en que unos pocos se reúnen, se hablan y, tal vez, se escuchan, el espacio y la importancia de lo local y lo nacional, las tareas y luchas que van surgiendo, el análisis, la discusión, la toma de decisiones y los calendarios de arriba y abajo…

APRENDER A DECIR NOSOTR@S
Mesa Redonda en la UAM-Xochimilco

28 de junio de 2006.

Hay que ir al marco general que le da sentido y rumbo a la Otra Campaña: la Sexta Declaración de la Selva Lacandona. En ésta se encuentran las definiciones básicas en las que están de acuerdo las decenas de miles de mexicanos que han hecho suyo el esfuerzo de construir un movimiento nacional.

Tal vez a alguien le parezca exagerado que hable de decenas de miles de adherentes. En realidad estoy siendo parco en las cifras. Si tomamos en cuenta que hay en nuestro movimiento más de 1,000 organizaciones políticas, sociales, no gubernamentales, pueblos indios, grupos y colectivos, se podría hablar de, por lo menos, más de 10 mil adherentes y eso sólo dando un promedio de 10 compas por organización o grupo (aunque en el EZLN somos un poco más).

Además, la Otra Campaña tiene presencia organizada en las 32 entidades federativas de nuestro país. Esto no es menor. Una cosa es tener presencia y simpatía en todo el territorio, y otra muy diferente es tener presencia organizada, es decir, capacidad de organizar, convocar, movilizar con un objetivo común. La organización que fue no sólo evidente cuando la Comisión Sexta pasó por 21 entidades, sino que, sobre todo, se manifestó en las acciones que se han realizado desde el día 4 de mayo de este año en solidaridad y apoyo a nuestr@s compañer@s pres@s de Atenco.

Hace unos días, un militante de izquierda, no adherente, cuestionaba la realidad organizativa de la Otra. Es de comprender, ningún otro movimiento de izquierda en nuestro país había podido lograr eso en tan poco tiempo y con tantas condiciones en contra.

A nosotros los zapatistas, las zapatistas, no nos interesa mucho que esto sea reconocido o no por quienes nos ven desde el mismo lado pero desde fuera. Tampoco tenemos ningún interés en engañar a nuestros compas de la Otra ni engañarnos a nosotros mismos. No estamos expresando un deseo lejano a la realidad. Alguien en alguna reunión estatal señaló que el Delegado Zero hablaba de una organización nacional porque se atenía a los informes “inflados” (así dijo) de las diversas coordinadoras o comisiones de la Otra en todo el país. Nosotros confiamos en nuestros compas de la Otra, no tenemos por qué dudar de ellos y ellas. Y, además, no nos hemos referido sólo a lo que informan las coordinadoras y comisiones, sino a lo que ha aparecido en los medios de comunicación en provincia y en la inapreciable labor y empeño de los medios de comunicación alternativos que están en la Otra o simpatizan con ella. A menos que se haya logrado un holograma nacional que nos engañe a nosotros, a quienes viven, trabajan y luchan organizadamente en todos los estado de nuestro país y a quienes no se conforman con lo que sale en los medios masivos de comunicación y se esfuerzan por ver y escuchar al México de abajo, tenemos en la Otra una organización nacional.

Sobre esto, sobre lo que en los medios masivos de comunicación aparece y es, mientras que lo que no aparece no es, baste por ahora el ejemplo de Oaxaca. Días antes de la explosión del movimiento social, no sólo magisterial, en esa entidad, ni en las noticias ni en las columnas de análisis político aparecían ni el magisterio ni el estado de Oaxaca. Todo era elecciones y fútbol. Y sin embargo pasó lo que pasó y pasa lo que pasa.

Los movimientos de abajo no aparecen en la realidad de arriba, hasta que aparecen. Esto es verdad también para la Otra. Quienes nos busquen en el impacto mediático no nos encontrarán. Quienes busquen abajo y en los medios alternativos, se encontrarán con un movimiento formándose y creciendo.

Esto no quiere decir que no tengamos errores, problemas, desfases, atorones, caídas y altibajos. Nuestro trabajo como Comisión Sexta no es ignorar los que vemos. Como convocantes, los zapatistas tenemos ahora ese trabajo, y el privilegio de ser un punto de referencia y enlace con much@s compas, si no es que con la mayoría de l@s adherentes.

A nuestro paso por las 21 entidades que recorrimos en estos 6 meses, se fue entregando la Otra a la mayoría de las distintas unidades organizativas de trabajo que se conformaron y que, en los hechos, no sólo en los informes, nos consta que existen, son reales, trabajan, convocan, organizan, luchan.

A esto que llamamos la Otra en los estados, regiones y subregiones, les ha tocado ya lo de las adhesiones, y la definición y realización de actividades. Probablemente en la Segunda Plenaria de Adherentes a celebrarse los días 30 de junio y 1 de julio, todos podremos conocer lo que ha crecido, o decrecido si fuera el caso, la Otra en cada lugar y a nivel nacional.

Pero, ¿cómo empezó este movimiento? Y, sobre todo, ¿cómo se ha mantenido actuante organizadamente en condiciones tan adversas? He aquí algunos intentos de respuesta:

I.- EL PUNTO DE ARRANQUE: LA SEXTA DECLARACIÓN DE LA SELVA LACANDONA

Las definiciones básicas.

Otra forma de hacer política

La política tradicional es que un grupo establece sus principios, su reglamento o estatutos, su programa y su plan de acción. Algunos hasta lo escriben, aunque, como en el caso del PRD lo hagan en papel de baño. Después se dedica a reclutar o hacerse de militantes. No estamos juzgando eso como bueno o malo. Así es y ha sido, ha tenido éxitos y fracasos. Pero la Otra no ha seguido ese camino. La Otra establece apenas unos parámetros, unos puntos mínimos de acuerdo (los que diré más adelante), entre ellos está el que más definiciones deben ser producto del análisis, discusión y acuerdo de quienes están en este movimiento. No hay pues, todavía, reglamentos o estatutos, programa ni plan. Los principios están desarrollándose en los 6 puntos que se discuten en todo el país: principios, características, estructura, espacios específicos, política de alianzas y tareas inmediatas. Es claro que, conforme se avance en esas definiciones, se irán algunos grupos y personas, y que se entrarán otros, otras.

Aunque podría pensarse que un movimiento, que arranca con tan pocos puntos firmes de identidad, iría muy lentamente, con la Otra no ha sucedido así. Nosotros pensamos que es porque esos pocos puntos firmes son determinantes, y convocan a lo mejor de la historia pasada y presente de la lucha social en México.

A saber:

El lugar y la historia propias

La Sexta Declaración parte de la definición de quiénes somos y en dónde estamos. Cada quien en cada parte, cuenta y recuenta lo que es y dónde está. La Otra es en su primera etapa un pase de lista, que tod@s escuchamos. Un reconocimiento mutuo que va más allá de la movilización. No se trata de ser parte numérica de un movimiento, sino de una pertenencia cualitativa. Aquí, en la Otra, se es como es cada quien, con su modo, con su bandera, con su rostro, con su voz, con su historia.

Pero este pase de lista no es con todo el país, ni siquiera con todo el México de abajo. No todos, todas, están convocados. Hay definiciones comunes que tienden los puentes entre esas historias diferentes, distintas en tiempo y espacio. Estas definiciones son:

Anticapitalista de izquierda

Esto se dice fácil, pero representa en esto tiempos de claudicación disfrazada de madurez y sensatez, un verdadero desafío al sistema. Y precisamente se hace cuando más omnipotente y omnipresente parece el capitalismo, y cuando pareciera que el movimiento de izquierda radical ha muerto.

Se parte de una concepción de la realidad nacional y mundial. Hay un sistema, el capitalista, que se define por 4 ejes: despojo, explotación, desprecio y represión. Estos 4 elementos están en su origen y son la condición de su desarrollo. No todos somos iguales y no todos somos libres. Hay quien tiene todo y hay quien no tiene nada, y los primeros tienen a costa de los segundos. Su núcleo fuerte y fundamental está en la existencia de la propiedad privada de los medios para producir bienes, que se encuentran en manos de unos cuantos, los que tienen el dinero, es decir, los capitalistas o burgueses; y en la existencia de quienes no poseen mas que su capacidad física e intelectual de trabajo, su fuerza de trabajo, los trabajadores y las trabajadoras del campo y de la ciudad; y en la relación que se establece entre unos y otros: una relación de dominio. No sólo de explotación pero sobre todo de explotación.

Eduardo Galeano, ese “huellador” de las venas abiertas de nuestra América Latina, nos cuenta:

“El Pionero. Grandes Invenciones de la Humanidad: no se sabe quién inventó la rueda que mueve las carretillas y las máquinas, pero sí se conoce el nombre del inventor de la rueda que mueve la economía. Fue Marco Licinio Craso, nacido en el año 115 antes de Cristo. Él descubrió que la vitalidad del mercado depende del impulso mutuo entre la oferta y la demanda de bienes y servicios. Para poner en práctica esta ley del circuito económico, fundó una empresa en Roma. Así nació la primera empresa privada de bomberos. Tuvo mucho éxito. Don Marco Licinio provocaba los incendios y después cobraba por apagarlos.” (Eduardo Galeano. Bocas del Tiempo).

Este sistema genera mucha riqueza, pero la concentra en pocas manos.

Es el responsable de los robos y despojos en el campo y la ciudad, de los bajos salarios y los altos precios, de la crisis en el campo, de la falta de vivienda digna y servicios, de la falta de escuelas, de la falta de salud, de la mala alimentación, de la dependencia extranjera, de los conflictos sociales, de las guerras, de la ausencia de justicia, del autoritarismo, del racismo hacia los indígenas, de la violencia a las mujeres, del desprecio a los ancianos, del repudio y agresión a homosexuales, lesbianas, transgénero, de la criminalización de la juventud, de la falta de libertades verdaderas, de la información manipulada y mentirosa, de la destrucción de la cultura y de la historia.

En suma, el sistema capitalista es el responsable de la miseria de la mayoría de la población en nuestro país. Y en el mundo, porque el capitalismo es el sistema dominante en el planeta.

Esta caracterización no es una creencia o una intuición más o menos elaborada. Es producto de un análisis científico de la realidad histórica.

Ser anticapitalista es esto. Y ser de izquierda es ir más allá de esta caracterización, es decir, luchar por la transformación de ese sistema.

Claro que hay quien dice que se puede ser de izquierda sin ser anticapitalista. Que son de izquierda los movimientos o personas progresistas que luchan contra los excesos y arbitrariedades del capitalismo. Puede ser, pero por eso la Sexta señala como requisito no sólo el ser de izquierda, y agrega lo de anticapitalista. O sea que no se trata de atenuar excesos, limar filos, o buscarle lo humanitario al sistema antihumanista por excelencia.

Se trata de destruirlo. Y de hacer “otra cosa”.

Escuchar

Algo que define a la política tradicional es que se habla y los demás escuchan. Acatan o disiente, pero escuchan. En la Otra se trata de invertir la relación, de escuchar al otro, su historia y su lucha. Conocer así la identidad del otro, la otra, y establecer así una relación de respeto. La escucha afirma la identidad del que habla y la ubica respecto a los demás.

Con la escucha se rehace el mapa del movimiento nacional de resistencia y plantea nuevas posibilidades. Así lo expresaba, palabras más, palabras menos, un militante de izquierda, miembro de la Karavana: “una cosa es conocer la realidad nacional en las estadísticas, las publicaciones, los análisis; y otra muy distinta verla y escucharla en la propia voz y realidad de los de abajo”.

El conocimiento que de este oído colectivo se deriva, permite saber que no estamos solos, ni en la resistencia, ni en la lucha, ni en los problemas, ni en las aspiraciones.

El que la Otra arranque con un oído es una de sus definiciones más novedosas, creativas, imaginativas y subversivas, aún dentro de la misma tradición de la izquierda mundial.

Programa Nacional de Lucha

¿Qué queremos y cómo lo vamos a conseguir? Estas preguntas se pueden responder en tiempos y espacios diferentes. Por lo regular, es en el inicio de una organización o movimiento, y en el espacio de los iniciadores.

La Otra ha decidido construir la respuesta en su desarrollo y en el espacio de quienes la forman y a quienes va dirigida.

La Otra decide contestar con los de abajo y abajo, no arriba ni con los de arriba. Y no sólo en una posición social, también en una posición que no es la de mando o dirección. Se responderá en todas partes, no en una sola o en un sector. No se decide en un espacio y de ahí se “baja” al resto, sino que el movimiento es el mismo espacio de respuesta.

De abajo

Se elige mirar, hablar y escuchar abajo, no hacia el Poder o hacia quienes se congregan en torno a él. Con esta definición se toma una distancia respecto a la política tradicional. En lugar de buscar la movilización para conseguir, primordialmente, la interlocución con el Poder, se busca la transformación radical de la relación de Poder.

Civil y pacífica

Esto se entiende por sí sólo. Pero se remarca precisamente porque quien convocó es una organización político-militar. Sólo llamo la atención sobre el hecho paradójico de que una organización jerárquica y autoritaria convoque a un movimiento que la contradice.

¿Las partes y el todo?

Hay que entender que una cosa son las características, principios, estructura, formas de lucha, política de alianzas y tareas de quienes hacen suya la Sexta y se entran en la Otra, y otra diferente son las que definen a la OTRA.

La construcción y defensa de espacios

En la Otra nada está dado. Hay que luchar no sólo por darnos un rostro, una voz y un paso propios. También hay que luchar por construir y defender los espacios de las identidades que, por lo regular, son borrados o despreciados o subordinados en los proyectos de la izquierda no sólo en México sino en el mundo entero. A saber, cuando menos (habrá otros, otras, es seguro, porque este es un movimiento condenado a crecer):

• Pueblos Indios
• Mujeres
• Jóvenes
• Otros amores
• Niñ@s
• Ancian@s

La disputa por la hegemonía en el todo y en los espacios.

La Otra debe también ser (y, según nuestro análisis, es) un espacio de análisis, de discusión, de debate. Es natural que las ideas que se congregan acá y acá adquieren un espacio de expresión, pretendan convencer al mayor número y convertirse en el modo hegemónico.

Pero nosotros pensamos que debe prevalecer, sobre todo, la exposición razonada de argumentos, la escucha atenta y respetuosa de ella, y el debate rico y creativo de esos argumentos. Según nosotros no se trata de vencer al diferente, sino de hacer crecer las razones con modos de compañeros de lucha.

Un ejemplo: la lucha por el Socialismo. Ojo: el socialismo no es el único anticapitalismo de izquierda. Existen dentro de la Otra, al menos, el anarquismo y el movimiento libertario. Quienes dicen que la Otra debe definirse ya por el socialismo no sólo ocultan esto, también que es su socialismo el que debe adoptarse (obviando las diferencias entre quienes plantean esto). Y, en lo fundamental, se pasa por alto que esa definición pretende, según nosotros, ser algo que surja de abajo, con trabajo político, análisis, discusión, organización, definición. Nosotros no hemos visto, todavía, que los anarquistas y libertarios pretendan que su pensamiento es el que debe definir la Otra.

Unos y otros, unas y otras, hemos encontrado en la Otra un espacio para nuestro pensamiento y nuestra práctica. Y suponemos que estaremos en él mientras no deje de ser lo que es, es decir, un espacio de encuentro para enfrentar al sistema capitalista.

La homogenización en el todo y en los espacios.

En los métodos de trabajo, en la forma organizativa, en los modos de toma de decisiones y de su cumplimiento, en los análisis, en la discusión y en la toma de acuerdos, se tiende a querer homogeneizar. Que si la asamblea, que si la consulta, que si la delegación, que si la representatividad.

Nosotros lo que hemos observado es que las cosas salen mejor según el modo de cada quien, y que la Otra debe tener el acuerdo, al menos para las cuestiones fundamentales, de todo@s quienes la forman.

La Otra como escuela: l@s maestr@s y l@s alumn@s

Si en su motivación original la Sexta Declaración explicitaba la voluntad de nosotras, las zapatistas, los zapatistas, de volver a cursar la materia de dignidad pero ahora a nivel nacional, el desarrollo de la Otra, no sólo en el recorrido de la Comisión Sexta, nos permite decir que tenemos ya escuela y maestros. Que éstos son los mejores que pudiera tener cualquier movimiento honesto y noble: los pueblos indios, las organizaciones políticas de izquierda, el movimiento social, las ongÂ’s, los colectivos y grupos, las familias e individuos, de abajo y a la izquierda; y que el espacio es el mejor: los cielos y suelos de nuestro país.

II.- LOS VIENTOS EN CONTRA

Desde la emisión de la Sexta Declaración de la Selva Lacandona hasta el día de hoy, nuestro movimiento (y digo “nuestro” como pertenencia de tod@s l@s adherentes) ha caminado con fuerzas que se le oponen. No me extenderé sobre ellas, porque corresponde a otro lugar su análisis más profundo, así que sólo las enumero:

El proceso electoral arriba.

El silencio o mal información de los grandes medios de comunicación.

La maledicencia, desprecio, animadversión y calumnia de la mayor parte de la intelectualidad progresista en México.

Las dificultades propias para dar a conocer y explicar un movimiento que se está definiendo todavía.

Los modos de organizaciones y grupos de la izquierda nacional.

Y la natural y comprensible desconfianza de nuestro pueblo.

Sólo llamo la atención sobre el hecho de que la conjunción de todas estas fuerzas en contra hubiera inhibido o desmantelado cualquier movimiento, pero no lo logró con la Otra. Entre otras cosas por la sencilla razón de que quienes la formamos en todo el país ya estamos hallados a hacer las luchas con todo en contra.

Porque de por sí hacemos así las cosas, porque sí, porque es nuestro modo, porque somos quienes somos y porque estamos donde estamos: abajo y a la izquierda.

Porque somos un murmullo que crece en extensión, en profundidad, en tono, en volumen.

Porque somos la Otra, lo mejor que este país ha parido en mucho tiempo.

III.- LOS RETOS QUE VIENEN O LOS PASOS POR VENIR

Contra lo que se pudiera pensar, no tienen qué ver con la cuestión electoral. Eso desaparecerá del horizonte en unos cuantos días. De lo que estamos hablando es de retos de más aliento. De manera sintética los describo, aclarando que son los que vemos los zapatistas y que, es seguro, hay más que otras, otros, verán y señalarán:

  • El modo ciudadano de que unos pocos se reúnen, se hablan y, tal vez, se escuchan. Con ese espejo generalizan. Luego dicen que “la gente dice esto o piensa así”. O sea que, como decimos nosotros, se hacen muchas bullas con pocas músicas. Ejemplos: “la gente dice que es un error manifestarse el 2 de julio” o “la gente dice que hay que quemar casillas”, para citar dos ejemplos contradictorios y que se arrogan el sentir de la “gente”.
  • Lo Local y lo Nacional. No sólo la liga entre una y otra cosa, también el espacio e importancia de cada una. Mantener las líneas de tensión que se presentan en lo local y seguir en lo nacional.
  • Lo específico y lo general. Se refiere al horizonte definitorio y las tareas y luchas que van surgiendo en nuestro andar.
  • El análisis, la discusión, la toma de decisiones. La Otra todavía está buscando el modo y los espacios para estas cuestiones. Tal vez, pensamos nosotros, sean diferentes en situaciones y lugares diferentes, pero siempre se debe buscar la participación de tod@s l@s que formamos la Otra.
  • La otra cultura, el otro arte y la otra comunicación, son retos fundamentales que no tienen fecha de caducidad.
  • La rutas de la Otra: el calendario arriba y abajo. Una y otra vez la clase política, los medios masivos de comunicación y el Poder en su conjunto nos van a ir presentando “coyunturas” y demandando “definiciones” que a ellos allá arriba atañen e interesan. La Otra debe ir construyendo su propio calendario, el almanaque de abajo, según su propia lógica, paso y objetivos.
  • L@s pres@s de Atenco y l@s de todo el país. Hace unos días, el gorilita amante de los reflectores mediáticos, Wilfredo Robledo, declaró que sus policías habían actuado con la brutalidad de la que hicieron gala porque “eran víctimas del stress”. Tamaña idiotez cínica no mereció ningún comentario de los progresistas que firman desplegados afirmando que harán lo que no hicieron en todo este tiempo: ser críticos de las propuestas del presidenciable “menos malo”.

Las declaraciones del escenógrafo militar de radio, prensa y televisión, recuerdan otra historia: “En 1921, los peones de la Patagonia se alzaron en huelga. Entonces los estancieros llamaron al embajador británico que llamó al presidente argentino que llamó al ejército. A tiros de máuser, el ejército acabó con la huelga y con los huelguistas también. Los peones fueron arrojados a las fosas comunes abiertas en las estancias; y para la zafra siguiente no quedaba vivo nadie que supiera esquilar las ovejas. El capitán Pedro Viñas Ibarra comandó las operaciones en una de las estancias. Medio siglo después, cuando ya el capitán era coronel jubilado, Osvaldo Bayer habló con él. Escuchó la historia oficial:

-Ah, sí – evocó el militar.- La estancia Anita. Aquel combate.

Bayer quería saber por qué aquel combate había dejado seiscientos obreros muertos y ningún soldado muerto, ni herido, ni lastimado. Y el brazo armado del orden, amablemente explicó:

– El viento. Nosotros nos poníamos del lado del viento. Por eso las balas nuestras no se desviaban. Las balas de ellos, a contraviento, se perdían” (ibid. P. 251).

La Otra no sólo debe seguir exigiendo la libertad y la justicia para l@s pres@s de Atenco, sino que tiene que escalar hacia arriba las movilizaciones con este objetivo. Y, además, tendríamos que avanzar más en la organización nacional que impulse específicamente la libertad para tod@s l@s pres@s polític@s, la presentación con vida de los desaparecidos y la cancelación de todas las órdenes de aprehensión en contra de luchador@s sociales.

  • La red de apoyo y solidaridad. Debemos y podemos establecer, cuando no los hay, y reforzar, cuando ya existen, los canales de comunicación al interior de la Otra. De modo de no sólo intercambiar experiencias e historias, también para apoyarnos en nuestras luchas particulares.
  • La red de información. Si los medios alternativos han sido la columna vertebral de la primera etapa de la Otra, del pase de lista que decíamos anteriormente, ahora son de una importancia fundamental para lograr que la Otra no parezca, para quienes la forman, una sucesión de actos y reuniones, sino un conocimiento profundo de lo que somos en el todo y las partes. Según nuestra forma de ver, est@s compañeros y compañeras de las medios alternativos han demostrado, en la campaña por la libertad y la justicia para las presas y presos de Atenco, que lo pueden hacer y hacer bien.
  • El Programa Nacional de Lucha. Hay que ir avanzando en las propuestas del cómo, cuándo, con quién y el modo para avanzar en este objetivo.

IV.- LO QUE NO SE VE NI SE OYE, Y, SIN EMBARGO, ESTÁ

Por todo esto, y por muchas cosas más para las que no tenemos palabras pero que hemos visto y sentido directamente en nuestro paso por los 21 estados, desde el sureste mexicano hasta el centro del país, es que decimos que en este movimiento que ahora llamamos la Otra Campaña están algunos de los mejores hombres y mujeres que los cielos y suelos mexicanos han visto levantarse en estos tiempos.

Pueblos Indios, sobre todo pueblos indios, campesinos, obreros, maestros, estudiantes, empleados, migrantes, chican@s, mujeres, jóvenes, ancianos y ancianas, niños y niñas, la plebe pues, la chusma, los olvidados.

Mientras allá arriba están buscando el modo de justificar sus cambios de opinión, según les marquen las encuestas, quienes estamos en la Otra, quienes suscribimos la Sexta, estamos aprendiendo a decir “nosotros, nosotras”.

Será como dijimos hace tiempo. Pasará el Mundial de Fútbol, pasarán las elecciones.

Y la Otra se levantará como lo que es: la Otra alternativa para que eso que llamamos “Patria” recupere la dignidad que pusieron en venta quienes ahora se disputan la desvergüenza y la indecencia.

Estos cielos y estos suelos adoloridos y maltrechos tendrán mañana porque nosotros, nosotras, la Otra, elegimos no mirar y escuchar al que arriba engaña, sino que escogimos organizarnos y luchar abajo y a la izquierda.

Entonces diré que “odio decir que se los dije, pero se los dije”.

V.- DIÁLOGO IMPOSIBLE ENTRE DURITO Y EL DIABLO.
(Sobre la justicia)

Don Durito de La Lacandona, escarabajo por accidente genético y andante caballero por vocación, vencido ha a quien, con ropa de juez rico, ha desafiado la razón condenando al inocente y absolviendo al culpable. Es el diablo en persona quien presente se hace para reclamar el alma del perverso pervertidor. Durito no lo detiene, cada quien su trabajo y su modo, pero ganas tiene de tabaco y plática. Saca y enciende la pipa. El aromático humo invita a la charla y el sosiego. El Diablo a saber qué fuma, pero une su humo al del bizarro caballero.

Durito: Mucho trabajo.

El Diablo: Mucho, mucho.

Durito: ¿Y la paga?

El Diablo: Ahí la lleva uno, para nada alcanza.

Durito: ¿Caro el infierno?

El Diablo: Como debe ser, grandes inversiones, calefacción digital, dispositivos anticontaminantes, hornos de microondas, la renta, los impuestos.

Durito: Entonces los ricos, ¿pagan para llegar y estar?

El Diablo: No, pagan para no llegar y no estar.

Durito: En el infierno, entonces, ¿no llegan los que deben llegar y no están los que deben estar?

El Diablo: No, qué va. Están los que no tienen la paga para no llegar y no estar.

Durito: Como la justicia acá.

El Diablo: Eso, como la justicia acá.

Durito: Mal y malo entonces.

El Diablo: A eso me dedico, a buscarlos arriba, a encontrarlos arriba, a cobrarles.

Durito: ¿Mucho trabajo?

El Diablo: Mucho, mucho.

Da fe de este diálogo imposible:
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Junio del 2006.

VI.- LOS CAMINOS DE LA PIEL.

Hay, dice Sombra, caminos y modos de caminar la piel que la madrugada arropa. Está quien la recorre con torpeza, guiado por su sola y solitaria ansia.

Está quien la acaricia mecánicamente, como repitiendo una lección mal aprendida. Está quien trata de recordarse, buscando un espejo que le devuelva la imagen propia.

Y está quien la camina como si fuera la primera y última vez, preguntando “¿aquí? ¿así?”, buscando lo que no existeâi| hasta que se encuentra.

De madrugada trata Sombra de construir puentes con palabras y hechos. No deja de dolerle su dolor ni duele menos; pero es otro dolor, uno que ayuda a caminar y a pensar en otro mañana.

Porque, dice Sombra mientras se amarra las botas, no sólo con labios y piel se besa y abraza a la luz que hace falta, también con las letras y suspiros que nube se hacen en la madrugada…

Desde la Otra Ciudad de México.

Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Junio del 2006.

Hay muchos calendarios: de nacimientos, de muertes, de pagos, de fiestas patrias,de sesiones del gobierno. Y en el año 2003, el calendario en México marcaba “elecciones”: 500 Diputados Federales para el Congreso de la Unión y los jefes de las 16 Delegaciones de la Ciudad de México (aún Distrito Federal), así como 66 diputados a la Asamblea Legislativa.

Pero esos calendarios no son los únicos, existen también los calendarios de la resistencia, de la lucha de los pueblos originarios, de su resistencia.

Y en la treceava estela se anuncia un caracol, una muerte, un nombre, un plan, una historia, un buen gobierno y una postdata para cerrar las Estelas.

México 2003: Otro calendario, el de la resistencia. Enero: Oaxaca, la primera estela

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Lugar: montañas del sureste mexicano. Fecha: enero de 2003. Hora: la madrugada. Clima: frío, lluvioso, tenso. Altura: tantos metros sobre el nivel del mar. Visibilidad: sin focador no se ve un carajo.

En una champa, una sombra rivaliza con la fragilidad de la luz de una vela y, entre el humo del tabaco y del fogón, una mano hojea un calendario del año 2003, llegado recientemente al Cuartel General del EZLN.

Calendarios, dice la mano y agrega: Pero hay de calendarios a calendarios, y pone sobre la mesa dos fotos de la prensa: en una aparece el feto del que s

erá nieto de Fox; en la otra, unas madres lloran a los niños muertos en Comitán, Chiapas.

Dice la mano: Aquí el calendario de un nacimiento con la bendición del Poder. Y acá otro calendario de muchas muertes por la irresponsabilidad del Poder.

La mano sigue hablando: Calendarios de nacimientos y de muertes, calendarios de pagos, calendarios de fiestas patrias, calendarios de viajes de funcionarios, calendarios de sesiones del gobierno. Ahora, en el 2003, calendario de elecciones. Como si no hubiera otros calendarios. Por ejemplo: el calendario de la resistencia. O tal vez de éste no se habla porque mucho exige y poco luce.

La mano se detiene un poco. El calendario queda cerrado. Parece que fue hecho por simpatizantes zapatistas. Cada mes tiene, además de fotos del tema, algún fragmento de los muchos mensajes que el EZLN dio en la marcha por la dignidad indígena, en febrero, marzo y abril del año 2001.

Esa marcha, dice la mano que ahora hojea una bocanada de humo. Lo más importante no fue lo que dijimos, y hace a un lado el calendario. Lo más importante fue lo que, callando, miramos. Si esos señores y señoras que se dicen pensantes hubieran visto con nuestros ojos lo que miramos callando, tal vez entenderían nuestro silencio de después y nuestra palabra de ahora. Pero no. Piensan que piensan. Y piensan que les debemos algo. Pero nada debemos a ellos. A quienes sí debemos, y mucho, es a quienes callados miramos callando. Para ellos fue nuestro silencio. Para ellos es nuestra palabra. Con ellos y para ellos son nuestras miradas y nuestras manos.

Y, como si tal, la mano señala un mapa de la República Mexicana.

La mirada sigue el camino de la mano y la mano reposa ya sobre una palabra:

OAXACA

Y sobre esa palabra se levanta la primera estela…

Enero: Oaxaca, la primera estela

(A pesar del nuevo viejo PRI, la historia resiste frente a la muerte)

(Estelas: piedras grabadas, trabajadas con la técnica de bajorrelieve,
que contienen representaciones
de personajes, fechas, nombres, hechos… y PROFECIAS.)

Es enero, mes que convoca pasado, presente y futuro. Es Oaxaca, tierra donde el ayer y el hoy son raíz del mañana.

En este suelo sobreviven indígenas mexicanos: mixtecos, popolocas, chochos, triquis, amuzgos, mazatecos, cuicatecos, chinantecos, zapotecos, chatinos, mixes, chontales, huaves, nahuas, zoques, ixcatecos y tacuates, además de una ignorada población agromexicana. El INEGI, en 1990, declaraba que en Oaxaca había más de un millón 300 mil indígenas mayores de cinco años.

Pero, tomando en cuenta criterios más amplios que los reducidos del INEGI, entre 60 y 70 por ciento de la población oaxaqueña es indígena. De un total de 570 municipios, 418 son llamados “municipios indígenas” que se rigen por sus propias normas de gobierno, lo que algunos llaman “usos y costumbres”.

Es enero y es Oaxaca, y avanza el sol sobre un cerro de punta trunca y peinado con construcciones prehispánicas.

Tiempos distintos han dado nombres diferentes a esta montaña. Y así fue nombrado Cerro del Tigre, y Cerro de Piedras Preciosas lo llamaron, y Cerro del Pájaro Puro de él se dijo. Ahora Monte Albán lo llaman los presentes.

Monte Albán. A sus pies brilla el soberbio desorden de la ciudad de Oaxaca, capital de esta provincia que, como todas las de México, sólo es noticia cuando sufre el paso de huracanes, terremotos y falsos gobernantes, o cuando la agobiante pobreza sigue el camino de la rebeldía armada.

Como si la historia sólo contara cuando narra las derrotas, desesperaciones y miserias de quienes son abajo, y olvidara lo fundamental: la resistencia.

El sol sigue su camino.

Viniendo también del oriente, una guacamaya sobrevuela el valle de Tlacolula, gira sobre el valle de Etla y, en el valle de Zaachila, después de recorrer los cuatro puntos cardinales, enrumba a Monte Albán. Planea sobre el complejo de edificios, todos orientados siguiendo el eje norte-sur.

Todos menos uno. Semejando una flecha, un edificio rompe la supuesta armonía y apunta el vértice hacia el suroeste.

Como una pieza fuera de lugar en el complicado rompecabezas de la arqueología mesoamericana, este edificio pudo haber señalado un punto astronómico, visual o aun auditivo, pero también lleva a pensar en algo trunco y no sólo espacial, también y sobre todo temporal. Pareciera un llamado de atención, una irrupción del absurdo en medio de un orden aparente.

Como absurda es la imagen de esa guacamaya y lo que se ve bajo su vuelo vigilante y protector. En la plataforma sur de Monte Albán, frente a la séptima estela, se recuenta una historia que viene de una cueva que es todas las cuevas…

Sabe la sangre indígena que la tierra esconde el vientre fértil que engendró todos los tiempos, y cuentan sabios indígenas zapotecos que fue dentro de un cerro donde el tiempo y la vida empezaron su trabajoso camino.

Antes de eso, aquel que no se puede tocar con el pensamiento, el Coqui Xee, dormía en una cueva. Era ésta la gruta del tiempo sin tiempo, donde no había lugar ni para el principio ni para el fin.

Vino entonces en su corazón del Coqui Xee la voluntad de mover el mundo y, hecho luna escondida, se miró hacia dentro de sí y nació a Cosana y a Xonaxi, que así llamaron los antiguos zapotecos a la luz y a la oscuridad.

Con su pie del uno y el otro, caminó entonces el mundo sus pasos primeros. El que no tiene principio, el intocable por la razón, Coqui Xee, se nació a sí como luna nueva y así comenzó su largo paso en el mundo de la noche, mientras de día descansaba en la tierra del mixe, en Cempoaltépetl.

Cosana, el señor de la noche y el fuego que parió al sol, se hizo tortuga para andar la tierra y fue así creando a los hombres de la mano de Xonaxi, quien se hizo guacamaya para andar los cielos, cuidar a los hombres y mujeres, y mirar que nacieran con bien.

Volando la noche, la Xonaxi pintó de luz su camino para no perderlo y su huella de luz arenosa hoy es nombrada Vía Láctea.

Del abrazo de la luz y la oscuridad, del cielo y la tierra, salió el relámpago, Cocijo, padre bueno, hacedor de la buena tierra y guía de quienes la trabajan y la hacen parir el alimento.

Dador de la salud, sanador de la enfermedad, señor de la guerra y la muerte, con el 13 Flor en su bandera, Cocijo se partió en cuatro para estar en los cuatro puntos que miden el mundo. Para nombrar la muerte y el dolor, habitó el norte pintado de negro. Para llamar la felicidad sentado estuvo en el oriente con la ropa anaranjada. En occidente se puso manto blanco para marcar el destino. Y para decir la guerra, se vistió de azul y caminó el sur.

Casó el relámpago, nuestro padre, con la mujer del huipil adornado de flores y serpientes, la nombrada Trece Serpiente, Nohuichana. Ella, nuestra madre, la dadora de la vida en el vientre de las mujeres, en el lecho de ríos y lagunas, en la lluvia, la que va de la mano de hombres y mujeres desde el nacimiento a la muerte, fue y es reina buena para quienes dieron y dan color al color de esta tierra.

Y cuentan los que saben y callan, que cada tanto vuelven el relámpago y la lluvia, y con ellas vuelven el amor y la vida, hechos una mujer y un hombre cualesquiera, a quienes lo absurdo opone obstáculos, tal vez sólo para aumentar el brillo que en la mirada les anda.

Si es cierto, como es de por sí, que la vida caminó primero hecha líquido en las cuevas que abundan en suelos indígenas, que las cuevas fueron y son el vientre que los dioses primeros se dieron a sí mismos para nacerse y hacerse, y que las grutas no son sino los huecos que el florear de la vida dejó en la tierra como cicatrices, entonces es dentro de la tierra donde podríamos leer, además del pasado, los caminos que habrán de llevarnos al mañana.

En este enero, la pareja creadora, Cosana y Xonaxi, abrazan el vientre de la tierra y la alivian para convertirlo en fértil sementera. No sólo para que en él se reavive la lucha del rebelde que es colectivo, porque sólo así se puede ser rebelde, sino también para que ahí nazca el sueño con el color de quienes somos el color de la tierra.

La historia callada ahora. Y siempre es más lo que calla que lo que habla. Silencio…

Arriba una tormenta saluda con relámpagos el decidido vuelo de la guacamaya…

Abajo queda Monte Albán con su edificio flecha rompiendo la monotonía de todo el conjunto ceremonial, y advirtiendo que faltan piezas para entender lo que vemos. Como si nos recordara que es más grande y maravilloso lo faltante, lo que no vemos.

Porque cuando vemos lo que ahora vemos, la vanidosa Monte Albán, inútilmente buscamos una continuidad. En realidad sólo vemos una foto, una instantánea, una imagen de un reloj que detuvo su marcha en una fecha determinada.

Pero se trata de un reloj discontinuo. Sólo para el poderoso la historia es una línea ascendente donde la cúspide es siempre su hoy. Para quien abajo es, el quehacer histórico es una interrogante que sólo se responde mirando hacia atrás y hacia delante, dibujando así nuevas preguntas.

Así que hay que cuestionar lo que tenemos frente nuestro. Preguntar, por ejemplo, quiénes están ausentes y sin embargo hacen posible que estén presentes imágenes de dioses, caciques y sacerdotes.

Preguntar por quienes callan cuando estas ruinas hablan.

En Monte Albán no son pocas las estelas. Ellas señalan calendarios cuya comprensión se está definiendo. Pero no olvidemos que representan los calendarios de quienes detentaban el poder en esos tiempos, y que esos calendarios no contemplaron la fecha en que la rebeldía de abajo habría de colapsar ese mundo. Como un terremoto, el descontento de entonces sacudió la estructura social entera y, dejando en pie los edificios, acabó con un mundo ajeno a la realidad de todos.

Desde tiempos antiguos, las elites gobernantes fabrican calendarios de acuerdo con el mundo político, que no es sino un mundo que excluye a los más. Y la disparidad entre esos calendarios y los que son vida abajo es la que provoca los terremotos en los que abundan nuestra historia.

Por cada estela que el poder esculpe en sus palacios, otra estela abajo surge. Y si estas estelas no son visibles es porque no son de piedra, sino de carne, sangre y hueso, y siendo del color de la tierra aún son parte de la caverna en las que el futuro madura.

Los edificios que, cual penacho, coronan el también llamado Cerro del Tigre, no pertenecieron a quienes con su esfuerzo y sabiduría los levantaron y mantuvieron. “La arquitectura monumental, en casos como el de Monte Albán y otros sitios del área cultural mesoamericana, es la respuesta a la necesidad de un espacio destinado a las ceremonias, que corresponde a las exigencias organizativas de una clase social sacerdotal con un status muy superior al común de la población agrícola. Así, los edificios de Monte Albán, desde su primera época, estuvieron destinados a reproducir el sistema político basado en el culto religioso y a mantener en el poder a su clase dirigente; la población de las aldeas y los pueblos del valle era la encargada del suministro de todos los bienes de consumo de esa clase, así como de proporcionar la mano de obra para la construcción de los edificios y su permanente mantenimiento. Otra obligación era proporcionar todos los suministros necesarios para la realización de las ceremonias y el material humano indispensable para los mismos” (Robles García, Nelly. Monte Albán. Codees Editores).

Fue el poderoso el que disfrutó del trabajo del de abajo, el trabajo que levantó estas construcciones que sorprenden menos que la soberbia que las liquidó. Porque Monte Albán, como muchas veces sucede con los espacios en los que el poder reside, se colapsó por la rebeldía de abajo, provocada a su vez por la indiferencia de los gobernantes.

Para los conquistadores españoles, la doble lección de Monte Albán (el avanzado desarrollo de una cultura y el abandono provocado por la soberbia gobernante) pasó desapercibida. Para la corona española del siglo XVI, como para el neoliberalismo de principios del siglo XXI, la única cultura es la del que domina. Y, como ahora para el capitalismo salvaje, para el poder español las tierras indígenas no eran entonces sino una fuente abundante de mano de obra. Bajo el poder español, condenada a bestiales trabajos forzados en las minas, casi 90 por ciento de la población indígena en Oaxaca desapareció. Pero su dolor siguió bajo tierra y en las grutas se hizo rebeldía, rebeldía que alimenta hoy al color de la tierra.

Y lo que vale para los pueblos indios de Oaxaca, vale también para los demás indígenas de México: su riqueza cultural fue y es despreciada (unas veces por la destrucción directa, otras por la ignorancia, algunas más por el racismo, y siempre por el repudio a lo diferente) por quienes son poder y dominio.

Si al ver los restos de las llamadas culturas prehispánicas el espectador común se maravilla e imagina el esplendor que tenían, más se maravillaría al constatar la fría crueldad y la salvaje estupidez de quienes la han destruido (y el desprecio y la comercialización son también una forma de destrucción) e ignorado. Y todavía se sorprendería más al saber que esas culturas no han desaparecido, que subsisten y se renuevan en el México subterráneo.

Así que mal se hace al achacar a la raza española, o a cualquier otra, el largo dolor de los pueblos indios de México. Fue y es el poderoso que, sin importar la raza a la que pertenezca, reafirma su dominio con la destrucción de la identidad del dominado.

Desde que México se liberó del dominio español, los dueños del dinero y sus políticos han llevado adelante la destrucción de la cultura indígena con igual o mayor saña que los conquistadores hispanos en el siglo XVI.

En fechas recientes, voces inteligentes se han alzado para advertir que la reforma salinista al artículo 27 constitucional (que permite la venta de tierras ejidales a particulares) afectará seriamente las zonas de monumentos arqueológicos. Una de estas zonas es Monte Albán, donde resulta que parte de su territorio original estará ahora en manos de la iniciativa privada (El Universal, 28/II/2002). O al menos eso pretenden los gobiernos neoliberales.

Pero hay resistencias. Los habitantes de los municipios de San Pedro Ixtlahuaca, Santa Cruz Xoxocotlán y Santa María Atzompa se han organizado para evitar esa privatización de la historia. Agrupando a ejidatarios, comuneros, pequeños propietarios y colonos, la organización llamada Frente Zapatista contra la Privatización y el Despojo Neoliberal pone en su nombre su vocación y su tarea.

Desde mediados del año 2001, estos oaxaqueños denunciaban lo que se venía: la privatización de Monte Albán; que detrás de los proyectos gubernamentales no estaba el interés de preservar esa zona arqueológica, sino el venderla para construir hoteles, centros de convenciones y locales comerciales.

Un año después, en 2002, el gobernador Murat daba un paso adelante en el sueño de Salinas de Gortari: el proyecto Monte Albán Siglo XXI, privatizando tierras ejidales en los alrededores del complejo arqueológico y reprimiendo a quienes se oponen a esta comercialización de la historia. Sin embargo, la resistencia se mantiene, aunque esté alejada de los medios de comunicación. “Nosotros somos los verdaderos defensores de la zona arqueológica de Monte Albán, porque es nuestra casa y también la casa de todos los mexicanos, pero en esta lucha permanente por tratar de cuidarla y protegerla resistimos culturalmente y nos enfrentamos contra quienes pretenden destruirla, restringiendo el uso y destino de nuestras tierras en beneficio de los grandes inversionistas”, dicen y se comprometen estos indígenas rebeldes.

El viejo nuevo PRI, con José Murat, Diódoro Carrasco y Heladio Ramírez disputándose el botín, sigue la ruta que le marcó su último gran dirigente: Carlos Salinas de Gortari. Para ello recurren a su argumento más socorrido: la represión.

Sin embargo, a pesar de la represión, en Oaxaca hay algunos de los ejemplos más vivos de la resistencia antineoliberal, y la totalidad de ellos no sólo se dan a pesar de los partidos políticos, también en contra de ellos.

En diciembre pasado, un grupo de jóvenes que se agrupan en torno a la cultura, fueron atacados por la policía de Juchitán, desalojados, y sus miembros son todavía perseguidos por el gobierno municipal “democrático”.

En la Sierra Norte de Oaxaca, el Consejo Indígena Popular de Oaxaca Ricardo Flores Magón ha sufrido golpes duros por negarse a la rendición o sumarse a las facciones de Murat, de Diódoro (aquel que, siendo secretario de Gobernación de Zedillo, “operó” la derrota del PRI en las elecciones de 2000) o de Heladio.

En la Sierra Sur (pero no sólo ahí), la Alianza Magonista Zapatista, la Coalición de Organizaciones del Estado de Oaxaca, el Comité de Defensa de los Derechos del Pueblo, la Coalición de Organizaciones Independientes de la Cuenca, el Frente Amplio de Lucha Popular, el Frente Civil de Teojomulco, el Frente Unico de Defensa Indígena, las Organizaciones Indias por los Derechos Humanos de Oaxaca, la Unión de Campesinos Pobres y la Unión de la Juventud Revolucionaria de México se han conformado en la Coordinadora Oaxaqueña Popular Magonista Antineoliberal y construyen uno de los procesos de resistencia más interesantes.

No sólo. La resistencia oaxaqueña abunda en sabiduría, decisión y nombres: Servicios del Pueblo Mixe, Unión de Organizaciones de la Sierra Juárez de Oaxaca, Unión de Comunidades Indígenas de la Región del Istmo, la Coordinadora Estatal de Productores de Café de Oaxaca y el Movimiento Unificado de Lucha Trique, por mencionar algunas de las muchas que hay sobre el suelo oaxaqueño.

Y no pocas veces la resistencia toma el nombre de los municipios que la enarbolan. Así aparecen: Quetzaltepec-Mixe, San Pedro Yosotatu, Unión Hidalgo, Yalalag, y otros que pueblan de rebeldía la geografía oaxaqueña.

Difícilmente verá usted a miembros de estas organizaciones o de estos municipios compitiendo para ser diputados. Su vocación no es el Poder, sino el servicio. Así lo mandan los antiguos que levantaron la grandeza de Monte Albán y cuya rebeldía derrumbó a quienes gobernaban con soberbia.

Pero si los neoliberales del PRI o del PAN o del PRD se salen con la suya, estaríamos frente a la posibilidad de que la historia de México se convierta en una empresa más que cotice en la Bolsa de Valores: Historia de México Company SA de CV. ¿Qué valor, además del de escenografía turística, le puede dar el capital a la arqueología prehispánica?

Cuando los prestanombres del gran dinero (Diego Fernández de Cevallos y sus patiños Manuel Bartlett y Jesús Ortega, de PAN, PRI y PRD, respectivamente) en el Congreso mexicano dieron al traste con el reconocimiento constitucional de los derechos y la cultura indígenas, no sólo remedaron a los encomenderos de la época colonial, también y sobre todo aseguraron que la historia de México fuera una mercancía más en el mercado internacional. Si la forma en la que lo hicieron recuerda el teatro de vodevil es porque los políticos no suelen resistir la tentación de hacer el ridículo.

Pero no sólo para poseer la historia es que el poderoso la compra, también para evitar que sea leída como es ley, es decir, viendo hacia delante.

La historia de arriba sigue diciendo “fueron” a quienes son todavía. Así hace porque allá arriba sólo cuenta el recambio de quienes son poder. Así, el tiempo del poderoso sólo termina cuando otro poderoso lo desplaza.

Pero abajo el tiempo sigue fluyendo.

Al responder la incógnita que plantea el pasado histórico, quien está abajo descifra líneas quebradas, subes y bajas, valles, lomas y hondonadas. Sabe así que la historia no es más que un rompecabezas que lo excluye como actor principal y sólo le reserva el papel de víctima.

La pieza que falta en la historia nacional es la que completa la falaz imagen del único de los mundos posibles, el actual, sino la que incluye a todos en su verdadero tamaño: la lucha continua entre quienes se pretenden la culminación de los tiempos y quienes saben que la última palabra se construye resistiendo, a veces en silencio, lejos de los medios de comunicación y de los centros de Poder.

Sólo así es posible entender no sólo que el del presente no es el mejor ni el único mundo posible, tampoco sólo que son posibles otros mundos, sino, sobre todo, que esos mundos nuevos son mejores y son necesarios. Mientras eso no ocurra, la historia no dejará de ser una colección anárquica de fechas, lugares y vanidades de distintos colores.

La grandeza de Monte Albán no se completará con el descubrimiento de más templos, tumbas o tesoros, ni siquiera con la reconstrucción exacta de su indudable esplendor. Monte Albán estará completo, y con ello será parte de la historia real de nuestro país, cuando se entienda que quienes lo hicieron posible, quienes lo levantaron y mantuvieron, y cuya rebeldía socavó la soberbia que lo habitaba, aún viven y luchan, no para que Monte Albán y su poderío renazcan y la historia dé un vuelco imposible hacia atrás, sino para que se reconozca que el mundo no estará completo si no incluye a todos en la mañana.

El movimiento indígena en el que se inscribe el zapatismo no pretende volver al pasado y mantener la pirámide injusta de la sociedad, sólo cambiando de color la piel del que arriba manda y dispone. La lucha de los pueblos indios de México no apunta hacia atrás. En un mundo lineal donde el arriba se considera eterno y el abajo inevitable, los pueblos indios de México rompen con esa línea y apuntan a algo aún por descifrar pero ya nuevo y mejor.

Quien viene de abajo y de tan lejos en el tiempo, tiene, es cierto, lastres y dolores. Pero éstos le fueron impuestos por quienes hicieron de la riqueza su dios y su coartada. Y también, quien viene con paso tan dilatado, muy lejos puede ver y en ese lejano punto que su corazón adivina hay otro mundo, uno nuevo, uno mejor, uno necesario, uno donde caben todos los mundos…

Si con su avasallante y estúpida marcha los neoliberales dicen “no hay más cultura que la nuestra”, abajo, con el México subterráneo que resiste y lucha, los pueblos indios de Oaxaca advierten: “hay otras grutas como la nuestra”.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003

Otro calendario, el de la resistencia. Febrero: Puebla, la segunda estela
(la resistencia y otra Iglesia, la de los equivocados)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Siguen tiritando vela y sombra. Apartando el humo y la hoja de “enero” en el calendario, la mano revela, contradictorio y luminoso, a FEBRERO y, con él, otra mirada, otra mano y otra palabra: PUEBLA.

Es febrero, un mes que convoca a la historia, con todas sus luces y contradicciones. Es Puebla, tierra donde las contradicciones anuncian esperanzas.

Puebla. Según el INEGI, en el año 2000 cuenta con más de 5 millones de habitantes, de los cuales más de medio millón, mayor de cinco años, es hablante de una lengua indígena. En lo que hoy es su territorio sobreviven y resisten indígenas nahuas, totonacas, mixtecos, otomíes y popolocas.

Es febrero y es Puebla. Sobre Tehuacán, la nubecita obliga al sol, no a seguir su empecinada ruta a occidente, sino a volar rumbo al norte. Allá, en plena sierra mixteca, se avizora un cerro rodeado de barrancas. Sobre él se distingue una muralla, como si éste fuera un lugar preparado para proteger la resistencia. Parece que se trata de Tepexi El Viejo. Los nahuas lo llamaron Piedra Partida y los popolocas lo nombran Monte Pequeño. Ahí reposan y retozan mientras el sol le cuenta a la nube una historia que la sonroja, y le enseña:

Cuentan los antiguos mixtecos que el mundo se nació de la unión de dos grandes árboles, en la solitaria Apoala, al pie de una gruta, en el río Achiutl. Unidos por sus raíces, estos dos árboles primeros crearon a la primera pareja mixteca y de los hijos de sus hijos nació el Yacoñooy, el flechador del sol.

Cuentan estos antiguos que era el Yacoñooy un guerrero pequeño, pero valiente y audaz, que nada temía, por grande y poderoso que pareciera.

Porque, dicen estos sabios indígenas, la estatura se lleva en el corazón y suele suceder que quienes parecen pequeños en el exterior, grandes son en la grandeza de su corazón; y quienes se presentan como fuertes y poderosos en su apariencia, son en realidad de corazón pequeño y débil.

Y dicen también que el mundo es grande y es lleno de maravillas gigantes porque gente pequeña de físico supo encontrar en su interior la fuerza que engrandeciera la tierra.

Cuentan entonces que el tiempo andaba los primeros meses del calendario de la humanidad y que el Yacoñooy salió a ver nuevas tierras para hacerlas crecer con el trabajo y la palabra. Las encontró y vio que el sol aparecía como único y poderoso dueño de todo lo que a su luz se alumbraba. En ese entonces el sol mataba la vida de lo diferente y sólo aceptaba las cosas que le fueron espejo, y tributo le rindieran a su grande grandeza.

Y cuentan que, viendo esto, Yacoñooy desafió al sol diciéndole: “Tú, que con tu fuerza dominas estas tierras, yo te desafío para ver quién es más grande y puede dar así grandeza a estos suelos”.

Rió el sol, confiado en su poder y fortaleza, e ignoró al pequeño ser que, desde el suelo, lo retaba. Yacoñooy volvió a desafiarlo y así dijo: “No me espanta la fuerza de tu luz, tengo por arma el tiempo que en mi corazón madura”, y tensó su arco, apuntando la flecha al centro mismo del soberbio sol.

Rió de nuevo el sol y apretó entonces el meridiano cinturón de fuego de su calor en torno al rebelde, para así más empequeñecer al pequeño.

Pero el Yacoñooy se protegió con su escudo y ahí resistió mientras el mediodía cedía su lugar a la tarde. Impotente veía el sol cómo su fuerza disminuía al paso del tiempo, y el pequeño rebelde seguía ahí, protegido y resistiendo bajo su escudo, esperando el tiempo del arco y la flecha.

Viendo que el sol se debilitaba con el avance del tiempo hecho atardecer, el Yacoñooy salió de su refugio y, empuñando el arco, hirió hasta siete veces al grande sol. Con el crepúsculo, el cielo entero se fue tiñendo de rojo y el sol al fin cayó, herido mortalmente, en el suelo de la noche.

Yacoñooy esperó un tiempo, y viendo que la noche impedía al sol seguir el combate, así dijo: “He vencido. Con mi escudo resistí tu ataque. Hice del tiempo y tu soberbia mis aliados. Guardé mi fuerza para el momento necesario. He vencido. Ahora la tierra tendrá la grandeza que el corazón de los míos le siembre en su seno”.

Y cuentan que al otro día el sol volvió, recuperado, a intentar reconquistar la tierra. Pero ya era demasiado tarde. La gente de Yacoñooy ya cosechaba lo sembrado en la noche.

Fue así, por ser vencedores en el cielo, que el Yacoñooy es llamado “El Flechador del Sol”, y los mixtecos fueron nombrados habitantes de las nubes.

Desde entonces, los mixtecos pintan en jícaras y tecomates la victoria de Yacoñooy. No para vanagloriarse de la victoria, sino para recordar que la grandeza se lleva en el corazón y que la resistencia es también una forma de combate.

Del cielo de Tepexi, la nube sigue hasta Puebla de Zaragoza, ha tomado nota de la historia y con disimulo disfraza de lluvia las lágrimas que le limpian el rostro y cubren la ciudad.

Puebla, la ciudad capital, sede del gobierno del estado. “Tierra donde se quebró el llamado Plan Puebla-Panamá”, dirá la historia tal y como ahora dice…

Que cuando el gobierno estatal anunció la construcción de una carretera de cuota desde la capital del estado hasta Tecamachalco, mediante la expropiación de 800 hectáreas para el parque industrial Milenium, los campesinos de la región se rebelaron y llegaron a advertir que si seguía adelante el despojo, se levantarían en armas.

Los campesinos argumentaron, no sin razón, que las expropiaciones nunca han beneficiado en nada a los afectados. Tres gobernadores han realizado despojos abiertos, que ni siquiera cumplen con el principio legal de expropiar para utilidad pública, pues lo han hecho para beneficiar a particulares.

En Tepeaca la oposición de los campesinos contra la expropiación de tierras para la construcción de la carretera Puebla-Tecamachalco y la construcción del parque Milenium fue fundamental. Se constituyeron en la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive, y buscaron primero el diálogo con el gobierno estatal por medio de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del estado. A la petición de diálogo e información, los funcionarios y la policía respondieron con amenazas e intimidación, ocultamiento de los planes (los campesinos obtuvieron una copia del original plan, que incluye la instalación de maquiladoras y otras empresas, incluso un campo de golf financiado por la fundación de Carlos Peralta) y poco creíbles promesas (como en otras ocasiones) de emplear a los campesinos expropiados en las nuevas plantas industriales. Los miembros de la Unión Campesina Emiliano Zapata Vive rechazaron esa posibilidad, ya que enarbolan su derecho a seguir siendo campesinos y están dispuestos a defender con la vida sus tierras, mismas que les quieren pagar, según aseguran, “a menos de lo que vale un refresco”.

El proyecto Milenium se paró desde mediados de 2002, en parte por falta de dinero y por presión entre grupos de arriba que se disputan la mayor tajada, pero sobre todo por la firme defensa de la tierra que hicieron los campesinos de Tepeaca y alrededores.

La historia viene de antes

Cuando Mariano Piña Olaya gobernaba estas tierras, con el pretexto de la construcción de la carretera Puebla-Atlixco, expropió grandes extensiones de tierra que después se convirtieron en exclusivos fraccionamientos. Persecuciones, encarcelamientos, constante uso de la fuerza pública para desalojar a los campesinos, fueron algunas de las acciones que caracterizaron a esta “expropiación”.

Durante el gobierno estatal de Manuel Bartlett Díaz (ese personaje que, junto con el comendador Diego Fernández de Cevallos y el mayordomo Jesús Ortega, diseñó la contrarreforma de la ley indígena) parte de los terrenos expropiados por su antecesor fueron reordenados en su propiedad para la creación de un exclusivo centro comercial, un club de golf (La Vista) con su también exclusivo fraccionamiento habitacional del mismo nombre, cotizando y vendiendo los lotes en dólares. Ahora el señor Bartlett aparece como “patriota” defensor de la soberanía nacional, oponiéndose a la privatización de la industria eléctrica… hasta que le lleguen al precio (en dólares, de preferencia).

Durante el mismo gobierno se puso en marcha el Plan Paseo de San Francisco, que comprendía 20 manzanas del Centro Histórico en la parte oriente de la ciudad capital y donde vivían en los barrios más antiguos de Puebla miles de personas de muy escasos recursos. La “expropiación” se hizo con el consecuente desalojo de miles de personas pobres a quienes no se les ofreció ninguna opción de vivienda. A los propietarios se les cotizaron sus inmuebles a precios muy bajos, pero el proyecto no se realizó completo, sino que se redujo a cinco manzanas.

De esa superficie, la mayor parte está desocupada y sólo se construyó un remedo de centro de convenciones que funciona parcialmente. No llegaron las tan anunciadas inversiones extranjeras para instalar hoteles de lujo, comercios, varias salas de cine, enormes estacionamientos, áreas verdes y hasta un “laguito” que, prometieron, sería como los de los centros comerciales de Houston. La ciudad sufrió un grave deterioro en su parte antigua, ahí donde originalmente se fundó Puebla. Fue entonces evidente la complicidad de la delegación del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para hacer esta destrucción del patrimonio histórico y arquitectónico.

Si con el gobierno de Guillermo Jiménez Morales la represión se dirigió contra el campo (con la ayuda de esa hijastra de Raúl Salinas de Gortari: Antorcha Campesina), con Piña Olaya el objetivo fue la ciudad. Se creó así la policía montada, el llamado comando canófilo y la policía secreta, y se echaron a andar tres grandes operativos: el Swat, el Laurel y el Mercurio. ¿Sus objetivos? El control represivo de Puebla, Atlixco, Texmelucan, Tehuacán. ¿Resultados? Matanzas (Jolalpan, en 1991), asesinatos de líderes (Gumaro, Melitón Hernández, Sebastián García) y acoso a movimientos democráticos (el ataque contra la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, las agresiones contra el sindicato de la Volkswagen y el de telefonistas).

Cuando llegó Manuel Bartlett, encontró un terreno abonado en dos sentidos: primero porque su predecesor inició el proceso de afectaciones de tierras y, segundo, que tanto Jiménez Morales como Piña Olaya habían hecho la mayor parte del trabajo represivo, la mayor parte del proceso de descabezamiento y de contención del movimiento campesino, urbano popular y los movimientos sindicales.

Entonces Bartlett lanzó su proyecto (creado por tres empresas consultoras extranjeras: Alzati, McKenzie y MKS), “Megaproyecto Puebla Plus”, que incluía un periférico “ecológico”, un acueducto de Nealtican hacia la ciudad de Puebla, un relleno sanitario en la zona sur de la ciudad y la afectación de la zona principal de los barrios del Centro Histórico poblano para la realización del proyecto Paseo de San Francisco.

Legalización del despojo, eso es lo que se encierra detrás de la ley Cevallos-Bartlett-Ortega.

Ya sigue la nube su vuelo bajo el cielo y sobre el suelo poblanos. En ellos ve explotación, sí, pero también resistencia.

En los centros urbanos y sus alrededores han proliferado las maquiladoras. Estas operan, en su gran mayoría, con contratos de protección que se resumen en: bajos salarios (10 veces menos que lo pagado en Estados Unidos y cinco veces menos que en Taiwán), horas extras sin pago, más de ocho horas laborales. Según denuncia la Red de Solidaridad y Defensa Laboral, organización de abogados, sicólogos y antropólogos que asesora gratuitamente a trabajadores, el TLCAN está acabando con la industria textil poblana, y en empresas como Kukdong golpean a los trabajadores como si la historia hubiera vuelto a la época del porfirismo.

Y sí, los principales conflictos derivados de la maquiladora son los malos tratos a los trabajadores, la falta de prestaciones y, en casos extremos, el retraso en los de por sí míseros salarios semanales.

Y es de preocupar que ambos extremos de la autoridad gubernamental, como son la fuerza pública y la Comisión de Derechos Humanos estatal, se pongan del lado de los empresarios coreanos y contra las protestas de las trabajadoras mexicanas.

Pero, siempre lejos de los medios de comunicación y las ridículas campañas electorales, la resistencia crece en suelos poblanos.

En el municipio de Puebla, el llamado Movimiento Ciudadano exige “la cancelación del Programa de Desarrollo Urbano Municipal, así como de la Declaratoria de Utilidad Pública, por no haberse consultado a nuestra población como lo establece el artículo 10 fracción XIII de la Ley de Desarrollo Urbano de Puebla”.

En San Lorenzo Almecatla se denuncian las acciones por parte del gobierno para expropiarles sus tierras comunales y ejidales con el fin de realizar jugosos negocios con las empresas que quieren establecer sus parques y áreas industriales en la zona. El gobierno aduce una insuficiencia de áreas para establecer parques industriales en la región, que albergarían inversiones potenciales mexicanas y extranjeras que desean instalarse en Puebla.

En 1997, 36 ejidatarios sin mandato de la Asamblea General de Ejidatarios fueron obligados a firmar un contrato con la empresa alemana Lagermex y Bralemex SA de CV, recibiendo por el uso de la tierra 27.50 pesos por metro cuadrado, irregularidad frente a la cual el comisariado ejidal demandó a la empresa y exigió la restitución de las tierras. El ahora ex gobernador Manuel Bartlett, para garantizarle a la empresa la posesión de la tierra, recurrió al procedimiento de expropiación por “causa pública”, frente al cual los campesinos se ampararon legalmente. Por su parte, el gobernador Melquiades Morales, mediante los mismos procedimientos que Bartlett, ha conseguido 10 hectáreas más de tierra, ahora para la empresa Fraccionadora Industrial del Norte.

En el campo, en Huehuetla, existe una tendencia a recuperar la cultura e identidad totonacas. En este contexto se impulsa el proyecto educativo y el reconocimiento a los lugares sagrados, como es el caso de Kgoyomachuchut, en donde existen los restos de un templo ancestral. El Centro de Estudios Superiores Indígenas Kgoyom se encarga de impartir educación media superior (preparatoria) mediante un programa de estudios apegado a la cultura totonaca, donde se enseña medicina tradicional, lengua totonaca, historia a partir de la historia de la comunidad, de la cultura y de las demás culturas, etnoagricultura y computación, entre otras materias. Este proyecto se mantiene con eficiencia académica mediante la asesoría de profesionistas de la sociedad civil, altamente capacitados en las diferentes áreas, que ofrecen su trabajo como servicio, y que provienen de Cesder, la Ibero, la UDLA y la BUAP.

La organización de indígenas totonaca está creciendo para convertirse en una organización regional, la Unidad Totonaca-Nahua (Unitona), y así avanzar en la defensa de los derechos y la cultura indígenas.

El Movimiento Ciudadano, organización de Tlaxcalancingo, municipio de Cholula, ha emprendido una resistencia específica contra el recurso legal de “expropiación por causa de utilidad pública”, ya que mediante ello los tres niveles de gobierno pueden cambiar el uso del suelo agrícola y expropiar terrenos ejidales o comunales de manera casi impune.

Estas son sus palabras: “Nosotros consideramos dos alternativas: una, que cuando sepamos de una autoridad de nuestras comunidades que está haciendo planes a espaldas del pueblo, que la obliguemos a que nos consulte, como lo establece la ley, y que nosotros seamos partícipes de estos planes de desarrollo. En Tlaxcalancingo lo hicimos, cambiamos esta ley que nos decían que era muy difícil, porque eran decisiones federales y que había muchos intereses extranjeros y todo eso; bueno, pues nosotros sensibilizamos a la comunidad, le dijimos del engaño en que cayó cuando nos quitaron las mil 82 hectáreas, y bueno, se sensibilizaron y apoyaron.

“La otra alternativa es que nosotros consideramos poner una muralla; es la defensa del rescate, la preservación de nuestra cultura; si nosotros preservamos, si nosotros educamos a nuestros hijos, a todos los ciudadanos sobre la importancia de seguir preservando nuestra cultura, esta es una barrera, una barrera que se pone, porque bueno, a lo mejor ustedes están en un centro urbano, nosotros estamos a 100 kilómetros, ahora ya lo tenemos a la vuelta de la esquina, nosotros consideramos que independientemente de la defensa política, la resistencia política, también se debe hacer una resistencia cultural; nosotros estamos rescatando ahorita nuestras tradiciones, nuestras costumbres, o sea nuestra cultura, para que de esa manera resistamos ante los embates de estos planes de desarrollo que nos afectan de muchas formas.”

Ya atardece cuando la nube llega a una Cholula erizada de torres y campanarios de iglesias. Cholula. No es su nombre primero ni las cúpulas de iglesias su único cielo. Tlamachihualtépetl fue su nombre primero y significa “cerro hecho a mano”.

Eso que se ve allá, con el volcán Popocatépetl a sus espaldas, es el templo de la Virgen de los Remedios, colocado encima de un cerro hecho por manos de hombres, de hombres que, como el cerro, tienen el color de la tierra.

Lo que le da soporte y sustento al templo católico es la Gran Pirámide de Cholula, la más grande de Mesoamérica. Pero esta iglesia más bien parece haber sido impuesta sobre el basamento. Como si quisiera decir “Vencí y domino a quienes son el adobe de estos suelos”.

Cholula. Aquí la nube debe dejar las alturas para ver y aprender lo que hay en las grutas que el conocimiento ha abierto en la tierra. Siguiendo una serie de túneles, la nube encuentra no sólo la historia humana que levantó esta maravilla, sino también la historia actual. Porque quienes construyeron el también llamado Cerro de Jade, Cerro Precioso o Cerro Divino, sobre cuya sangre y cultura se levantó la Iglesia que bendijo la espada conquistadora, aún siguen siendo el color de la tierra hoy.

Pero hay de iglesias a iglesias, aprende la nube cuando camina pegada a tierra.

Hay, es cierto, la Iglesia que heredó la soberbia, la estupidez y la crueldad del conquistador hispano. El alto clero que elige estar del lado del poderoso y encima de los que abajo son el color de la tierra, sin importar el tiempo que marque el calendario. El Onésimo Cepeda que se reproduce en todo el territorio mexicano, con otros nombres, repartiendo bendiciones en los campos de golf, en los restaurantes de lujo, en las soberbias mesas en las que todo abunda, menos la dignidad y la vergüenza.

La Iglesia que, cuando reza, pide el PAN egoísta al que sirve, y del que se sirve, para estar arriba de quienes están abajo. La Iglesia de la opresión y la soberbia. La que, hereje, adora a los dioses del poder y del dinero. La que ora porque la conquista continúe y no se detenga hasta eliminar a los habitantes más primeros de estos cielos. La que es indulgente con el crimen hecho gobierno y empresa, y condena al fuego infernal y terrestre la rebeldía de quienes piden justicia y paz.

Pero también hay, es cierto, otra Iglesia. La que heredó la humildad, la honestidad y la nobleza. El bajo clero que está en la opción por los pobres. La Iglesia que elige estar del lado de los marginados sin importar la festividad religiosa. Los párrocos, monjas, seglares y creyentes que no imponen ni se imponen, que trabajan abajo, hombro con hombro, con quienes hacen parir la tierra, andar las máquinas, caminar los productos.

Esta otra Iglesia la forman los equivocados. Porque donde dice “amarás a tu prójimo como a ti mismo”, ellos leen “amarás a tu prójimo más que a ti mismo”. Y donde dice “bienaventurados los pobres de espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos”, ellos leen “bienaventurados los que se acercan a los pobres, porque con ellos será el reino de justicia en la tierra”. Y donde dice “no robarás”, ellos leen eso: “no robarás”. Y donde dice “no mentirás”, ellos leen “no predicarás la resignación y el conformismo”.

En Puebla, y en toda la República Mexicana, esta otra Iglesia camina de la mano de los pueblos indios y con ellos resiste y lucha.

Se va la nube, oculta ya entre la noche de febrero. En esa misma hoja del calendario, lejos, en las montañas del sureste mexicano, una equivocada de toda su vida, una vieja amiga vieja, una mujer pequeña de estatura y de gran corazón, reza. Pero no reza para pedir el alimento propio, sino para que no falten ni el camino ni el mañana en el andar de los que, sin nombre y sin rostro, son el color que son de la tierra.

 

Subcomandante Insurgente Marcos.

 

Otro calendario, el de la resistencia. Marzo: Veracruz, la tercera estela
(Un virrey modernizado o el PRD, una izquierda agradable a la derecha)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

 

Ahora es el viento, y no la mano, quien da vuelta a las hojas del calendario. Después de un desorden momentáneo, como es ley, aparece venturoso Marzo soplando una palabra: VERACRUZ. Sobre la palabra, van la mano y la mirada…

Veracruz. Según el INEGI, este estado contaba, en el 2000, con casi 7 millones de habitantes, de ellos tres cuartos de millón eran indígenas. En este territorio habitan indígenas huastecos, tepechuas, otomíes-hñañúes, totonacas, popolocas, mixtecos, zapotecos, mixes, nahuas, chinantecos, mazatecos y mayozoques.

Marzo: la nube cede el tiempo al águila-sol y ésta, con donaire azul, abandona los cielos de Puebla para adentrarse en los de Veracruz. Vuela el águila bordando de historia y resistencia las orillas de la Sierra Madre Oriental. Abajo, en las cercanías del río Tecolutla, se alza El Tajín. Planea el ave sobre la plaza del Arroyo, los juegos de pelota, la plaza de la Pirámide de los Nichos. Ahí, el águila-sol baja a tierra en la cabeza de los valores. No para contar una historia pasada, sino para atestiguar una presente.

La Pirámide de los Nichos, el antiguo calendario, ahora roto y rearmado para marcar los días del Poder de hoy… con el apoyo de la policía y el ejército.

En Veracruz, el virrey cree que se ha modernizado, pero su modo de gobierno es el mismo con que los gobiernos del PRI han herido, por décadas, las tierras de México. Aquí las labores de gobierno no las cumple el señor Miguel Alemán. Ocupado como está en dar imágenes y anécdotas para las páginas de sociales, el señor Alemán ha cedido, en los hechos, el gobierno a un capitán del ejército: el secretario de Seguridad Pública. El es el encargado de atender los reclamos de los veracruzanos y resolver sus demandas. Para unos y otras tiene siempre una respuesta: represión.

Y mientras el gobernador Alemán toma importantes decisiones (como elegir a cuál fiesta va a acudir, qué foto saldrá en los periódicos, qué traje se pondrá para el baile por venir), otras cosas ocurren: los productores de papa en el estado pierden la mayor parte de su cosecha. A esto se le suma el incumplimiento de compra por parte de la empresa Sabritas. Resultado: campesinos sin productos y sin precio para sus productos. En Córdoba y en otras regiones del estado, los productores de café se movilizan. En Tezonapa los campesinos no piden subsidios, sino reconocimiento al precio real del café. En los negocios el aromático alcanza los 40 pesos por kilo, mientras a los campesinos se los pagan a un peso o a cincuenta centavos.

Hombre de imagen pública (y por tanto preocupado por la apariencia personal), el virrey ha llenado de peluqueros las zonas indígenas veracruzanas. Pero estos peluqueros llevan uniforme verde olivo y fusiles G-3, y, además de cumplir con su misión estética, entran en negocios con narcotraficantes y taladores de madera. Así quedan rapados los cerros y peinados de nuevo con plantíos de narcóticos, y se engordan los bolsillos del general en turno, después de “mocharse” con el señor gobernador.

Los “buenos gobiernos” federal y estatal (cuando se los permite su trabajo en los medios de comunicación) llevan adelante una política económica exitosa: Veracruz no produce ya café, alimentos, ganado; ahora este estado (como muchos otros de la República mexicana) tiene como principal producto de exportación a las personas. Sí, cada semana salen hasta 3 autobuses, llenos de mexicanos, rumbo a la frontera. ¿Destino? La Unión Americana. Van en busca del alimento que su tierra, rica como pocas, les da, pero que les es quitado por la voracidad hecha empresa y gobierno.

Familias enteras deben dejar todo, muchas veces por un engaño. Frecuentemente los “enganchadores” les prometen vivienda y buenos salarios. Pero al llegar se encuentran con galeras colectivas y salarios miserables. Y aun así, se van. Cualquier cosa es mejor que el promedio de 8 pesos diarios que ganan con su trabajo en tierras veracruzanas. La crisis de los pequeños productores de café ha beneficiado a los finqueros, que así encuentran abundante mano de obra a un precio ridículo. Resultado: los ricos son menos, pero más ricos; los pobres son más y más pobres.

En la Sierra Norte de Veracruz ni la caña ni la peña ni los cítricos tienen precio. Lo que más ha producido el campo son migrantes, debido a los recortes presupuestales. Además han sufrido fuertes represiones del gobierno de Miguel Alemán. Sin embargo, la organización trasnacional de nahuas, tepehuas y otomíes avanza; al igual que el municipio de Texcatepec con la organización de comuneros otomíes: Comité de Defensa Campesina. En esta zona, confluyen las rebeldías de hñañúes, tepehuas y nahuas con el Comité de Derechos Humanos de la Sierra Norte de Veracruz-Radio Huayacocotla, la Agrupación de Derechos Humanos Xochitépetl y la Unión Campesina Zapatista. La región tiene la enorme ventaja de contar con la única radio comunitaria independiente del país: Radio Huayacocotla, que transmite (a contrapelo de Gobernación, que la ha intentado cerrar varias veces) en nahua, tepehua y ñyuhú. Texcatepec es el municipio número 23 en cuanto a marginación en el país, es el municipio más pequeño de la región y pese a ser muy pobre, son de la gente que más ha resistido el Progresa y el Procede.

Ilamatlán es otro municipio siempre en resistencia… como pueden, pues es tantito menos pobre que Texcatepec. Es el municipio 24 en marginación en el país y el cuarto a nivel estatal. Las cifras oficiales señalan que más de 95 por ciento de la población del municipio de Ilamatlán está desocupada. Este municipio está cerca de invertir la proporción nacional entre empleados y desempleados, lo que significa que por cada veinte personas en edad de trabajar, sólo una tiene oportunidad de hacerlo.

En Ixhuatlán de Madero, a partir de la represión ocurrida el 14 de junio de 2001 (cuando fue atacado el contingente de más de setecientos hombres y mujeres que marchaba ese día hacia Xalapa para demandar la construcción de un hospital en Campo la Mata, cerca de sus comunidades, y no en el corredor urbano -como quería el gobernador), las comunidades indígenas de este municipio decidieron constituir el Frente Indígena Ixhuateco para luchar contra las respuestas salvajemente represivas del gobierno de Miguel Alemán Velazco.

El problema en el campo de Veracruz se puede resumir en tres palabras: explotación, represión y corrupción.

Porque los que no se van, resisten y luchan. Ahí está el Consejo Popular Indígena de la Sierra de Zongolica que, uniendo a maestros bilingües y otros luchadores sociales, busca convertirse en alternativa de lucha civil y pacífica.

En el sur de Veracruz, las comunidades nahuas agrupadas en el Frente Popular del Sur de Veracruz resisten y se organizan.

En Coyutla, habitada en 90 por ciento por indígenas totonacas, la corrupción, la discriminación y la represión produjeron algo lógico: rebeldía. Ahí nació y se mantiene el Movimiento Ciudadano Coyuteco, formado por el pueblo. Sí, por el pueblo, punto. Ahí, sin distingos de partidos políticos, los ciudadanos se organizan, discuten, acuerdan y llevan adelante sus demandas. Desde finales del año 2000 sus exigencias de fin a la corrupción y a la discriminación han encontrado como respuesta amenazas, golpes y balazos. Los coyutecos, en consecuencia, formaron un Consejo Municipal Autónomo. Cuando una de sus reuniones fue atacada por pistoleros del gobierno, las mujeres salieron a enfrentarlos y los pusieron en fuga. Estas son algunas de sus palabras:

“La gente está dispuesta a seguir luchando, ya no tiene miedo porque estamos organizados. Hemos demostrado que somos más fuertes que los que compran las conciencias y los que han saqueado a nuestro pueblo. Nuestra causa es la justicia con dignidad y el respeto a nuestra autonomía. Los totonacos tenemos muchas maneras de resistir por medio de la danza, la música, la fiesta, por medio del trabajo comunitario (que aquí le llamamos “mano vuelta”). La vestimenta, los ritos, mitos y narraciones son parte de la resistencia. Todo esto nos ayuda a mantener viva nuestra cultura, y a defender nuestros derechos como pueblo totonaco”.

Y siguen:

“Las líneas de acción que nosotros vemos son: lograr la solución de los problemas de Coyutla, que se retome el proyecto de la Ley Cocopa, que se cancele definitivamente el evento Cumbre Tajín por comercializar el símbolo de nuestra cultura, y lograr que se reconozca nuestro Consejo Municipal Autónomo”.

¡Un momento! ¿Dijeron El Tajín? ¿No es ahí donde el virrey Alemán se ufana de haber logrado la comercialización moderna de la historia?

Sí. El señor Miguel Alemán se burla, no sin un poco de lástima, de quienes viven de la venta de artesanías. El no vende artesanías, él vende zonas arqueológicas enteras. Aunque, claro, no faltan aguafiestas:

En la región de Totonacapan, en Papantla, se realizan actividades en defensa del patrimonio cultural mexicano y, en particular, de la zona arqueológica de El Tajín. Todo esto a contracorriente del gobierno de Miguel Alemán, que se propone privatizar toda la zona. El objetivo de Alemán tiene color verde dólar. Los eventos onerosos en El Tajín tienen como público y cliente principal al extranjero. Pero el Frente por la Defensa del Patrimonio Cultural (conformado por varias organizaciones) ha denunciado en repetidas ocasiones que el proyecto gubernamental pretende desmontar la zona para erigir un hotel de cinco estrellas y un casino para turismo internacional.

La comercialización de El Tajín es, también, su destrucción. Cada vez que el señor Alemán monta sus “chows”, se rompen basamentos prehispánicos para poner estrados y bases de reflectores. El INAH es cómplice porque se lleva una tajada.

Como parte de su lucha, el Frente por la Defensa del Patrimonio Cultural ha metido una demanda penal contra el virrey, misma que la “justicia” archivó en el gabinete de la “i” de “imposibles”, “inconvenientes”, “irrespetuosos”. Pero abajo, quienes luchan siguen en la “r” de “resistencia” y “rebeldía”.

En las zonas urbanas también se necesitarán trabajos de remodelación estética, pues aumentan las zonas marginadas.

En Poza Rica, tierra herida por los pozos petroleros y el sindicalismo charro, se guarda memoria pasada y presente de la resistencia. Desde las luchas de 1934 y 1958, hasta la lucha y la muerte (manchada por la sospecha ruin) de Digna Ochoa. Así, trabajadores de Pemex, maestros, empleados del sector salud, amas de casa, y religiosos se reúnen, discuten y acuerdan actividades de información y defensa de la cultura.

En las zonas textileras como Río Blanco, Nogales y Ciudad Mendoza hay mucho descontento por la falta de empleo. En Nogales los obreros lograron quitarle la fábrica al patrón, pero no han recibido ayuda gubernamental para echarla a andar. En Ciudad Mendoza hay obreros que siguen peleando su liquidación desde hace más de 10 años. En Río Blanco hay incertidumbre en el empleo, porque la fábrica trabaja una temporada y cierra en otras, a los trabajadores les modificaron su contrato y ahora tienen condiciones como las del porfiriato. En Nogales, como respuesta a la lucha de los ciudadanos para que no se llevaran el agua de su manantial a los parques industriales, el gobierno de Miguel Alemán los acusó de “sedición” y los metió a la cárcel.

En la región de Tezonapa, a los transportistas del Valle de Tuxpango no les quieren reconocer sus concesiones, a pesar de que son ellos quienes dan servicio a las comunidades. En Ixtaczoquitlan luchan desde hace tiempo contra la contaminación que provoca Cementos Apazco, mientras en los alrededores de la cementera aumentan los males congénitos y los abortos involuntarios.

En la región de Orizaba el pueblo enfrenta el desempleo, pues el corredor industrial está tronado (de 5 fábricas textiles, sólo una trabaja), y las empresas como la cervecería, cementos y Kimberly han recortado muchas plazas de trabajo. Los jubilados protestan por las ridículas pensiones que reciben, que para nada les alcanza, y dicen que ya no votarán, porque mientras los funcionarios tienen buenos salarios a ellos les dan una miseria por 30 o 40 años de trabajo. El transporte urbano prepara un aumento de precios. La falta de vivienda es un jugoso negocio para las constructoras privadas, que cuentan con el apoyo del gobierno estatal y de los municipales.

Sin embargo, aquí se desarrolla trabajo de apoyo a los migrantes (Comité de Apoyo a Migrantes “Ricardo Zapata”), a mujeres que sufren la violencia y a trabajadoras sexuales (Cihuatlahtolli -Palabra de Mujer-), además de la Organización de Mujeres de Jalapilla. Estas mujeres fueron las que se encargaron de la comida y seguridad de la Marcha Zapatista en su paso por Orizaba.

La marcha zapatista… Orizaba…

Si nos dijeran que podríamos regresar a un lugar de los que visitamos en la marcha, pero sólo a uno, escogeríamos Orizaba. Aquí coincidieron varias circunstancias afortunadas: unos organizadores abiertos, tolerantes e incluyentes; ong’s activas y comprometidas, comunidades indígenas luchadoras, medios de comunicación locales particularmente sensibles a la causa indígena, y un pueblo (formado por jóvenes estudiantes, obreros, amas de casa, colonos y empleados) especialmente noble.

¿El resultado? Lo que iba a ser un rápido saludo de la Marcha del Color de la Tierra, se convirtió en uno de los actos más festivos y combativos de todo el recorrido. No sólo en la plaza, también en la calle. Estuvieron, y vivos, todos los colores.

Todos, hasta el gris…

Antes, en diciembre del año 2000 y después de que el EZLN anunciara públicamente su intención de marchar al DF, en una de las reuniones donde la fracción de legisladores del PRD discutía los Acuerdos de San Andrés, la diputada Rosario Tapia pidió la palabra y dijo así: “Compañeros, es indispensable que nos pongamos de acuerdo con el PRI y con el PAN para sacar lo de los Acuerdos de San Andrés, para evitar que la comandancia del EZLN llegue a la Ciudad de México. Eso sería mortal para el PRD y, por otro lado, sería un triunfo para ellos y no para el Congreso. Mucho menos para nosotros”.

Un poco después, cuando estaba por iniciarse la marcha, en la reunión del Comité Ejecutivo del CEN perredista, el vocero del PRD (y hoy secretario general nacional de ese partido), Navarrete, declaró: “El principal peligro para el PRD es la conversión del EZLN en un partido político, mientras más se tarde la aprobación de la ley, más chance tenemos de que se aísle el zapatismo”.

Lo que entonces se echó a andar como una propuesta aislada, se convirtió en decisión en Orizaba.

Orizaba, año del 2001, la plaza llena…

En un rincón se encontraban dos personajes de la política: los senadores Jesús Ortega (jefe de la bancada perredista en el Senado) y Demetrio Sodi de la Tijera (miembro perredista de la Cocopa). La plaza de Orizaba siempre ha sido un lugar difícil para las manifestaciones políticas, y los dos senadores estaban ahí para atestiguar el fracaso en la convocatoria de los zapatistas. Con el rostro desencajado y cenizo, veían a la gente y la escuchaban. Entonces se miraron entre sí, entendiendo que había que hacer todo lo posible para que esa fuerza no saliera definitivamente a la lucha abierta… nunca.

En un lado, Jesús Ortega, nativo de Aguascalientes, ex fiel seguidor de Rafael Aguilar Talamantes en el Partido Socialista de los Trabajadores, diputado de 1979 a 1982, expulsado del PST en 1987, miembro del PSM y después del PSUM, nuevamente es diputado de 1988 a 1991, en 1989 se suma a la corte más próxima a Cuauhtémoc Cárdenas, desde 1993 su trabajo en el IFE le permite ligarse a los órganos del PRD en los estados, de nuevo diputado de 1994 a 1997 (entonces coordinador de la fracción de diputados del PRD), fue un cortesano de Cárdenas hasta el año 2000, cuando incluso le aconsejó el retiro (hoy es uno de sus principales detractores), es ahora senador de la república y coordinador de la bancada de su partido en esa cámara.

Sin haber dirigido ningún sector social, sin ninguna producción intelectual, sin dotes de tribuno, sin carisma alguno, el senador Jesús Ortega es un botón de la gran muestra de dirigentes del Partido de la Revolución Democrática.

A su derecha, Demetrio Sodi de la Tijera, defeño, ex gerente de empresas públicas y privadas, coordinador general del DDF en los tiempos de Ramón Aguirre, ingresa al PRI en 1975, diputado federal por el PRI cuando se concreta el fraude salinista contra Cárdenas, asambleísta -con la bendición de Salinas- del PRI en la segunda Asamblea Local del DF (91-94), formaba parte del grupo de Manuel Camacho Solís hasta que éste no es elegido candidato presidencial por el PRI, sale del PRI en 1994 después del asesinato de Colosio, dirigente de Alianza Cívica en 1994 y miembro del Grupo San Angel en el mismo año, en 1996 participa en el Foro de la Reforma del Estado (organizado por el EZLN) con una ponencia donde auguraba que el PRI se mantendría en el poder por mucho tiempo y que sólo las candidaturas conjuntas de PAN y PRD podrían derrotarlo, entra al PRD -animado por el triunfo de Cárdenas en el DF en 1997, diputado del PRD en 1997-2000, ahora senador del 2000 al 2006. Como senador, además de impulsar la contrarreforma indígena, ha buscado llegar a acuerdos con el PAN en lo de la privatización de la energía eléctrica, votó en contra de renegociar la entrada en vigor del capítulo agropecuario del TLC, y en no pocas ocasiones se manifestó en contra de los campesinos rebeldes de San Salvador Atenco.

Hace unos días, el analista político Armando Bartra hacía una especie de balance de los 9 años del TLC y de la presencia pública del EZLN. No me detendré en criticar el análisis frívolo y superficial de las iniciativas zapatistas, sino en un señalamiento: el maestro Bartra decía que no debíamos buscarle caras de “Lulas” (en referencia al hoy presidente de Brasil) a nuestros políticos, pero que había que luchar, no sólo desde abajo, también desde “arriba” (es decir en las cámaras) por la transformación de México. De acuerdo en lo de no verle cara de “Lula” a los políticos. Pero parece también un error verle al PRD mexicano cara de PT brasileño. ¿Y dónde está el equivalente al MST (Movimiento de los Sin Tierra) carioca?

Parece que el único argumento para sostener que hay que apoyar al PRD es que no hay otra cosa, que si no se le apoya, entonces el PRI y el PAN y la madre del muerto, y el sectarismo y todas las desgracias, caerán sobre nosotros. Recientemente, como respuesta a las críticas al PRD hechas por los 7 comandantes y comandantas del EZLN, el primero de enero de este año, la presidenta de ese partido, Rosario Robles, llamaba a no pelear entre “amigos”, e insistía en que lo de la votación de la ley indígena había sido un error y así se había reconocido.

¿“Amigos”? ¿“Error”?

Según se desprende de las defensas a ultranza que los senadores Ortega y Sodi hicieron de la contrarreforma indígena (cuando ya ni Bartlett ni Cevallos la defendían, pues era mayúsculo el repudio nacional e internacional), no se trató de un “error táctico”. Bajo la visión de Ortega y Sodi realmente no es muy importante que a las comunidades no se les reconozca su carácter de “entidades de derecho público”; tampoco que no se hable del “disfrute colectivo de los recursos naturales” (¡según Ortega esto es innecesario!); incluso lo del territorio, en tanto el “hábitat abarca lo del territorio”.

Con todo lo anterior, los reclamos y la oposición de los pueblos indios de México en contra de la Ley, que los senadores quisieron y quieren limitar a “gente cercana al EZLN y al subcomandante”, sólo se reduce a que los pueblos indios no comprenden la “sabiduría” de los legisladores perredistas.

Pero el asunto es que los senadores de la izquierda mexicana defendieron una ley que es de derecha. Y cuando el señor Cárdenas Solórzano indicó votar por la contrarreforma indígena (“¿Eres un senador del EZLN o del PRD? ¡Vota por la unidad del partido!”, habría dicho, olvidando que los senadores no son del EZLN, pero tampoco del PRD, del PRI o del PAN, sino senadores DE LA REPUBLICA), lo hizo por una ley de derecha.

La alternativa era clara: o con los pueblos indios (y los millones de mexicanos no indios que apoyan sus demandas) o con la contrarreforma indígena de Cevallos-Bartlett-Ortega. Y el PRD eligió, y eligió de acuerdo al perfil que se construye: el de una izquierda agradable y cómplice de la derecha.

La aprobación de la ley Cevallos-Bartlett-Ortega (by the way, ninguno de ellos fue elegido por votos -entraron al Senado como cuota de partido-), es decir, del PRI-PAN-PRD fue, en efecto, un triunfo de la clase política mexicana en contra de los pueblos indios (y no sólo contra el EZLN), pero un triunfo pírrico, que se desvanece ya ante el avance de los procesos de autonomía y de resistencia no sólo en los indígenas.

¿Los diputados perredistas se “salvan”? Bueno, el voto en contra de la contrarreforma se acordó en la fracción parlamentaria de la Cámara de Diputados con apenas 3 votos de diferencia. Y los diputados del PRD están aprobando varias cosas que tienen que ver con dicha contrarreforma.

Pero, ya en el terreno de los supositorios, pensando que sí, que sólo fue un “pequeño error” que debemos perdonarnos como “amigos”, entonces ¿qué significa lo que sigue?

1) El PRD lleva tres años seguidos votando a favor del presupuesto federal. Ellos se justifican señalando que no han sido los proyectos originales de Fox. La realidad es que en Hacienda se manda un presupuesto que ya saben que deberá ser “modificado” por los diputados (aumentando un poquito a educación, salud, etc.), con lo cual se asegura su voto. Si es verdad, como dice la teoría económica, que el presupuesto representa el modelo económico en funciones, entonces el PRD lleva tres años votando a favor del neoliberalismo y contra los mexicanos, y su voto ha significado votar a favor de pagar la deuda externa, de limitar el crecimiento, de seguir fielmente los dictados del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

2) Los diputados del PRD están poniendo en práctica los acuerdos que se votaron mayoritariamente sobre la Ley indígena, tanto en lo que tiene que ver con las leyes reglamentarias, como en lo de las partidas presupuestales. Votaron en contra, pero son garantes de la implementación de esa ley.

3) En el Senado el PRD votó a favor de las modificaciones a la Convención Internacional sobre desaparecidos, con lo cual se garantizó el fuero militar (los soldados solamente serán juzgados por tribunales militares) y la no retroactividad, con lo cual se garantizó la impunidad.

4) En diciembre pasado varios legisladores del PRD (entre otros, el senador Sodi) votaron con el PAN y el PRI sobre no exigir que se suspendiera la aplicación del capítulo agropecuario del TLC.

5) Simplemente para darse una idea del dispendio que significaron las elecciones internas del PRD, un anuncio de 20 segundos en el noticiero de López Dóriga, en Televisa, cuesta 465 mil pesos. Se pagaban a los brigadistas (muchas veces miembros de pandillas de varias colonias pobres) 60 pesos por hora en el día para pegar propaganda, y 80 pesos la hora en la noche para quitar la del contrincante. Se calcula que el costo de la campaña previa del PRD fue de cerca de 80 millones de pesos.

6) El señor Ramírez Cuéllar, de El Barzón, uno de los “líderes” del movimiento campesino actual, ¿no fue precandidato del PRD a la delegación Venustiano Carranza del DF que, por supuesto, está mayoritariamente poblada por campesinos? ¿Cuántos de los candidatos del PRD a puestos diversos han sido alguna vez líderes sociales? ¿Cuántos precandidatos del PRD a las delegaciones ni siquiera aparecieron en las boletas de encuesta? ¿Cuánto se gastaron los precandidatos que se anunciaron en radio y televisión? ¿Cuánto se gastó en la avioneta que promocionaba a uno de los precandidatos?

7) ¿Un partido de izquierda recurre a las encuestas para elegir a sus candidatos y dirigentes? ¿Un partido de izquierda promociona nombres y rostros en lugar de principios y programas? ¿No es verdad que el 67% de los municipios que gana el PRD, los pierde en la siguiente elección por gobernar como lo hacen el PRI y el PAN? ¿No es cierto que el discurso del PRD no le “llega” a los jóvenes, a los indígenas, a los ecologistas, a las mujeres, al nuevo movimiento campesino? ¿Cuál es la posición clara del PRD en los asuntos internacionales?

El PRD, es cierto, alguna vez fue un partido de izquierda. Ya no. Ha optado por sumarse (a la cola) a la lógica de la clase política y sólo aspira a ser el peso que modifique la balanza, olvidando que al dueño de la balanza eso le tiene sin cuidado. Se ha ligado ya orgánicamente al aparato de Estado y depende económicamente, es decir, políticamente, de él. A su interior se ha formado ya una nueva clase de políticos que vive del presupuesto y hace todo lo posible por mantenerse en él. Ya no hay principios, ni programa… y, ergo, ni partido.

A los zapatistas no se nos escapa el hecho de que hay mucha gente honesta y consecuente en el PRD (la saludamos). Pero no es ella la que decide el rumbo y el perfil de ese instituto político.

Una y otra vez se nos dice que, ni modo, no hay otra cosa. Pero, como dijo el Comandante Tacho el uno de enero, SI hay otra cosa…

 

Desde las montañas del sureste mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.

 

Otro calendario, el de la resistencia. Abril: Tlaxcala, la cuarta estela
(Los rebeldes de siempre)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

 

Esta vez es la historia la que mueve a mano y viento para dar paso al siguiente mes del calendario. ABRIL dice más arriba y entonces, siempre rebelde, aparece una palabra: TLAXCALA.

Tlaxcala. De acuerdo con cifras del INEGI, Tlaxcala tenía en el año 2000 poco menos de un millón de habitantes, y casi 30 mil mayores de 5 años hablan una lengua indígena. Bajo los cielos tlaxcaltecas viven indígenas Nahuas, Otomíes-Hñañúes y Totonacos.

Abril: el águila es otra vez nube azulada que se desplaza sobre el suelo de Tlaxcala. Entrando por el volcán Matlaleueyetl (conocido también como “Malinche”) camina la nube por el Corredor Industrial Apizaco-Xalostloc-Huamantla, sube hasta Ciudad Industrial Xicohténcatl, ya en la Laguna de Atlonga gira al sur, hacia el Corredor Industrial Malintzi, y, pasando por el Corredor Industrial Panzacola, se llega a Cacaxtla. Ahí la nube se recuesta sobre el cerro y, entornando los ojos, abre el corazón a una historia donde la rebeldía y la dignidad se confunden en los calendarios de antes y de ahora.

Abril. Tlaxcala. Cacaxtla…

En el calendario de 1975, los habitantes del pueblo San Miguel del Milagro hicieron una excavación en las ruinas de Cacaxtla y descubrieron la pintura de un rostro humano de color negro y con fuerte influencia maya, algo así como la figura de un indígena maya con pasamontañas. El futuro se confundía así con el pasado.

En el calendario de la conquista española, el indígena Xicohténcatl Axayacatzin advirtió que los hispanos no significaban el retorno de Quetzalcóatl, “que los castillos flotantes eran resultado del trabajo humano, que se admira porque no se ha visto”, y propuso a los cuatro principales señores de Tlaxcala “que mirasen a los extranjeros como tiranos de la patria y de los dioses”. Finalmente la decisión de los gobernantes se impuso a la visión de Xicohténcatl. Poco después, éste trató de convencer a los demás de aliarse con Cuitláhuac, quien acababa de ascender al trono tras la muerte de Moctezuma. Hernán Cortés trató de poner a Xicohténcatl de su lado, pero el rebelde indígena se negó y fue entonces tomado preso y colgado.

Calendarios antes, en plenas guerras floridas, el guerrero tlaxcalteca Tlahuicole, un otomí de Tocoac de gran fuerza, prefirió morir peleando antes que aceptar el perdón de quienes oprimían a su pueblo.

Calendarios después, en 1847, una de las unidades militares asignadas al Castillo de Chapultepec se llamaba “Batallón Activo de San Blas” y era comandado por el tlaxcalteca Felipe Santiago Xicohténcatl. El 13 de septiembre de 1847, Xicohténcatl y casi todo su batallón caían peleando contra tropas norteamericanas.

“Tlaxcala”, dicen algunos, quiere decir “tierra del pan de maíz”. Pero para el neoliberalismo, como lo ha atestiguado la nube en su recorrido, quiere decir “tierra de las maquiladoras”. En Tlaxcala, el 62% de la población del estado trabaja y vive en las zonas donde están emplazadas las maquiladoras.

Aquí aumenta la instalación de plantas maquiladoras gigantes que “se comen” o subordinan a las pequeñas. Así una empresa se instala en la ciudad, y luego se “desdobla”, mandando a sus capataces a instalar en las comunidades su propia maquila informal, buscando comunidades de dos mil o tres mil habitantes, pagando salarios más bajos que en la ciudad, utilizando casas rentadas por pocos meses, para poder moverse de un lugar a otro. Una variante de este fenómeno es que la maquila grande o formal “compra” o acapara la producción de las maquilas informales pequeñas.

En lugares como Hueyotlipan y Zapata, las empresas ponen las máquinas mientras los poblados ponen a su gente, incluso los padres de familia dejan que sus hijos sean contratados desde los ocho años. Los inversionistas se ponen de acuerdo directamente con las familias, quienes ofrecen el espacio y los trabajadores, en tanto que el fabricante pone el sueldo, la herramienta y los materiales. Como en el siglo XIX, los propios padres de familia se convierten en los capataces que vigilan el trabajo de sus hijos. A los niños se les pagan 70.00 pesos a la semana, por deshebrar tela de la una de la tarde (supuestamente cuando salen de la escuela) a las siete de la noche. Como consecuencia los niños se están desnutriendo y están desertando de la primaria. Como es una zona de alta expulsión de migrantes, las mamás y los niños tienen que someterse a los caprichos de las maquiladoras para tener ingresos. Como consecuencia de la destrucción del tejido comunitario y familiar, hay proliferación de drogas, prostitución.

Aceleradamente, el suelo de Tlaxcala se puebla de maquilas… y de resistencia contra ellas. Porque las maquiladoras no han llegado solas.

Al tiempo que crece, por ejemplo, la contratación de menores, las organizaciones sociales detectan un número cada día mayor de Brigadas de Operaciones Mixtas, retenes, cuarteles de las diferentes policías, etc. Hay municipios como Panotla o Santa Apolonia donde el enfrentamiento ha sido abierto entre la población y los policías o efectivos del ejército federal. Hay bases de este tipo por todo Tlaxcala: Zacatelco, Ixtacuixtla, Calpulalpan, Tlaxco, Coapiaxtla y especialmente en San Pablo Apetatitlán y en el libramiento de Xostla a Tlaxcala. Operan abiertamente contra la gente que se opone a la maquila.

En San Pablo del Monte la gente del lugar cerró la carretera, lo cual propició que llegara la policía y se desatara la represión. En la empresa Arcomex, sobre la carretera federal, justo en la entrada al estado de Tlaxcala, donde se fabrican autopartes para la VW, las trabajadoras, cansadas de pertenecer al sindicato charro de la CROC, buscaron formar un sindicato independiente, para lo cual pelearon la titularidad del contrato. Naturalmente el sindicato charro envió a golpeadores de la misma CROC, que terminaron persiguiendo a la policía -que vigilaba no fuera a ocurrir un conflicto- y poder golpear libremente a las trabajadoras que deseaban cambiar de sindicato.

El “milagro” de las maquiladoras, tan querido por los gobiernos y los intelectuales de derecha, no es la generación de empleo, sino la pesadilla de un círculo vicioso que permite condiciones de trabajo que apenarían a los encomenderos españoles. “Si no aceptas trabajar bajo mis condiciones y con este salario, me voy a otra parte”, dicen las maquiladoras. Así en los municipios de Lázaro Cárdenas y Emiliano Zapata existen talleres de maquila semicolonialistas que producen bajo un esquema de superexplotación.

Sin embargo, no todo es explotación y dominio.

En el tramo de Xostla (Puebla) a la ciudad de Tlaxcala es donde se concentra la mayor parte de tierras agrícolas de riego. Los campesinos que allí viven y trabajan se oponen terminantemente a la instalación de maquiladoras. Especialmente son conocidos los casos de Santa Apolonia Teacalco y los maestros de la Normal Rural de Panotla. Estos pueblos han advertido que van a resistir a lo que sea, por defender sus tierras de riego. También en Panotla, las estudiantes de la Normal Rural han peleado para que su centro de estudios no se cierre, como quiere el estado, y contra la alarmante militarización de todo el municipio, que ha sido tomado por el ejército como zona militar desde 1994.

En el municipio de Apizaco los habitantes han entablado una lucha legal y de resistencia civil pacífica contra el proyecto de Reglamento de Protección y Vialidad, que siguiendo el de Los Angeles, California, impondría un modelo dictatorial de vigilancia “del tránsito”. Contra esto, tanto transportistas como comerciantes y ciudadanos en general realizaron un paro activo de ocho horas. Como consecuencia, la PGR tiene una averiguación previa con la que se busca golpear al movimiento.

¿Y el gobierno? Sintiéndose excluido del Plan Puebla Panamá (y de su presupuesto), el señor Sánchez Anaya ha lanzado el proyecto “Gran Visión” para tratar de incorporarse al “tren de la modernidad”. Siete ejes carreteros atraviesan en una cruz norte sur y este oeste a todo el estado, incorporándole dentro de las nuevas dinámicas. Con su centro en Apizaco, los ramales carreteros del plan Gran Visión conectan a todo el territorio de Tlaxcala con el eje industrial de la carretera México-Puebla y con la Ciudad de Puebla. Los ojos y las manos neoliberales tienen todas las intenciones de apropiarse del eje Puebla-Tlaxcala, que es el cuarto corredor poblacional más importante del país. Es natural: aquí abundan los consumidores y los trabajadores.

Pero también abunda la rebeldía.

Ahora, en el calendario del año 2003, el mes de Abril le trae a Tlaxcala el abrazo de Emiliano Zapata. Y el abrazo, el cariño y el respeto son especiales cuando envuelven a los antiguos braceros tlaxcaltecas que ahora se movilizan para exigir lo que les pertenece.

A mediados de enero de este año, un grupo de hombres tlaxcaltecas (220 delegados de comunidades de ese estado) de la Unión de Braceros Tlaxcaltecas, se reunió en la Ciudad de México con motivo del Encuentro Nacional de Braceros. Sus pensamientos los dicen ellos, en una entrevista realizada por militantes del Frente Zapatista de Liberación Nacional.

Tiene la palabra una rebeldía a la que no le afecta el calendario de la edad…

¿Qué es lo que ustedes están demandando?

Hermenegildo: El 10% del convenio binacional que lo hicieron a lo largo de los gobiernos en 1942 que fue el presidente Manuel Avila Camacho y el presidente de Estados Unidos que fue Truman, que hicieron el convenio binacional en 1942 con el trabajador agrícola, y en el 43 con el ferroviario, y en donde ambos gobiernos tomaron acuerdo de retención del 10% sobre los salarios que ganaban los braceros.

De ese 10%, hasta la fecha, pues no hemos sabido. Tenemos conocimiento, no una información exacta, en donde el Banco West Fargo de los Estados Unidos, quien ahí las compañías de granjeros, quienes iban a tener la atención de ese dinero, para hacer la transferencia del dinero al Banco West Fargo. La oficina matriz del Banco West Fargo está ubicada en San Francisco, California. Y posteriormente ese dinero según lo mandaron al Banco de Crédito Agrícola. Luego desapareció y le dieron la denominación como Banco de Crédito Rural. De tal manera que sabemos que el dinero llegó, pero hasta ahorita, el gobierno, aunque fuimos a una dependencia en un banco en el estado de Puebla, nos dijeron que fue culpa nuestra. Que si no se nos dieron nuestros centavos fue porque no llegamos a tiempo, pero pa’ su efecto, en ningún momento el gobierno se tomó la molestia de difundirlo por la radio y la televisión. Entonces es nuestra protesta. Ahora, pedimos al gobierno federal, junto con el gobierno legislativo, que esos centavos que se quiten la venda de los ojos y se destapen los oídos. Que se nos haga justicia y que se nos dé el fondo de ahorro que dejamos del 10% desde el 42 hasta el 64. Entonces, que no se hagan los desentendidos. Fox, de una manera como cada presidente de la República que pasa, creo que todo va por inventario y tiene conocimiento de lo que existe y de lo que no existe en el país. Queremos que sí, que no se hagan tontos, que nos atienda a nuestra demanda. Que se nos dé lo más pronto posible el 10% de ese fondo de ahorro que dejamos.

Pedro: Que se respete lo justo. Reclamamos lo justo que nos corresponde a cada bracero. Que haiga justicia para el trabajador que en el rayo del sol se fue uno, como dice un dicho vulgar: “a rajarse uno el cuero” y dar la parte de su vida de uno por allanar las necesidades de su familia de uno y que ellos nos hagan eso. Si pagan a empresas que han sacado dinero, ¿por qué a nosotros no nos pagan? Que son unas cuantas personas que les han pagado, y a nosotros que somos varios no nos pagan. Es lo justo que reclamamos.

Ignacio: Como miembro comisionado de los trece, lo que buscamos es la unificación a nivel nacional de todos los braceros; todos los que fuimos a prestar nuestros servicios a los Estados Unidos en el Convenio Bilateral de ambos gobiernos, por el cual estamos reclamando lo que nos corresponde que es el 10%, y no estamos en ningunas condiciones de que se nos dé por olvido, que se nos olviden nuestros derechos o que se nos anulen nuestros derechos. Es un dinero que reclamamos que es justo, es el patrimonio de las familias. Y no estamos ya de acuerdo en que todos los políticos se estén llenando los bolsillos a costa nuestra. Ya no queremos depender de ningún partido. Nosotros queremos una lucha justa y tenemos bases para reclamar lo que nos corresponde. Muchas gracias.

¿Qué opinión tienen de las políticas de los gobiernos?

Alejandro: Soy uno de los representantes que formamos el grupo de braceros tlaxcaltecas y nuestro compromiso el día de hoy, 18 de enero, fue reunirnos con los grupos de los demás estados para llegar a un acuerdo de unas movilizaciones que tenemos pensado hacer los tlaxcaltecas. Soy uno de los exbraceros. Sé los maltratos y todos los problemas que llevamos en aquellos tiempos. Inclusive, nuestros gobernantes de aquí desde hace años siguen viviendo como reyes, siguen saqueando al país, y nosotros fuimos los que levantamos este país con nuestro trabajo en los Estados Unidos.

Pero el dinero, se pagaban 25 dólares por cada bracero que salíamos a los Estados Unidos, más aparte ya se nos retiraba un 10% para después se nos iba a restablecer, posiblemente como si fuera una pensión o algo así. Se terminó el contrato de braceros, los arreglos que tenían los gobiernos, y a nosotros de 1942 a1964, nos adeudan el 10% que dejamos allá de nuestro trabajo, más aparte los intereses. Lo que le pedimos al señor Fox o a Gobernación o a las dependencias que correspondan, que se nos haga justicia, se nos dé lo que es nuestro. No queremos que nos regalen, ni queremos quitarles ni nada. Simplemente queremos que se nos devuelva lo que nos corresponde, que se nos haga justicia porque en el estado de Tlaxcala somos cinco mil braceros que ya tenemos nuestro padrón, tenemos documentación con qué comprobar que estuvimos trabajando y laborando en los Estados Unidos. Tenemos contratos, tenemos micas, y más otros documentales que nos acreditan nuestra estancia en Estados Unidos. A partir de este día vamos a iniciar unas movilizaciones. Nos han estado engañando, principalmente el señor Sergio Acosta, que es diputado federal del PRD, que se nos iba a hacer justicia en este fin de diciembre. Que él que fue comisionado por el señor Fox hace dos años, tres años, fue comisionado, según él, para llevar nuestro asunto. El nos evitó las movilizaciones, si no ya hubiéramos salido a la calle desde cuándo. Pero él nos dijo que ya tenía arreglado con el señor Santiago Creel una partida para este mes de diciembre donde iban a solicitarle al presupuesto para que nos hicieran devolución de lo que nos corresponde. Este señor Sergio Acosta nos ha mentido, nos ha engañado, y por eso nosotros, como dicen los compañeros, no creemos en ningún político, no creemos en los partidos. No nos interesan los partidos sean de color que sean. Lo que queremos es que se nos haga justicia, y a partir de hoy vamos a ponernos de acuerdo a nivel nacional con los exbraceros y vamos a hacer nuestras movilizaciones. Estamos dispuestos a llegar hasta las últimas consecuencias. No llevamos ya tiempo. Estamos ya viejos, enfermizos. Otros ya no viven, otros compañeros están enfermos, y lo que nos interesa que nuestro gobierno nos haga justicia. Lo que nos van a dar, que sea de una vez pero ya. Estamos dispuestos a salir a las calles. Que no se nos regale, que no se nos dé, sino que se nos dé lo que nos corresponde, lo que es nuestro.

¿Cómo organizan toda la experiencia que tienen ustedes, todos los años de lucha que tienen encima, para salir de esa opresión que tienen como gente anciana?

Alejandro: Yo veo que el problema del país, de México, no son los gobernantes: somos los mexicanos que nunca hemos sabido exigir. Desgraciadamente desde que fuimos esclavizados por el yugo español que nos tuvo esclavizados 450 años, desde ahí la traemos ya por heredad, Nuestros antepasados nos han traído de una manera que tenemos que siempre respetar al gobernante, tenemos que respetar al patrón y eso ha sido un error. No sabemos leer, no sabemos comprar libros, debido a que no tenemos también el dinero suficiente. Queremos que estudien nuestros hijos, ya no nosotros. Y, francamente, ni a nosotros ni a nuestros hijos se nos proporciona información en las escuelas ni nada sino que sólo algunos libros, de algunos escritores. Unos hasta ya no viven por decirles las verdades de lo que hacen los gobiernos. Pero si lee uno, se da uno cuenta de que nuestros gobiernos han saquiado, por ejemplo, el señor Echeverría, el señor López Portillo, el señor Carlos Salinas de Gortari el señor de la Madrid. Hay libros que están escritos, han pasado por mis manos, no recuerdo ahorita los autores, pero ahí mencionan que en 450 años que fuimos esclavos de los españoles, nada más bastaron cuatro funcionarios de descendencia española que saquiaron, lo que no pudieron hacer los españoles en 450 años, no más bastaron 24 años para que estos cuatro descendientes de españoles saquiaran al país y nos dejaran en la vil ruina.

Por eso yo no creo en los partidos y estamos dispuestos a pedirle y exigirle al gobierno que nos dé lo que nos corresponde. Nuestro 10% más sus intereses. Y vamos a luchar como ancianos con nuestros otros compañeros más de edad y todo, vamos a enseñarles a los muchachos que ora sí ya estuvo bien de que estemos bocabajeados, disculpe la palabra. Ya estuvo bien que nos tengan con el pie en el cuello. Esto lo hubiéramos hecho desde nuestros abuelos, desde nuestros antepasados y nosotros en nuestra juventud, pero nos hemos dado cuenta que todavía aún vivimos y estamos a tiempo de hacer algo por nuestros hijos, por nuestros nietos, en los días venideros. Estamos dispuestos a todo.

Felipe: Yo he visto con tristeza, señorita, la situación en que hemos estado viviendo la mayoría de los braceros que fuimos a Estados Unidos. Ya sea por nuestra ignorancia, ya sea por falta de conocimientos, ahí es donde se han aprovechado las autoridades para no vernos. Nosotros hemos sufrido como pocas veces lo que ellos no han aquilatado. Ellos han visto la vida en una forma muy distinta, y han abusado de nuestra ignorancia, de nuestro poco saber. Decíamos en esta ocasión que tuvieran un rasguito de compasión, un rasguito de sentimientos a la gente que sufre, a la gente que llora y que muere con esperanza de encontrar un buen gobierno que sienta los anhelos y los sufrimientos del pueblo. Hace mucho tiempo que se vivía en una inquisición: 400 años que los españoles dominaron a nuestros antepasados y vivieron como reyes. Desgraciadamente, últimamente estamos haciendo una apariencia de aquellos tiempos de la inquisición en que solamente unos cuantos tienen la fortuna de vivir como reyes, de gozar todo y de tener todo, mientras el pobre a duras penas va viviendo con sufrimientos, y muere con la esperanza de que algo tenga el mañana, no para él: para sus hijos. Pero a medida que pasan los años va siendo todo lo contrario. Se avorazan las autoridades, abusan las autoridades, y los que carecemos de estudio, porque la mayoría que fuimos a Estados Unidos en ese entonces, carecimos de estudio, carecemos de estudio. Porque solamente, la mayoría tuvimos la primaria. No tuvimos otros conocimientos más en letras. La gente preparada, la gente que tiene abusa de esta ignorancia de nosotros. Y eso es lo que da tristeza, que nuestro México teniendo todo, sea humillado, sea saqueado, por unos cuantos que conocen más que nosotros. Hoy que se está emprendiendo una lucha, nosotros en nuestra vejez -porque la mayoría de nosotros ya contamos de 70 a 100 años de vida- eso es lo que ahorita estamos anhelando: que el gobierno tome conciencia de aquella vejez, que tome conciencia de aquellos hombres que sufren. Vemos la carga que a nuestros hijos les damos por esta razón de nuestra vejez. Las fuerzas para nosotros se han acabado; las puertas de los trabajos se han cerrado, porque nuestras fuerzas ya no es para trabajar. Ese es el movimiento que desearíamos que el gobierno tomara en cuenta. Nosotros sabemos respetar. Nosotros amamos el respeto, el diálogo, la comprensión, y sabemos sentir el amor por la patria que nos vio nacer. Eso es lo que quisiera que todos los que están arriba sintieran: amor por la patria que los vio nacer, y no abusar de la patria que los vio nacer. Que Dios ilumine a alguna persona que venga mañana y le haga sentir, y le haga ver que sufren sus hermanos, y que no piense que él va a ser eterno, que en la vida todos somos mortales, y tarde que temprano, al final somos iguales. Pero hay avorazamiento de muchas gentes que aún siendo de abajo, saliendo de la nada, se han encumbrado y se olvidan de su origen donde nacieron ellos. Ojalá Dios nos ilumine a nosotros y nos proteja para poder ganar esta lucha que se acaba de mencionar, en la cual, en la vejez, estamos uniéndonos, y eso puede servir para el mañana a nuestros hijos de que hagan lo mismo de irse unificando, de ir viendo que mañana tengan una vida mejor de la que nosotros tenemos.

¿Algo más que quieran comentar sobre su movimiento?

Hermenegildo: En un principio, en el 99, este movimiento nació, esta lucha, en Tlaxcala porque en 99 nos llegó la noticia de un señor, un compañero nuestro fue al estado de California, y de ahí salió un hijo a la calle y a su regreso compró como coincidencia el periódico en donde manifestaba o publicaba lo del 10%, e insistía en que ya habían mandado ese dinero, que el banco que detuvo eso, el Banco West Fargo mandó el dinero hacia México. Que cobráramos esos centavos. Allí fue el primer paso que empezamos a dar. Empezamos a difundirlo. En 2000 tuvimos una audiencia pública en el estado de Tlaxcala con el gobernador. Antes estuvimos con un diputado del PRD, pero no tuvimos nada. Finalmente, en 2002 ya llegamos con la compañera Luz María, así que llevamos de lucha incansable 3 años. Y por medio de la rueda de prensa que tuvimos, así fue como se fue difundiendo. Empezamos con 6, después llegamos a 60. Hoy somos 5 mil gracias a nuestra lucha y a muestra insistencia, y a la paciencia que hemos tenido. En el año 2002, el diputado federal Sergio Acosta que nos había hecho una propuesta de 5 mil dólares cada uno, y finalmente dijo que para el mes de diciembre iban a sesionar los 500 diputados federales, y al acuerdo que llegaran nos lo tendría que comunicar para preguntar si estábamos de acuerdo con lo que ya habían acordado. Esto fue todo una mentira porque nunca ya tuvimos información de él. Fue a San Juan el 15 de noviembre, y lo vieron muy molesto los compañeros, de tal manera que él namás quería obtener micrófono, y cuando tomaron el micrófono mis compañeros para que un compañero bracero hablara, se molestó y mejor lo dejó así, con la palabra en la boca. Ya no dio atención, ya no escuchó. Sí es muy molesto para nosotros que siendo un diputado federal, representante a nivel nacional y que pues no tenga palabra. Deseamos que haya más seriedad, más formalidad y más respeto hacia nosotros. Por eso estamos en pie de lucha y esperamos que esto no lo prolonguen, porque lo están prolongando y no hay derecho, sabedores de que existe ese fondo. Que nos den a cada uno lo que nos corresponde, conforme a derecho y de acuerdo a los contratos que cada compañero tiene. Que esto no se prolongue más, que no pase de este año. Porque decían que Sergio Acosta fue el de la proposición de que se conformara la comisión de 18 diputados federales para darle seguimiento a la investigación de fondo. Él hizo la propuesta en el ’99. En el 2000 se constituyó la comisión. Ya estamos a 2003 y no ha habido nada, cuando ellos tienen las puertas abiertas. Nosotros pedimos apoyo y tocamos puertas y nos las cierran, ellos van y nos cierran la puerta. Queremos que nos hablen con la verdad y nada más la verdad.

“Ya estuvo bien de que nos tengan con el pie en el cuello”. Es algo así como un “¡Ya basta!” de estos tlaxcaltecas que marcharán enarbolando su dignidad rebelde por las calles de la Ciudad de México, este día 6 de febrero del año 2003.

Con ellos marcharán Xicohténcatl, Tlahuicole y Zapata, porque en Tlaxcala la historia y los calendarios se entrecruzan, es cierto, pero siempre marcan rebeldía…

 

Desde las montañas del SuresteMexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.

 



Otro calendario, el de la resistencia. Mayo: Hidalgo, la quinta estela
(el México de abajo)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Va la mano con la mirada cuando ésta hojea el calendario y se detiene en el mes de MAYO. Y es el sol de mayo el que ilumina una palabra: HIDALGO.

Hidalgo. Según el INEGI, el estado de Hidalgo tenía más de dos millones y cuarto de habitantes hace 3 años. De ellos, más de 300 mil, mayores de 5 años, hablan una lengua indígena. Sobre los suelos hidalguenses habitan indígenas nahuas, otomíes-hñahñús, tepehuas, zapotecos, huastecos, mixtecos y totonacos.

Mayo. Hidalgo. Para andar estas tierras hay que pegarse al suelo, y la nube se hace piedra para seguir el paso del México de Abajo. Y es que Hidalgo es un ejemplo al mismo tiempo escalofriante y esperanzador de lo que es el sótano de este país.

¿Escalofriante? Sí, según el analista Julio Boltvinik, el estado de Hidalgo está entre los 7 estados más pobres del país, el 73% de sus pobladores son pobres extremos, casi indigentes, y el 29% son pobres moderados. En resumen: el 92% de los hidalguenses son pobres (“La Jornada”, 30 de agosto del 2002).

En cuanto al índice de marginación, algunos estudios (CONAPO) ubican a Hidalgo entre las 5 entidades con “grado de marginación muy alto” (analfabetismo, viviendas sin servicios, bajos salarios, falta de servicios de salud), junto con Chiapas, Guerrero, Oaxaca y Veracruz.

Los análisis del gobierno de Fox ponen a Hidalgo con cifras de terror: es de los estados de la república con menos esperanza de vida, con mayor mortalidad infantil y con mayor mortalidad general, con menos producto interno bruto per cápita, con mayor desigualdad laboral, con peores salarios, con más analfabetismo, con mayor inasistencia a la escuela, con más casas sin drenaje, sin agua potable, sin energía eléctrica, con piso de tierra.

Tan sólo en 5 municipios, con un total de más de 100,000 habitantes, el analfabetismo anda por el 50%, la población sin primaria completa es de más de dos terceras partes, igual proporción de viviendas sin drenaje, sin energía eléctrica, con piso de tierra y hacinamiento. Según este mismo estudio de la Presidencia de la República, más de la mitad de la población en el estado de Hidalgo es rural y casi la quinta parte es población indígena.

La pobreza es tal, que la nube hecha piedra azul no sabe si ha equivocado el camino y ha regresado al Chiapas de su origen.

Y no, no está en Chiapas, aunque de alguna forma su origen viene a cuento cuando se asoma a la Huasteca hidalguense que, junto con la veracruzana, la potosina y la tamaulipeca, es un claro ejemplo de lo que abunda en el México de abajo: miseria extrema, represión, rebeldía.

Huejutla de Reyes, en la huasteca, es el municipio hidalguense con mayor concentración de indígenas (más de 60 mil hablantes del náhuatl), pero hay un buen número de municipios de esta zona de las Huastecas cuya población se compone de poblados indígenas de entre 500 y 9 mil habitantes.

La Huasteca. Esta es la tierra que vio nacer a esta piedra rodante y la alimentó con su sabiduría y su lucha. Es la tierra de la que se despidió hace años, no sin antes aprender que no se podía vivir sin hacer algo.

“Donde hay muchos pobres, hay pocos ricos”, dice el axioma que está grabado en otra piedra, la de la historia, junto a otro que reza: “Y donde hay pocos ricos, algunos de ellos son gobierno”.

El gobernador en turno es M. A. Núñez Soto (nacido en Actopan el 30 de enero de 1951). Fue elegido no por los hidalguenses, sino por Murillo Karam en un proceso que dejó fuera a José Guadarrama, un ex rector de la Universidad, jefe de matones y experto en fraudes electorales. Con el apoyo de dos prófugos de la justicia (Zedillo y Labastida) Núñez Soto logra la candidatura y opera en las elecciones uno de los fraudes más descarados y escandalosos en la historia de este país.

Para ello contó con el apoyo del candidato del PAN-PVEM, Francisco Javier Berganza, que legitimó el fraude tan pronto cerraron las casillas. El señor Berganza, que tiene experiencia en esto de los fraudes (como cuando era “cantante” infantil y ganaba los “concursos” con la misma técnica), es un personaje ridículo, oportunista, mediocre y corrupto, que por lo mismo fracasará siempre en la política. Un personaje así sólo podría ser arropado por el PAN… bueno, también por el PRI… bueno, también por el PRD… mmh… bueno, como decíamos, el señor Berganza, a pesar de la derrota en las elecciones para gobernador, tiene un gran futuro como político y podría llegar a ser coordinador de la fracción parlamentaria en el Senado de cualquier partido político.

El candidato del PRD-PT, Miguel Angel Granados Chapa, denunció el fraude, pero fue abandonado rápidamente por los partidos que supuestamente lo apoyaban, tal vez porque es honesto. Las elecciones de Núñez Soto fueron sintomáticas: más del 50% de abstencionismo. Dos años después de la elección, José Guadarrama (siguiendo un camino que ya es común en los políticos mexicanos) cambió de partido e ingresó… ¡al PRD! Que lo recibe con los brazos abiertos.

Núñez Soto gobierna como todos los gobernadores priístas, como un cacique. Y la lógica del cacique dice: lo que no se puede comprar, se puede golpear, encarcelar, matar. Eso lo saben los hidalguenses desde hace varios sexenios.

En 1995, la FDOMEZ, denunció asesinatos en Yahualica, Tianguistengo, Huezalingo, Atlapexca y Huejutla. El maestro Pedro Palma, asesinado por órdenes de Jonguitud Barrios en 1982, está enterrado en Ixmiquilpan. Y el maestro Misael Núñez Acosta (mandado asesinar por la consentida de Los Pinos -residencia presidencial también conocida como “Ciudad Sahagún”-, Elba Esther Gordillo), nació en estas tierras, en Chapulhuacán.

Para no quedarse atrás, Núñez Soto hace lo mismo que sus antecesores. La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) denunció los allanamientos, agresiones, detenciones arbitrarias y desapariciones en contra de indígenas nahuas de la comunidad de Tlalchiyahualica, municipio de Yahualica. Todo esto consta en el expediente MEXO080500 de la Organización Mundial Contra la Tortura, con sede en Ginebra, Suiza.

Pero no sólo líderes sociales e indígenas sufren la represión en Hidalgo.

La Agencia Confidencial de Noticias (ACN), creada en el año 2001, como un movimiento anticorrupción y antirepresión dentro del gremio periodístico (difunden su información sin cobro alguno y no demandan se les cite como fuente), ha documentado varios casos de represión a la prensa en Hidalgo.

En Mineral del Monte, el 21 de febrero del 2001, el reportero Jorge Lozano Pérez, del periódico “Aguila o Sol” de esa ciudad, fue detenido, golpeado y robado por policías. Su “delito” fue denunciar las anomalías e irregularidades en el Ayuntamiento de Mineral del Monte y los abusos de la policía. Cuando fue detenido por un incidente vial, al periodista le encontraron su credencial de prensa y entonces los policías le dijeron que tenían órdenes de la entonces presidenta municipal, Angelina Rosa Bulos Islas, de “ponerlo en orden”.

En octubre del mismo año, Feliciano Hernández López y Juan Manuel Hernández Rodríguez, corresponsales de los periódicos “Ruta” y “Avanzando en Hidalgo” en la Sierra Otomí-Tepehua, respectivamente, denunciaron en el expediente CNIOCDHEH/018/2001, ante la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos en el Estado de Hidalgo, el ser víctimas de intimidaciones por parte del entonces presidente municipal de San Bartolo Tutotepec, Dagoberto Islas Trejo, quien a base de amenazas y utilizando a la policía municipal, pretende dictarles las notas.

El 31 de octubre, el reportero Dylan Rodríguez, del periódico “Ruta”, fue citado a comparecer por el agente del ministerio público federal, Jaime García Belio, en la averiguación P/217/2001, por haber denunciado en un reportaje (relativo al mecanismo que se sigue para hacer llegar a Hidalgo explosivos para fuegos pirotécnicos), algunos actos de corrupción en los que incurren elementos del ejército mexicano y la Policía Federal Preventiva.

Según un reportaje de María Eugenia Pérez García, publicado en “Los Periodistas” de la Fraternidad de Reporteros en enero del 2001, en el estado de Hidalgo el control político, ideológico y económico mantiene cooptada a buena parte de la prensa. Mediante la publicidad, el gobierno controla a los medios y “dosifica” información a través de las oficinas de prensa de los ayuntamientos.

De la Huasteca, la piedra rueda hacia la capital del estado, Pachuca, “la bella airosa”.

Si en la Huasteca el delito es ser indígena, en Pachuca lo es el ser joven y banda y punk. Para el gobierno y los ricos de Hidalgo, “Chavo”, “Banda”, “Punk” y “Joven” son sinónimos de delincuencia.

Pero estos jóvenes, que viven en las colonias más pobres de Pachuca, buscan organizarse y abrirse espacios de expresión cultural y conseguir empleos. Uno de ellos dice: “el otro día estaba en una entrevista de trabajo, pero llegó otro chavo güerito y bien vestido y mejor se lo dieron a él”. A una muchacha de la banda la corrieron de la escuela por embarazo, quitándole así la oportunidad de estudiar. La policía del gobierno tiene sus horas de “cacería”, en las cuales se dedica a perseguir, golpear y encarcelar jóvenes por el “delito” de vestirse diferente. Los partidos políticos se les acercan en épocas de elecciones (también “cazando”, pero electores), y tan pronto pasan éstas, se suman al ambiente de intolerancia.

Los grupos de jóvenes punk o “chavos banda” no sólo sobreviven, resisten y luchan aquí. Grupos similares hay en otras partes del México de abajo: Cuernavaca, Atizapán, Neza, Iztapalapa, Monterrey, Guadalajara, Ciudad Madero, DF, León, Celaya, Querétaro, Tijuana, Hermosillo, Chihuahua.

Pero estos jóvenes están muy lejos de ser molidos por el sistema. Se organizan en grupos musicales y círculos de estudio y, con su música, sus bailes, sus discusiones, sus acuerdos y sus acciones se ligan con luchas populares de todo el país. Los que son también “grafiteros” obligan a las paredes a gritar la rebeldía. Al gobierno no le gusta y los lleva a la cárcel… si los alcanza.

Sigue la piedra su camino y brinca a Zapotlán. Ahí, en la comunidad de Acayuca, se encuentran maquiladoras manejadas por pequeños propietarios, la gente que trabaja en estos espacios es de bajos recursos y no goza de ninguna garantía, ya que son lugares clandestinos.

Aquí en el Valle de San Javier, donde comparten territorio los municipios de Zapotlán, Tolcayuca, Villa de Tezontepec y Tizayuca, las tierras fueron propuestas para la construcción del aeropuerto alterno al de la Ciudad de México. Este mega proyecto incluía la construcción de una vía de tres que llegaría hasta el DF. La propuesta aun no ha sido aceptada, sin embargo surgió otra nueva: un Corredor Industrial, por supuesto con capital extranjero. Los campesinos de la zona se oponen a la expropiación de sus tierras.

Muchos de estos campesinos se han organizado para defender sus tierras. Cuando el gobierno municipal aprobó y dio todo su apoyo a la construcción del aeropuerto, un grupo de ellos tomó la Presidencia Municipal en 2 ocasiones, además cerraron dos carriles de la carretera México-Pachuca. Cabe señalar que los partidos políticos han tratado de cooptarlos prometiéndoles que respetarán sus tierras, pero los proyectos del corredor industrial y el crecimiento de maquiladoras continúan.

El gobernador del Estado de Hidalgo, Manuel Angel Núñez Soto, había manifestado un profundo interés en que las Presidencias Municipales que abarcan el Valle de San Javier quedaran en manos de priístas. Lo consiguió a excepción del Tizayuca que la ganó el PAN.

Pero como PRI y PAN no difieren ni en el grado de corrupción, ni en el (bajo) coeficiente intelectual, ni en el manejo de la represión, el señor Núñez Soto está satisfecho (y con él los grandes poderosos de Hidalgo).

Rodando, siempre rodando, la piedra llega al municipio de Ixmiquilpan. Ahí está el balneario de aguas termales El Tephé. Es un hotel limpio, cómodo, bien atendido, barato y familiar. Pero no pertenece a ninguna de las grandes cadenas hoteleras. Es propiedad de una comunidad indígena y es administrada por sus integrantes. Sin servilismo pero con atención, los turistas nacionales y extranjeros que visitan El Tephé son recibidos por estos indígenas que lucharon, y duro, por recuperar las tierras que los ricos les habían arrebatado. Y esa doble lección, el luchar por lo que les pertenece y el administrar con éxito y equidad la riqueza de su tierra, es algo que los poderosos no les pueden perdonar a los indígenas del Tephé.

La piedra va y aprende.

Sigue su camino y, en la pared de un cerro de arcilla, amparada en la madrugada, raya una verdad disfrazada de grafitti: “Rebeldía” se escribe con “X” (de MéXico y de El MeXe).

Y, “like a rolling stone” sigue la piedra su camino en el Hidalgo subterráneo (que, como todo el México del sótano no sólo abunda en pobreza, también en dignidad rebelde), reconociendo y saludando piedras hermanas.

Se llega así hasta el municipio Francisco I. Madero, también llamado Tepatepec, que quiere decir “cerro de arcilla” o “cerro de pedernales”. Y aquí, como de un pedernal, salió una chispa que aún alumbra la historia reciente de Hidalgo.

El 6 de febrero del año 2000, la Policía Federal Preventiva (dirigida entonces por un militar, Wilfredo Robledo, hoy prófugo de la justicia) tomó por asalto la Universidad Nacional Autónoma de México y arrestó a más de 700 miembros del Consejo General de Huelga de esa casa de estudios. Dos semanas después, la policía de Hidalgo trató de cerrar la escuela normal rural “Luis Villarreal” de El Mexe, pero algo pasó.

En el mes de enero de ese año, la lucha por evitar el cierre de la escuela había llevado a los estudiantes a tomarla. El día 26, el gobierno anunció que la escuela estaba cerrada y que los estudiantes que se mantenían ahí “la ocupaban ilegalmente”. Les cortaron la luz, el agua y el teléfono y casi la tercera parte de los estudiantes fueron arrestados. Las condiciones de su liberación eran que tenían que firmar que no participarían en más protestas, y que se inscribirían en la Universidad Pedagógica Nacional (UPN), plantel Pachuca.

Estudiantes de las normales rurales de otros estados, que también luchan porque no cierren estas escuelas, se instalaron en carpas en la plaza de Pachuca en apoyo a El Mexe. A las tres de la mañana del 19 de febrero, más de 400 policías arrestaron a 736 estudiantes y regresaron a 700 a su estado.

De Pachuca, los policías se fueron a Tepatepec, y asaltaron el pueblo golpeando a mujeres, niños y ancianos, y destrozando las casas. Se metieron a El Mexe y arrestaron a 176 estudiantes, y cometieron violaciones. A los estudiantes los llevaron a la cárcel de Pachuca y unos 150 policías quedaron “resguardando” la escuela.

Dos horas después, los pobladores se organizaron para la resistencia. Sitiaron la escuela con barricadas de piedras y hogueras, destruyeron los vehículos policiales (18), y tomaron presos a 68 policías (el resto huyó en vehículos o por el canal de aguas negras). Los pobladores desnudaron a los policías y los llevaron a la plaza central. Cuando revisaron la escuela y los vehículos, los pobladores encontraron un arsenal (se suponía que los policías iban desarmados): lanzagranadas, rifles y pistolas.

El objetivo era “sembrar” las armas en la escuela para acusar a los estudiantes de “guerrilleros”. Finalmente, el gobierno canjeó los estudiantes presos por los policías detenidos. La mayoría de los estudiantes de aquí están organizados en la Federación de Estudiantes Campesinos Socialistas Mexicanos (FECSM).

La lucha por la defensa de las normales rurales no es nueva ni exclusiva de aquí. Sus alumnos son pobres y su vocación es servir a sus pueblos, y luchar para cambiar la situación de injusticia en la que viven. Ahí están, para ejemplos, los normalistas de Amilcingo, en Morelos; las de Panotla, en Tlaxcala; los Ayotzinapa, en Guerrero, por mencionar algunas de las muchas que, como la del Mexe, se resisten a convertirse en dóciles sirvientes de quienes son poder y gobierno en México.

En el Mexe, un policía, desnudo sin sus armas, sintetizó lo que había pasado: “Siempre ganamos, pero ora nos tocó perder”. La frase es también una profecía.

Siempre rodando, la piedra se despide de El Mexe, donde un letrero reflexiona: “Desgraciados los pueblos donde la juventud no haga temblar al mundo y los estudiantes sean sumisos ante el tirano”.

Se va la piedra de Hidalgo. Mucho ha aprendido de los gritos y silencios que pueblan las montañas de este estado. Lo principal es que lo que hoy une a todo el México de abajo son la pobreza y la rebeldía. Habrá que luchar mucho para que esa unión sea en la justicia, la libertad y la democracia.

Sigue rodando la piedra.

Allá, a lo lejos, en tierras queretanas, esperan impacientes el Firulais Loyola y el Comendador Fernández de Cevallos, es decir, el perro y el dueño del perro…

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Enero del 2003.

 

 

Otro calendario, el de la resistencia. Junio: Querétaro, la sexta estela
(El PAN y el México del Cambio. Parte I: Pues sí mi estimado, aquí decir “un imbécil de derecha” es una redundancia,
y decir “un corrupto de derecha” es un proyecto de país)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Para llegar a la mitad del calendario, se unen la mano y la mirada. Juntas contemplan un mes, JUNIO, y una palabra, QUERETARO.

Querétaro. Casi millón y medio de habitantes en el 2000, según el INEGI, y más de 25 mil hablantes indígenas mayores de 5 años. Indígenas otomíes-hñahñús, mazahuas, nahuas, pames, huastecos, zapotecos, totonacas y purépechas sobreviven en tierras donde el racismo y la prepotencia son quienes mandan, y la estupidez tiene el rango de programa de gobierno.

Junio. Querétaro. La piedra es de nuevo nube nueva nívea. Vuela alto. No porque tema a la estupidez canina que despacha en palacio de gobierno. Es para mejor apreciar lo que aquí acontece. Querétaro es uno de los mejores ejemplos de lo que el Partido Acción Nacional puede hacer… bueno, es mejor decir “deshacer”, como gobierno.

Llega la nube hasta la llamada “Sierra Gorda”. Desde arriba localiza Toluquilla, también llamado “Cerro del Jorobado”, y reposa en uno de los dos juegos de pelota que aquí se localizan. Al igual que en Ranas, cerca de aquí, las tierras del Cerro del Jorobado abundaban en sulfuro rojo de mercurio o cinabrio, que entonces era muy apreciado en Mesoamérica porque era un símbolo de vida y era nombrado “sangre de la tierra”.

Desde aquí la nube puede ver la comunidad campesina “La Veracruz”, que cada 15 días envía una comisión a la ciudad capital del estado, Querétaro, para darle seguimiento jurídico a una demanda que tiene contra el INAH. La razón es que el INAH les expropió varias hectáreas a estos queretanos y pretende pagarles a razón de 20 centavos por hectárea.

Sí, 20 centavos. Trate el lector de encontrar cómo escribir el signo de centavos en una computadora o en una máquina de escribir (incluso habrá quien ni recuerde cómo se escribe a mano), o mejor aún, trate de vivir con una indemnización de 20 centavos. Los campesinos de los alrededores de Toluquilla demandan, además, que sean ellos mismos quienes trabajen, exploten y conserven esa zona.

Pero Querétaro, la capital, es un lugar donde gobiernan la intolerancia y el racismo. En octubre del año pasado integrantes del grupo Kurinit denunciaron ante la Comisión Estatal de Derechos Humanos que el delegado del Centro Histórico del municipio de Querétaro, Francisco Javier Contreras Rancel, les prohibió practicar sus danzas en una plaza pública con el argumento de que “daban mal aspecto a la imagen urbana” de la capital. También las bandas punks son hostigadas por el “buen gobierno” queretano. Pero la banda está muy lejos de intimidarse, sigue en su cultura y resistencia, y se liga con otros movimientos y grupos.

Y es que Querétaro no es sólo la imagen patética del PAN hecho gobierno. Es también, y sobre todo, la imagen esperanzadora de una resistencia que toma muchos nombres y rostros: Unión de Mujeres Indígenas y Campesinas de Querétaro (UMIC), Unidad Cívica Felipe Carrillo Puerto, Asociación Nacional de Mujeres Organizadas en Red-Querétaro, Asociación Nacional de Productores de Bovinos y Caprinos Delegación Querétaro, Frente Independiente de Organizaciones Sociales, Asociación Queretana Independiente de Promoción y Defensa de Derechos Humanos AC.

En esta ciudad hay una colonia llamada “Nueva Realidad”. La colonia indígena es conocida porque las manifestaciones y la lucha por esos terrenos fueron encabezadas por los miembros del consejo indígena del Frente Independiente de Organizaciones Sociales (FIOS entonces, hoy FIOZ). A pesar de la detención de sus líderes en 1998, y de los intentos de división, en la “Nueva Realidad” se viene intentando el rescate de manifestaciones culturales que en sus comunidades de origen (municipio de Amealco) aún desarrollan. Así se vienen impulsando grupos que tienen que ver con el rescate de las fiestas, el vestido, la música y, junto con investigadores de la Universidad Autónoma de Querétaro, en torno a la conservación y difusión de la lengua oral y escrita.

La falta de atención a las demandas sociales y el carácter represivo cada vez más descarado por parte del gobierno, ha propiciado el impulso de una incipiente red de organizaciones y grupos de la sociedad civil cuya confluencia es en torno de los derechos humanos. Es necesario hacer frente al alto grado de represión e impunidad de diferentes autoridades y cuerpos policiacos. Este estado represivo descarado y cínico no se dirige únicamente a las organizaciones o grupos independientes, las denuncias las hacen también miembros de los partidos de oposición. Ordenes de aprehensión guardadas para amedrentar, seguimiento en actividades públicas y hasta privadas, amenazas telefónicas, daños a domicilios y automóviles, retención de recursos y bajo presupuesto (como en el caso de Universidad Autónoma de Querétaro), “madrizas” publicitadas desde la misma autoridad, son algunos ejemplos del “estado de derecho” promovido por Acción Nacional.

Tanto en los campesinos como en los obreros existe enorme descontento. La falta de apoyos y programas de atención a la producción, la migración a Estados Unidos, los altos índices de desempleo (negados en datos oficiales), y escasas oportunidades de trabajo, son la constante. Además, la utilización de los programas de gobierno y de obra “adjudicada” a empresas de funcionarios o familiares ha generado malestar. Los medios de información y los diputados que han hecho las denuncias son cooptados o amenazados. Son fuertes los rumores sobre el envío de cheques del gobernador al Congreso, para bloquear información o aprobar las iniciativas del ejecutivo.

Mientras tanto, en el Centro de Readaptación Social (Cereso) de San José El Alto, dos zapatistas civiles, Sergio Gerónimo Sánchez y Anselmo Robles, convierten su encierro en resistencia. Estos dos hombres siguen prisioneros sólo por la soberbia del firulais que ladra en palacio de gobierno.

Sube la nube para mejor apreciar lo que en la casa del Poder sucede. Ahí está la capital de Querétaro, gobernada por el famoso Firuláis Loyola. La historia de este rechazado del casting de la película 1001 dálmatas (“es demasiado gris”, dijeron los productores) es digna de figurar en la memoria del Partido Acción Nacional y en su plataforma de gobierno.

“(…) Para el proceso de 1997, el PAN le apuesta todo a ganar la capital del estado, pues considera inalcanzable la gubernatura. Por ello, para el municipio de Querétaro postula a su candidato más fuerte, a Francisco Garrido Patrón, y para el gobierno del estado lanza a alguien de relleno, a un total neófito en las cuestiones políticas y poco agraciado en inteligencia y sentido común, Ignacio Loyola Vera, ingeniero agrónomo egresado del Tecnológico de Monterrey, y cuyos lazos políticos hasta ese momento eran más de corte priísta que panista, pues el propio Loyola está casado con una prima hermana de Fernando Ortiz Arana (que fuera candidato por el PRI a la gubernatura en el mismo proceso que Loyola) y, según algunos periodistas, Ignacio Loyola militó en una organización priísta en su juventud. Después de la jornada electoral se dan a conocer los resultados y el PAN no sólo gana la alcaldía de Querétaro y vuelve a ganar San Juan del Río, sino que también gana el gobierno estatal; el más sorprendido de esto es el propio Loyola…” (Rubén Lugo Sánchez, “Poder y Videocracia en México, el caso Querétaro”. Tercer Congreso Virtual de Antropología 2002. “Ciudad Arqueológica” www.naya.org.ar).

El triunfo de Acción Nacional realmente modificó el escenario de este estado. Sí, ahora Querétaro y San Juan del Río están llenos de espectaculares anunciando los “grandes logros” del PAN, es decir, ¡macetas y botes de basura!

Las estupideces del Firuláis Loyola son ya leyendas de exportación. En septiembre de 2001 el “señor gobernador” hizo lo que parecía ya imposible: sorprender a México y al mundo con un descubrimiento que ya es programa de gobierno en las administraciones panistas. Demostrando que es hombre, perdón, can de palabra, Loyola declaró, en la emisión radiofónica del programa Avances, lo siguiente: “Se las voy a recordar a mis amigos que me escuchan, a muchos periodistas que me preguntaron que cuánto iba yo a ganar en caso de que llegara a ser gobernador y yo les dije que iba a ganar 20 por ciento más de lo que ganara el director de la empresa más bien pagada en el estado y la verdad andaba bien atrasado. Por lo menos en lo último le voy a dar cumplimiento a ese compromiso de campaña, ahí les digo cuánto va a ganar su chavo, porque se va a ir grande. Creo que ya cumplí y demostré que puedo ganar, si un director de empresa gana tal cantidad, yo creo que el gobernador debe ganar más como lo prometí en mi campaña”. (Notimex, 24 de septiembre de 2001).

El Firuláis (que debería estar en un circo porque un perro que hace cuentas es siempre una atracción) hizo sus cálculos y anunció: 360 mil pesos mensuales. Condescendiente, señaló: “échenle, 360 mil pesos, menos deducciones, probablemente quede como en 200 mil, pero tampoco es mucho (…) ningún otro político tiene más responsabilidad que su servidor y sí hay algunos que ganan más y además en puño”.

¿”Ganan más”? El que esto escribe no es perro, pero se arriesga a hacer cuentas: 200 mil pesos mensuales netos, al tipo de cambio de 10 pesos por dólar, con 20 mil dólares mensuales, y al año suman algo así como 240 mil dólares (sin contar primas, bonificaciones y no sé cuántas cosas más, pero el Firuláis las sabe). En el estudio “Los salarios de los altos funcionarios en México desde una perspectiva comparativa”, de los investigadores del CIDE Laura Carrillo Anaya y Juan Pablo Guerrero A., se señala que el presidente de Estados Unidos tenía, en 2002, un salario neto de 243 mil 600 dólares anuales. Así que ése es el tamaño de Loyola, que ganaría casi lo mismo que Bush (creo que porque tienen el mismo coeficiente intelectual y más de lo que ganan, juntos, los presidentes de Argentina, Brasil, Chile y España.

La “modestia” del Firuláis no termina ahí. Para un evento de 15 días, Loyola gastó 63.9 millones de pesos en la construcción del “Ecocentro Expositor” (mejor conocido como el “Egocentro”). La licitación de la obra apesta. El Congreso del estado detectó que la construcción se concedió a Oliver SA de CV sin concurso alguno. A los cuestionamientos, el Firuláis respondió que fue por el bien del pueblo. En la ciudad de Querétaro, que en temporada de lluvias sufre de inundaciones, el gobierno panista gastó 210 mil pesos, pero no en mejorar el drenaje, sino en comprar un vehículo anfibio que, por supuesto, no sirve para nada (cfr. Rubén Lugo Sánchez, op. cit).

En la capital del estado se promociona el “México del Cambio” que quiere el PAN. La instalación de retenes policiacos en pleno centro de la ciudad (violando la Constitución que, ¡oh paradoja!, se firmó aquí), junto con la exhibición de policías de “élite” en motocicletas y lujosas patrullas que tienen la noble misión de cuidar empresarios y turistas, definen claramente el proyecto de nación panista.

Para ayudar a gobernar, no hay como la familia. El hermano del gobernador es el dueño de la filial local de TV Azteca y, junto con algunas estaciones de radio y algunos periódicos, las “perradas” de Loyola se ocultan rápidamente.

Pero aun así, hay quien no se deja controlar. La siguiente es una nota de Reforma, que le valió al corresponsal de ese diario que le robaran su auto del interior de su domicilio:

“Sospechan desvío de recursos de Loyola. Señalan que el enriquecimiento del actual gobernador de Querétaro es inexplicable. Por Fernando Paniagua /Grupo Reforma. Querétaro, México (30 enero 2003). El diputado local independiente Marco Antonio León Hernández dio a conocer que el gobernador Ignacio Loyola Vera adquirió, para las obras de construcción de su casa, mármol importado de Francia con un costo de 6 millones de pesos, por lo que sospecha de un probable enriquecimiento inexplicable. Entrevistado por el noticiario local Enlace, León Hernández aseguró (… : “Ahí te va un dato preciso y concreto con el que tengo los pelos en la mano y en su momento lo habré de decir: en estos días le llegó de Francia un cargamento de mármol por una cantidad de 6 millones de pesos”, dijo. (Grupo Reforma Servicio Informativo).

Y antes, en octubre, salió la siguiente nota sobre una especie de castillo que se construye a escondidas: “A imagen y semejanza de Los Pinos, Loyola construye su casa. Francisco Flores Hernández, El Financiero, miércoles 2 de octubre. Con el fin de construirse una casa de campo, el gobernador Ignacio Loyola Vera invadió 20 hectáreas de tierras ejidales en la comunidad de Ajuchitlancito, en el municipio de Pedro Escobedo, denunciaron ejidatarios del lugar. No obstante del despojo del que fueron objeto, los inconformes informaron que fueron demandados penalmente 20 ejidatarios por el gobernador Ignacio Loyola Vera, acusados del delito de despojo de cien hectáreas de terreno. En conferencia de prensa, Braulio Alvarez Botello, a nombre de los 216 ejidatarios afectados, mostró documentos que avalan la propiedad de éstos, relató que a pesar de la inquietud que tenían los pobladores por entrar a conocer la enorme casa que se construye, no se les permitió el acceso y personas no identificadas sólo les informaron que los terrenos presuntamente invadidos pertenecen al gobernador Ignacio Loyola Vera”.

No es todo. En julio de 2001, en medio de la gran difusión por el equipo de espionaje descubierto en el estado de México, el Firuláis reconoció que realizaba, como parte de “la seguridad del estado”, el mismo tipo de espionaje. Ante las denuncias públicas intervino la PGR citándolo a declarar y al negarse le enviaron un cuestionario que, según algunos medios locales, contestó por escrito. Hasta ahora la PGR se ha negado a hacer públicas las respuestas.

Para resumir: Loyola es tan popular que sólo tiene pendientes ocho juicios políticos en su contra.

¿Es el Firuláis un fenómeno aislado en Acción Nacional? Pareciera que no. Sus desplantes de reyezuelo y sus corruptelas se repiten en diputados, senadores, gobernadores y presidentes municipales de ese partido político. Ahí está Diego Fernández de Cevallos para confirmarlo.

Todo el debate sobre que la lucha en el PAN es entre los doctrinarios (seguidores de Manuel Gómez Morín) y los Bárbaros del Norte es una farsa. No hay nadie, hoy, en Acción Nacional que realmente reivindique el pensamiento de Gómez Morín. En quien han depositado el estudio y sistematización del pensamiento de Gómez Morín es Rodríguez Prats (senador plurinominal del PAN por Tabasco y artífice del mantenimiento del PRI en la gobernatura de ese estado), que hasta 1993 fue dirigente del PRI en la entidad. Este señor, conocido por su carencia total de ideología panista y que fue integrado a las filas del PAN por Fernández de Cevallos, escribió un libelo titulado: “La gran herencia doctrinaria del PAN”. El es el encargado de formar (supuestamente) a los cuadros políticos del PAN en el “ideario” de Gómez Morín. Esto provocó, hace tiempo, el disgusto de José Angel Conchello, el cual se salió enojado de uno de esos cursos de “formación” increpando a la dirección panista por poner a un advenedizo en esa tarea.

La única y verdadera doctrina del PAN actual es la religión del poder y del dinero. Este ha sido un proceso que se ha venido tejiendo en ese partido desde hace ya varios años. En ese proceso una persona ha sido clave: Diego Fernández de Cevallos. El ha logrado, en una réplica de la diosa Kali, tener sus brazos metidos en los hombres y mujeres del dinero, en la clase política de todos los partidos, en los gobernadores de todos los partidos, en los sectores fácticos de la Iglesia, con sus congéneres los capos del narcotráfico, y, también, en el interior del PAN.

Diego Fernández de Cevallos (Ciudad de México, 1942) comenzó su carrera política vinculado al grupo de la extrema derecha universitario MURO, fundado por Abascal padre. Este grupo de inspiración fascista fue utilizado por las autoridades universitarias, hasta antes de 1966, como el instrumento de represión y control interno en la universidad. Durante 1968 era dirigente de las juventudes panistas y quiso aparentar una supuesta cercanía con el movimiento, que no fue más allá de algunas declaraciones. Cuando Pablo Emilio Madero fue dirigente del PAN, Diego fue congelado y por algunos años su estrella se eclipsó. Fue rescatado por Luis H. Alvarez y a su sombra comenzó a construir su poder personal.

Desde el punto de vista profesional, él hereda la cartera de clientes de Manuel Gómez Morín (todos hombres muy poderosos). Aquí se comienza a tejer una relación con los dueños del dinero, que será su plataforma de lanzamiento.

Después de un breve enfrentamiento con Carlos Castillo Peraza, Cevallos se convierte en el capo del PAN, controlando lo fundamental de su estructura burocrática, con una cartera de clientes que se aprovechan de informaciones privilegiadas para ganarle pleitos al Estado, con el control de sectores importantes de senadores y diputados de otros partidos (no hay que olvidar que cuando se aprobó en “fast track” la contrarreforma indígena, el diputado del PRI Rocha Cordero se cuadró y dijo a los panistas presentes: “Díganle al Jefe Diego que está servido”).

A Diego Fernández de Cevallos ya sólo los priístas le dicen “Jefe”. En los círculos de las procuradurías le han encontrado un apodo más adecuado que, además, lo pinta muy bien: La Coyota (apelativo que no le debe gustar para nada, pues siempre se las ha dado de muy “machito”.

Algunos ejemplos que evidencian el tráfico de influencias de La Coyota: El caso de la empresa Del Valle, la cual ganó un pleito versus Hacienda en contra de pagar IVA, argumentando que su producto era un juego natural y que las frutas estaban exentas de pagar IVA. Lo increíble es que la “justicia” obligaba a Hacienda a reponer el IVA a dicha empresa por varios años. Pero resulta que ese IVA no fue pagado por la empresa sino por los consumidores y, sin embargo, se decide reintegrar a esa empresa el dinero. ¿Quién era el representante jurídico de esa empresa? Diego Fernández de Cevallos. ¿Cuánto se embolsó La Coyota? Aproximadamente un millón seiscientos mil pesos. La familia Ramos Millán le gana un conflicto por tierras a la Secretaría de la Reforma Agraria, que significa que esta dependencia debe pagar una cantidad superior a todo su presupuesto para todo un año. ¿Quién era su representante jurídico? Diego Fernández de Cevallos. ¿Cuánto para La Coyota? Un millón doscientos catorce mil pesos. Si a esto le sumamos lo que se lleva por el “rescate” del banco Atlántico-Bital (unos 13 millones de pesos), tendríamos que La Coyota, el “Jefe” de los priístas, se embolsó cómodamente más de 15 millones de pesos. (datos tomados de “Dinero. Enrique Galván Ochoa. La Jornada. 12 julio 2002).

Además, La Coyota Fernández de Cevallos compró 20 hectáreas ubicadas frente al Nuevo Aeropuerto Intercontinental de Querétaro, que construye su cachorro, el Firuláis Loyola. Por esas tierras, La Coyota “sólo” pagó un millón quinientos mil pesos (Notimex, 2 de agosto de 2002), o sea algo así como 75 mil pesos por hectárea (una “pequeña” diferencia con los 20 centavos que les pagaron por hectárea a los campesinos de Toluquilla, Querétaro).

El Señor de los Cielos, Amado Carrillo, es internado en el hospital Santa Elena. Supuestamente muere en ese nosocomio después de una liposucción. ¿Quién es el representante jurídico de ese hospital? Diego Fernández de Cevallos. ¿Cuánto se llevó por la “recomendación” y cuánto por la “muerte” del narcotráficante? Es un misterio. El mismo capo del narcotráfico fue velado en una funerario cuyo representante jurídico es Fernando Gómez Mont (socio e hijo putativo de Fernández de Cevallos).

Hace algunos años la PGR señaló que la Financiadora Anáhuac (propiedad en esa época del hijo de Miguel de la Madrid y de su sobrino) fue acusada de ser un lugar de lavado de dinero del narcotráfico. ¿Su representante jurídico? Diego Fernández de Cevallos.

Estos son algunos de los “clientes” de La Coyota. Esa cartera de clientes lo han convertido en uno de los hombres más ricos de México, sin que los reflectores se centren sobre su fortuna y sus trácalas de abogado.

El objeto de Fernández de Cevallos, desde Carlos Salinas de Gortari para acá, parece que ha sido ser el segundo hombre más importante del país, sin ser presidente de México, es decir, sin las molestias que esto significa. La Coyota fue clave para quitarle la presión social a Salinas de Gortari, promoviendo la quema de los paquetes electorales de 1988; fue el diseñador de la idea de que “Salinas era un presidente ilegítimo que podía legitimarse con sus acciones”, aunque fuera otro quien la expresara. Fue el encargado de promover y votar todas las iniciativas políticas y económicas del salinismo que desmantelaron la riqueza nacional y la entregaron a manos de un puñado de aventureros, que de la noche a la mañana se volvieron ultramillonarios (todos clientes de La Coyota).

Paralelamente logró introducir en el poder priísta a varios de sus peones, de esta manera Fernando Gómez Mont fue asesor de Ernesto Zedillo para el cambio en la ley sobre todo el sistema de justicia, en especial en lo que tiene que ver con pasar a retiro a una buena parte de los viejos jueces de la Suprema Corte de Justicia. La sorpresa para los diputados y senadores del PAN fue que cuando fueron a discutir sobre la ley, del otro lado de la mesa se encontraba su correligionario, Gómez Mont. Cuando fueron a quejarse con Fernández, éste simplemente se sonrió socarronamente.

Otro de sus peones, Fauzi Hamdan, también fue asesor de Zedillo, mientras era asambleísta del DF. Más recientemente ha salido a la luz pública la importancia que este individuo jugó en “los Amigos de Fox”. El punto sería saber para quién trabajó. Hoy por hoy, nadie, ni el IFE siquiera, tiene tanta información sobre “los Amigos de Fox” como Fernández de Cevallos. Por eso la reacción virulenta de Lino Korrodi. El supo que Diego supo y sabe que sabe y no quiere ser el chivo expiatorio de los conflictos (¿tragedias? ¿farsas?) de palacio. Un tip gratuito al IFE y a la PGR: investiguen la relación Hamdan-Fernández de Cevallos y relaciónenla con “los Amigos de Fox” (aconsejo el uso de tapabocas, porque lo que encontrarán no olerá nada bien).

No sería aventurado pensar que Fernández de Cevallos quiere implementar en el país una redición del callismo (el “cevallismo”). Un poder fáctico tras el trono. Un poder al servicio de los hombres y las mujeres del dinero, con una corte que lo halaga o que simulando oposición no son otra cosa que sus bufones. En última instancia este individuo es el retrato vivo y fiel del sistema político mexicano.

Si en una época esto fue lo que significó Saturnino Cedillo, luego Gonzalo N. Santos, posteriormente Rubén Figueroa y Carlos Hank González, hoy, con cuello blanco y con trajes Armani, en su Jaguar de asientos de cuero, el sistema político mexicano está dibujado por un individuo de baja ralea llamado: Diego Fernández de Cavallos, alias La Coyota.

El Firuláis Loyola y La Coyota Fernández de Cevallos no son todo el PAN. Pero son los más escandalosos botones de la muestra que Acción Nacional ofrece como programa de gobierno.

Porque la corrupción y la imbecilidad no sólo generan dinero para quienes se “doctoran” en ellas, también se convierten en una forma de hacer política, la del “gobierno del cambio”.

Esgrimiendo una intolerancia estúpida, de la mano de la derecha católica y con argumentos “filosóficos” de revista de salón de belleza, el PAN es ya gobierno.

Carlos Monsiváis, acaso el analista más lúcido e incisivo del avance de la derecha en México, advertía, en el desierto mediático (para la crítica política) de 2000, sobre lo que sería del país con el, entonces, “gobierno de la victoria cultural” (o también “gobierno de centro-izquierda” para los promotores del “voto útil”), y hoy “gobierno del cambio”. Junto con Jenaro Villamil, en la ya desaparecida columna Por mi madre, bohemios, Monsiváis diseccionaba en esas fechas el cadáver del sistema político mexicano y lo que veía entonces es ahora terror cotidiano en las tierras mexicanas. Aquí algunos ejemplos de lo que encontró en los días de la euforia del “cambio”:

“Invitaré a mi equipo de trabajo a las mejores personas de Aguascalientes. No me importa de qué partido sean, no me importa de qué religión sean, pero no vamos a invitar putos”. Alcalde electo de Aguascalientes, Luis Armando Reynoso Fermat, días antes de tomar posesión en 1998. Citado por el líder priísta Armando López Campa. Nota de Mario Luis Ramos Rocha. Página 24, 26 de agosto de 2000.

“¿Quién es el culpable de una violación? ¿El culpable es el niño que nace? ¿Entonces por qué lo van a matar a él? Que capen al violador.” (Pero si las medidas más eficaces son las preventivas, que lo hagan antes de que viole a nadie.) Obispo Onésimo Cepeda. Nota de Diego Badillo. Unomásuno, 7 de septiembre de 2000.

“Las autoridades educativas del gobierno panista de Baja California hicieron efectivo un reglamento que prohíbe, entre otras cosas, utilizar maquillaje en las escuelas secundarias o llevar minifaldas o zapatos con tacones modernos, para evitar la relajación moral (Claro, el tacón obliga al meneo, el meneo provoca el tanteo, el tanteo desemboca en el ateo. La R). Los varones no pueden presentarse con el pelo largo, ya que ello contraviene el principio formador de buenos hábitos de la escuela secundaria” (Compañeros del voto útil, la historia les da la razón antes de tiempo). Nota de Jorge Alberto Cornejo, La Jornada, 21 de septiembre de 2000.

“La escultura de Sebastián para recibir el nuevo milenio y fomentar el arte urbano (Sic que se congela en pose de admiración) es tan importante como el agua potable en una colonia”. (Menos, porque el agua potable carece de forma artística durable). Regidor del PAN Eduardo Rosales, en controversia sobre el presupuesto de un monumento de Sebastián, citado por Juan José Doñán, Público, 30 de septiembre de 2000. El proyecto al principio, según el PAN de Guadalajara, no costaría un centavo al municipio pues sería costeado por los patrocinadores, y sería por concurso. Luego, se notificó que se asignaba directamente a Sebastián por “su gran prestigio” y porque “no iba a cobrar por su trabajo”, y si no se había tomado en cuenta la opinión de los tapatíos era porque “la autoridad no puede consultar a cada ciudadano”. Hasta el momento el costo casi alcanza los 21 millones de pesos, solventados casi por completo por el gobierno.

– Del repertorio del gobernador Fernando Canales Clariond (hoy es el secretario de Economía): “Los incendios siguen. No soy bombero. (Ante la explosión de Cydsa con más de sesenta vecinos heridos). Las mujeres y los niños se gasean solos, se autogasean. No voy a ir y punto. No sé parchar tanques, el problema es de ellos, no mío, no soy perito, no se trata de hacer un espectáculo. Los nuevoleoneses no necesitan usar el Viagra, hay suficiente vigor en ese sentido”.

“Lo primero es entender que la organización de un gobierno o de una serie de instituciones no es más que un medio para obtener un fin. Y por lo demás, era evidente que los ajustes son una necesidad imperiosa. Es como si tienes un vocho y ahora lo que necesitas es un Ferrari o si en tu carro traes neumáticos normales y ahora entras a un terreno muy escabroso. ¡Claro que hay que ajustar!… (Pero no recomendamos hacer algo indebido para conseguir un vocho. La práctica R.) En este trabajo debes entender que tú no eres flor, sino florero (Sic que se multiplica hasta el posgrado). El florero no debe ser más bello que la flor. Por eso tengo que centrarme y estar abierto a escuchar, escuchar y escuchar. Cuando emites una opinión es porque ya escuchaste a todo mundo”. (Sic que va con el otorrino.) Señor Ramón Muñoz, conductor de la consulta nacional para elegir a los mejores hombres de Vicente Fox. Entrevista de Alberto Aguirre. Milenio Diario, 13 de noviembre de 2000.

– “Antes que negociar el incremento a los mínimos, se debe definir el modelo de país que deseamos (Doblegada por la sorpresa, la R. apenas en este momento se entera de que el gobierno del presidente Fox no tiene definido el modelo de país que deseamos. Y por otra parte, todavía no está jubilada la Constitución de la República que en su artículo 123 algo dice de los salarios). Si se quieren altos índices inflacionarios, volvamos al viejo esquema de ofrecer aumentos de emergencia, aumentos locos de mangas extremas (De acuerdo de la R.: mejor promovemos decrementos sensatos para infundirle respeto a la escasez patriótica), pero ese camino ya demostró su fracaso”. Secretario de Trabajo, Carlos Abascal. Nota de Armando Flores. Reforma, 30 de noviembre de 2000.

Hay más del PAN, mucho más… Pero ya la nube levanta de nuevo su níveo vuelo y, llevada por un viento que canta con José Alfredo Jiménez “Fuimos nubes que el viento apartó / fuimos piedras que siempre chocaron / gotas de agua que el sol resecó / borracheras que no han terminado”, se viene en Julio y se va para Guanajuato…

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

Otro calendario, el de la resistencia. Julio: Guanajuato, la séptima estela (El PAN y el México del Cambio)

Parte II: El problema de privatizar la Historia Nacional es que está hecha por puros “herejes” -que es como la derecha hecha gobierno llama a los rebeldes.
o
Si usted quiere ser elegido por un “head hunter” debe ser un imbécil con iniciativa).

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Ya en la segunda mitad del año, es la mirada la que se adelanta. Detrás de ella va la mano para acompañar a JULIO y caminar así una palabra: GUANAJUATO.

Guanajuato. Arriba de 4 millones y medio de habitantes, de los cuales más de 10,000 son indígenas (según datos de INEGI en 2000): chichimecas, otomíes, mazahuas, nahuas y purépechas.

Tarareando una canción de José Alfredo, entra la nube-piedra a estos suelos que vieron nacer la guerra por la Independencia de México frente a la Corona Española, y que hoy son el campo experimental del proyecto de Nación impulsado por el matrimonio mal avenido que gobierna el país (me refiero a la relación PAN-Fox, no sean malpensados).

Los índices de pobreza en Guanajuato, no son muy diferentes a los de otros estados. Según el censo del 2000, el 54.01% de la población vive bajo los estándares de pobreza moderada y el 22.79% en pobreza absoluta, es decir, el 76.80% es pobre. El 47.29% de los trabajadores viven con menos de dos salarios mínimos. En la punta de la pirámide 3.53% de la población vive con más de 10 salarios mínimos. El promedio de estudios es de 6.6, por abajo del ya bajo nacional de 7.7. En el ámbito universitario la situación es más patética, solamente el 3.72% de los hombres y el 3.31 de las mujeres acceden a estudios superiores, porcentaje más bajo comparado, otra vez, con los ya de por sí bajos nacionales de 5.78 y 5.95. En el terreno de las prestaciones la situación es sumamente grave: el 76.31% no tiene prestaciones, el 82.59% no tiene servicios médicos y el 79.30% no recibe aguinaldos.

Los municipios más pobres son donde viven la mayoría de las comunidades indígenas chichimecas. Para poner un ejemplo, en Xichú, viven 11,323 personas; de éstas el 25.73% es analfabeta; el 59% de la población mayor de 15 años no terminó la primaria; y las casas sin drenaje representan el 65.75%.

En el medio rural y en las colonias de la periferia de las ciudades, la gente habita en condiciones muy deplorables, carecen de casas y de los más mínimos servicios. Tenemos el caso de León, que tiene alrededor de 200 colonias marginadas. Situación similar se presenta en Celaya e Irapuato. El desempleo está pegando fuerte en las micro y pequeñas empresas, y en todas las fuentes de trabajo en donde con frecuencia hay recorte de personal. Un ejemplo es la industria del cuero y calzado en León que es la principal fuente de trabajo, la que está en declive por la importación de zapato, sobre todo de China.

Estas condiciones motivan, naturalmente, rebeldía. Para enfrentarla, durante el 2002 se implementó en el estado el programa “cero tolerancia” que agrupa a 9 organismos policiacos, cometiendo atropellos a la ciudadanía. En León, jóvenes punks, grafiteros, skatos y otros se movilizaron en protestas pacíficas y fueron brutalmente reprimidos por la policía en julio del año pasado. En Celaya también hubo protestas contra el programa que detiene y consigna jóvenes por su forma de vestir.

Guanajuato. Cuna de la Independencia.

Ansiosa de aprender historia, la nube se posa sobre San Miguel de Allende, justo en la punta de la catedral que, dicen, un albañil mexicano construyó copiando una postal de la catedral gótica de Colonia, Alemania. Atónita, la nube se hace piedra y descubre, rodando, que el 20 de septiembre de 1810, Miguel Hidalgo y sus tropas acamparon… ¡en el lobby del Hotel Real de Minas! Recorriendo las calles se da cuenta que la casa donde nació Bustamante es una sucursal bancaria de Serfin, la casa de Ignacio Allende es un cine, y la casa donde conspiraban los insurgentes de aquellos tiempos es propiedad privada y se venden helados. En este lugar, una foto en la pared muestra a Vicente Fox al lado del extranjero dueño de Helados Dolphy. Bajo el suelo de este expendio extranjero se fraguó la Independencia de México. Aquí, en San Miguel de Allende, se constituyó el primer ayuntamiento del México Independiente: hoy tiene una población de más de 5 mil norteamericanos.

En la calle el viento juega con un periódico. Por un momento se detiene y se alcanza a leer:

“Sabemos y conocemos de negocios, conocemos qué requieren los inversionistas. Vamos a asegurarnos que tengan seguridad y certidumbre… Seremos un gobierno democrático y comprometido con los negocios (Esta es una nueva y vibrante definición de la República a fe del Sic); un gobierno que, a diferencia del anterior (Sic que se aferra a sus últimas semanas de vida) sabe que los empleos y el crecimiento económico lo hacen los empresarios y no el gobierno” (Tesis novedosa y compartible que le quita la última razón de ser a los obreros, los campesinos, las empresas del Estado y demás minucias). Presidente electo, Vicente Fox, ante empresarios franceses. J.M. Venegas, La Jornada, 3-X-2000. (En “Por mi Madre, Bohemios” Monsiváis, Carlos y Villamil, Jenaro.)

Y más adelante…

“Podemos trabajar juntos para crear la siguiente historia de éxito en el mundo, sé un emprendedor, piensa diferente… ¡vengan a vernos para hacer negocios en el nuevo México”. Presidente electo Vicente Fox a un grupo de empresarios de Global Fortune. Nota de Juan Manuel Venegas, La Jornada, 13-X-2000. (En “Por mi madre, Bohemios”.)

Este es el proyecto político del PAN y Vicente Fox: convertir a la nación mexicana y su historia en un negocio con franquicias en oferta de temporada.

¡Un momento! ¿Qué no el PAN y Vicente Fox están peleados? ¿No hay un enfrentamiento entre Fox y la Coyota? Sí y no. El periodista Jesús Ramírez Cuevas, de La Jornada, en ocasión de las elecciones internas del PAN para elegir su presidente (inicios del año 2002, ganó Luis Felipe Bravo Mena), realizó un estudio sobre este partido (cfr Masiosare, suplemento de La Jornada, en febrero-marzo de ese año).

Las conclusiones del análisis revelaron algo fundamental: “En el PAN no hay disputa ideológica, los diferentes grupos que integran el blanquiazul comparten el mismo proyecto económico, político, social y cultural. Los dividen los distintos intereses políticos y económicos”.

No sólo: Soledad Loaeza, investigadora del Colegio de México y especialista en el Partido Acción Nacional, declaró: “la mayoría de los funcionarios del gabinete fueron elegidos pro sus relaciones con las organizaciones religiosas que forman parte de la elite del presidente Fox. Otras fueron elegidas por esos despachos de elección de altos ejecutivos (que por cierto, están reprobados), estas personas no están identificadas ni con el gobierno federal ni con el PAN. Tengo la impresión -continúa- que los Legionarios de Cristo y el Opus Dei, son órdenes religiosas que en este momento son muy influyentes en el gabinete. Son redes muy poderosas dentro del gobierno y que están fuera del control del partido. Y eso irrita a los panistas. Son grupos de presión que han podido imponerse en el gobierno de manera muy eficaz”. Más adelante señala: “el hecho de que el reclutamiento de funcionarios no se haga a través del PAN sino que es un asunto de estas redes religiosas, creo que es un factor que dificulta las relaciones con el partido. Estos grupos religiosos que tienen una fuerza increíble, han sustituido la meritocracia al interior del gobierno”. (Ramírez Cuevas, J. op. cit.)

Si esto es así, entonces la disputa Fox versus la Coyota es en realidad una pugna entre los sectores más reaccionarios de la Iglesia católica, por un lado, y el narcotráfico por el otro.

El bando de la Coyota tiene un doble interés en esta lucha. Además de conseguir mejores posiciones (y ventajas para sus “clientes”), el PAN trata desesperadamente de que la caída en la popularidad de Fox no los arrastre en la próxima elección federal (un año después del aquel 2 de julio del “cambio”, el PAN había perdido un millón de votos). Como si a Acción Nacional le faltaran “argumentos” (hechos diputados, senadores, presidentes municipales, gobernadores y secretarios de estado) para convencer a los electores de NO votar por ese partido.

Mmh. La derecha católica. Desarrollo Humano Integral y de Acción Ciudadana (DHIAC), uno de los tentáculos del Opus Dei, ha “colado” dentro del PAN a personas como Luis Felipe Bravo Mena (uno de los peones de la Coyota y presidente de Acción Nacional). Y los Legionarios de Cristo, del pedófilo Maciel, están todavía más arriba, cerca, muy cerca de Vicente Fox.

El afán de la ultraderecha católica por hacerse del Poder no es nuevo. Antes había sido mantenido a raya por un principio de la República: el Estado Laico. Pero, como muchos otros principios, el laicismo del Estado mexicano no pasa de ser una broma.

“En la colonia Fama II, del ayuntamiento panista de Santa Catarina se bautizó (en el pleno sentido del término), a una plaza pública con el nombre de Sagrado Corazón… En el municipio de Bustamante, Nuevo León, el alcalde panista decidió que en la plaza principal, en vez de la efigie de Juárez, estuviese la escultura del arcángel San Miguel, que inauguró el gobernador. El alcalde de Bustamante, Jorge Santos Gutiérrez, consideró que todo aquel que esté en contra de la colocación del arcángel San Miguel en lugar de Benito Juárez, debería ser arrestado…” En El Diario de Monterrey, 8 de septiembre de 2000. (En “Por mi madre Bohemios”)

“-¿El PAN dará cabida a los grupos conservadores?

“-¡No se les da cabida aquí. Este no es un partido corporativo (Que bueno que lo aclara. La R) Es un partido de ciudadanos que respetan sus estatutos y lineamientos.

“-Pero esos grupos, ¿no van cobrando mayor presencia?

“-Aquí tenemos una fuerte institucionalidad. Lo que pase en otras organizaciones no nos importa (Incluso, fíjese, hasta hace unos pocos días no sabíamos de la existencia del PRI. La acomedida R.). Aquí no hay grupos. Lo que pasa en el PAN es que los hombres se incorporan de buena fe (las mujeres son las malévolas. La R.) El Opus Dei o los legionarios de Cristo tienen otro fin en la vida, ¡no son partido político! (¿Su otro fin ese el voto de pobreza? La ignorante R.)

“-¿No es el momento para que Acción Nacional se deslinde de esos grupos?

“-¡Y qué estoy haciendo en estos momentos! Decir que el PAN es una cosa y esos grupos son otra cosa. (¿O sea que no son lo mismo? La R.)

“-¿Entonces se deslinda el Partido Acción Nacional?

“-No nos estamos deslindando, somos un partido político de ciudadanos, no de corporaciones (La R. recuerda el deslinde de hace un minuto, y se deslinda de su memoria). Si me van a decir que algunas personas del PAN forman parte del Opus Dei, pues sí, esas son decisiones que están más allá, porque uno tiene derecho de andar en los asuntos que quiera, pero aquí en Acción Nacional tenemos una doctrina política, unos lineamientos que se respetan y se cumplen” (No es por molestar, ¿pero no hubiera sido más fácil contestar alguna pregunta, la que fuera?) Jorge Ocejo Moreno, secretario general del PAN. La Jornada, 31-8-2000. (En “Por mi madre Bohemios”)

¿”Algunas personas”? Echele usted un ojo al gabinete (o a sus declaraciones, los dos darían risa si no fuera porque son gobierno), y a la belicosidad de grupos que brillan por su estupidez, es decir, por su derechismo. Además de la señora Marta Sahagún de Fox (la misma que, siendo todavía vocera, declaró que en México no se va a permitir la no impunidad) y de Carlos Abascal (ese secretario del Trabajo que se da tiempo para repartir bendiciones), hay otros personajes igualmente escalofriantes:

Santiago Creel, más conocido como el “psicópata mexicano” (en honor al argumento de la película “psicópata americano”, que narra los sueños-realidades de un yuppie ansioso de sangre). El señor Creel tiene en la cárcel a dos jóvenes estudiantes, los hermanos Cereso, acusados injustamente de los petardos explotados en sucursales bancarias. Estos jóvenes están en la cárcel sólo para que el “secretario armani” (como es conocido en las páginas de sociales) se pueda ver al espejo y decir “¡Qué malo eres!”, y pueda tener mejores argumentos para convencer, a los señores del dinero, de que sería un buen presidente.

Julio Frenk, alias el “Doctor No”. Promovía su candidatura para dirigir la Organización Mundial de la Salud con tarjetas manchadas de la sangre de los niños muertos en Comitán, Chiapas.

Derbez, alias “¿Who?”. Está en la Secretaría de Relaciones Exteriores porque Jorge Castañeda decidió empezar ya su campaña presidencial.

Josefina Vázquez Mota, también conocida como “la viuda alegre”. Es uno de los mejores ejemplos de que, para ser miembro del gabinete, no es necesaria la inteligencia. Es más, estorba (la inteligencia, no la señora Vázquez Mota). La secretaria de Desarrollo Social, demostrando sus conocimientos de dialéctica, declaró que “pobreza y dignidad humana se contraponen”. Así que los mexicanos que son pobres y dignos (como los indígenas) no existen.

Y otros y otras que pueblan de declaraciones, ineficacia y torpeza el programa de gobierno de Vicente Fox y el Partido Acción Nacional.

¿Qué? ¿Se siente usted defraudado por el gobierno del “cambio”? Aquí le van dos píldoras de memoria (tómese una al dormir y otra al despertar):

“Los grupos de menores ingresos tienen capital, pero capital muerto (¿Serán las gallinas enterradas en los patios? La R.), capital que sólo sirve en su dimensión física (Sic que dilapida su garantía simbólica), capital que no puede usarse como garantía de préstamos o como contraparte de una inversión (Así que no conceden préstamos a las manos de obra? La incrédula R.)… 6.6 millones de micronegocios y un capital que supera 30 veces la inversión extranjera directa que recibimos cada año en el país, representa grandes oportunidades para nuestro desarrollo como nación. (Ahora nada más falta persuadir a los grandes holdings para que le hagan un campito a los micronegocios. La Errecita). De continuar así, los activos que ha acumulado con gran esfuerzo la gran mayoría de los mexicanos y las mexicanas seguirán teniendo un uso limitado. Seguirán siendo capital muerto (¡Qué revelación! Así que el país se integra en su mayoría con gente con activos pero con capital muerto. Los potentados que nadan en miseria. La R.). Me propongo reformar el sistema legal que ha sido hostil a los pobres, que no les permite capitalizarse y participar en la economía, los mercados y los negocios” (Así que es el sistema legal, la Constitución de la República para empezar, el causante de la pobreza. Pues supriman las leyes, pero ya). Presidente (entonces) electo Vicente Fox. Nota de Daniel Moreno, Reforma, 16-X-2000. (En “Por mi madre, Bohemios.)

“(A los maestros chihuahuenses que le reclamaban aumento salarial con el grito de ‘¡Hoy, hoy, hoy!’) ¡Hoy sí está difícil!” Presidente Vicente Fox. La Jornada, 14 de diciembre de 2000. (En “Por mi madre Bohemios”.)

Y, ya encarrerados, va otra pastilla de memoria para el Caribe: “Le conozco (a Vicente Fox); siete horas hablé con él una madrugada, de ecología, del estado de Guanajuato. (Si tomamos como medida los 15 minutos que al presidente electo le llevará resolver lo de Chiapas, les dio tiempo para enfrentarse exitosamente a 28 problemas graves. La R.) Yo suelo conversar con los de izquierda y de derecha; no me ha ido mal en relaciones con gobiernos conservadores y de izquierda”. Fidel Castro. El Universal, 31-X-2000. (En “Por mi madre Bohemios”) (Subrayado de la nube-piedra, que ahora siempre tiene una grabadora a la mano -se aprende, pues-.)

“Todo es Guanajuato”, habría dicho Medina Plascencia antes de perder las elecciones internas para presidir el PAN.

Si esto es así, entonces “Todo es una lucha”. Por un lado, quienes quieren reproducir el modelo de explotación, represión e intolerancia de Guanajuato en todo el país; y por el otro, quienes se resisten a ello, y luchan y se movilizan, por ejemplo, en…

Salamanca. En Salamanca toda el agua está contaminada con arsénico, hidrocarburos, benceno, azufre, mercurio, toxateno, ddt, malatión, paratión, etc. Esta agua se utiliza para consumo doméstico. Los principales contaminadores son Pemex y la empresa Tekchem. El gobierno municipal no ha instrumentado un proyecto para traer agua de otros lados que no esté contaminada, y ya ha habido muertes por cáncer. Pemex empezó el Proyecto Coraleros para traer agua de la comunidad rural de Coraleros (como a 20 kms. de la ciudad de Salamanca). Sin embargo el proyecto no se concluyó, dizque porque se agotaron los recursos. Sin embargo Pemex apoyó financieramente el Proyecto “Adopta una Obra de Arte”. Gracias a esto se restauró el ex convento de San Juan y se convirtió en el Centro Nacional de las Artes, el cual inauguraron los reyecitos de España, Fox, Martita, el gobernador y autoridades municipales, en octubre del 2002.

La organización Dedicación al Medio Ambiente y Mejoramiento Ecológico (DAME A.C.) lucha contra la contaminación de las empresas como Tekchem, contra la ley de Cero Tolerancia (si alguien transita después de las 10 de la noche puede ser detenido si la vestimenta no va de acuerdo con los criterios de las autoridades). El primero de enero de este año, celebrando los 9 años del alzamiento zapatista y los 400 años de la fundación de Salamanca, una colona contaba a los asistentes el drama que provoca la contaminación: mujeres muertas de cáncer en hígado y pulmón, cáncer en la sangre y en la piel (Salamanca tiene el primer lugar estatal y nacional de casos de este tipo), cáncer de pecho y otras enfermedades, como la poliglobulina (aumento excesivo de glóbulos rojos por falta de oxigenación suficiente).

Son varias las organizaciones que trabajan en la elaboración de un Plan de contingencia ambiental para Salamanca y en un curso-taller de primeros auxilios en caso de accidentes con químicos y/o tóxicos. Aunque parezca increíble, en Salamanca no se cuenta con plan de contingencia ambiental y por supuesto no existen médicos que conozcan las medidas a seguir en caso de intoxicaciones con algunos de los productos que elaboran o con los que trabajan las industrias.

Recientemente, se convocó a una junta en la colonia La Cruz que se encuentra frente a Tekchem. Estuvieron funcionarios de Desarrollo Social, Ecología y de las empresas Resistol y Tekchem para presentar “proyectos ecológicos” como plantar arbolitos, recoger basura y pura estética. Los funcionarios intentaron callar las voces de protesta e incluso arrebataron el micrófono, pero la gente cuestionó fuerte a los funcionarios y a los empresarios de Tekchem, y éstos tuvieron que salir huyendo.

En el Rancho Roque (a unos 6 kms. de Celaya) surgió un movimiento motivado por la pérdida de 105 hectáreas que funcionaban como campo de experimentación para la escuela Instituto Tecnológico Agropecuario No. 33, que antes era la escuela normal de Roque. Esto empieza a partir del 15 de mayo, cuando un grupo de campesinos de la región le quita la tierra a la normal para venderla. La manifestación más numerosa fue el pasado 7 de febrero, de estudiantes, maestros, trabajadores y padres de familia.

En la ciudad de León, en marzo del año pasado, los Jóvenes Coordinados contra el Autoritarismo iniciaron movilizaciones contra el programa de Cero Tolerancia. Las mujeres de la Jococa convocaron a la prensa en el teatro independiente La Floración del Mezquite y allí leyeron un documento donde criticaron las declaraciones del gobernador Juan Carlos Romero Hicks, las del alcalde Luis Ernesto Ayala, las de la directora de Desarrollo Social, Araceli Cabrera, y las del empresario Jorge Videgaray Verdad. A todos ellos les enviaron un mensaje: “No queremos que nos echen la mano, sino que nos la quiten de encima. Nuestro movimiento no tiene como objetivo pedir espacios, ni mendigar apoyos a cambio de silencio, sino acabar con el abuso de autoridad, con la represión y el autoritarismo. Los espacios culturales que necesitamos, nosotros mismos los vamos a crear y vamos a denunciar y derribar cualquier obstáculo”.

Hay más organizaciones en resistencia: la Unión Cívica Salamantina Francisco Villa, Movimiento Guanajuatense en Lucha contra el Neoliberalismo (Silao), CEDASA y CODHOMAC (Dolores Hidalgo), Movimiento Ciudadano (Celaya), Coordinadora de Organizaciones Civiles Independientes (Celaya), Casa Erandi (Acámbaro).

La lucha por el agua se está dando en muchos municipios, en algunos por su escasez y en otros, como en Romita, porque se la quitan a sus habitantes para negociarla con las Industrias como las embotelladoras de la Coca-Cola, la Pepsi y la Cervecería Corona. En junio del año pasado, en Romita fue desconocido el alcalde panista y la población creó un gobierno popular autónomo que, junto con el Consejo Ecológico del Acueducto Silao-Romita, protagonizaron una de las movilizaciones populares más importantes en Guanajuato. El saqueo del agua está dejando a Romita en peores condiciones de recursos acuíferos que a León, quien tiene reservas en mejor estado y no las explota. Los intereses de los gobiernos panistas municipales (Romita, León), estatal y Federal incluyen los intereses de los curtidores y zapateros, entre los que destacan los Medina Plascencia y botas Fox. La contaminación del agua en León por parte de los industriales es muy grave: recordemos el incidente en la presa de Silva, la muerte de los patos canadienses y siberianos; los metales pesados y desechos industriales, además de la sal que se usa en la curtiduría, 2000 litros por un cuero, que vuelve al agua no apta para consumo humano.

El 18 de junio del 2002, el gobernador Romero Hicks ordena la represión contra el pueblo de Romita. ¿El saldo? Más de 200 detenidos, además de heridos, por el uso de perros, gases y helicópteros en donde niños, mujeres y ancianos resultaron fuertemente golpeados. Se entró a las casas a gasear a la población. El día 22, se dio una enorme manifestación silenciosa en la que más de 4 mil romitenses repudiaron el acto. Y, como luego se dice, la lucha continúa. Todavía se escucha el eco del grito romitense “¿De quién es el agua?, ¡De Romita!”.

Y de Romita, Guanajuato, piedra y nube levantan el vuelo y el paso para llegar a otra Roma, pero en Italia, donde el 15 de febrero habrá una manifestación contra la guerra.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

 

 

Otro calendario, el de la resistencia. Agosto: Región Norte-Pacífico, la octava estela (Los Pueblos Indios enseñan a gobernar y gobernarse)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Desde la Italia rebelde y digna, la nube da un complicado rodeo para regresar. Por razones del viento y de la historia actual, es atrapada por un remolino de piedras y aires indios. A ratos, son los cielos de Chihuahua y Durango; otros los suelos de Zacatecas o San Luis Potosí; después es Sonora, luego Colima; de pronto son las montañas de Jalisco y Nayarit, y, más allá, los caminos de Michoacán.

Pareciera que no habría nada que ligara a todos estos estados, pero resulta que abajo hay caminos subterráneos e historias que nada saben de divisiones políticas. Más de 20 millones de mexicanos viven en estas tierras. Y más medio millón de indígenas construyen una experiencia que puede enseñar mucho sobre lo que sería un buen gobierno. ¿Dije “construyen”? Bueno, debería haber dicho “reconstruyen”, porque es viendo hacia atrás y pensando hacia delante que estos pueblos indios ligan resistencia con autonomía… y con otras luchas.

Allá está Sonora y el puente a la Arizona norteamericana que tienden los Tohono O’odham (antes conocidos como “Pápagos”). Si hay alguna muestra de los inútiles y artificiales de las fronteras, aquí hay una: la Nación Tohono O’odham se reconoce como un pueblo dividido por la frontera internacional USA-México, pero junto por su historia y su cultura. Tan es así que, en ocasión de la Marcha del Color de la Tierra, este pueblo indio emplazó a los presidentes Fox y Bush, y a los dos congresos, a que cumplieran con los Acuerdos de San Andrés (que este 16 de febrero cumplen siete años).

Más allá están los Mayos o Yoremes de Cohuirimpo (uno de los ocho pueblos de la tribu Mayo), con una sabiduría que apenaría a cualquier filósofo posmoderno. Y así dicen: “La rebelión a los tiranos es obediencia a la verdad”, “…quitarte la tierra es quitarte el pan y la paz, la libertad y la alegría, el aire, el sol y la lluvia… quien se apodera de la porción de suelo que a ti te corresponde, se apodera en cierto modo de tu ser… destruye tan monstruosa aberración, haz que la tierra sea para todos, como la atmósfera y el mar, porque sin tierra continuarás esclavo y miserable”. “La verdad adelgaza y no quiebra, y siempre nada sobre la mentira, como el aceite sobre el agua”. Reflexionando sobre las rebeldías indígenas que cada tanto aparecen, así dicen: “Una espina es un bosque de advertencias” (textos aparecidos en Ojarasca, suplemento de La Jornada. 2002).

En Baja California Norte, los indígenas Kiliwas, los hijos del viento, pierden la vida cuando pierden la tierra. Ahora sólo quedan ocho indígenas de este pueblo que fue saqueado por terratenientes, gobiernos, religiosos protestantes, ganaderos, burócratas del INI y de la Reforma Agraria, y que cantando contaba su historia a las nuevas generaciones (Cfr.Los Kiliwa. Los últimos nueve, Juan Cristián Gutiérrez).

Un viento lleva a la nube hasta Chihuahua, donde se vive y sufre el fracaso de convertir a zonas de México en estados de la Unión Americana; tanto el PRI como su pareja dispareja, el PAN, han demostrado que, en cuestión de hacer el ridículo, sus gobiernos nada tienen que pedirle a sus homólogos norteamericanos.

El asesinato de mujeres en Ciudad Juárez define perfectamente el desapego de los gobernantes: la frivolidad y la irresponsabilidad constituyen el eje de los programas de gobierno frente a este problema. Y no sólo es una actitud racista, machista y de clase. Sí, el gobierno de Chihuahua no tiene por qué preocuparse de lo que ocurre en Ciudad Juárez. Después de todo son sólo mujeres, obreras, jóvenes y pobres las que son asesinadas. Sin embargo, parece que es más lo que se oculta. Como si el o los asesinos fueran parte de ese pequeño grupo de poderosos que en el Norte determinan quién vive y cómo, y quién muere y cómo. El horror de las mujeres sacrificadas en Ciudad Juárez deja a cualquier película de asesinos seriales en la categoría de caricatura dominical. Nada, ni el clamor popular, ni los reportajes de la prensa local y nacional, ni las movilizaciones, ni las denuncias, han conmovido a los distintos gobiernos. Más que irresponsabilidad, su ineficacia sugiere complicidad (consulte usted sobre este asunto en la página web de “Comunicación e Información sobre la Mujeres. Cimac. www.cimacnoticias.com).

Pero en la sierra Tarahumara, los Rarámuris buscan otra puerta para salir del callejón de muerte y miseria. Y así se cruzan manos y miradas con los O’odham o Tepehuanos de Chihuahua y Durango, con los Tohono O’odham o Pápagos en Sonora. Su trabajo de resistencia es la reivindicación de su religiosidad, su comunidad y sus derechos por el bosque y el territorio.

Ricardo Robles SJ, acaso el que mejor conoce la realidad de la Sierra Tarahumara, cuenta cómo los Rarámuris, que trabajan con el corazón puesto en la comunidad, recientemente dieron un golpe fuerte a las simulaciones gubernamentales. Ellos lograron realizar una consulta (que pudo extenderse por las rancherías dispersas que salpican los cañones de la Sierra Tarahumara), cuyo resultado fue el rechazo a la contrarreforma Cevallos-Bartlett-Ortega. Porque los pueblos Rarámuri, Rarómari y Odani son botones de la feliz muestra de la lucha por la palabra. En mayo del año 2001, escribieron al Congreso de Chihuahua. “No estamos de acuerdo con lo que se aprobó… no se reconoce la autonomía de nuestros derechos a ser pueblos indígenas diferentes, mas no diferentes a ser ciudadanos mexicanos… pedimos que nos den un espacio para dar nuestra palabra, nuestro pensamiento… nosotros de por sí hemos vivido desde siempre sin respeto de nuestros derechos y cultura indígena.”

Los políticos, como era de esperarse, no escucharon. Los trataron con desprecio, racismo y prepotencia, es decir, con el modo de los políticos profesionales. Les dijeron que no había dinero para hacer una consulta con los pueblos. Los indígenas respondieron: la haremos nosotros. Y como los indígenas cumplen su palabra, a diferencia de los políticos, hicieron la consulta. Durante seis meses, sin más recursos que su digno corazón, recorrieron la Sierra Tarahumara y lograron la consulta más amplia y más confiable que se haya realizado jamás en esas tierras. Seis municipios, 64 comunidades y 4 mil 567 firmas o huellas digitales que decían “NO” a la ley Cevallos-Bartlett-Ortega. Cuando llevaron los resultados, en el congreso de Chihuahua les dijeron: “¡Ustedes no saben nada!”

Ciertamente se puede reflexionar sobre la incapacidad del Poder para escuchar, pero aquí se trata de señalar la capacidad de los pueblos indios para dialogar, para la palabra. Y por el camino de la palabra se encuentran a sí mismos, su historia, su cultura, sus dolores, sus esperanzas. Y también encuentran al otro…

Por ejemplo al Tepehuano en Durango y Zacatecas. Sí, en la Zacatecas del precandidato a la Presidencia de la República, Monreal, donde para las mujeres indígenas y no indígenas no hay más ruta que la prostitución, donde existe el mercado negro de dólares más grande de México, donde aumenta la tasa de suicidios, incluso entre los niños, donde proliferan las maquiladoras y la migración a Estados Unidos.

Y en Durango, los pueblos indios del norte de México encuentran la mano y la mirada de los Wixaritari. Los Huicholes se convierten así en un puente que une lo que la lógica perversa y cruel del capital separa: la resistencia indígena.

En lo que se llama la región Centro-Pacífico (pero que en realidad trabaja también con el norte, sur, golfo y sureste de México) se han generado varios encuentros de médicos, participan contra la bioprospección, contra la certificación de médicos, contra las consultas espurias del INI. Algunos de los pueblos luchan con amparos contra la reforma constitucional, otros en controversias, pero siempre acompañan esto con la construcción cotidiana de la autonomía, del autogobierno indígena.

Si algo tienen en común estos pueblos, además del color que son de la tierra, es que sus voces se reivindican como de las comunidades y le dan peso a comisariados, a autoridades tradicionales y a los comuneros y comuneras.

En Jalisco y Nayarit, los Wixaritari están empeñados en seguir ganando juicios contra los invasores, pero al mismo tiempo buscan fortalecer la orilla de su territorio, para que no los vuelvan a invadir. Resienten la intromisión de la luz eléctrica y de las carreteras, de la posible contaminación con maíz transgénico, e insisten en tener una educación con contenidos propios. Son varias las acciones concretas que están emprendiendo. Por un lado, las autoridades comunales y tradicionales (en la Huichola ambas palabras caminan de acuerdo) de San Sebastián y Santa Catarina (dos de las grandes comunidades agrario-religiosas huicholas) emprendieron durante 15 días, cada una por un lado, pero de acuerdo, una caminata alrededor de su comunidad, sobre la línea límite de su territorio, pasando por encima de tierras invadidas por caciques, narcotraficantes, lo que fuera, para ora sí que pintar su raya y afirmar que de ahí nadie los iba a sacar y en cambio, ellos sí sacarían a quien los estaba invadiendo. Para eso, fueron abriendo, con topiles, una brecha de tres metros de ancho en la que quedó marcado el límite real de su comunidad. Hicieron realeos en los terrenos ya recuperados y se llevaron a las vacas, toros, mulas y caballos a sus corrales para que los pasen a recoger los mestizos, previo pago de multas que les imponen.

Pero la “modernidad” también se subvierte. Grupos de indígenas, equipados con sistemas de posicionamiento global, rectificaron los trazos de la brecha de acuerdo con los planos. En el camino fueron recogiendo historias de amenazas, maltratos de los invasores hacia las familias que viven en la línea (y que tienen el encargo de vivir ahí para defender la orilla). En uno de los parajes detuvieron a dos huicholes de los que se supo habían sido los sicarios contratados por narcos para victimar, hace como seis meses a una familia huichola a la que le quemaron su casa y colgaron a dos de sus miembros. Entonces las autoridades de San Sebastián, con la fuerza de los topiles, aprehendieron y amarraron a los asesinos y decidieron que no los iban a entregar al Ministerio Público. Afirmaron que no los iban a matar pero los mantendrían encerrados y los juzgarían y les aplicarían castigos de trabajos para la comunidad.

Los narcos y caciques supieron que se habían llevado a dos gentes que los podían delatar y dieron el “pitazo” al Ejército y a la Judicial, que peinaron la región durante varios días, pero no hallaron a nadie y nadie les dio señas.

El acuerdo entre autoridad comunal y autoridad tradicional en la Huichola es también otro acuerdo: el que se da entre jóvenes y ancianos.

Los Wixaritari, como luego dice, no están solos. Junto con la Asociación Jalisciense de Apoyo a Grupos Indígenas (AJAGI) están echando a andar, con mucho éxito, varios almacenes comunitarios que compran al mayoreo los productos que necesitan las comunidades de afuera y los venden cooperativamente, mucho más baratos que las tiendas de la región. También iniciaron un programa muy innovador, en donde median- te talleres se concientiza a los jóvenes a cuidar que no haya incendios, que no se tale madera, que nadie saque recursos naturales, que no se deje basura y otras muchas acciones protectoras de la ecología.

¡Un momento! ¿O sea que los indígenas se organizan para evitar incendios, prohibir la tala de bosques y proteger los recursos naturales? ¡Pero si en la televisión dicen que son los indígenas los que están destruyendo nuestra ecología!

Pues sí, la televisión miente. Los pueblos indios no sólo defienden la tierra y la cuidan, también defienden y cuidan la solidaridad entre los seres humanos. En la sierra, lejos de los Teletones televisivos, se está construyendo en los hechos una red de personas de las comunidades que se comunican entre sí para echarse la mano en las emergencias, en trabajos de lectura de mapas, de apagado de incendios, y esto ha creado tal revuelo que ahora no pasa casi nada en la Huichola sin que se entere toda la comunidad, pese a la dispersión natural. Son ellos los que investigan qué ocurre y corren la voz. En fin, que avanzan y rápido en la creación de un sistema de seguridad civil comunitaria no sólo para delitos, sino para todo tipo de emergencias, totalmente autónoma, o sea sin “Plan DN-III”.

Hace unas semanas, en el fondo de una barranca en la Huichola, se reunieron casi 2 mil comuneros después de caminar hasta dos días. Mientras los kawiteros (oficiantes de las ceremonias) cantaban al modo wixaritari, la asamblea discutía y acordaba los caminos del buen gobierno… y de la solidaridad con otros hermanos. A esta reunión asistieron indígenas de Morelos, Michoacán, Colima, Nayarit, Jalisco y Durango, y en donde todos los comuneros de base huicholes que pudieron asistieron, empujando fuerte contra la famosa consulta del INI. El resultado fue un documento beligerante que salió al paso contra la consulta antes de que ocurriera y que disuadió a los mareados de no participar. En el documento, entre otras cuestiones, se insistió en hermanar silencios con los indígenas zapatistas del sureste mexicano. Días antes, en Bajíos del Tule, se tuvo un encuentro internacional de pueblos indígenas. Ahí estuvieron los Samis de Finlandia, Miskitos, Garifunas, Kunas, Amuzgos de Xochistlahuaca, Nahuas de Jalisco y Wixaritaris.

La Sierra Huichola. Un venado azul se asoma y la nube levanta el vuelo al cielo de los wixaritari, mientras un violín inicia una tonada: “Ya se mira el horizonte…”

Y en el horizonte aparece el cielo de Michoacán, el que ahora brinda cobijo y enseñanzas a la nube-piedra.

Michoacán es la tierra del llamado “Corunda Power” del Partido Acción Nacional, formado por la familia Calderón. Por un lado está el ex coordinador de los diputados panistas, Felipe Calderón Hinojosa. Felipillo, que sueña desde hace tres años con despachar en Bucareli, será enviado en breve a Banobras (el señor Calderón tiene acusaciones de malos manejos financieros en la fracción parlamentaria del PAN, así que tiene “experiencia” para dirigir un banco). Un puesto burocrático para quien nunca ha dejado de ser un burócrata.

Felipe Calderón, que sueña con emular a La Coyota Fernández de Cevallos, decidió no competir por la gubernatura de Michoacán frente a Cárdenas Batel, cuando supo que una parte de la estructura de Amigos de Fox en ese estado apoyaba al candidato perredista.

También del “Corunda Power” es la senadora María Luisa Calderón. La Calderona, como la conocen los zapatistas y los no zapatistas, famosa por su actitud despótica y su lenguaje de lenona, es una de las senadoras más incompetentes e ignorantes (lo que, en el caso del Senado, ya es decir bastante). La Calderona brilla también por su falta de inteligencia. Hace unos meses contrató a un tal Mario Maqueo, el cual se presentaba, ante los estúpidos del Senado y del gabinete foxista, como alguien que “buscaba romper la inercia de la carencia de diálogo entre el zapatismo y el gobierno”. El señor Maqueo vendía un cuento viejo: existían divergencias en el EZLN y había una posibilidad de que un ala del zapatismo quisiera reanudar el diálogo. ¡El sueño del gobierno y de los partidos políticos! ¡El EZLN dividido! Por supuesto que el cuento se vendió bien y caro, porque el gobierno gusta de comprar mentiras (claro, también de venderlas). Entre los absurdos que vendió el señor Maqueo estaba el que conocía al “Procurador de Derechos Humanos del EZLN” (¡¡!!), el cual despachaba en… ¡Comitán, Chiapas! De servir a esa muestra de delicadeza y finura que es La Calderona, el señor Maqueo pasó a las órdenes de otra persona fina y delicada (y con el mismo coeficiente intelectual): Santiago Creel.

También en Michoacán están: una de las secciones más combativas del sindicato del magisterio, la Sección 18; la Casa del Estudiante “Lenin”; los estudiantes de la Normal de Tiripetío, trabajadores del INEGI; el sindicato de empleados de la Universidad Michoacana; sociedad civil de Uruapan; vendedores ambulantes; El Barzón; la CNPA y más.

Hay, en muchos michoacanos, la sensación de que no hay cambio. El gobierno local ha venido haciendo alianzas con grupos empresariales y priístas. Y las acciones de gobierno son las mismas que con el PRI, incluso no cambian ni los discursos.

En el gobierno de Michoacán, frente al movimiento indígena, se lleva adelante la misma estrategia que en el gobierno federal: se ha dedicado a tratar de romper las organizaciones empujando a todos hacia posiciones de gobierno con el espejismo del apoyo del gobierno. Y algunos se han tragado el anzuelo. El que no es diputado tiene puestos de funcionario y se les inyectan recursos gubernamentales a mitad con las fundaciones internacionales. “El gobierno quiere diluir la resistencia”, dicen, “hay mucha cooptación”. Hace poco incluso quisieron cooptar a algunos líderes purhépechas vendiéndoles la idea de una universidad indígena.

Pero el gobierno de quien primero traicionó sus principios, luego traicionó la verdad y después a sus amigos, a quienes acusó de mentirosos (sólo le falta ordenar la represión para ser un “político” completo), no ha podido conformar una base propia en las comunidades ni de la Meseta ni de las orillas del Lago, y mucho menos entre los nahuas de la costa de Michoacán.

Ahí están por ejemplo, la Unión de Comuneros Emiliano Zapata (UCEZ). La UCEZ tiene un trabajo muy consistente, no tiene nexos con el gobierno y sigue en su camino de defensoría agraria entre los comuneros de Meseta y Lago, sobre todo entre los de las inmediaciones del lago de Pátzcuaro.

En los suelos de Michoacán, los campesinos e indígenas de la UCEZ son los combativos, los presentes, los agudos, los gritones, a quienes siempre quieren encarcelar. Están en resistencia, pues, en Pátzcuaro, Zirahuén (donde les han encarcelado comuneros) y en Caltzontzin.

Hay también un movimiento que intenta recuperar comunalidad y hasta autonomía en toda la Meseta Purhépecha, agrupando principalmente a los municipios de Paracho, Cherán Carapan, Charapan, Nahuatzen y Zacapu, aunque también se pega Caltzontzin. En donde se ha notado su visibilidad es en el movimiento por la defensa de la medicina tradicional.

En escaso un año se han sumado comunidades y organizaciones que en su discusión y en sus demandas incorporan cuestiones de naturaleza común: defensa de la madre tierra, protección de los territorios comunales, exigencia de reconocimiento constitucional de los derechos de los pueblos indios, rechazo contundente a la biopiratería, a la introducción de maíces transgénicos y a los políticas oficiales que prohíben el uso de plantas o reducen arbitrariamente el ejercicio de la medicina tradicional con el claro fin de favorecer a empresas transnacionales.

Es la gestación de un movimiento con múltiples caras, político pero apartidista, que se esparce por muchas geografías y que, sumado a otros movimientos, es expresión de una resistencia colectiva e individual, invisible todavía.

En este impulso han participado la Comunidad Purhépecha de Caltzontzin con su Centro de Desarrollo de la Medicina Indígena Tradicional de Caltzontzin y los Médicos Tradicionales de la Comunidad Purhépecha de Caltzontzin, la Comunidad Purhépecha de Cherán y su Grupo de Médicos Tradicionales Kurikua Ka Irekuarikua, la Unión de Comuneros Emiliano Zapata y la Organización Legado Purhépecha. También participan los comuneros de la comunidad purhépecha de Zopoco y un grupo de médicas tradicionales de las comunidades nahuas de la Costa de Michoacán. Entre sus planteamientos, que son los que más visibilidad les dan hacia fuera, está un pronunciamiento, la Declaración de Caltzontzin (junio del 2002), de la cual transcribimos algunas partes:

“Nos oponemos a todas las políticas de gobierno arriba enunciadas, a la prohibición decretada por el gobierno federal el 7 de diciembre de 1999 y a cualquier otra prohibición en el uso de nuestras plantas medicinales y en el ejercicio libre de la medicina tradicional por parte del pueblo de México. (…)

Los firmantes nos declaramos en justa y legítima rebeldía contra todas las prohibiciones existentes o que en el futuro se decreten en el uso de nuestras plantas medicinales y en el ejercicio libre de la medicina tradicional. (…) Denunciamos la ilegal negativa del Instituto Nacional de Migración para la internación a nuestro país de cinco delegados del Movimiento Indígena Tawantinsuyu del Perú con el fin de participar en este Segundo Encuentro, y preguntamos a la sociedad civil nacional e internacional si realmente existe una transición democrática en este país”.

A nivel de autogobierno de asamblea comunitaria, toda la Meseta está activa, pero están, salvo en esa reuniones mencionadas, muy para adentro.

Las comunidades que más despuntan son Cherán, Nurío, Angahuan, Caltzontzin y Santa Ana Zirosto -que ha estado peleando durante años por defender más de 5 mil hectáreas de la mejor tierra de la Meseta, siempre por la vía pacífica y legal, y pese a eso tienen más de 187 órdenes de aprehensión y nueve procesos contra el Consejo Comunal, que datan de los noventa.

También, sin que nadie lo note, vienen empujando los nahuas de la franja nahua de Michoacán, que abarca por la sierra y la costa de Guagua hasta Boca de Apiza, ya en la frontera con Colima, y que tiene en Cohuayana, Ostula, Aquila, Pómaro y Coíre sus principales enclaves. Tienen muchos problemas, pues están rodeados de narcos y están sentados sobre varios y extraños nuevos minerales, lo que los hace muy codiciados.

Se libra la nube del remolino que le enseñó una parte de la doble historia que camina en los pueblos indios: la del saqueo en el que son cómplices políticos y empresarios, nacionales y extranjeros, sordera y prepotencia, racismo y represión, pero también la de la palabra india que busca y se busca, la que habla y escucha, la que viene de lejos e insinúa el futuro, la de la resistencia y la rebeldía…

Desde las montañas del Sureste Mexicano
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

Otro calendario, el de la resistencia. Septiembre: Estado de México, la novena estela (La bonanza del rico se construye, con la complicidad de los políticos, sobre el despojo a los pobres)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

En veces volando y en veces rodando, en veces nube y en veces piedra, llegan la mano y la mirada al noveno mes del calendario: septiembre. Y, al llegar a septiembre se llega también al estado de México. Esta es la entidad más poblada de la República Mexicana (más de 13 millones en el año 2000), y con más contrastes en su sociedad: unos cuantos poderosos (cuyos nombres se confunden con los de los políticos) con una riqueza insultante; y unos muchos pobres con una miseria que daría pena si no es por la dignidad con la que resiste.

El estado de México tiene casi un millón de indígenas. Zapotecos, totonacas, otomís-Hñahñú, nahuas, mixtecos y mazahuas, entre otros, viven y resisten frente uno de los mayores despojos de la historia de este país.

La nube es sincera en su desconcierto: en estas tierras, basta caminar un poco para ver grandes centros comerciales y lujosas áreas de recreo; y, a unos metros, comunidades sin los mínimos servicios. Si alguien quiere un ejemplo de lo que el neoliberalismo proyecta para nuestro país, bastaría que se diera una vuelta por el estado de México. Aquí conviven una riqueza que asquea por su opulencia, una corrupción desenfrenada de la clase política (PAN, PRI y PRD -y los enanos- que no sólo compiten en las elecciones, también en cuál crimen es mejor organizado), una pobreza extrema, y una digna resistencia.

Nomás entrando a estos suelos, un volante tirado en cualquier calle señala y acusa:

“Estado de México: Nido de Políticos Delincuentes: José Antonio Ríos Granados, Tultitlán, PAN, robo por 90 millones de pesos; José Antonio Domínguez, Atizapán, PAN, asesinato y robo de 300 millones; Eulalio Esparza Nieto, Chalco, PRI, robo por 20 millones; Rigoberto Amado Quintanar, El Oro, PRI, despojo, abuso de autoridad y daño en propiedad ajena; Juan de la Cruz Ruiz, Temascalcingo, PRI, despojo; Rafael Pérez Martínez, Tequixquiac, PAN, despojo; Zeferino Reséndiz Segura, Tenancingo, PRI, abuso de autoridad y difamación; Fernando Covarrubias, Zavala, Cuautitlán Izcalli, PAN, nepotismo y robo; Edelemira Gutiérrez, Cuautitlán, PAN, peculado; Roberto Zepeda Guadarrama, Chapa de Mota, PAN, abuso de autoridad; Guillermo Espinoza González, Huixquilucan, PAN, fraude; Félix Ismael Germán Olivares, Tecámac, PAN, robo y desvío; Agustín Hernández Pastrana, Ecatepec, PAN, robo, desvío e irregularidades administrativas; Ignacio Anguiano Martínez, Coyotepec, PRI, robo, desvío; Miguel Bautista López, Nezahuacóyotl, PRD, robo, faltas administrativas; Julián Angulo Góngora, ex alcalde de Cuautitlán Izcalli, PAN, robo y cohecho por 20 millones; Sergio Gamiño, ex alcalde de Coacalco, PAN, robo y cohecho por 20 millones; Carlos Cornejo Torres, ex alcalde de Chimalhuacán, PRI, asesino. (Fuentes: Congreso del estado de México, Contraloría Interna y Contaduría General)”.

La nube, tal vez aún mareada por el viaje, hace un paso desordenado por los cielos mexiquenses:

Allá está San Salvador Atenco, donde el despojo, disfrazado de aeropuerto, fue frenado por una firmeza que sorprendió a políticos y empresarios. Pero el aeropuerto no iba solo, incluía carreteras. Los campesinos de Atenco han encontrado que la familia Salinas de Gortari estaba adquiriendo terrenos en las afueras del municipio, justo en el entronque de dos carreteras, para la construcción de un centro hotelero de cinco estrellas. El Consejo Popular Municipal de San Salvador Atenco está siendo hostigado por los partidos políticos para que le entren a las elecciones, como si no pesaran sobre los campesinos hasta 300 órdenes de aprehensión.

Eso que se ve allá es Ecatepec, que no es el gallinero del obispo golfista Cepeda, sino tierra de dignidad que resiste. Ahí el municipio pretende expropiar terrenos destinados a vivienda para la construcción de una carretera de seis carriles y de más de cien metros de ancho. Esta carretera irá de Ecatepec en dirección a San Salvador Atenco y era parte de la conexión del aeropuerto de la ciudad de México. Los intentos de desalojo siguen vigentes aun cuando el aeropuerto se haya cancelado.

Más allá está Nezahualcoyotl, donde jóvenes estudiantes, chavos banda, punks, y maestros de secundarias, preparatorias, normal y Cebetis ligan estudio, cultura y resistencia. Y miren el valle de Chalco, donde el Colectivo Independiente de Cultura Popular hace trabajo de concientización política con la gente del lugar.

Ahora lo que se ve es Atizapán. Ahí el gobierno panista mandó asesinar a la regidora María de los Angeles Tamez Pérez, el 5 de agosto de 2001. La regidora, de tan sólo 27 años, apoyaba la lucha de los comuneros de este municipio. Tal vez se podría avanzar en la investigación de su asesinato si se le busca por el lado de las inmobiliarias y las empresas Industrias Resistol y Constructora Frisa. Y es que en Atizapán los comuneros mantienen la defensa de mil 467 hectáreas de tierras, que legítimamente les pertenecen. Un grupo de altos funcionarios y empresarios (constructora Frisa) pretenden el despojo de esas tierras. En la zona de Lomas de San Andrés Atizapán, la ampliación de una avenida amenaza la vivienda de los vecinos. En el barrio norte de Atizapán hay problemas con el suministro de electricidad, ya que la distribuidora está en proceso de concesión a particulares, y lo mismo sucede en San Andrés. La constructora Frisa, empresa que está en litigio con los comuneros de San Andrés, quiere hacer un centro comercial y colonial residencial parecido a Santa Fe, que se conecte con Chilucan y Valle Escondido; la empresa ha formado un grupo paramilitar para enfrentar a los comuneros. Una parte de las tierras se encuentran en la franja de bosque de Atizapán y ahí Industrias Resistol pretende la utilización del bosque para su empresa, a lo que los comuneros se oponen e intentan hacer un centro comunitario y una cooperativa para (sin cambiar el uso del suelo y continuar como propiedad comunal) poder trabajar con sus familias las tierras. La cooperativa se llama Smallyl.

Hasta un campo de futbol es ambicionado por los poderosos. Pretenden convertirlo en jardín exclusivo de un fraccionamiento, dejando fuera a los habitantes de las colonias El Potrero, San Lorenzo, Lázaro Cárdenas, Jardines de Atizapán y San Andrés. En el fraccionamiento Hacienda del Pedregal los colonos fueron engañados por dos inmobiliarias (First City y Grupo Novo) que quieren cobrarles más de lo que estipulan sus contratos.

Aquí en Atizapán hay un grupo noble y combativo de jóvenes punks. Algunos están agrupados en la Red Informativa de Voces Autónomas Libertarias (RIVAL), tienen un boletín informativo y, junto con las tocadas musicales, realizan pláticas sobre lo que pasa en México y en el mundo, y circula un fanzine con el muy claro y sintomático nombre de Patria Amarga. Cuando alguien se refiere a Atizapán como Atizapunk está nombrando un esfuerzo ejemplar de resistencia cultural.

En Nicolás Romero, los comuneros ven que el comisariado ejidal está haciendo negocio con sus tierras y ya hay más de 20 casos de fraude, extorsión y despojo de sus predios mediante engaños; además, ha estado amenazando a los ejidatarios con golpearlos si dicen algo.,

A los colonos de Loma la Cruz y Clavo de Oro, cuarta sección de San Isidro, el municipio quiere quitarles su pozo de agua para entregarles agua entubada de la que viene del río Lerma. La razón de por qué quieren quitarles su pozo es porque quieren alimentar las fábricas que de manera irregular se han apostado dentro de la colonia. No es todo, se sabe que muchos de los habitantes de estas colonias tienen problemas de insuficiencia renal. La razón puede encontrarse en el río La Colmena, donde arrojan sus desperdicios las fábricas de cartón y plástico, que contamina los pozos a través del subsuelo.

En Cuautitlán Izcalli, en la colonia San Juan Atlamilca, la avaricia de los empresarios y autoridades arranca árboles para construir carreteras. Después de los árboles seguirán las viviendas. En la colonia Axotlan, el gobierno municipal está desecando una laguna para fraccionar inmediatamente después la zona; los habitantes, al darse cuenta de la situación, investigaron cuál era la causa del problema y descubrieron toda la intención del municipio de abrir zanjas para que por allí saliera el agua. Los vecinos comenzaron a tapar las zanjas con lo que tuvieron a la mano y de nuevo la laguna se llenó.

En Tlaneplantla, los colonos de San Andrés Atenco y Lomas de San Andrés mantienen la defensa de sus casas por la amenaza de ampliación de la avenida. Igual sucede con los colonos de la Pancho Villa, en donde además de la bronca de la avenida se están organizando contra los partidos que tienen cargos dentro del municipio, ya que le dan permisos a bares y cantinas cerca de las escuelas.

Ahora la nube ha visto algo. Eso que se ve es Huixquilucan. Ubicado al poniente de la ciudad de México, junto con Cuajimalpa y la delegación Alvaro Obregón, alojan a Santa Fe, la ciudad modelo del neoliberalismo. Sin embargo, a sus alrededores sólo hay pobreza, problemas de embotellamientos, crecimiento urbano irregular, la gente habita en barrancas con pésimos servicios de agua, drenaje y alcantarillado.

Huixquilucan, por ser colindante con esa copia mala del Houston norteamericano que es Santa Fe, ha sufrido dos procesos importantes; por un lado, una expansión y crecimiento de nuevas ciudades amuralladas exclusivas para los ricos de la ciudad de México: La Herradura, Interlomas y Bosque Real. Estas dos últimas ya cuentan con todos los servicios; carreteras perfectamente asfaltadas, drenaje, agua potable (que no provienen del sistema Cutzamala, sino de manantiales que hay en la zona), hospitales de primer mundo, escuelas de educación básica media y universidades “de gran prestigio”.

Sin embargo, los habitantes de Huixquilucan que viven en las llamadas zonas populares y rurales ven pasar presidentes municipales de todos los partidos sin que nadie haga nada por mejorar los servicios de carreteras, drenaje, alcantarillado, servicios de salud, escuelas etcétera. En todo Huixquilucan sólo hay una universidad tecnológica; se cuenta con los dedos de una sola mano el número de preparatorias.

Los presidentes municipales del PRI y del PAN aprovecharon muy bien las reformas al artículo 27 constitucional, pues desde inicios de los 90 se han aliado a las constructoras para presionar a los campesinos para que cambien su uso del suelo.

De alrededor de 25 pueblos de la zona rural que tiene Huixquilucan, sólo tres mantienen una tenencia comunal de la tierra. Dos de ellos, San Francisco Ayotusco y Santa Cruz Ayotusco, llevan más de cinco años en un juicio agrario por el reconocimiento de todo su territorio comunal. En este juicio sólo les han reconocido 120 hectáreas, cuando están en juego alrededor de 5 mil. Mientras, Santiago Yancuitlapan y oros pueblos de aquí luchan por defender el agua.

De la vanidosa Santa Fe vuela la nube hasta La Marquesa. Hay ahí una historia de la cual aprender. Una historia de dignidad que resiste, que no se deja.

Y, como siempre pasa en este tipo de acontecimientos, una historia donde las mujeres dan el ejemplo.

En el mes de octubre de 2002, los habitantes de La Marquesa se enteraron de que un grupo de empresarios nacionales y extranjeros, apoyados por el gobierno de Montiel y con la anuencia de las autoridades ejidales y comunales, tenían sus ojos puestos sobre estas tierras. El proyecto lo difundieron por todos sus medios dentro de los círculos del sector privado, pero ni una palabra a la población. La reacción no se hizo esperar: comuneros, ejidatarios y avecindados organizaron diversas reuniones para discutir el asunto y mostraron su rechazo absoluto a los que calificaron como una venta disfrazada de sus tierras y bosques. Según la información obtenida por la población sobre tierras ejidales de Acazulco, en la zona denominada La Marquesa, se pretende construir un parque temático. A los ejidatarios les pagarían una cantidad de dinero por rentar la tierra durante tres años. Con el lema “Todo México a La Marquesa”, el proyecto tiene como objetivo aprovechar el turismo urbano de la ciudad de México.

La Marquesa -con sus mil 580 hectáreas- fue declarado parque nacional en 1938 y quedó en manos de la comunidad otomí de Acazulco. A la fecha, el gobierno federal les ha expropiado diversas propiedades, entre las que se encuentran terrenos para la Comisión Federal de Electricidad, el gasoducto de Pemex, el Instituto de Investigaciones Nucleares, la ampliación de la vieja carretera México-Toluca, la autopista México-Toluca, entre otras. De dichas expropiaciones sólo se les ha indemnizado con un centro de venta de artesanía -que nunca pueden utilizar-, un par de columpios y una resbaladilla. Nunca les han pagado las expropiaciones sufridas. Ahora pretenden expropiarles las tierras en las que se encuentra el caserío de La Marquesa, en donde viven 380 familias. Tanto las autoridades federales como estatales pretenden que se regularice el uso del suelo para terminar con la propiedad ejidal y venderlas a 57 grandes empresas -que conforman un patronato y en donde no aparece la comunidad de Acazulco.

Entre las empresas que están en el jugoso negocio se encuentran las siguientes: Tribasa, Bayer, Televisa, Tv Azteca, Kaufman & Broth, Mercedes Benz, Bancomer, Volkswagen, Crisa, Club de Golf Los Encinos, Nissan, Fraccionamiento San Martín, Herberts, Sacsa, BMW, Bernardo Quintana, Hoteles Fiesta Americana, Clemente Serna, Coca Cola, Pepsicola, Cervecería Modelo, Hotel Holiday Inn, Cervecería Cuauhtémoc, Bimbo-Barcel, Nestlé.

En mayo-septiembre de 1999, a los habitantes de la zona el gobierno del estado y un grupo de particulares les ofrecieron una serie de cursos de hotelería y gastronomía. Los habitantes les preguntaron para qué eran dichos cursos, y las autoridades nunca contestaron. Actualmente los habitantes de La Marquesa están viendo cómo enfrentar la nueva expropiación (en la que pretenden pagarles $1.70 por metro cuadrado) de manera organizada y legal. Las autoridades del estado de México intentan presionar para sacarlos de la zona comercial de La Marquesa.

Vuelta piedra de nuevo, la nube se cuela a la iglesia de San Jerónimo, en el pueblo de Acazulco. Hay una asamblea y más de 300 indígenas otomíes discuten acalorados el asunto del proyecto turístico del que sólo sabían por rumores. Un grupo de jóvenes del ejido presentan el proyecto que se intenta imponer y dan información sobre los proyectos de inversión privada en la región que amenazan sus derechos sobre tierras y aguas. “Nos dijeron que iban a hacer un parque que iba a ser de beneficio para la comunidad. Que se iba a invertir un millón de dólares y que iban a rentar las tierras”, informa un joven acazulqueño que cuenta con estudios universitarios. Una señora replica: “¿De qué vamos a vivir si nos quieren quitar la tierra?” Mujeres mayores asienten con la cabeza y comentan entre sí en otomí. La indignación crece. Hace apenas un año les expropiaron 13.5 hectáreas del caserío de La Marquesa y como indemnización les quieren pagar 120 pesos. Hoy el comisariado ejidal dice que es posible vender pero con un poquito más de dinero por metro cuadrado, “lo que es una grosería”, dice Antonio, viejo ejidatario que ahora vende quesadillas a la orilla de la autopista México-Toluca, “la más cara de México”, añade. Uno de los ejidatarios, de nombre José, propone que comparezcan las autoridades ejidales y comunales para aclarar su posición. Sigue la palabra entre estos otomís: “La única solución es organizarnos. No podemos quedar pasivos. Tenemos que defender nuestra forma de vida, nuestra tierra, muestra cultura. Nos quieren engañar. Nos dicen que nos van a dar trabajo, pero como pueblos y comunidades indígenas nos quieren exterminar. Ellos lo ven como negocio, nosotros lo vemos como rescate de nuestros pueblos. La dignidad del pueblo no se compra con migajas”. Anochece y la gente espera, muy molesta, la llegada de las autoridades de la comunidad y el ejido. Al final de la reunión, ninguno de los representantes se aparece por miedo a la gente. Entre todos acuerdan convocar a una asamblea de ejidatarios para tomar una decisión junto con todo el pueblo.

Como agua que baja del cerro, la información sobre el proyecto turístico se riega por todo el pueblo; circulan fotocopias con la propuesta de inversión, pero los representantes ejidales y comunales niegan que sea verdad. Una semana después, ante la presión de los habitantes de Acazulco que demandan información, el comisariado de bienes ejidales decide convocar a los 370 ejidatarios para presentarles el proyecto del parque temático. La idea es dejar al resto del pueblo fuera de la decisión. Como las tierras son ejidales, la decisión legal corresponde a los ejidatarios, así que los representantes agrarios pretenden convencerlo del proyecto, que serán socios y les pagarán una buena suma si aceptan rentar la tierra.

La reunión es convocada en el auditorio ejidal, en plena Marquesa. Y hasta allá va la piedra. Además de los convocados, llegan decenas de avecindados de Acazulco, la mayor parte mujeres. El grupo que apoya a las autoridades niega el paso al lugar a todos los que no sean ejidatarios. Las mujeres y los jóvenes se indignan y comienzan el forcejeo por entrar. “No nos dejan pasar porque los ricos quieren pasar por encima de los pobres, quieren decir a espaldas de la gente pero la decisión es del pueblo. Aquí no mandan los ejidatarios sino todo el pueblo”, grita doña Cleotilde, de unos 60 años. La gente está muy enojada. En los últimos días, las autoridades de la Comisión Nacional del Agua vaciaron la laguna de Salazar (que formaría parte del proyecto turístico), sin avisar a ninguna autoridad del pueblo. Además, los mismos comisariados pasaron unas hojas entre los vendedores de quesadillas, una especie de encuesta en la que preguntan a la gente en qué le gustaría trabajar. Las mujeres patean la puerta de cristal: “Queremos enterarnos, déjennos pasar, queremos saber del proyecto que se traen. Quieren hacer su reunión a escondidas. La tierra es de todo el pueblo”, gritan molestas.

Isabel Marcial Cesáreo les responde que él no sabe de lo que están hablando, “es una falsa alarma”, alcanza a decir antes de ser acallado por las indignadas mujeres que le reviran: “Pase lo que pase vamos a defendernos”. A la fuerza se mete un grupo de señoras. Están bravas, ya nadie intenta desalojarlas: “Queremos información, que digan la verdad. Somos campesinos y defendemos nuestros derechos, ya estuvo suave de engaños. A veces nos quedamos calladas y tenemos miedo, pero ya no queremos eso. Tenemos derecho a entrar”. Ante la presión y en medio de gritos, los ejidatarios deciden permitir el paso de todos. Después que entran se da una discusión confusa, todos hablan, hay reclamos de las mujeres y los jóvenes. El comisariado Guadalupe Espinoza Salinas informa que la Comisión Nacional del Agua vació la presa para realizar trabajos de rehabilitación de la cortina. Después dice que todo lo del proyecto turístico “es puro rumor, que si alguien tiene información que lo diga, porque es falso todo lo que se dice”. Se arma la gritadera y el debate. “¿Quién ordenó vaciar la presa? Eso es criminal”, se alcanza a oír. En ese momento llegan los representantes de la Confederación Agraria del estado de México, ligados al gobierno local, quienes son los promotores del proyecto de inversión. Cuando los presentan para explicar el asunto, la gente los corre porque no quiere ni oírlos. “No queremos nada de ustedes, no venderemos la tierra, ni la rentaremos ni nada”, les gritan las mujeres. Un joven de La Marquesa que estudia en la UNAM interviene. Aclara que lo único que quiere la gente es información, porque siempre los quieren despojar de sus tierras. “Por nuestra tierra pasa la autopista más cara de México y no podemos usarla libremente.” Aclara que “hay muchas empresas que quieren invertir en la zona; para convencer a la gente le dicen que van a ser socios, pero luego quién los puede sacar cuando no cumplan”. El comisariado, en un tono más conciliador, insiste: “Tenemos que defender la tierra, nosotros vimos el proyecto y nos parece bien, queremos que lo vean”.

La respuesta no se hace esperar, al unísono, mujeres y hombres lo callan con un solo grito: “La tierra no se vende ni se renta, que les quede claro”.

En medio de las asamblea toma la palabra Javier Peña y se presenta como dirigente de la Alianza de Pueblos Indígenas de la Sierra Oriente del estado de México y miembro de la ANIPA, quien se queja de que quieren vender las tierras del ejido. Habla de cómo se han vendido en forma ilegal algunas partes del ejido como la gasolinera, una cabaña y un tramo del bosque.

El comisariado revira: “Sabemos que Peña y su gente azuzan a la gente con lo del Plan Puebla Panamá, pero lo que quieren es ser diputados o regidores y conseguir viajes al extranjero”. Otros integrantes del comisariado y algunas mujeres le recuerdan que no tiene autoridad moral para denunciar nada, ya que él había defraudado a un valle con 20 mil pesos y que incluso lo habían metido preso por esa razón. El ex comisariado recordó que cuando Javier Peña estuvo en ese cargo ejidal hace seis años se ejecutó la expropiación del casco urbano de La Marquesa y que no hizo nada para impedirlo ni metió ningún recurso legal. Es más, se dice que quiso negociar el pago de 5 millones de pesos como indemnización, cuando a la gente le decía que pedían 2 millones. “Y ahora dice que defiende al ejido. Eso es defraudar a la gente.” El hermano de Javier Peña justifica a su familiar: “Todos cometemos errores”, dice. En su relato, recuerda que un grupo encabezado por Javier Peña fue a los Pinos, “nos reunimos con Xóchitl Gálvez, que es amiga de Javier (Peña), nos dijo que Fox no aceptó lo de Atenco porque no va a pasar por encima de la gente”. Se escuchan voces denunciando que Peña con ello busca “negociar a espaldas del pueblo”. Alguno más le dijo que lo que buscaba era una candidatura a diputado por un partido. Javier Peña intentó defenderse pero todo fue inútil. La gente no lo escuchó, a pesar de presentarse como dirigente de la Alianza de Pueblos-ANIPA.

La asamblea continuó y al final votó rechazar el proyecto y no permitir que se apoderen de sus tierras y bosques. Las autoridades amagaron con renunciar, pues habían sido derrotados.

La gente les tomó la palabra, pero lo importante no era eso, sino echar para atrás cualquier intento de vender la tierra y lo había logrado. Por esa razón, la principal vergüenza de las autoridades fue rendir cuentas ante el pueblo y ser evidenciados por todos, el principal castigo fue ése, y los dejaron continuar con la advertencia de que estaba claro que no podían firmar ningún papel ni hacer negocios con nadie si no lo aprobaba el pueblo. “Entre todos tenemos que defender la tierra, para qué nos peleamos entre nosotros. El día que perdamos el ejido ya no tendremos con quién pelearnos. Por eso todo el pueblo tiene que rechazar el proyecto turístico de los extranjeros”, dice el joven otomí que estudia en la UNAM.

Al final, la asamblea se disuelve y la gente se va a ver la prensa para comprobar si es cierto, como dicen que ya la están volviendo a llenar. Al mirar el espejo de agua que va creciendo y subiendo de nivel, todos voltean a verse entre sí y orgullosos sonríen, ciertos de que esta vez los hombres y mujeres de Acazulco se opusieron a los planes empresariales de quienes codician su tierra para convertirla en un negocio.

También sonriendo la piedra vuelve a ser nube y se va recordando lo que dijo una señora de más de 60 años, orgullosa de decirlo en otomí: “en las tierras de nuestros ancestros que la defendieron con su sangre, tenemos que saber guardar la tierra que nos heredaron. Por eso no vamos a vender nada ni nos vamos a dejar”.

En los días posteriores del calendario: Montiel hace público su apoyo al proyecto de reordenamiento de La Marquesa y que actuará contra quienes no estén de acuerdo. Javier Peña se presenta en cuanto lugar puede para decir que “defendió” La Marquesa y es candidato suplente por el PT para el cuarto distrito. Los comisarios ejidales tratan, junto con la CNC y el gobierno del estado (directamente con Montiel), de imponer nuevamente su proyecto.

Vuela la nueve hasta Atlapulco. Para los pueblos limítrofes con el valle de Anáhuac como Atlapulco, en la parte más alta del valle de Toluca y del valle de México, su calidad de tributarios de ciudades como Huixquilucan, Lerma y el Distrito Federal, los tiene levantados en resistencia pacífica desde hace varios años, pues sus bosques son los que recargan de oxígeno a las urbes, mientras la falta de agua seca sus tierras para irse a las grandes industrias y lujosos centros vacacionales.

Atlapulco tiene una historia digna de recuperarse. Hasta hace unos años era una de tantas poblaciones que había perdido los rastros de su pasado indígena, que no conocía que su posición geográfica lo vinculaba con Chalma y Malinalco antes de la Conquista. Pero resultó que, haciendo unas excavaciones, se hallaron primero un glifo ñahñú y después los restos de un templo teotihuacano, lo que de inmediato despertó entre sus habitantes la inquietud por recuperar su historia y reivindicar su origen. San Pedro Atlapulco está a medio camino entre Toluca y el DF, enclavado en pleno bosque de oyameles y en su territorios se halla el famoso Valle del Silencio. Su posición geográfica y estratégica era inmejorable. Le llamaban con justa razón el gran mirador por situarse en el vértice más alto del valle de México y del valle de Toluca. Hoy, como muchos otros enclaves indígenas en el estado de México, Atlapulco, perteneciente al municipio de Ocoyoacac, emprende una resistencia en defensa de su territorio, su historia y su cultura a orillas de la ciudad más grande del mundo.

Así hablan Mario Flores Juárez, presidente del comisariado de bienes comunales de San Pedro Atlapulco, y Juan Dionicio:

“Somos una comunidad que está a 45 minutos de la ciudad (de México) si te vienes por la libre, pero a una media hora, si viajas por la de cuota. Estamos cerca de otra gran ciudad, Toluca, cuyo cinturón urbano, incipiente, se acerca, como también lo hace el municipio de Lerma, un área industrial que viene en crecimiento acelerado. El 14 de agosto de 1946 el gobierno federal le reconoció y tituló a nuestra comunidad 7 mil 110 hectáreas, 3 mil 800 de las cuales son de bosque comunal. La otra parte son de asentamiento o parcelas. Nuestra comunidad fue titulada de manera conjunta con otros dos núcleos agrarios: San Miguel Almaya y Santa María Coaxusco, en el municipio de Capuluac. Por ser comunidad somos un freno real al crecimiento de la mancha urbana, pero también aportamos servicios ambientales a Lerma, a Toluca, a Huixquilucan y al Distrito Federal, por el bosque que poseemos. Por eso es vital que defendamos nuestro territorio. Eso nos orilla a difundir nuestra situación y que la opinión pública considere la importancia que tiene nuestra comunidad. Defender el bosque es una medida tomada por la asamblea. Son bosques invaluables de oyamel que surten o mantienen la recarga de acuíferos. En estos bosques existen manantiales que surten al municipio de Huixquilucan, al municipio de Lerma, e incluso al DF.

Como comunidad nos preocupamos en mantener proyectos de vigilancia en tiempos de estiaje, entre febrero y mayo, cuando los incendios están a la orden del día. Tenemos programas comunitarios de brigadas contra incendios. Los comuneros, en brigadas de prevención, hacen brechas contra el fuego. Es un trabajo común que no es ni reconocido ni remunerado. Los planteamientos culturales son la base para la conservación, porque mediante el trabajo comunal se implementan trabajos. En cambio, una vez dándose el proceso de urbanización, se desarraiga el tipo de organización que permite entender los bosques, la tierra, el territorio, y los otros elementos que permiten entender la comunidad.

Para nuestra comunidad el bosque, y todo lo que en él nace, es sagrado. La milenaria relación de nuestro pueblo con sus montes y con sus aguas ha permitido la persistencia de nuestra cultura y la conservación de la ecología y gran parte de nuestras actividades religiosas y creencias se encuentran ligadas al bosque, por lo tanto la destrucción de nuestros territorios implica la destrucción de nuestra cultura».

De Atlapulco, la nube vuela a San Pedro Tlanixco, municipio de Tenango del Valle. También su problema principal es el agua, pues el gobierno del estado concesionó a los floricultores de Villa Guerrero el río de Tlanixco. Los ejidatarios no se quieren dejar. El comisariado de San Pedro declara: “No nos vamos a dejar despojar del agua de nuestra comunidad. El gobierno concesionó todo un río a los floricultores de Villa Guerrero, pero esa agua es nuestra. Estamos a punto de que no nos exterminen”.

Mas allá, en Xalatlaco la comunidad defiende sus tierras, bosques y agua, frente a la avaricia de la Mercedes Benz.

Esta es la historia que se repite en las comunidades indígenas del estado de México. Es la misma historia de despojos, engaños, corrupción, represión. Pero la resistencia ya empieza también a ser historia común para todos estos pueblos. “Para todos” se repite la nube y, así como al entrar a estos suelos encontró un volante, al abandonar sus cielos un aire agita otro volante. En él se lee:

“Para todos todo.

Caciques y políticos de los tres partidos políticos (PRI, PAN Y PRD) nos quieren despojar de nuestras tierras. Para nosotros y el futuro de nuestros hijos la defensa de la propiedad comunal es importante porque:

1. Si conservamos nuestras tierras de ella podremos seguir comiendo.

2. Con la tierra comunal nuestros hijos y nuestros nietos tendrán vivienda.

3. Si permitimos la pequeña propiedad, el municipio nos cobrará el impuesto predial y el consumo de agua haciéndonos más pobres y expulsando a quienes no paguen. Por si no lo sabías el impuesto predial en Huixquilucan es el más alto de América Latina.

4. Ya sabemos que del municipio nunca hemos recibido nada, ya que se lo entregan a los grandes inversionistas. Las avenidas, las calles y el entubamiento del agua son producto del trabajo de nuestra comunidad. El impuesto predial sería un botín más para los políticos que se enriquecen con nuestro trabajo diario.

5. La expansión urbana de multimillonarios (Bosque Real) se acerca a nuestras tierras. ¿Qué han ganado los pueblos que han vendido su tierra? ¿Viven en mejores condiciones? ¿Tienen más escuelas, hospitales, centros culturales? Por el contrario, estos proyectos nos quitan nuestra tierra, talan bosques, derrochan cantidades inmensas de agua y nos condenan a la miseria. Ni siquiera tenemos un centro de salud y nuestras pocas escuelas se encuentran en muy mal estado. Los políticos de todos los partidos políticos gobiernan para los ricos y contra nosotros ¡YA BASTA! Ya no creamos en los políticos, sino en lo que nosotros podemos hacer. ¡Defendamos nuestras tierras y nuestra comunidad!”

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

 

 

Otro calendario, el de la resistencia. Octubre: Guerrero, la décima estela
(los  presos y desaparecidos políticos: la memoria rebelde)

EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

Hay algo de dolor y de coraje cuando la mano y la mirada llegan a octubre y a Guerrero. Pero no hay rencor estéril ni derrota resignada en la mano cuando se hace nube, ni en la mirada cuando se hace piedra. Porque este es el estado de Guerrero, nombre e historia que sintetizan muchos dolores y corajes, pero también muchas memorias y no pocas rebeldías.

Guerrero. Más de 3 millones de habitantes y más de medio millón de indígenas amuzgos, mixtecos, nahuas, tlapanecos.

Vuela la nube azul. Eso que se ve allá al oriente, cerca de Puebla y Oaxaca, es la Montaña. Tiene su parte alta y su parte baja. La mayoría de los pobladores son tlapanecos, nahuas y mixtecos. A su solicitud de alimento, proyectos productivos y de salud, infraestructura para desarrollarse, el gobierno de Fox respondió con… ¡maquiladoras! Sí, como en todo el campo mexicano que está siendo destruido por las políticas neoliberales, en la Montaña de Guerrero abundan la mano de obra barata y las tierras. Ambas son un botín para empresarios y gobernantes. Y como en muchas partes del campo mexicano, el principal producto de esta zona lo constituyen los migrantes. De las zonas cañera y ejotera de Cuautla, hasta la ciudad de Nueva York, pasando por los campos de cultivo del noroeste de México, los campesinos guerrerenses emigran en busca del sostén para su familia. Cuando menos 30 mil migrantes dejan sus campos y casa en cada ciclo agrícola.

Pero las maquiladoras del plan foxista Marcha Hacia el Sur (nombre de innegable sentido de conquista) no van solas. El ejército federal y la policía las acompañan. Sí, con las maquiladoras llegaron más cuarteles del ejército y de la policía, los retenes, los abusos, la represión. Y con los soldados llegaron la prostitución, el alcoholismo, el tráfico de drogas. A los campesinos les expropian las tierras para construir cuarteles y pistas militares. Y en forma paralela crecen los conflictos entre comunidades. “Lo que une la historia, que lo divida el capital”, parece ser el lema de los gobernantes neoliberales.

El Centro de Derechos Humanos Tlachinollan denuncia que hay un verdadero aseguramiento militar en Guerrero, “como una manera de contener el movimiento social”. “En este contexto, existen muchos conflictos comunitarios, se ha acrecentado la militarización en la zona, pensamos que para resguardar los espacios de la maquila o para crear las condiciones que aseguren las inversiones de capitales maquiladores”.

En Tlapa, según afirma el Centro de Derechos Humanos Tlachinollan, “un punto que nos sigue preocupando es precisamente esta tendencia a militarizar esta región indígena. Como que las salidas del diálogo, de la concertación social, del desarrollo comunitario, están supeditadas a una estrategia militar. (Se está) justificando la militarización como una manera de garantizar la estabilidad en las regiones sin atacar las causas de la pobreza extrema, de la miseria, de la migración masiva (…)”

Y remata:

“El hecho de que no fuera aprobada la iniciativa de ley en materia de derechos y cultura indígenas dejó muy claro para las organizaciones indígenas de Guerrero que es un trabajo bien planeado en el sentido de tener una ley indígena muy acorde a las necesidades del capital trasnacional. Las comunidades no van a ser capaces de poder decidir al interior de sus propios territorios y sobre todo de poder diseñar planes que tengan que ver más con el etnodesarrollo y donde sean las comunidades las que decidan.”

Y la tajada de la destrucción del campo es tan jugosa que el gobernador de Guerrero, René Juárez (alias “el negro consentido de Zedillo”), está buscando acuerdos comerciales y de inversiones al margen de la Federación, sobre todo en el ámbito minero, con Canadá y Japón. Y es que se sabe que en la Montaña de Guerrero hay muchos minerales nuevos que serán útiles para la tecnología futura. “En Guerrero existen cuatro zonas de minerales metálicos ricas en oro, plata, cobre, plomo, hierro, zinc, mercurio, antimonio y tungsteno, de las que sólo se encuentran en explotación Taxco y Mezcala. Existen también tres regiones con potencial no metálico en barito, fluorespato, grafito, cuarzo, calcita, dolomita, puzol, toba, mármol, yeso, amatista, caliza, granito y titanio, así como cobalto, níquel, cromo, potasio y sal. Estas riquezas se extienden sobre 38 por ciento del territorio guerrerense. Hoy los gobiernos federal y estatal, y diversas compañías trasnacionales, consideran a Guerrero una de las entidades con mayor potencial para el desarrollo minero en México. En foros y publicaciones, el gobierno estatal anuncia con bombo que planea hacer de Guerrero una potencia minera nacional, cuyos ingresos superen a los de la tradicional actividad turística. Actualmente, al menos 11 empresas mineras de capital japonés, estadunidenses y canadiense realizan en Guerrero actividades exploratorias.” (Rolando Espinosa y Verónica Villa en Ojarasca, 2002.)

De Guerrero es el señor Florencio Salazar, ex encargado del Plan Puebla-Panamá, y que, para que no hubiera duda de lo que está detrás de ese plan, pasó a la Secretaría de Gobernación en la llamada “Area de Atención a Protestas y Movimientos Sociales” (es decir “área de cooptación y represión de los movimientos sociales”).

Pero hay quien no se deja cooptar y resiste a la represión.

Una comunidad situada al pie de la Montaña es Xochistlahuaca. Este municipio es también llamado Suljaá, que en lengua ñomndaa (amuzga) significa un lugar llano con flores. En él habitan fundamentalmente miembros del pueblo amuzgo, junto a comunidades mixtecas y nahuas. Su historia de resistencia no es nueva; se resistieron al conquistador azteca, al invasor español, al liberal criollo, al cacique indígena o mestizo. Como no se rendían, los trataron de exterminar… y fracasaron. Según cifras oficiales, aquí las dos terceras partes de la población es analfabeta, casi ciento por ciento no tiene servicios de salud, la mitad no tiene ingresos, 80 por ciento de las viviendas no tienen drenaje y la mitad carece de luz eléctrica.

“Harto de imposiciones, cacicazgos y miseria, el pasado 20 de noviembre de 2002 el pueblo de Suljaá resolvió elegir a sus propias autoridades municipales, de acuerdo con el derecho consuetudinario amuzgo, por su cuenta y a contrapelo de los caciques, los partidos políticos y la ley electoral vigente en el estado.

“De este modo más de 70 calandyo (principales), ancianos y ejidatarios, propusieron a la asamblea general comunitaria el nombramiento de siete nanman’iaan (literalmente, ‘los que están sucios porque trabajan’) o autoridades tradicionales. A partir de ese día las autoridades electas tomaron el difícil encargo de gobernar bajo el principio de ‘servir obedeciendo al mandato del pueblo y no servirse de él’, y ocuparon la wats’iaan ndaatyuaa Suljaa’ (casa de trabajo del municipio de Suljaa’), antes palacio municipal de Xochistlahuaca y sede del ayuntamiento y de todas las estructuras de gobierno impuestas desde hace siglos y reforzadas por la ‘democracia’ electoral en vigor.” “Los nanncue ñomndaa retoman su propio camino”. Carlos González García. Ojarasca.)

La lucha de los indígenas de Suljaá mantiene una distancia del poder, no exige ni reconocimiento ni subsidios, sino respeto, y se mantiene al margen de la política tradicional y sus formas electorales. Así dicen sus palabras:

“Hoy retomamos nuestro propio camino, recorriendo el camino nuestro sabemos hacia dónde vamos, el camino de abajo, el que hemos aprendido, el que nos enseñaron, el que por siglos recorrieron los abuelos de nuestros abuelos, el que no se hace de mentiras sino el que se construye a pasos verdaderos, entre todos y todas, unidos, como el día en que nacimos de esta tierra.

“(…) la conformación de un gobierno autónomo en el importante municipio de Suljaá (Xochistlahuaca), corazón de la cultura del pueblo nancue ñomndaa, después de más de 500 años de dominación externa, abre la posibilidad de la reconstitución de las comunidades y pueblos indígenas de la región, en particular posibilita la reorganización del pueblo nanncue ñomndaa, otorgando a nuestras poblaciones una vía para su desarrollo propio y para la resolución de sus necesidades políticas, económicas, sociales y culturales, después de años de miseria y marginación.”

Sigue la nube por la Montaña de Guerrero. Allá se ven unos policías. La nube se esconde y mira atenta. Llega esta policía a una comunidad. Pero, lejos de esconderse o desconfiar, la gente sale con camaritas fotográficas y les pide a esos policías tomarse una foto con ellos. La nube, extrañada, pregunta. “Son los comunitarios”, es la respuesta. Es desde octubre de 1995 que “los comunitarios”, como cariñosamente les llama la gente, son responsables de la seguridad pública en comunidades de las regiones Costa y Montaña de Guerrero. Fueron principalmente las comunidades yopes (o tlapanecas) pero también mixtecas, sin financiamiento gubernamental o externo, y con la fuerza moral de reducir dramáticamente la delincuencia de esta zona violenta, las que impulsaron la policía comuntaria. Obviamente el gobierno de Guerrero no los quiere ni tantito, y el ejército mexicano ha exigido en varias ocasiones que los comunitarios entreguen las armas, se asimilen a las policías municipales y estatales, amenazando con ejecutar las órdenes de aprehensión en su contra.

En la Declaración por seis años de lucha contra la delincuencia y por el derecho de los pueblos indígenas a la justicia se explica la razón de ser de la policía comunitaria: “La falta de respuesta eficaz, comprometida y responsable de nuestras autoridades oficiales nos obligó a los pueblos indígenas de la región a hacer uso de nuestros derechos fundamentales consagrados en las leyes de nuestro país, retomando nuestras propias formas de darnos la justicia de nuestros pueblos (…) Nuestra propia tragedia y la desatención del gobierno es lo que nos ha constituido y nos ha enseñado”.

Se va la nube y llega a la zona donde trabaja la Organización de Campesinos Ecologistas de la Sierra de Petatlán y Coyuca de Catalán (OCESP), nacida con el objetivo de preservar el medio ambiente. Y para el gobierno no hay nada tan subversivo como detener la tala de árboles.

El 2 de mayo de 1999 se les declaró formal prisión a Teodoro Cabrera y Rodolfo Montiel (Premio Goldman Ambiental), quienes fueron detenidos y torturados por el ejército, procesados y condenados por la justicia mexicana, y declarados presos de conciencia por Amnistía Internacional. Su delito: oponerse organizadamente a la destrucción de los bosques.

¡Un momento! ¿Presos de conciencia? ¿Quiere decir “presos políticos”? Pero, ¿y el gobierno del cambio?

Para obtener la respuesta, la nube debe hacerse piedra y buscar a Mamá Piedra y a las Doñas del Comité Eureka.

Pero, ¿quiénes son estas guardianes de la memoria rebelde?

Ayer, cuando vivíamos bajo la dictadura priísta, en especial en los sexenios de los nefastos Luis Echeverría Alvarez y José López Portillo, se utilizó la política exterior como tapadera de una política de terror interna. Se reconocía la lucha de Salvador Allende, en Chile, para esconder la guerra sucia que se estaba librando en México; se declaraba al Frente Farabundo Martí de Liberación Nacional, de El Salvador, como fuerza beligerante para que nadie preguntara sobre los detenidos desaparecidos de México. Estos son solamente algunos ejemplos de esa política. En esa época las Doñas del Comité Eureka, familiares de los desaparecidos, tuvieron que sufrir la incomprensión y muchas veces la ausencia de solidaridad de la izquierda latinoamericana, porque los representantes de esa izquierda eran recibidos en Los Pinos o en la Secretaría de Gobernación y se les otorgaba apoyos nada despreciables, mientras sus compañeros mexicanos se encontraban en las mazmorras del Campo Militar Número Uno. Desde luego, poco les importaba la suerte de los mexicanos que se habían levantado en armas, algunos bajo el influjo de su mismo ejemplo.

Hoy, cuando vivimos bajo el gobierno en el que “todo cambia para que todo siga igual”, los vientos de la globalización le obligan a promover otro tipo de política. Ahora lo fundamental no es tanto la estabilidad interna, sino insertarse como socio menor y subordinado a lo que se conoce como globalización, que no es otra cosa que una nueva distribución del mundo por los centros de poder financiero-militar, una guerra contra la humanidad.

Pero como muchos de los principales socios mayores de México han planteado “cláusulas democráticas” para firmar acuerdos comerciales, entonces es indispensable utilizar la bandera de los derechos humanos para tenerlos tranquilos. Pero todo esto no significa más que ponerse a tono con lo que hoy es la política hegemónica del superpoder norteamericano, el cual lleva a cabo invasiones, masacres y restricciones civiles solamente comparables a las que se dieron bajo el nazismo. Y todo esto realizado, en el colmo del cinismo, bajo el manto de los derechos humanos. Y ahí está de ejemplo la futura guerra contra Irak.

Igualmente en México se siguen violando las garantías individuales (simplemente hay que ver lo que sucedió en Morelos hace algunos meses con los ecologistas que pacíficamente se oponían a la destrucción de nuestro acervo cultural): se siguen cometiendo asesinatos cuyas víctimas son líderes sociales, siguen las cárceles llenas de presos políticos (tal es el caso de nuestros compañeros zapatistas en Querétaro, Tabasco y Chiapas, o los hermanos Cerezo, o los presos del ERPI o del EPR), y sigue sin resolverse el caso de los detenidos-desaparecidos; más aún, hay nuevos detenidos desaparecidos políticos producto de este gobierno.

El gran cambio es que ahora no se plantea una política internacional que sirva como coartada para estas prácticas, la cuestión ya no es ser tercermundista, ahora solamente hay que estar atentos a lo que diga la voz del amo, creando la apariencia de que se protegen los derechos humanos, independientemente de que todo esto se hace pisoteando la ley.

La liberación del general Francisco Gallardo no se hizo reconociendo su inocencia sino retorciendo la ley con tal de satisfacer a los organismos internacionales y no molestar a la jerarquía del ejército. Se liberó a Ericka Zamora porque era insostenible su encarcelamiento, pero si ella es inocente (que lo es), ¿cuál fue la responsabilidad del ejército que atacó y masacró a mansalva a los campesinos que estaban reunidos en El Charco, en Guerrero? Se libera a los campesinos ecologistas de la sierra (Montiel y Cabrera), pero no se reconoce su inocencia, incluso en una sentencia posterior se confirma su culpabilidad y si se les mantiene en libertad es por la presión internacional; más aún, los caciques talamontes y su jefe y protector, Rubén Figueroa, siguen sin ser siquiera citados para declarar (muy posiblemente lo sean cuando ya haya finiquitado la posibilidad de ser enjuiciados).

En especial es indispensable destacar el significado de la lucha del Comité Eureka por la presentación con vida de todos los detenidos-desaparecidos (538 documentados por las Doñas, de los cuales 214 casos son de Guerrero, y de éstos, 172 se realizaron en 1974). En diciembre de 2001, por fin, el Senado decidió ratificar la Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas, adoptada en la ciudad de Belem, Brasil, el 9 de junio de 1994. Parecería que con esto se estaba dando un paso fundamental hacia la solución de este terrible problema, pero al mismo tiempo formuló una reserva y una declaración interpretativa. Al hacer esto se está violando el contenido fundamental de la convención y, sobre todo, se comete una nueva burla contra las víctimas (y sus familiares) de esa terrible práctica de la desaparición forzada, caracterizada por la resolución 47/133 de la Asamblea General de las Naciones Unidas como un crimen de lesa humanidad.

La reserva del Senado de la República de los Estados Unidos Mexicanos se refiere al reconocimiento del fuero de guerra de los militares que cometieron el delito de la detención-desaparición, con lo cual se les garantiza que no serán juzgados por tribunales civiles.

Y, por otro lado, en la declaración interpretativa se plantea que las disposiciones de dicha convención se aplicarán a los hechos que se ordenen, ejecuten o cometan con posterioridad a la entrada en vigor de lo aprobado por el Senado. Es decir, impunidad para el pasado.

Con estos dos puntos se viola el artículo IX de la convención, en el cual se plantea lo siguiente: “El delito de desaparición forzada de personas sólo podrá ser juzgado por las jurisdicciones de derecho común competentes de cada Estado, con exclusión de toda jurisdicción especial, en particular militar. Los hechos constitutivos de la desaparición forzada no podrán considerarse como cometidos en el ejercicio de las funciones militares”. Y el artículo III: “Dicho delito será considerado como continuado o permanente mientras no se establezca el destino o paradero de la víctima”.

Lo cual nos permite concluir que se está violando el artículo XIX de la misma, que a la letra dice: “Los Estados podrán formular reservas a la presente convención en el momento de firmarla, ratificarla o adherirse a ella, siempre que no sean incompatibles con el objeto y propósito de la convención”.

Con la reserva y con la declaración interpretativa, el Estado mexicano está garantizando la total impunidad para los que cometieron y ordenaron la desaparición de cientos de mexicanos.

Por todo eso el Comité Eureka tiene totalmente la razón, ya que pone el dedo en la llaga al señalar que no sirve para nada una fiscalía especial, que supuestamente va a investigar las desapariciones, si desde antes de que presentara su plan de trabajo, desde antes que les pidiera muestras de sangre a las madres de los desaparecidos de Sinaloa, desde antes que abriera pomposamente sus oficinas en Guerrero, ya no tenía materia de trabajo.

¿O será que realmente de lo que se trataba era de crear una parafernalia que sirviera para tener algo que responder, cuando en sus constantes giras por el mundo el señor Fox es cuestionado sobre la violación de los derechos humanos en México?

Cuando en Argentina se decidió llevar a cabo la investigación sobre la guerra sucia, se nombró una comisión especial, encabezada por el gran escritor Ernesto Sábato -no por un gris burócrata-, la cual realizó un trabajo impecable. Los criminales y torturados directos, junto con sus jefes, fueron sentados en el banquillo de los acusados. Al final, de manera impúdica, el jefe de Estado decidió perdonar a todos, y elaboró la Ley de Punto Final.

Claro que nos da gusto ver a Luis Echeverría Alvarez como indiciado para investigar las masacres del 2 de octubre de 1968 y del 10 de junio de 1971, pero ese gusto se desvanece cuando sabemos que se han retorcido de tal manera las leyes que no será tocado, y así como él, todos los funcionarios involucrados.

El show está perfectamente montado y ahí incluimos la supuesta indignación del fiscal especial, el cual por cierto era funcionario de Luis Echeverría, en la misma Secretaría de Gobernación, dependencia en la que se planeó y realizó la guerra sucia contra miles de mexicanos.

Ahora, para lavar la cara del Estado mexicano, se quiere reducir la responsabilidad de la guerra sucia en un puñado de sicarios del poder: Francisco Quirós Hermosillo, Mario Arturo Acosta Chaparro y Miguel Nazar Haro. Lo que se oculta es que se trató de una política de Estado, política que no se ha abandonado: en lo que va del sexenio del “cambio” ya existen 22 nuevos detenidos-desaparecidos.

Esa política de Estado no se puede ocultar con la demagogia del señor fiscal, que se la pasa hablando de su prima, Deni Prieto, tratando de esconderse detrás de la figura de la rebelde asesinada el 14 de febrero de 1974 en San Miguel Nepantla, estado de México.

Lo que estamos presenciado es una nueva trampa conjunta del Poder Legislativo con el Poder Ejecutivo (como cuando la contrarreforma indígena). Por un lado se desvirtúa totalmente la Convención Internacional sobre las Desapariciones, por otro se busca lavar la cara del poder en el ámbito internacional con sentar a unos sicarios para responder una serie de preguntas y, finalmente, no se está trabajando para la presentación de los detenidos-desaparecidos, sino que se les está declarando muertos sin ningún elemento probatorio. Una nueva mascarada para entretener a algunos ingenuos o para darle trabajo a algunos políticos profesionales con pasado de izquierda.

Frente a esa mascarada se levanta la dignidad de las madres del Comité Eureka, que han decidido no prestarse a legitimar una nueva burla. Ellos, los que son poder y gobierno, pueden cerrar el “caso” y declarar muertos a cientos de mexicanos, podrán llevar a cabo una supuesta condena moral sobre estos métodos (al mismo tiempo que los siguen aplicando), podrán comprar algunas conciencias y ofrecer dinero a cambio de dignidad. Pero mientras el Comité Eureka, las Doñas, siga manteniendo su postura intransigentemente digna, toda esa maniobra será inútil. El grito del México digno seguirá siendo: ¡Vivos se los llevaron, vivos los queremos!

“¡Sí!”, dice y se dice la piedra, “porque la memoria de todos esos hombres y mujeres sigue viva, y seguirá mientras haya mujeres como las Doñas”.

Vuelta nube de nuevo, la piedra vuela ya a Morelos. Seguramente va a poner una flor de memoria y rebeldía en la tumba del general Emiliano Zapata Salazar, jefe del Ejército Libertador del Sur y comandante supremo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

 

Otro calendario, el de la resistencia. Noviembre: Morelos, la undécima estela
(La historia, cansada de andar, se repite arriba y abajo)


EJÉRCITO ZAPATISTA DE LIBERACIÓN NACIONAL.
MÉXICO.

 

Toma la historia la mano y toma la mirada. Con ambas da vuelta a otra hoja del ya delgado calendario. Ahí está el noviembre del Día de Muertos y el Morelos de Emiliano Zapata.

En el estado de Morelos (más de millón y medio de habitantes, y más de 60 mil indígenas), una vieja historia se repite: en el gobierno mandan la reacción y la corrupción estúpidas, y en el pueblo camina una rebeldía inteligente.

Y en el papel de la reacción y la corrupción: el gobernador Estrada Cajigal y su secretario de Gobierno, Becerra. Ambos están vinculados al robo de vehículos y al narcotráfico. Repitiendo la historia de principios de siglo, hay una lista negra de personas que serán “eliminadas” por un matón, contratado por el procurador de Justicia estatal Montiel. Mientras en el Congreso local se revisa si se destituye a Estrada y el jefe de la policía ministerial, Pimentel, ha iniciado una investigación contra el procurador y los que resulten responsables.

Amigo de francachelas, Sergio Estrada Cajigal mantiene una disputa con el gobierno municipal de Cuernavaca. ¿El motivo? Un antro en el centro de esta ciudad. En enero el gobierno estatal otorgó los permisos para que operara, pero el municipal los negó. El antro se abrió y a la semana el ayuntamiento, con la policía municipal, realizó una redada. El gobierno estatal volvió a expedir los permisos y el municipal los limitó a una determinada hora. Dimes y diretes, hasta que la Agencia Federal de Investigación (AFI) lo cerró.

Además de promover antros, robar autos y hacer negocios con el narcotráfico, Estrada Cajigal se da tiempo para pilotear personalmente el helicóptero propiedad del estado. En él pasea, en compañía del Firuláis Loyola, a mujeres de la vida galante. “Ahí va el helicóptero del amor”, dicen los morelenses cuando ven pasar por los aires a su gobernador.

El gobierno de Morelos, como en la época porfirista, está haciendo su mejor esfuerzo para agradar a los grandes empresarios. En el oriente del estado, en la zona ejotera y cañera de Tenextepango, Ahuehueyo, Ocuitoco y Temoac, se está presionando a los ejidatarios para que cedan a la construcción de una carretera que precisamente facilitaría el paso hacia las maquiladoras de Guerrero. El plan es expropiarles sus tierras “por causa de utilidad pública”, como reza el artículo 27 constitucional reformado en el sexenio salinista. Si se hace, dicen los campesinos, “tendrán que darnos una pensión vitalicia tanto a nosotros como a nuestros descendientes, porque nunca nos van a pagar lo que produce la tierra”.

Así, el problema que con más frecuencia enfrentan las comunidades del oriente, y otras partes de Morelos, es la venta o expropiación de la tierra. Es como si se estuviera dando el primer paso para el despliegue de las industrias maquiladoras y los megaproyectos. A ello se suman los proyectos relacionados con el turismo, con el pretexto de los cuales se están instrumentando despojos de tierras y aguas.

Además de la presión externa que tienen los campesinos para ceder su tierra, en Morelos, que tradicionalmente es proveedor de caña de azúcar, se vive la crisis ocasionada por la introducción de la fructosa de maíz a la industria de los refrescos y los dulces (que está avalada por las “cláusulas secretas” del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, en donde se permite la entrada de este edulcorante de manera masiva, en perjuicio de la producción azucarera nacional). El cálculo es perverso: empobrecidas por la caída en el azúcar de caña, las comunidades se verán obligadas a vender sus tierras ejidales para la instalación de maquiladoras y centros vacacionales. Pero eso no es todo, a algunas comunidades que han sido obligadas a vender su tierra ahora se les niegan los pagos (es el caso de Zacatepec).

En la lógica del gran capital, la producción de alimentos no es prioritaria. Deja más dinero la producción de flores de ornato. Por eso se puede ver que en Morelos hay cada vez más viveros. Pero, como en los tiempos de las haciendas porfiristas, la gente que trabaja en ellos es superexplotada. Permanecen en el vivero 12 horas por turno, o más, sin pago extra. Y los abusos son continuos porque hay mucha oferta de mano de obra debido a la crisis agrícola y a la falta de tierras.

La “coordinación” de “esfuerzos” entre gobierno y empresas es criminal. Los programas gubernamentales (Progresa y Procampo) otorgan, a lo mucho, unos 800 pesos mensuales por familia. Eso prepara a la gente para conformarse en las maquiladoras con sueldos de 350 pesos semanales. Esto ocurre en los municipios de Tecajé, Tenextepango, Ahuehueyo, Las Piedras, Temoac, Potlán, Xalostoc, Tlayecac.

¿Le parece que exagero al señalar semejanzas con la época porfirista? Bueno, vayamos a ver las condiciones laborales del Invernadero Internacional que se encuentra ubicado a dos kilómetros al norte de la autopista Cuautla-México, cerca de la caseta de Oacalco. El propietario es un señor de procedencia alemana. El principal producto que genera son plantas de ornato de exportación hacia Canadá y Estados Unidos con un valor aproximado de cinco dólares estadunidenses por planta. La mayoría de los trabajadores son mujeres, variando edades desde 15 hasta 50 años. Es un secreto a voces que existen menores de edad. Todas ellas vecinas de los poblados cercanos como El Golán, Santa Catarina, El Empalme, Las Vivianas, Oacakci, El Capulín, entre las más importantes. Laboran ahí aproximadamente 400 personas. El horario de trabajo es de 7:00 a 18:00 horas de lunes a sábado, con un descanso el domingo (esto es seis días a la semana). Tienen 30 minutos para comer durante la jornada. Dependiendo del tamaño de la producción que se tenga que entregar, este horario se puede prolongar hasta las 20:00 o 21:00 horas. ¡De 11 a 14 horas de jornada laboral! Las horas extras no son pagadas en términos monetarios sino en tiempo, esto es, con horas de descanso. No obstante, persiste una irregularidad en cuanto al registro de las horas extras, pues no existe checada de salida, lo cual general un trabajo extra no recompensado justamente, ya no digamos legalmente. Respecto al pago del salario también existen diversas irregularidades. Por un lado está el hecho de que el salario es de 500 pesos semanales (esto es unos 90 pesos diarios), pero por otro lado se tiene información de que un día no trabajado es descontado a 120 pesos, además de que si el trabajador llega con cinco minutos de retraso se ve castigado con un descuento de 25 pesos. No sólo eso: el reloj checador de entrada está adelantado cinco minutos, y se toca una chicharra por primera vez cinco minutos antes de la hora de entrada, y por segunda y última vez es sonada, indicando de este modo que el trabajo inicia.

Esto implica que el trabajador tiene que estar por lo menos 15 minutos antes del inicio de las labores para poder equiparse con los aditamentos necesarios para laborar. El equipo no es para proteger a los trabajadores, sino para que no “contaminen” las plantas. En el momento de la fumigación de las plantas, los trabajadores no tienen ni siquiera “cubre bocas”, mucho menos máscaras antigases.

Ahora venga conmigo a Cuautla, a la colonia Iztaccíhuatl. Aquí se permitió el funcionamiento de unas 16 maquiladoras. Aunque algunas de éstas funcionan como pequeñas industrias familiares, en realidad maquilan para grandes empresas. Cada miembro de la familia está sujeto al pago según las tarifas de las maquiladoras del lugar, es decir, se les paga como a cualquier otro trabajador. Se dice que estas maquiladoras son clandestinas porque se encuentran dentro de casas que no están acondicionadas para funcionar como industrias textiles. Aquí se fabrican productos que son exportados a Japón y Canadá, además de surtir a Comercial Mexicana.

¿Los salarios? Para las personas adultas en el área de costura el sueldo varía de 350 a 400 pesos semanales, en el área de corte va de 250 a 300 pesos semanales y en empacado va de 150 a 200 pesos semanales. Por su parte, los niños, que trabajan en cortar tramos de elástico, deshebrado de prendas y ordenamiento por tipo de prenda, perciben un salario de 100 a 150 pesos semanales. Todos los trabajadores, niños, jóvenes y adultos tienen un horario de trabajo de 7:00 a 18:00 horas de lunes a viernes y de 7:00 a 14:00 los sábados. En este horario cuentan con 15 minutos para desayunar y una hora para comer (no hay comedor, así que, o llevan lonche o comen gansitos). Si el trabajador utiliza más tiempo del establecido para comer, lo debe reponer al final de la jornada. Respecto al pago de horas extras, este va de 10 a 14 pesos, sin embargo, el pago efectivo de éste está determinado por la voluntad del patrón, es decir, si él quiere pagarlas las paga, si no, no.

El pago del salario va atrasado con una semana, ya que la primera semana que laboran no se les paga. De este modo aseguran su presencia en la siguiente semana. También se ha detectado que no todas las veces se les paga la semana completa y más bien se les abona una parte de su salario en calidad de préstamo.

Por otra parte, los días festivos son trabajados y pagados como días normales, no conforme a la ley. Los trabajadores no cuentan con prestaciones de ley, no están inscritos al Seguro Social, no hay reparto de utilidades, ni aguinaldo, ni vacaciones (lo más cercano a esto último es que, cuando no hay trabajo qué maquilar los mandan a descansar de una a dos semanas, aunque sin derecho a sueldo). En caso de enfermedad o accidente laboral no se les da asistencia médica, y si a causa de la enfermedad no se presentan a laborar se les descuenta el día. En cuanto a las obligaciones laborales se presentan también diversas irregularidades. Por ejemplo, si una trabajadora sabe del manejo de distintos tipos de maquinaria, es asignada a una máquina conforme a las necesidades de producción del día, es decir, se le puede asignar tanto el manejo de una máquina sencilla como el de una de mayor riesgo, sin que por ello se le retribuya con un pago más alto debido al riesgo que implica su manejo. Aparte de las labores de sus áreas asignadas deben realizar otras actividades ajenas, como es el lavar trastos, barrer, limpiar, etcétera, ya que no se cuenta con personal de intendencia o aseo.

En estas condiciones se trabaja en el “modernizado” estado de Morelos. ¿Y el secretario del Trabajo, Abascal? Repartiendo bendiciones.

Pero, también como en los tiempos de don Porfirio, los morelenses se rebelan. La lucha del pueblo de Tepoztlán contra la construcción de un club de golf (ahora hay un proyecto parecido para Anenecuilco) y la de Tetelcingo contra la instalación de un aeropuerto, son algunos ejemplos.

El enfrentamiento entre el gobierno panista y el pueblo campesino y urbano de Morelos crece. En la industria textil Confitalia se dio una lucha fuerte por parte de su sindicato (compuesto en su mayoría por mujeres). La respuesta fueron despidos y amenazas. Lo mismo encontraron los trabajadores del Hospital del Niño.

Allá está la lucha de los campesinos ejidatarios de los pueblos de Popotlán, Huazulco y Amilcingo, pertenecientes al municipio de Temoac, en el oriente de Morelos, por el cumplimiento del convenio realizado entre los gobiernos de Morelos y Puebla sobre el deslinde de tierras colindantes. A pesar del acuerdo oficial, se emitió un decreto por el cual tierras de estos tres pueblos pasan a formar parte de San Marcos, municipio del estado de Puebla. En el caso de Popotlán esta división implica separar Popotlán Viejo. Por otra parte, los mismos pueblos han luchado por la cancelación del proyecto carretero llamado Milenium, cuya construcción se haría sobre el despojo de parte de sus tierras, ya que la carretera cruzaría sus ejidos.

El problema de la carretera tiene ya seis años aproximadamente; anteriormente el proyecto pasaba supuestamente por otros terrenos ejidales. Los pueblos afectados, entre ellos Tenextepango y Popotlán, se constituyeron en una organización llamada Ejidos Unidos del Oriente de Morelos Emiliano Zapata (EUOMEZ). Los campesinos quitaron los registros que los ingenieros ponían para marcar los lugares por donde pasaría la carretera sobre sus terrenos, lograron de manera legal detener el proyecto, pero entonces el proyecto cambió de lugar y, sin dejar de afectar a Popotlán, el trazo de la carretera se realizó sobre los terrenos ejidales de Huazulco y Amilcingo. Un problema, el de la carretera, se encimó con otro, el de los deslindes.

En Amilcingo está la sede de la Normal Rural Femenil Emiliano Zapata, que es bastante combativa. Huazulco trata de unirse internamente. La asamblea ejidal de Popotlán ha optado por no estar con los partidos, además del comisariado ejidal en Popotlán y en los tres pueblos tiene mucho peso un campesino llamado don Lorenzo, ex presidente municipal independiente de Temoac. Don Lorenzo, tal vez recordando las enseñanzas de Emiliano Zapata, siempre ha permanecido con los ejidatarios y los pobladores de Popotlán, nunca ha estado en ningún partido político y ha participado en las luchas de la asamblea ejidal por defender las tierras. Y, como Zapata, es un hombre respetado y su palabra es escuchada. Así que la nube se hace piedra de nuevo y escucha atenta:

El problema de estas tierras viene de atrás, desde los años 40, según cuenta don Lorenzo, y ya ha habido en otras épocas enfrentamientos entre ambos pueblos. Se reavivó a raíz de la firma del convenio, que fue lograda gracias a la insistencia de los de Popotlán y algunos de Amilcingo. San Marcos (Puebla), según su carpeta de dotación, tiene alrededor de 3 mil hectáreas, sin contar las de Popotlán Viejo (que son las que están en disputa); Popotlán sólo tiene poco más de 500. Y hay gente que no tiene dónde sembrar y trabajar.

El problema en Popotlán es que el ex comisariado de Popotlán, Francisco Aragón, presuntamente firmó cesión de terrenos en favor de San Bartolo y San Marcos, en Puebla, y es ahora candidato del PRD para la presidencia municipal de Temoac, que esta vez le toca a Popotlán (la presidencia se rota entre los cuatro pueblos: Amilcingo, Huazulco, Popotlán y Temoac, la presidenta actual es de Temoac, y según este acuerdo, esta vez le toca a Popotlán; sobre esta estructura rotativa, se montan las elecciones).

Con los campesinos de Popotlán están los de Tenextepango, que fueron fundamentales para parar la construcción del tramo carretero.

Después de escuchar y aprender de don Lorenzo, la piedra se va a Amatlán de Quetzalcóatl, para aprender de don Aurelio y la historia de su pueblo en defensa de la tierra, el agua y los recursos comunales.

Más allá está Ocotepec. Ahí la tienda Soriana despojó a la comunidad de terrenos para construir un centro comercial. La movilización de la gente y el apoyo de abogados honestos (que todavía los hay) permitió detener la construcción y están en juicio. A pesar de tener todo en contra (autoridades, medios de comunicación, empresas y juzgados), los habitantes de Ocotepec se mantienen firmes.

El caso de Ocotepec, junto con otros, es parte de la estrategia del gobernador Estrada Cajigal para apoderarse de las tierras comunales. El gobernador recientemente cambió el uso de suelo en toda Cuernavaca, para que se pueda construir lo que sea (es decir, buen negocio para las constructoras de centros comerciales y cosas por el estilo).

Ahora va la piedra a la colonia Ahuehuetitla, en Cuernavaca. Las mujeres, organizadas como parte de las Comunidades Eclesiales de Base (CEB), cuentan del problema de una invasión en fechas recientes: una persona externa al pueblo intentó dividir a los comuneros y se organizó con una minoría para invadir tierras sin acuerdo de la asamblea del pueblo, una parte de las tierras que pretendían tomar son comunales y otra parte son propiedad privada cedida y acordada por la asamblea. El comisario de bienes comunales advirtió a estas personas que el pueblo no apoyaría la invasión, pero de todas formas lo tomaron. Entonces entró la policía municipal, desalojó y se llevó detenidas a varias personas, entre ellas la que encabezaba la invasión. Los comuneros ven esta situación como un intento del gobierno estatal para dividir al pueblo ante el problema de la concesión de tierras a la tienda Soriana, que el pueblo rechaza, y que está suspendido y en pugna.

¡Un momento! ¿Dijo usted Comunidades Eclesiales de Base? ¿Qué no desaparecieron cuando murió don Sergio Méndez Arceo? Pues no, no desaparecieron. A pesar de los ataques que han sufrido por parte de la jerarquía eclesiástica que sucedió a Méndez Arceo, las CEB resisten y mantienen su trabajo comprometido con el pueblo. Como en la colonia Santa María, en el norte de Cuernavaca. O la colonia Lomas de Cortés y, cerca de ésta, una colonia irregular de desplazados que viven en las vías del tren. La colonia se llama Ahuehuetitla y muchos de los niños de ahí trabajan en la calle, roban y casi todos se drogan y están involucrados en la distribución de droga. La violencia familiar es muy alta: maltratos, violaciones, suicidios. Con ellos trabaja una ONG llamada Caminando Unidos que tiene una escuelita de artes y oficios, cuyo objetivo es rescatar a la infancia.

Ahora va la piedra al sector Ahuehuetes del pueblo de Santa María. El pueblo está dividido geográficamente en dos partes, al este y al oeste de la carretera federal a México. El sector Ahuehuetes está en la parte oeste del pueblo; en el norte de Cuernavaca. Aquí, como en muchas partes del México rebelde, hay muchas mujeres luchadoras. En Ahuehuetes, Ocotitla, Emaús, Monasterio y El Sector las mujeres se organizan para resolver los problemas que el gobierno desatiende. Los de Ahuehuetes tienen el problema de la luz. Desde hace más de 10 años luchan contra la Compañía de Luz y Fuerza que les exige hasta 10 mil pesos por poste y aparte otro cobro por instalación en cada casa. Las mujeres están muy inconformes con esto y buscan organizarse, aun sin el apoyo de sus maridos, pues éstos les dicen: “si te peleas con el gobierno después no vas a tener escuela para tus hijos”.

En el sector Ocotitla, son amos y señores los japoneses Watanabe, dueños de laboratorios fotográficos en Cuernavaca; estos neocaciques compraron en forma irregular muchas de las tierras del sector Ocotitla, y hoy exigen que los pobladores pobres de este lugar se marchen de “sus tierras”.

Hace unos años, los colonos ganaron un pleito contra el hotel Del Prado, un monstruo gris que les da la espalda y contrasta con las casas de palos y cartón, o las construcciones irregulares de los pobladores de Ahuehuetes, enclavadas en la parte más alta de la cañada que flanquea el occidente de Cuernavaca, la misma donde se construyeron Casas Geo durante la presidencia municipal del actual gobernador Sergio Estrada Cajigal. Los comuneros vendieron sus tierras a bajos precios y fueron reubicados en predios donde supuestamente habría servicios, pero los servicios nunca llegaron. El entonces presidente municipal también desplazó a los habitantes de la barranca contigua para crear el puente vial que une el occidente con el centro de Cuernavaca, para que los compradores de Casas Geo tuvieran una vía de acceso y fuera mas rápida su venta. Los dueños del hotel Del Prado protestaron contra el “mal aspecto” que Ahuehuetes brindaba a sus clientes, así que pidieron su desalojo, los habitantes se organizaron para resistir y el hotel tuvo que cancelar las habitaciones que daban hacia la cañada.

El despojo neoliberal no es sólo de tierras, es también de historia y de cultura. Pero, afortunadamente, también encuentra resistencias.

Al proyecto de convertir el Casino de la Selva en un centro comercial se opone el Frente Cívico Pro Defensa del Casino de la Selva. Formado, entre otras organizaciones, por el Colectivo La Neta, los Guardianes de los Arboles, SERPAJ-Morelos y el Consejo Ciudadano de Artistas e Intelectuales en Defensa de la Cultura del Estado de Morelos, el Frente Cívico ha enfrentado la cerrazón del gobernador Estrada Cajigal con firmeza, aun a pesar de la represión.

Con lujo de violencia, los miembros del Frente Pro Casino de la Selva fueron atacados por fuerzas del gobierno en el mes de agosto de 2002. Resultado: presos y golpeados. ¿Se rindieron? No. La sociedad civil morelense se organiza entonces y realiza una de las marchas de protesta más grandes en la historia reciente de Morelos.

Más acá, en el calendario, lo más reciente que hicieron fue que seis de ellos se metieron al Salón Verde de la Cámara de Diputados y se desnudaron en protesta. Además, mantienen un plantón-ayuno en las puertas del palacio de gobierno estatal.

Pero el espíritu rebelde de Emiliano Zapata no sólo está en los campesinos, indígenas, obreros, CEB e intelectuales morelenses.

También alumbra el paso de los jóvenes.

Ahí está, por ejemplo, el Colectivo Anarco Punk CLAT (Colectivo Libertario Anti Todo). Algunos jóvenes forman parte de la red punk RIVAL (Red Informativa de Voces Autónomas Libertarias) y de la Coordinadora Estatal Anarco Punk. El proyecto de los jóvenes punk está vinculado al trabajo comunitario en colonias populares. A pesar de ser hostigados continuamente por la policía, estos jóvenes, sin dejar de ser lo que eligieron ser, se ligan a otras luchas. Tal vez porque entienden bien que el mañana se construye con muchas rebeldías.

Cree la nube que mi general Zapata estaría satisfecho al ver la rebeldía que, a pesar de todo, resiste y florece en Morelos. Por eso, sonríe la piedra cuando deposita una nube azul, en forma de flor, en la tumba del jefe del Ejército Libertador del Sur y Comandante Supremo del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.

Y, animadas por la memoria de Emiliano Zapata, piedra y nube encaminan su paso rebelde hacia Milpa Alta, suelo indígena y digno en la orilla de la tierra que se crece hacia arriba, la ciudad de México.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, Enero de 2003.

 

 

 

 

 

Otro calendario, el de la resistencia. Diciembre: Distrito Federal, la duodécima estela.
(Imagen Primera: la ciudad entre el espejismo y la realidad)

Es de nuevo madrugada cuando la mano y la mirada tocan el calendario. Arriba se lee “Diciembre” y abajo “México Distrito Federal”.

No sin trabajos, nube y piedra ascienden de la tierra de Zapata hasta los límites del Distrito Federal. El frío de la madrugada las saluda cuando llegan a Malacachtepec Momozco, que es como los antiguos llamaron a Milpa Alta. La rebelde resistencia de los pobladores de estas tierras logró que, en 1529, la Real Audiencia reconociera sus propiedades comunales y su derecho a elegir gobernantes. La historia de lucha se alargó hasta 1914, cuando los zapatistas ratifican el Plan de Ayala en el cuartel de Oztotepec, y sigue. Ambicionadas por los poderosos, estas tierras han sido defendidas por sus habitantes a lo largo de todo el siglo XX. Y el amanecer del siglo XXI alumbra a los milpaltenses haciendo lo mismo que hace 500 años: resistiendo.

Organizados en torno a la Representación de Bienes Comunales de Milpa Alta y Pueblos Anexos, los pobladores de esta zona han formado el Frente Contra la Imposición y el Despojo de las Tierras. De la mano y la palabra del representante comunal de más de 80 años, don Julián, camina la sabiduría de los más anteriores que reiteran dos banderas: resistencia y rebeldía. Así, los milpaltenses repiten la historia de resistencia frente a la corona española y recuerdan, sin nombrarlo, al recientemente fallecido Ramiro Taboada y a la Alianza de Pueblos del Anáhuac.

El despojo de tierras es algo que une a Milpa Alta con buena parte de la periferia de la ciudad de México. Aquí y en todo el flanco poniente de la ciudad se resiente la voracidad de quienes son Poder. El gobierno de la ciudad insiste en superponer sus consejos vecinales (de lógica urbana) a las estructuras comunales (de lógica campesina indígena). Lo ajeno a la comunidad es siempre extranjero, aunque el acta de nacimiento diga lo contrario.

Siguiendo la sierra de Chichinautzin y el trazo de la carretera que golpea y divide los pueblos de San Mateo Tlaltenango, Santa Rosa Xochiac, San Bartolo Ameyalco, San Nicolás Totolapan, Ajusco y Contreras, para unir el Colegio Militar con Cuajimalpa, la piedra llega a esta última. Cuauximalpan o Cuajimalpa alberga el llamado Desierto de los Leones y el Bosque del Cedral. Este bosque cuenta con 331 mil 443 metros cuadrados y fue comprado en 1982 por Emilio Azcárraga Milmo, Guillermo Cañedo de la Bárcena y Guillermo Barroso Chávez, entre otros, por la cantidad de 16 y medio millones de pesos. A pesar de que la ley prohíbe las construcciones con fines de lucro, quienes son gobierno la tuercen para favorecer a los empresarios.

En los planes del dinero, el poniente del Distrito Federal será la sede de su sueño: vivir en una ciudad norteamericana. ¿Su nombre? Santa Fe. Así que los espacios cercanos a esa metrópoli del futuro valen oro… Bueno, más bien dólares, porque en Cuajimalpa los terrenos no se venden en pesos sino en dólares. La nube se detiene frente a un letrero que anuncia un departamento a precio de ganga: sólo vale 400 mil dólares.

La estrategia de despojo envuelve al Distrito Federal. Es la lógica del dinero la que está destruyendo y reconstruyendo el entorno, como en una guerra. Cuajimalpa, Huixquilucan, La Marquesa, Toluca, Atizapán, San Salvador Atenco. ¿Le suenan los nombres? Tienen como común denominador la guerra del capital para conquistar esos territorios, pero también la resistencia y la rebeldía de quienes se oponen a la destrucción.

En el norte, en la colonia Progreso, proyectos de urbanización y ejes viales expulsan a los pobladores. En Azcapotzalco, la delegada llamada Saldaña y perteneciente al PAN (ella, sin ninguna pena, declara que “tratar con la chusma le provoca migraña”) sacrifica obras sociales para poder gastar más en las campañas electorales y hace del nepotismo su programa de gobierno. Demostrando que puede emular a los priístas, la delegada condiciona la regularización del comercio informal a la afiliación al Partido Acción Nacional. Además, toda la delegación está siendo reordenada para que las industrias (y no los habitantes) cuenten con todas las facilidades. El antiguo rastro de Ferrería se convertirá en parque industrial para maquiladoras; las vialidades se remodelan para favorecer a estas plantas industriales; la empresa Metrogas amenaza de muerte a vecinas de la colonia Nueva Santa Marta que expresaban dudas sobre la seguridad y eficiencia del servicio que pretende imponérseles; los ejidatarios de San Juan Tlilhuaca resisten al robo de sus tierras; en la Unidad Cuitláhuac y en la Unidad Pantaco, los ex ferrocarrileros se organizan para evitar el desalojo.

Vuela alto la nube para mejor mirar la ciudad de México, ahora llamada “la ciudad de la esperanza”. Sí, pero la esperanza de Andrés Manuel López Obrador, la esperanza de llegar a la Presidencia de la República en el 2006.

Aunque se supone que faltan tres años para las elecciones presidenciales, las campañas para el 2006 iniciaron el día en que Jorge Castañeda G. renunció a la Secretaría de Relaciones Exteriores y se fue “a la sociedad civil”. El señor Castañeda apostó a obtener del gobierno estadunidense el visto bueno a su candidatura. La “prueba de amor” fue el viraje radical en la política exterior, particularmente en lo que se refiere a Cuba. Después del “affaire Monterrey”, los gringos se mostraron más que satisfechos y Castañeda recibió la recomendación de salirse del gabinete para no someterse más al desgaste. Desde afuera puede repetir el camino de Fox: llegar a Los Pinos sin un partido político, pero con amigos como Elba Esther Gordillo y, of course, el señor Garza, embajador de Estados Unidos en México.

Casi en forma paralela arrancó Marta Sahagún de Fox, quien ahora se encuentra en una reñida competencia… entre su ambición y su torpeza, ambas son ya parte de la picardía mexicana y, es seguro, harán leyenda. Lo que sea de cada quien, la señora Sahagún ya tiene, además de mal gusto para vestir, un programa de gobierno: convertir a 80 millones de mexicanos en limosneros agradecidos.

Aún haciendo cuentas está La Coyota, Diego Fernández de Cevallos. Aunque desde los tiempos de Salinas de Gortari ha vivido en Los Pinos, La Coyota hace cálculos monetarios sobre la rentabilidad de estar en el Poder o detrás de él. Mientras, con la misma indecisión con la que enfrenta su guardarropa cada mañana, el “psicópata mexicano”, Santiago Creel, deshoja una margarita que nadie le ha ofrecido.

Muy lejos, y aún en la línea de arranque, se encuentran: Pablo Salazar M., en Chiapas; Miguel Alemán Velasco en Veracruz (quien, falto de luces, pensó que lo de poner “Valdés” en la carta era un error, cuando en realidad era una delicadeza -porque era mejor mentarle el padre y no la madre-); Murat en Oaxaca, y Monreal en Zacatecas.

¿Madrazo Pintado? Acaso apenas se esté dando cuenta de que preside un partido que ya no existe más (cuando menos ya no como antes, por eso recurre continuamente a la nostalgia en sus discursos), y además no tiene tiempo de ocuparse de sus contrincantes, pues debe vigilar los arrumacos descarados que su secretaria general le prodiga a la primera dama.

¿Qué? ¿Le parece que “la caballada está flaca”? No se sorprenda. La gran lección del proceso electoral de 1994 (cuando Zedillo llegó a la Presidencia) es que cualquier imbécil puede ser titular del Ejecutivo federal.

A diferencia de todos sus contrincantes actuales, López Obrador tiene en su haber el porvenir de un movimiento social. Conocedor de cómo surgen estos movimientos, qué los alienta y a qué aspiran sus dirigentes, López Obrador conoce también los mecanismos para cooptarlos y controlarlos.

Hombre extraordinariamente hábil y pragmático, López Obrador ha concebido (al igual que en su tiempo Cárdenas Solórzano) la jefatura del Gobierno del Distrito Federal como trampolín para la silla presidencial. Pero hay una diferencia fundamental respecto a Cárdenas: López Obrador gobierna, y gobernando construye alianzas y pactos, coopta o destruye críticas y oposiciones, cultiva contactos, halaga pensamientos que pudieran cuestionarlo y, sobre todo, hace méritos para convencer al gran elector: el poder del dinero.

Al frente del gobierno de la ciudad de México, López Obrador está demostrando que una de las artes de la política moderna, el arte de la simulación, puede ser todavía efectiva. Sobre todo si se tienen cómplices tan eficientes como sus rivales: Fox y el PAN. Si nadie recuerda el falaz ofrecimiento electoral de López Obrador (“por el bien de todos, primero los pobres”), es porque las mentiras de Fox no dejan espacio para nada más.

Viejo zorro, López Obrador contempla a distancia la carnicería que se da al interior del PRD. Sabe que un partido político débil es un partido que no puede ponerse exigente. Y no sólo eso, cobijados en la imagen de López Obrador, los candidatos perredistas tienen más debes que haberes en las cuentas por venir.

¿El PAN?, bueno, ya sólo el PRI lo iguala en su nula capacidad de movilización y resistencia. Incapaz de oponerse desde abajo (los jefes panistas de delegaciones acaban de descubrir que no pueden hacer “cacerolismo” de masas, porque sus “bases” usan hornos de microondas), el PAN ha recurrido a los escándalos en la prensa (que ya le dieron buenos resultados frente a Rosario Robles, cuando ésta sucedió a Cárdenas en el gobierno del Distrito Federal). Sin embargo, bueno para aprender de todos lados -incluso de sus críticos y opositores-, López Obrador ha resistido los embates mediáticos y dosifica sus palabras y sus silencios.

Además ha descubierto algo que ha escapado a todos los “analistas políticos”, a saber, que las campañas de desprestigio en los medios alcanzan un punto máximo, pasado el cual se convierten, sin quererlo, en campañas de promoción involuntaria.

Mientras sus detractores concentraban sus esfuerzos en la prensa, López Obrador echó mano del antiguo andamiaje corporativo del PRI en el Distrito Federal, y lo “reorientó” con un plusvalor: la incorporación del Movimiento Urbano Popular, aquel que en algún momento hizo temblar a los señores del dinero y que hoy, dócilmente, hace cola para una candidatura que, basta verlo, no llegará.

En paciente espera, en la sede del Poder del Dinero hay una balanza romana. En uno de los platillos está la Presidencia de México. El otro está vacío. Quienes quieran comprar el puesto de Ejecutivo federal deben poner en el platillo vacío algo que lo iguale o supere en peso.

Si Jorge Castañeda G. puso en la balanza la solidaridad con Cuba y la política exterior mexicana entera, Marta Sahagún de Fox la fuerza del clero reaccionario y La Coyota Fernández de Cevallos el poder del narcotráfico, López Obrador ha colocado en el platillo a la ciudad más grande del mundo.

El poder que realmente vale en la política moderna, el poder del dinero, no ha decidido todavía. Pero no porque dude. Es porque está todavía haciendo cuentas…

Sigue su vuelo la nube. Allá abajo se ve la colonia Guerrero. Ahí, el 3 de agosto de 1911 nació el maestro Manuel Esperón, que no sólo creó la canción No volveré, sino que confeccionó muchas de las mejores canciones de Pedro Infante (y Jorge Negrete), entre ellas Amorcito corazón, que todavía se silba en las carpinterías de la ciudad de México. Con Enrique Granados, Ernesto Cortázar y Octavio Paz, el maestro Manuel Esperón compuso la música de una película en 1943, producida por Aguila Films y Oscar Dancigers, dirigida por Jaime Salvador, y con Jorge Negrete, María Elena Márquez, Julio Villarreal, Federico Piñeiro, Miguel Angel Freís y Felipe Montoya como actores principales. ¿El título? El rebelde.

Con ese título, y saldada una deuda de honor, nube y piedra toman altura para asomarse a otras partes de la ciudad de México.

Esta ciudad ofrece un espejismo. Parece habitada sólo por automóviles fastidiados; centros comerciales asépticos; noticieros que se debaten entre la mentira y el escándalo fácil (aunque algunos los sintetizan); programas de televisión que premian el ridículo en horario triple A; raudos convoyes repletos de guardaespaldas trasladando funcionarios o magnates que no van a ninguna parte, pero se mueven porque consideran necesario recordarle a la ciudad que existen.

La ciudad de México. Una multitud de ciudades en tránsito a otras ciudades (a ratos propias y siempre ajenas). Una ciudad que ha perdido su capacidad de asombro ante el cinismo y la corrupción. Una ciudad a la que, sin embargo, la madrugada sigue sorprendiendo desnuda. Una ciudad a la que todos han querido domar, domesticar, matar. Y que, sin embargo, continúa rebelde, indómita, impredecible. Porque esta ciudad tiene la virtud de tener el sueño ligero. Y rápido despierta si la desgracia propia o la ajena enturbian los días y las noches que los espejismos escamotean.

Pero ahora, a esta hora de la madrugada, parece vacía…

¿Dónde están quienes la hacen caminar? ¿Dónde están quienes la alimentan, le dan luz, color, ritmo, vida?

¿Dónde se encuentran los hermanos y hermanas que, generosos e incondicionales, voltearon el corazón y la mirada a quienes, como ellos y ellas, son el color que son de la tierra? ¿Dónde están quienes en aquel Zócalo de marzo de 2001 escucharon aquello de “No permitas que vuelva a amanecer sin que esa bandera tenga un lugar para quienes somos el color de la tierra”?

¿Dónde quedó la ciudad rebelde y solidaria?

¿Dónde los movimientos sociales que acuerpaban y cobijaban las resistencias y rebeldías que surgían en todas partes del México de abajo?

¿Dónde está la gente humilde que, teniendo poco, da todo al que lo necesita?

Busca la nube y busca la piedra. Buscan y, buscando, encuentran. Dispersas y fragmentadas, no porque sea su destino, sino porque así nacen, la rebeldía y la resistencia están cobijadas en quienes, siendo abajo, no cuentan para quienes arriba son.

Es difícil orientarse, pero viendo arriba y viendo abajo, piedra y nube aprenden a distinguir entre las luces y los meros reflejos que regala un charco de agua sucia.

Esa luz aún pálida, por ejemplo, se esfuerza en construir una alternativa cultural que, por definición, es crítica y construye sus preguntas con ingenio e imaginación. Y son muchos sus colores. Desde el arcoiris que, a veces con el ropaje del Hábito, reivindica no sólo la libre preferencia sexual, también el derecho a ser sin máscaras ni clósets; hasta quienes juntan el Machete y el Arte para dar voz y oído a los marginados; pasando por los grupos y espacios culturales que, fuera de los circuitos oficiales, ejercen el viejo y olvidado derecho de aprender y enseñar divirtiendo y conviviendo, como en aquel multiforo donde Alicia nos contempla a través del espejo.

Ya es de noche en la ciudad.

Una voz anónima declama en una esquina: “En el inicio fue la palabra y la palabra se hizo verbo y, para mejor andar el mundo, el verbo se hizo… rock and roll” y entonces, a falta de guitarra, el declamador sin maestro ni público requintea el chicle con los dientes y ahora se distingue perfectamente la “tonelada” de ésa que dice “Papa was a rolling stone”. Y contoneándose con un ritmo que ya quisieran en cualquier table-dance, “like a rolling stone”, nube y piedra siguen buscando y encuentran más luces.

Allá, escapando continuamente a esquemas y presupuestos, los jóvenes hacen de su atuendo, su baile y su hablar un performance continuo que reitera la rebeldía. Y ahí están los darketos, los banda, los punks, los skins, los metaleros, los skateros, los tecnos, los roqueros, los muchos nombres con los que los jóvenes se visten. Y así defienden una identidad que les es arrebatada por una sociedad que criminaliza, más que la vestimenta o el corte y el color del cabello, la edad.

Y hablando de jóvenes y de rebeldía, allá están las luces de la UNAM, la UAM, la ENAH, el Poli, la UPN. Como adoloridas están, como heridas. Como olvidadas sí, pero no derrotadas. Apenas un “pérame güey me cai que no manches porque nomás naranjas podridas, y tomar aire, y si alcanza el varo, pos una torta y un refresco y a darle compañeros y pido la palabra y resulta que la mesa, nomás por joder, la concede sin moción alguna y es increíble pero todos parecen estar escuchando y entonces un joven sin rebeldía es, ¿cómo te diré mano?… mmh… ¿como un baile sin música?… ¿como una torta sin jamón?… ¿como una mesa sin asamblea?… ¿como un volante sin causa que le dé vida?… ¿como un mitin sin banderas?… ¿o, mejor aún, como un libro sin nadie que lo lea, lo subraye, le haga el resumen – y – crítica – personal – máximo – dos – cuartillas – arriba – su – nombre – y – número – de – cuenta – y – ahora – nos – vamos – o – nos – venimos – a – la – página – 69 – porque – cada – quien – su – modo – o – qué…?”

Los jóvenes, que para el sistema son basura reciclable cada periodo electoral. Los jóvenes, que cargan, como credencial de identificación, su desconfianza. Los jóvenes, que se niegan a comprar la vida con la falsa moneda del cinismo. Los jóvenes, carne de presidio, de redada, de golpes, de violaciones, de desprecio, de humillación, de mentira, de muerte. Los jóvenes irreverentes, irreductibles… invencibles mientras no olviden que un joven sin rebeldía es… ¿cómo te diré mano?…

Avanza la madrugada y la ciudad desnuda empieza a vestirse con el ropaje modesto de los puestos ambulantes.

Aferrados a construirse un modo de vida honesto, en las calles y mercados los pequeños comerciantes no sólo deben resistir a la policía y los inspectores. También a los grandes centros comerciales que, sabiendo que es de mejor calidad y precio la mercancía del ambulantaje, emplean todos sus recursos para eliminarlos y orillarlos o a la indigencia o al crimen.

Ahí se ve Viana que, por supuesto, no vende más barato. Más allá está el Wal-Mart cómplice de la señora Sahagún en el engaño a los consumidores. Además de robar en los precios y en la calidad de los productos, Wal-Mart arrebata centavos a quienes caen en sus redes. La propaganda dice que esos centavos (que se convierten en millones al paso de los días y de los clientes) son para educación, pero en realidad son para la Fundación Vamos México, esa supersecretaría de Estado dirigida por Marta Sahagún de Fox.

Entre los grandes centros comerciales y las tienditas de la esquina, son mejores y más baratas (y mucho más honestas) las misceláneas y las tiendas de abarrotes.

Si algún recuerdo tienen la nube y la piedra de lo que es la solidaridad con el desconocido en desgracia, está entre la gente más pobre y más perseguida de esta ciudad. Puesteras, taxistas, transportistas, prostitutas, meseras, luchadores (de lucha libre y de la vida), voceadores y boxeadores, tragafuegos-payasos-limpiaparabrisas de esquina, homosexuales, travestis, transexuales, vendedoras de helados, tortas, hot dogs, licuados – uno – de – nuez – por – favor – hoy – no – se – fía – mañana – quién – sabe – dama – caballero – por – esta – única – ocasión – le – vengo – a – ofrecer – esta – oportunidad – llévese – 10 – plumas – 10 – calidad – de – importación – a – solo – 10 – pesitos – próxima – parada – estación – indios – verdes – tiruri…

¿Por qué a la hora de ayudar da más quien menos tiene? Cuando huracanes, sequías y terremotos pintan de miseria la tierra de los humildes de cualquier parte de México, es la gente más pobre la que hace cola para entregar, en los puestos de acopio, el arroz, el frijol, el aceite y la sal que seguramente hacen falta en su propia mesa. Mientras, en los teletones de la limosna, los poderosos reparten cheques con muchos ceros y ninguna dignidad.

El humilde da lo que tiene, reflexionan piedra y nube, y el poderoso da lo que le sobra, lo que le estorba, lo ya usado, lo caduco, lo inservible.

Camina la piedra. Vuela la nube. ¡Cuántas ciudades esconde esta ciudad! ¡Cuántas de ellas tienen la dignidad que al poderoso le falta!

¡Y cuántas ciudades dentro de esta ciudad maquinan y festinan el crimen! Pero a ellas las visitaremos mañana. Seguramente esconden más de lo que muestran…

 

(Continuará)

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, enero de 2003.

 

 

Otro calendario, el de la resistencia. Diciembre: distrito federal, la duodécima estela.
(Imagen Segunda: México DF, el Diciembre de Acteal o el porqué del País Vasco)

Siguen piedra y nube recorriendo la ciudad y las obras que, se adivina, se encaminan a levantar otra ciudad para los poderosos, una que subordine a las otras ciudades.

Para asegurar esto, del norte revuelto y brutal López Obrador ha importado el llamado Plan Cero Tolerancia (y con él vienen el Robo Cop Giuliani y su guardia pretoriana). El plan se basa en un artículo de los criminólogos G. I. Kelling y J. Q. Wilson, de 1982: “Cristales rotos”. Según esto, existen situaciones que favorecen la aparición y desarrollo del crimen: “Hay un terreno abandonado, crece la mala hierba, alguien rompe los cristales, los adultos ya no riñen a los niños que hacen ruido, y éstos, así animados en sus andanzas, se vuelven rebeldes, se van las familias, se va acumulando la basura, la gente empieza a beber frente a las tiendas, un borracho se cae en la acera y puede quedarse ahí hasta que se recupere, los mendigos se dirigen molestando a los transeúntes, y si hay mendigos, mañana llegarán los ladrones y pasado los asesinos”.

¿Siguió la lógica? Con este impecable razonamiento la policía no persigue a los grandes criminales, sino a los niños y jóvenes que pudieran convertirse en mendigos y borrachos, que pudieran a su vez convertirse en ladrones y asesinos. Si usted encuentra alguna semejanza con la doctrina de guerra preventiva que alienta la guerra de Bush-Blair-Aznar contra Irak, es porque es usted un mal pensado, ya que ésta es la ciudad de la esperanza. Aunque, claro, con este plan se verán reducidas las garantías individuales, avanzará el pensamiento conservador y toda solidaridad vecinal que no pase por el Ministerio Público será sospechosa de delincuencia organizada.

De lo que se trata, finalmente, es de construir un cerco de seguridad en torno a la ciudad del Poder, un cerco preventivo que deberá, para cumplir su labor, excluir o recluir a los pobres de esta ciudad, que son quienes hacen que la urbe viva y camine.

Junto a esto, López Obrador trabaja en otra construcción: la de un acuerdo con los grandes capitales de la industria y el comercio. Para obtener su beneplácito, el jefe de Gobierno oferta una ciudad bajo control social y policiaco, además de la infraestructura necesaria para la nueva metrópoli donde los ricos no serán los primeros, sino los únicos.

Estos son los pasos: primero se señala que es necesario parar la construcción de viviendas en las delegaciones de la periferia del DF; luego se dice que es indispensable repoblar las delegaciones del centro; inmediatamente se crea el patronato Centro Histórico, encabezado por Carlos Slim Helú; luego se promueven tres megaproyectos: el corredor financiero (la calle de Reforma), el proyecto Alameda y el proyecto Centro Histórico; finalmente se anuncia que Carlos Slim está comprando terrenos y viejos edificios de toda esta zona. Así, la construcción de vivienda popular se parará, bajo el pretexto de que ya no es posible seguir creciendo hacia la periferia. Al mismo tiempo, tres delegaciones serán modelos de lo que será la Ciudad Global. El nivel de ingresos, educación, servicios médicos, servicios de comunicación y, desde luego, seguridad pública, serán muy otros en comparación con el resto de las delegaciones.

Carlos Slim Helú, el hombre más rico de México y de América Latina, no está detrás de todo esto, sino al frente. En una especie de biografía no autorizada (Carlos Slim. Retrato inédito. Ed. Océano), el periodista José Martínez Mendoza (que antes escribió la semblanza de Carlos Hank González) da un perfil del señor Slim, quien se precia de ser un self made man, un hombre que ha cultivado con esmero la imagen de haber empezado desde abajo. Pero probablemente se refiera a la planta baja de su mansión, porque Slim entra a la lista de los grandes millonarios después de comprar Teléfonos de México (Telmex) en 400 millones de dólares, siendo que su valor era de 12 mil millones de dólares. ¿Quién fue el vendedor? Carlos Salinas de Gortari. Desde 1984, cuando se asoció con otros empresarios en Libre Empresa SA (LESA), que compraría las paraestatales, Slim trabajó en la amistad con los políticos. Y después no limitó su círculo a los priístas, sino que lo amplió incluyendo a panistas y perredistas, a intelectuales críticos y artistas, a directores de medios de comunicación.

De la misma inteligencia y pragmatismo, Slim y López Obrador pronto hicieron el click que no suele abundar entre políticos y empresarios. Pero ambos saben que lo suyo no es amistad. Son vecinos en Cuicuilco, tienen intereses comunes, se ofrecen intercambios y, como comerciantes, fingen cordialidad mientras revisan celosamente sus cuentas y, al final de cada reunión, buscan en sus bolsillos para ver si no falta nada.

No son pocos los intelectuales y políticos que se precian de tener la amistad de Carlos Slim Helú. Algunos de ellos se vanaglorian de asesorar al señor más poderoso de Latinoamérica. Pero el señor Slim no tiene asesores ni amigos, tiene empleados. Sólo que algunos de ellos no lo saben.

Uno de ellos es el señor Felipe González Márquez, ex presidente del gobierno español y ahora edecán de los grandes capitales europeos. El señor González realiza frecuentes viajes a México para compartir con su amigo Slim su gusto por la buena mesa, el cultivo de bonsáis, la fotografía y el billar. Pero fue años antes, en 1995, y de la mano de Slim Helú, que Felipe González, siendo presidente del gobierno español, hizo amistad con otra persona: Ernesto Zedillo Ponce de León. Para llegar a esos tiempos, vayamos antes al pasado inmediato:

En el mes de septiembre del año 2002, horas antes de que el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación sobre la contrarreforma indígena se hiciera público, el EZLN (Ejército Zapatista de Liberación Nacional) supo cuál sería el resolutivo y su significado: los tres poderes de la Unión se habían unido para decretar la cancelación definitiva de la vía del diálogo y la negociación para la solución del alzamiento zapatista.

Empezamos a trabajar en una de las opciones que habíamos contemplado desde finales de 2001: intentar a nivel internacional lo que había fracasado a nivel nacional. Así, el EZLN enviaría una delegación a Europa, con el fin de apelar ante los organismos internacionales y, apoyado en quienes en México y en el mundo simpatizan con la causa indígena, tratar de conseguir el reconocimiento de los derechos y la cultura indígenas. Se trataría de una marcha semejante a la de 2001, pero con algo fundamentalmente diferente: si en la movilización de 2001 el EZLN se limitó única y exclusivamente al tema indígena, en la marcha internacional se ligaría ese tema a las luchas que existen en el mundo, en particular las que tienen que ver con el reconocimiento de las diferencias, las resistencias y rebeldías, y muy especialmente con las oposiciones a los preparativos guerreros que ya se habían echado a andar contra Irak.

Pensábamos que Europa era un terreno donde el belicismo internacional podría ser contrarrestado sacándolo de su lógica, y que esto pudiera irradiarse al resto del mundo. No era que nos sintiéramos con la capacidad de provocar ese movimiento internacional, pero sí con las posibilidades de contribuir, junto con otras fuerzas que ya se movían en la Europa social, a que algo se echara a andar. Pensábamos que era la oportunidad de participar más directamente en la construcción de un mundo donde quepan todos los mundos. En resumen, no iríamos a Europa de bien portados, sino que nuestra palabra sería de rebeldía. El problema era, claro, cómo y cuándo ir. En esas estábamos cuando el 2 de noviembre de 2002, el Día de Muertos, una persona hizo contacto con la Comandancia General a través de un propio.

Cumpliendo con lo acordado, no podremos decir mucho acerca de esta persona, sólo que estuvo muy cercana a los círculos del poder político y económico entre los años 1993 y 1996. Luego de poner las condiciones en cuanto a discreción y secreto, el mensaje de la persona decía, palabras más, palabras menos, que tenía información que podía serle útil al EZLN. Y ahora cito textualmente: “Si les interesa, díganme. Se trata de Acteal”. No era la primera vez que gente disidente del gobierno nos hacía llegar información, a veces cierta, a veces falsa, así que le mandamos decir que podía enviarnos lo que supiera. Esto es lo que reveló:

En los meses posteriores a febrero del año de 1995, fracasada la traición de Zedillo al EZLN junto con la ofensiva militar que la acompañó, y agotado el teatro de la detención de Raúl Salinas de Gortari, los generales Renán Castillo (jefe militar y gobernador de facto en Chiapas) y Cervantes Aguirre (secretario de la Defensa Nacional) insistían en la necesidad de activar a grupos paramilitares para enfrentarlos a los zapatistas (Renán Castillo había estudiado con los norteamericanos y Cervantes Aguirre estaba en tórrida luna de miel con su homólogo estadunidense, así que la opción que entonces llamaban Colombia tenía el respaldo del Departamento de Estado norteamericano).

Sin embargo, Zedillo no acababa de decidirse. En ese mismo año de 1995, aparece un personaje del gobierno español. “Intimo del Presidente”, dice quien nos pasó la información, “asistió a reuniones que no eran estrictamente sociales, sino que en ellas se tocaban asuntos de Estado”.

En una de esas reuniones, Zedillo comentó sobre los zapatistas y el problema que representaba acabar con ellos, pues tenían a la opinión pública de su lado. El personaje del gobierno español dijo entonces que lo que había que hacer era destruir la legitimidad de los zapatistas y después dar el golpe. Zedillo le recordó al personaje la historia del 9 de febrero y sus consecuencias. El español aclaró que no se refería a eso, sino a que, si los zapatistas luchaban por los indígenas, pues había que hacer que lucharan contra los indígenas. En España, dijo el de ese país, hemos creado unos grupos para contrarrestar el independentismo vasco. Zedillo dijo que sabía de los GAL (Grupos Antiterroristas de Liberación) y que había una investigación para deslindar responsabilidades gubernamentales en los secuestros y asesinatos de etarras. El español no se apenó y señaló que matar y secuestrar a asesinos no es un crimen, sino un favor que se le hace a la sociedad. Agregó que los GAL hacían más cosas, como realizar atentados que luego se le atribuían a ETA. Zedillo preguntó si el rey sabía de eso. El español respondió: “El rey sabe lo que le conviene y finge que no sabe lo que no le conviene”, y añadió que no pasa nada, que apenas unos días de escándalo en la prensa y ya, que nadie va a profundizar cuando los muertos son terroristas, que hay decisiones graves que deben tomarse por razones de Estado.

Zedillo señala que eso no sirve aquí, porque los zapatistas no son terroristas. “Hágalos terroristas”, dice el español, y prosigue: “Lo que hay que hacer es crear un grupo armado de indígenas, hacer que se enfrente a los zapatistas, se pelean, hay muertos, entra el ejército a poner en paz a todos y ya”. El español continúa: “nosotros podríamos echarles la mano con algunos consejos, en fin, algo de experiencia. Claro que esperamos de su gobierno alguna cooperación a cambio, como la extradición de etarras que viven en su país”. Zedillo dice que no es seguro que sean etarras. “Eso no es problema -dice el español-, nosotros nos encargamos de que lo sean”. El español agrega que su gobierno podría apoyar también al gobierno mexicano en las negociaciones comerciales con Europa, y termina su argumentación con una frase: “Hombre, Ernesto, si en algo somos expertos los españoles es en exterminar indígenas”.

Hasta aquí la información que nos llegó. El resto se infiere rápidamente: Zedillo ordena la activación de los grupos paramilitares, el gobierno español da asesoría, y el gobierno mexicano incrementa la extradición de supuestos etarras.

El 22 de diciembre de 1997, un grupo paramilitar marcha a enfrentarse con los zapatistas. Estos se repliegan para evitar un choque entre indígenas y avisan a los no zapatistas de la amenaza. En Acteal quedan Las Abejas, desarmados y confiados en que, siendo neutrales, nada les pasará. La carnicería empieza y termina, mientras policías y militares esperan pacientemente para entrar a “poner paz” en el “enfrentamiento” entre indígenas. La verdad se descubre casi inmediatamente gracias a los medios de comunicación. La noticia da la vuelta al mundo y conmociona a todo ser humano noble. En Los Pinos, Zedillo sólo repite: “¿Por qué niños y mujeres?”

Aún fresca la sangre de Acteal, entrevistado por el periodista mexicano Luis Hernández Navarro (La Jornada, 10 de marzo de 1998), Felipe González se expresaba así de la matanza: “Eso siempre crea una tremenda conmoción. Vivimos en esa globalización mediática que genera impactos. México tiene la grandeza de que una cosa así es una noticia explosiva y que preocupa. Situaciones muchísimo más graves en otras latitudes no merecen portadas de periódico, o no llegan a pasar esas barreras de la comunicación”. Así que todo es un problema de exageración de los medios…

¿Era Felipe González Márquez la persona que platicó con Zedillo sobre los GAL, los paramilitares y la extradición de vascos? ¿Era alguien de su gobierno? Algunos recuerdos arrancados de calendarios anteriores:

1995: en España, el Tribunal de Conflictos faculta al gobierno de Felipe González a no entregar documentación vinculada con los Grupos Antiterroristas de Liberación. Fundados el 6 de julio de 1983, los GAL tienen responsabilidad en cuando menos 40 atentados con 28 muertos, entre 1983-1987. En octubre de 1995, Ernesto Zedillo se reúne en privado con Felipe González en Bariloche, Argentina, en ocasión de la quinta Cumbre Latinoamericana.

En 1996, enero: los acusados por la guerra sucia contra ETA se quejan de que todo el asunto de los GAL es una conspiración para “derrocar” al entonces presidente Felipe González. El PSOE (Partido Socialista Obrero Español) mantiene a José Barrionuevo, ex ministro del interior procesado, junto con el ex secretario para la seguridad del Estado, Rafael Vera, por su actividad terrorista, en la lista de candidatos a diputados. Ernesto Zedillo Ponce de León viaja a España en su primera visita de Estado a ese país.

En febrero: es detenido Jaime Iribarren, parlamentario de Herri Batasuna, acusado de quemar una excavadora. También en esos días es detenido Jon Idígoras, líder de Batasuna, por órdenes del juez Baltasar Garzón, que lo quería vincular a la organización Euskadi Ta Askatasuna (ETA). Entre los antecedentes “criminales” de Idígoras está el haber entonado una canción nacionalista durante una visita del rey Juan Carlos a Guernica, en 1981. Circula un video donde integrantes de ETA plantean una propuesta negociadora con el Estado español. Felipe González desestima los sondeos que dan ventaja al Partido Popular (PP) sobre el PSOE. En marzo, el PSOE de González pierde las elecciones frente al Partido Popular de Aznar. El cantante hispano Raphael manifiesta sus esperanzas en Aznar: “Estoy seguro que sabrá hacer justicia a la memoria de Franco”.

Julio de 1996: la justicia española condena a 122 años de cárcel a José Koldo Martín Carmona, deportado por México en noviembre de 1995. Junto con Lourdes Churruca, Koldo fue acusado de tres atentados que no produjeron víctima alguna. En esas fechas tres jóvenes vascos eran juzgados por haber incendiado una camioneta de la policía. Las penas pedidas para ellos oscilaban entre los 111 y los 592 años de prisión.

En este año sale a la luz el libro Roldán-Paeza, la conexión suiza, del periodista Juan Gasparini. El libro revela algunos aspectos de la corrupción al interior del gobierno de Felipe González, en particular sobre Luis Roldán, ex director de la Guardia Civil. Entre las empresas corruptoras está la compañía Siemens. Uno de sus abogados, Ulrich Kohlí, además de venderle minas antipersonales a Saddam Hussein, lavó dinero para la familia Salinas de Gortari. Felipe González sale en defensa de su amigo Carlos Salinas de Gortari elogiando sus políticas.

1998, julio: José Barrionuevo y Rafael Vera, vinculados a los GAL, son condenados a 10 años de prisión. Durante el proceso Felipe González compareció como testigo y aludió, en repetidas ocasiones, a la razón de Estado como justificante de determinadas decisiones graves en situaciones críticas.

En marzo de 1999, una foto periodística (La Jornada. Pedro Valtierra) presenta a Zedillo saludando a Felipe González bajo la mirada complaciente del ex primer ministro israelí Shimon Peres.

En octubre del año 2000, Zedillo come con Felipe González en un lujoso restaurante de la colonia Polanco, en la ciudad de México.

El 25 de octubre de 2001, el periodista Raúl Trejo Delarbre, en “Sociedad y Poder”, señala que PRISA (española) y Televisa (mexicana) formalizaron la incursión del dinero español en la radio mexicana. Asisten el presidente Fox y los presidentes de Televisa y PRISA, además de Carlos Slim Helú, Felipe González Márquez y Lino Korrodi. Se violó así el artículo 31, inciso VI, de la ley federal. Estuvo también presente Juan Luis Cebrián, autor del libro sobre Felipe González, El futuro ya no es lo que era, y consejero delegado de PRISA.

En febrero de 2000, Zedillo realiza su segunda visita oficial a España. En la cena con Aznar, Zedillo recuerda su encuentro con el ahora presidente del gobierno español a finales de 1994 y agradece el apoyo de España en las negociaciones del Acuerdo de Libre Comercio entre México y la Unión Europea. El rey y Aznar agradecen a Zedillo la “colaboración” de México en la extradición de presuntos etarras.

A lo largo del sexenio de Ernesto Zedillo, 1994-2000, varios ciudadanos vascos fueron deportados a España acusados de pertenecer a ETA, hay testimonios en Amnistía Internacional de que fueron torturados.

En diciembre de 2002, el juez Baltasar Garzón sale en defensa del rey, Felipe González y José María Aznar, a quienes define casi como “próceres de la democracia”.

En febrero de 2003, Aznar viaja a México para entrevistarse con Vicente Fox. Los medios manejan que el viaje se debe a que el español tratará de convencer al mexicano de que apoye la guerra en Irak. La verdad es otra: Aznar viene a México para convencer a Fox de que no deje a los zapatistas viajar a España.

(Informaciones tomadas del periódico mexicano La Jornada, años 1996-2003, periodistas Pedro Miguel, Luis Javier Garrido, Marcos Roitman, Kyra Núñez, Jaime Avilés, Armando G. Tejeda, Rosa Elvira Vargas y Luis Hernández Navarro. Agencias informativas: Afp, Ansa, Efe, Reuters, Ips, Ap.)

Cotejadas las informaciones, el EZLN decide que el proyecto de ir a Europa debe iniciar en territorios del Estado español y tocar el tema del País Vasco. Pensaba así plantear las interrogantes obvias que se derivan de esto y las responsabilidades del gobierno español.

Queda así respondida la pregunta que muchos se hacían: “¿Por qué el EZLN se mete en el tema del País Vasco?” Fue el gobierno español el que metió el tema vasco en la lucha indígena en México, no nosotros.

Los zapatistas consideramos entonces nuestro deber ir a España para demostrarles al rey, a Felipe González, a José María Aznar y Baltasar Garzón que mienten con eso de que “si en algo son expertos los españoles es en exterminar indígenas”, puesto que seguimos vivos, resistiendo y rebeldes.

Nosotros no podíamos provocar una matanza en España, pero sí un debate. Así pensamos en la iniciativa Una oportunidad a la palabra. Estaba, además, el problema de que el tema vasco era tabú entre las fuerzas progresistas y sólo podía ser tocado para condenar el terrorismo de ETA, olvidando cuidadosamente dos cosas: una, el terrorismo de Estado, y otra, que ETA no es la única fuerza que lucha por la soberanía de Euskal Herria.

No ignoramos entonces que tocar el tema vasco podía causar resquemores, pero consideramos que era nuestro deber hacerlo. Además, los zapatistas teníamos otras preguntas que esperaban respuestas. El 17 de noviembre de 2002, en la presentación de la revista mexicana Rebeldía, advertimos sobre el deber e insinuamos a dónde se dirigía nuestra palabra. Días después lanzamos una provocación que tenía como objetivo principal a Felipe González. Fallamos en provocar a González, pero en su lugar cae, herido en su ego, el juez Baltasar Garzón. La carta al Aguascalientes de Madrid señalaba ya la intención zapatista de ir a Europa y tocaba el tema vasco. Después pasó lo que pasó.

El EZLN nunca se propuso mediar en el conflicto vasco, ni mucho menos decirle a los vascuences lo que deberían de hacer o dejar de hacer. Sólo pedimos una oportunidad para la palabra.

Nuestra propuesta pudo haber sido torpe o ingenua o ambas cosas, pero nunca fue deshonesta, ni quiso ser irrespetuosa. No es nuestro modo.

Esa fue la intención zapatista, sin dobleces ni acuerdos en lo oscurito. La información que recabamos pensábamos hacerla pública cuando avanzáramos en las demandas penales ante los organismos internacionales.

Por eso, frente a las críticas que de todos lados nos hicieron, señalando que por qué nos metíamos en algo que desconocíamos, respondimos que sabíamos más del asunto vasco que lo que muchos pensaban, a saber, la conexión País Vasco-Chiapas, es decir, la conexión entre el terrorismo de Estado español y el mexicano, el terrorismo internacional pues.

Si ahora revelamos esto que sabemos es porque hemos decidido cancelar nuestro viaje a la península ibérica.

Nuestra iniciativa era limpia y honesta (como aval moral tenemos a nuestra propia historia), pero pronto se vio rodeada de la condena y la incomprensión de quienes se dicen progresistas, los cuales, presionados por los medios, no quisieron esperar a ver el desenlace. Para ellos sólo tenemos un sentido reproche y nada más, porque el rencor no se alimenta contra quienes, pudiendo ser mezquinos, han sido generosos en otras ocasiones.

La derecha hizo su trabajo y benefició a la propuesta pues, a fuerza de satanizarla y satanizarnos, la dio a conocer y provocó un debate que no tenía precedentes.

Del lado de la izquierda alguien se atrevió, de manera ruin y mezquina, a sugerir que el deslinde que el EZLN hizo frente a ETA era una condición del gobierno español para permitir el viaje de la delegación zapatista a tierras ibéricas. Nuestro deslinde del terrorismo de izquierda no es nuevo, viene desde la fundación del EZLN, hace casi 20 años, y aun de antes.

Si debemos abstenernos de participar en el encuentro Una oportunidad a la palabra, no es porque nos desvelen las críticas, reproches o acusaciones mezquinas. Se debe a que no podemos, en términos de nuestra ética, participar en un encuentro que no contará con el aval de TODAS las fuerzas nacionalistas del País Vasco y que corre el riesgo de convertirse en un tribunal que juzgue a los ausentes, en lugar de ser un espacio de discusión y reflexión sobre los caminos del País Vasco.

La responsabilidad de no haber logrado convocar a las fuerzas vascas es única y exclusiva del EZLN, en particular de quien es su vocero: Marcos (sin el grado militar, para quienes no gustan de eso). Nuestras palabras (o nuestro modo, como decimos nosotros), en lugar de convocar, hirieron a muchas personas honestas y nobles en el País Vasco. Aunque no fue nunca nuestra intención, eso ocurrrió. Lo lamentamos de veras.

Queremos pedirles una disculpa sincera a todas las personas del País Vasco a quienes lastimamos. Ojalá y algún día puedan honrarnos con su perdón, porque el perdón entre hermanos no envilece.

Respecto al reto a debatir que nos lanzó el juez Garzón, hemos esperado el tiempo suficiente. El juez Garzón, a pesar de ser el retador, prefirió guardar silencio. Así demostró que es bueno para interrogar a prisioneros torturados, para fotografiarse con los familiares de víctimas del terrorismo y hacer campaña de autopromoción para el Premio Nobel de la Paz, pero que no se atreve a debatir con alguien medianamente inteligente. Y no porque uno sea más hábil con la palabra, sino porque Garzón aduce leyes donde faltan las razones. Antes acusamos a Garzón de ser un payaso grotesco. No era cierto. Es sólo un hablador y un cobarde.

Queremos agradecer especialmente a las organizaciones de la izquierda abertzale, Herri Batasuna y Askapena, que fueron las únicas que respondieron positivamente a nuestra iniciativa (o, cuando menos, las únicas que nos lo hicieron saber), así como a las personas que a título individual o en colectivos, en el País Vasco, en el Estado español, en Italia y en México, acogieron con interés y honestidad nuestra propuesta.

Tal vez algún día nuestras palabras aprendan a reflejar el cariño, el respeto y la admiración que sentimos por el pueblo vasco y por su lucha política y cultural.

Tal vez algún día se pueda realizar ese encuentro y, dándole una oportunidad a la palabra, se encuentren los caminos al mañana de independencia, democracia, libertad y justicia que el pueblo vasco, y todos los pueblos del mundo, se merecen.

 

Desde las montañas del Sureste Mexicano.
Subcomandante Insurgente Marcos.
México, 24 de febrero del 2003.
Día de la Bandera Mexicana.

 

Como continuación de las anteriores Estelas, en Julio de 2003 se emiten una serie de comunicados mediante los que anuncia la muerte de los «Aguascalientes», espacios político-culturales que habían funcionado desde 1994, y anuncia la creación de los Caracoles y de las Juntas de Buen Gobierno.

Las siete partes que componen la Treceava Estela se encuentran en la página  de «¿Qué es el zapatismo? – Juntas de Buen Gobierno» y son las siguientes:

Primera parte: un caracol
Segunda parte: una muerte
Tercera parte: un nombre.
Cuarta parte: un plan
Quinta parte: una historia
Sexta parte: un buen gobierno
Séptima y última parte: una posdata